Philosophicus, 30-01-2015
Hace cien años, hubiera
sido inimaginable ver a un par de musulmanes entrar en una cafetería o
subir a un vehículo de transporte público y luego volarse, matando a
decenas de personas. ¡O masacrar al personal de una revista satírica en
París! Cosas así simplemente no ocurrían.
Al leer las memorias de
Edward Said, o si hablas con hombres y mujeres ya de edad en el este de
Jerusalén, se ve claramente que la sociedad palestina era
mayoritariamente laica y moderada. Se preocupaban de la vida, la
cultura, e incluso la moda, más que de los dogmas religiosos.
Lo
mismo podría decirse de muchas otras sociedades musulmanas, por ejemplo
las de Siria, Irak, Irán, Egipto e Indonesia. Las fotos antiguas hablan
por sí solas. Por eso es tan importante mirar cuidadosamente, una y otra
vez, las viejas imágenes.
El Islam no es sólo una religión;
también es una gran cultura, una de las más extendidas de la Tierra, que
ha enriquecido a nuestra humanidad con algunos de los logros
científicos y arquitectónicos más importantes y un sinnúmero de
descubrimientos en el campo de la medicina. Los musulmanes han escrito
una poesía exquisita, y compuesto una música hermosísima. Pero, sobre
todo, han desarrollado algunas de las primeras estructuras sociales en
el mundo, que incluían grandes hospitales públicos y algunas de las
primeras universidades, como la Universidad de Qarawiyyin en Fez,
Marruecos.
La idea de lo "social" era natural para muchos
políticos musulmanes, y si el Occidente no hubiera interferido tan
brutalmente al derrocar a los gobiernos de izquierda y poner en el trono
a aliados fascistas de Londres, Washington y París, casi todos los
países musulmanes, entre ellos Irán, Egipto e Indonesia, probablemente
serían hoy socialistas, guiados por un grupo de dirigentes moderados en
su mayoría laicos.
***
En el pasado, un
sinnúmero de líderes musulmanes se levantaron contra el control
occidental del mundo, y eminentes figuras, como el presidente de
Indonesia, Sukarno Ahmet, eran cercanas a los Partidos Comunistas y sus
ideologías. Sukarno incluso forjó un movimiento antiimperialista
mundial, el movimiento de No Alineados, que fue públicamente definido en
la Conferencia de Bandung en Indonesia, en 1955.
Esto, en
marcado contraste con las élites conservadoras orientales cristianas,
que en su mayoría se sentían muy a gusto con los gobernantes fascistas y
colonialistas, con las monarquías, los comerciantes y los grandes
oligarcas empresariales.
Para el Imperio, la existencia y la
popularidad de los gobernantes musulmanes progresistas, marxistas, que
gobernaban en países del Medio Oriente o ricos en recursos como
Indonesia, era algo claramente inaceptable. Si decidían utilizar las
riquezas naturales para mejorar la vida de sus pueblos, ¿qué iba a
quedar para el Imperio y sus empresas? Había que pararlos por todos los
medios. El Islam fue dividido e infiltrado de radicales y cuadros
anticomunistas a los que no les importaba el bienestar de su pueblo.
***
Casi
todos los movimientos radicales en el Islam de hoy, en cualquier parte
del mundo, están vinculados con el wahabismo, una secta
ultra-conservadora y reaccionaria del Islam controlada por las políticas
de Arabia Saudita, Qatar y otros aliados incondicionales de Occidente
en el Golfo.
Citamos al Dr. Abdullah Mohammad Sindi:
"Está
demostrado históricamente que sin la ayuda británica ni el wahabismo ni
la Casa de los Saud existirían hoy. El wahabismo es un movimiento
fundamentalista-británico inspirado en el Islam. A través de su defensa
por parte de la Casa de Saud, EE.UU. también apoya el wahabismo, directa
e indirectamente, independientemente de los ataques terroristas del 11
de septiembre de 2001. El wahabismo es violento, derechista,
ultra-conservador y rígido, extremista, reaccionario, sexista e
intolerante... "
Occidente dio todo su apoyo a los wahabíes en la
década de 1980. Ellos fueron manejados, financiados y armados, después
de que la Unión Soviética fuera barrida de Afganistán en una amarga
guerra que duró de 1979 a 1989. Como resultado de esta guerra, la Unión
Soviética se derrumbó, exhausta, tanto económica como psicológicamente.
Los
muyahidines que combatían a los soviéticos, así como al gobierno de
izquierda de Kabul, fueron alentados y financiados por Occidente y sus
aliados. Venían de todos los rincones del mundo musulmán, para luchar en
una 'guerra santa' contra los infieles comunistas.
