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Otra vez las narices tapadas

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Miércoles, 13 de Abril del 2,011

Fue un 10 de abril de hace 11 años que Toledo salió al balcón del hotel Sheraton para denunciar el fraude electoral de Fujimori y llamar al pueblo a la resistencia. Este domingo, el mismo Toledo que días antes había estado convocando a enfrentar en las calles el anunciado triunfo de Ollanta Humala en las urnas y amenazado con volverse a poner la vincha, tuvo que rendirse y admitir que el Perú había manifestado su enojo en las urnas.

Un enojo que venía desde muy lejos y que se tradujo en el rechazo a tres personajes emblemáticos de la pasada década: un ex presidente, un ex premier y un ex alcalde metropolitano, que fueron el centro de la política nacional en un período que comenzó cargado de esperanzas y que concluye en un malestar que fluye por todos los poros. No hay manera de negar que este sentimiento que estaba ya en germen en el 2006, cuando Humala alcanzó el 47% de los votos en segunda vuelta y del que nadie sacó las conclusiones, tenía que ver con lo que Toledo prometió en la lucha y traicionó en el gobierno.

El gobierno de García fue una tabla de salvación de la enclenque democracia liberal de los 2000, que requirió del concurso del fujimorismo para conseguir los puntos que necesitaba para imponerse (porque ya no le alcanzaban la suma de los votos del APRA y la derecha), y siguió requiriéndolo para las votaciones parlamentarias más difíciles durante 5 años. Pero García está acabando su segundo gobierno peor que el primero, cuando logro un 20% de los votos y una representación significativa, mientras ahora apenas si pasa la valla y sus congresistas se cuentan con menos de los dedos de una sola mano. García que se jacta del mayor crecimiento de nuestra historia, el mayor número de carreteras y celulares, acaba de ser considerado un peor gobierno que el de Toledo y este último que Fujimori.

La votación del 10 de junio del 2011, indica que hemos llegado al final del juego. El fujimorismo que muchos creían derrotado o cuando menos reducido a un papel inofensivo está volviendo a ser un factor de poder. Ninguna otra cosa podría dar una medida del fracaso de los partidos que se dicen democráticos de que estén en el trance de decidir si endosan su apoyo a los herederos del golpe de Estado del 92, de la corrupción, el fraude y la violación sistemática de los derechos humanos, a los que ayudaron a echar en el 2000. No estaban derrotados sino esperando su oportunidad.

Pero frente a ellos, también ha madurado la opción de la protesta, que ahora ya no puede ser tipificada como “un mero estado de ánimo” como se dijo en las elecciones anteriores para minimizarlo y no tomarlo en serio. Ollanta se ha convertido en el favorito de una elección que no podía ganar, y sus enemigos miran espantados la situación creada, que casi no pueden explicar. El enojo es mucho más que eso porque ha tomado forma de una voluntad de poder que expresa a una parte de la población que nunca se ha sentido cerca de las decisiones de gobierno.

No es sobre cáncer o sida, diabetes y pulmonía, que están decidiendo los peruanos. Hay que ser muy soberbio para creer que la gente no sabe lo que está escogiendo. Aquí la disyuntiva va por el lado de los que buscan la protección del autoritarismo populista, frente a los que se atreven a cambiar. Aunque eso signifique jugárselas. Porque quién no se la juega no puede ganar.

Perú: carrera presidencial cautiva al país

Carrera presidencial en vías de definirse en segunda vuelta electoral el próximo junio

Por Elie Gardner y Oscar Durand para Infosurhoy.com—04/04/2011

Con una expectativa de voto del 22,8%, Ollanta Humala lidera la 
encuesta presidencial más reciente de Perú. Los votantes