Según los archivos del Departamento de Estado de Estados Unidos:
"Contingentes
de los llamados árabes afganos y combatientes extranjeros deseaban
emprender la yihad contra los comunistas ateos. Destacaba entre ellos un
joven saudí llamado Osama bin Laden, cuyo grupo árabe finalmente se
convirtió en al-Qaeda”.
Grupos radicales musulmanes creados y
repartidos por varios países musulmanes por parte de Occidente forman
parte de al-Qaeda y, más recientemente, de ISIS (grupo también conocido
como ISIL). ISIS es un ejército extremista que nació en los "campos de
refugiados" en las fronteras sirio /turca y sirio/jordana, y que fue
financiado por la OTAN y Occidente para luchar contra el (laico)
gobierno sirio de Bashar al-Assad.
Estos grupos radicales
implantados han estado sirviendo a varios fines. Occidente los utiliza
como cipayos en las guerras que está librando contra sus enemigos, que
son los países que todavía se enfrentan a la dominación absoluta del
Imperio en el mundo. Más tarde, cuando estos ejércitos extremistas
'acaban totalmente fuera de control' (y siempre lo estarán…), podrán
servir como espantajos y como justificación de la "guerra contra el
terror" o, como cuando ISIS tomó Mosul, como excusa para la renovación
del reenganche de las tropas occidentales en Irak.
Historias
sobre los grupos musulmanes radicales han desfilado constantemente por
las primeras páginas de los periódicos y revistas, por las pantallas de
la televisión, recordando a los lectores “lo peligroso que está
realmente el mundo ", " la importancia de la participación occidental "
y, en consecuencia, cómo es importante la vigilancia, cuán
indispensables son las medidas de seguridad, así como los tremendos
presupuestos para las guerras de 'defensa' contra tantos estados
canallas.
***
De ser una civilización
pacífica y creativa, que propendía hacia el socialismo, las naciones
musulmanas y el propio Islam, se encuentran de repente como
descarriladas, engañadas, manipuladas, infiltradas por penetraciones
religiosas e ideológicas extrañas, y transformadas por los ideólogos y
propagandistas occidentales en una 'tremenda amenaza "; transformadas en
el culmen y el símbolo del terrorismo y la intolerancia.
La
situación se ha vuelto completamente grotesca, pero la cosa no está para
bromas; ¡demasiadas personas han muerto como resultado; muchas cosas se
han destruido!
Indonesia es uno de los ejemplos históricos más
llamativos de cómo funcionan realmente estos mecanismos de destrucción
de los valores musulmanes progresistas.
En la década de los 50 y
comienzos de los 60, EE.UU, Australia y Occidente en general, estaban
cada vez más «preocupados» por la posición antiimperialista e
internacionalista progresista del presidente Sukarno, y por la creciente
popularidad del Partido Comunista de Indonesia (PKI). Pero aun más lo
estaban, por el cariz progresista, socialista y moderado del Islam
indonesio, que se fue aliando claramente con los ideales comunistas.
Ideólogos
cristianos anti-comunistas y "planificadores", entre ellos el famoso
jesuita Joop Beek, se infiltraron en Indonesia. Crearon organizaciones
clandestinas, algunas de ideología paramilitar, lo que ayudó a Occidente
a planificar el golpe de Estado de 1965 que costó la vida de entre 1 y 3
millones de personas.
Elaborada en Occidente, la propaganda
anti-comunista y anti-intelectual extremadamente eficaz difundida por
Joop Beek y sus cohortes, también ayudó a lavar el cerebro de muchos
miembros de grandes organizaciones musulmanas, impulsándolos a unirse a
la eliminación de izquierdistas, inmediatamente después del golpe. Pocos
sabían que el Islam, no sólo el comunismo, había sido elegido como el
principal objetivo de la “quinta columna” pro-occidental y cristiana en
el interior de Indonesia; más precisamente, el objetivo era el de
tendencia izquierdista, liberal del Islam.
Después del golpe de
1965, el dictador fascista patrocinado por Occidente, el general
Suharto, recurre a Joop Beek como su asesor principal. También se ayudó
ideológicamente de "discípulos" de Beek. Económicamente, el propio
régimen se relacionó con magnates de negocios, principalmente
cristianos, entre otros, Liem Bian Kie.
En el país musulmán más
poblado del mundo, Indonesia, los musulmanes fueron dejados de lado, sus
partidos políticos 'no fiables', prohibidos durante la dictadura, y
tanto la política (encubiertamente) como la economía (abiertamente)
cayeron bajo el control estricto de la minoría pro-occidental cristiana.
A día de hoy, esta minoría controla una compleja y venenosa red de
guerreros anti-comunistas, los cárteles y mafias empresariales
estrechamente unidas, los medios de comunicación y educativos,
"incluidas escuelas religiosas privadas, así como los propagandistas
religiosos corruptos (muchos jugaron un papel importante en la masacre
de 1965) y otros colaboradores tanto del régimen local como del global.
El
Islam en Indonesia se ha reducido a una mayoría silenciosa, la mayor
parte pobres y sin influencia significativa alguna. Sólo aparece en los
titulares internacionales cuando sus frustrados militantes vestidos de
blanco van a destrozar bares, o cuando sus extremistas, muchos
relacionados con los muyahidín y la guerra afgano-soviética, atentan
contra clubes nocturnos, hoteles o restaurantes en Bali y Yakarta.
Pero ¿son ellos en realidad los que hacen todo esto?
El
ex presidente de Indonesia y clérigo musulmán progresista, Abderramán
Wahid (expulsado de su cargo por las élites), me dijo una vez: "Yo sé
quién voló el Hotel Marriott de Yakarta. No fue un ataque de los
islamistas; fueron los servicios secretos de Indonesia, con el fin de
justificar su existencia y el presupuesto, y para complacer a
Occidente”.
***
"Yo diría que el
imperialismo occidental no sólo es que haya forjado una alianza con
estas facciones radicales, simplemente las creó", me dijo en Londres un
amigo mío, el líder intelectual musulmán progresista, Ziauddin Sardar.
Y
continuó: "Tenemos que darnos cuenta de que el colonialismo hizo mucho
más que daño a las naciones y las culturas musulmanas. Jugó un papel
importante en la represión y la eventual desaparición del conocimiento y
el aprendizaje, del pensamiento y la creatividad, de las culturas
musulmanas. El encuentro colonial comenzó por apropiarse del
conocimiento y el aprendizaje del Islam, que se convirtió en la base del
'Renacimiento europeo" y la "Ilustración" y terminó por erradicar este
conocimiento y el aprendizaje de las sociedades musulmanas y de su
propia historia. Lo hizo tanto mediante la eliminación física -la
destrucción y el cierre de las instituciones de enseñanza, la
prohibición de ciertos tipos de conocimientos indígenas, matando a
pensadores y eruditos locales- como reescribiendo la historia como
historia de la civilización occidental en el que se subsumen todas las
historias secundarias de otra civilización".
¡Desde las
esperanzas de los años de la II Guerra Mundial, hasta la oscuridad total
actual, ha mediado un largo y terrible viaje!
El mundo musulmán está herido, humillado y confundido, casi siempre a la defensiva.
Mal
comprendido por los extranjeros y muchas veces ni siquiera por su
propio pueblo, se ve obligado con frecuencia a confiar en las opiniones
occidentales y cristianas del mundo.
Lo que solía hacer a la
cultura del Islam tan atractiva - la tolerancia, el aprendizaje, la
preocupación por el bienestar de la gente - ha sido cercenado del reino
musulmán, destruido desde el extranjero. Lo que quedó fue sólo la
religión.
Ahora la mayoría de los países musulmanes están
gobernados por déspotas, por camarillas militares o por corruptos. Todos
ellos estrechamente vinculados con Occidente, con su sistema e
intereses.
Igual que lo hicieron en otras grandes naciones e
imperios de Sudamérica y Centroamérica, así como de África, los
invasores y colonizadores occidentales lograron aniquilar totalmente las
grandes culturas musulmanas.
Lo que lo reemplazó no fue sino la codicia, la corrupción y la brutalidad.
Parece
como que todo lo que se basa en fundamentos distintos a los cristianos
lo está reduciendo a polvo el Imperio. Sólo las culturas más grandes y
más resistentes siguen sobreviviendo.
Cada vez que un país
musulmán intenta volver a su esencia, para vivir a su manera, socialista
o de orientación social - ya sea Irán, Egipto, Indonesia, o mucho más
recientemente, Irak, Libia o Siria -, es feroz y salvajemente reprimido y
destruido.
La voluntad de sus pueblos es destrozada sin contemplaciones, y las elecciones democráticamente expresadas son derrocadas.
Durante
décadas, a Palestina se le ha negado la libertad, así como sus derechos
humanos básicos. Tanto Israel como el Imperio escupen sobre su derecho a
la libre determinación. El Pueblo palestino está encerrado en un gueto,
humillado y asesinado. La religión es todo lo que a algunos de ellos
les queda.
La "primavera árabe" se desvió y terminó casi en todas
partes, desde Egipto a Bahrein, con los viejos regímenes y con la
vuelta al poder de los militares.
Al igual que los africanos, los
musulmanes están pagando un precio terrible por haber nacido en países
ricos en recursos naturales. Pero también son tratados brutalmente por
tener, junto con China, la civilización más grande en la historia, que
eclipsó todas las culturas de Occidente.
***
El
Cristianismo ha saqueado y brutalizado al mundo. El Islam, con sus
grandes sultanes como Saladino, se levantó contra de los invasores y por
la defensa de las grandes ciudades de Alepo y Damasco, El Cairo y
Jerusalén. Pero en general, estaba más interesado en la construcción de
una gran civilización, que en el saqueo y las guerras.
Ahora casi
nadie en Occidente sabe nada de Saladino ni de los grandes logros
científicos, artísticos o sociales del mundo musulmán. Ahora sí, todo el
mundo está "bien informado" sobre ISIS. Por supuesto que saben del ISIS
sólo como un 'grupo extremista islámico ", no como una de las
principales herramientas occidentales utilizadas para desestabilizar el
Oriente Medio.
'Francia está de luto' por la muerte de los
periodistas en las oficinas de la revista satírica, Charlie Hebdo (¡sin
duda un crimen terrible!). En toda Europa, es de nuevo el Islam el que
está siendo representado como brutal y militante, y no Occidente con su
post-Cruzada, con sus doctrinas fundamentalistas cristianas que siguen
derrocando y masacrando a todos los gobiernos y sistemas moderados,
laicos y progresistas del mundo musulmán, dejando a los musulmanes a
merced de fanáticos desquiciados.
***
En
las últimas cinco décadas, alrededor de 10 millones de musulmanes han
sido asesinados debido a que sus países o no se someten al Imperio, o no
lo sirven de manera incondicional, o simplemente estaban en el camino.
Las víctimas eran indonesios, iraquíes, argelinos, afganos,
paquistaníes, iraníes, yemeníes, sirios, libaneses, egipcios, o
ciudadanos de Malí, Somalia, Bahréin y de otros muchos países.
Occidente
creó los más horribles monstruos, invirtió miles de millones de dólares
en ellos, los armó, les dio entrenamiento militar avanzado, y luego los
dejó sueltos.
Los países que están produciendo terrorismo,
Arabia Saudita y Qatar, son algunos de los más cercanos aliados de
Occidente, y nunca han sido castigados por la exportación de terror en
todo el mundo musulmán.
Grandes movimientos musulmanes sociales
como Hezbollah, que participa actualmente en un combate a muerte contra
el ISIS, pero que también se ofrece para galvanizar el Líbano en su
lucha contra la invasión israelí, están en la "lista de terroristas",
elaborada por Occidente. Eso explica muchas cosas, si se está dispuesto a
prestar atención.
Visto desde el Medio Oriente, parece que
Occidente, al igual que durante las cruzadas, tiene como objetivo la
destrucción absoluta de los países musulmanes y la cultura musulmana.
En
cuanto a la religión musulmana, el Imperio sólo acepta sus aspectos más
vergonzantes - aquellos que aceptan el capitalismo extremo y la
posición global dominante de Occidente. El único cliché tolerable del
Islam es el fabricado por el propio Occidente y por sus aliados en el
Golfo, destinado a luchar contra el progreso y la justicia social; el
que está devorando a su propio pueblo.
Andre Vltchek es
novelista, cineasta y periodista de investigación. Cubrió guerras y
conflictos en decenas de países. El resultado es su último libro: "La
lucha contra el imperialismo occidental". 'Pluto' publicó su diálogo con
Noam Chomsky: El Terrorismo Occidental. Su famosa novela política Point of No Return ha sido reeditada. Oceanía
es su libro sobre el imperialismo occidental en el Pacífico Sur. Su
provocador libro sobre la época post-Suharto en Indonesia y el modelo
fundamentalista de mercado se llama "Indonesia - El archipiélago de
miedo". Su documental "Ruanda Gambit" trata de la historia de Ruanda y
el saqueo de la RD del Congo. Después de vivir durante muchos años en
América Latina y Oceanía, Vltchek actualmente reside y trabaja en el
Este de Asia y África. Está accesible a través de su página web o su
Twitter.
Fuente: http://www.counterpunch.org/2015/01/09/who-should-be-blamed-for-muslim-terrorism/
Traducción: Red Roja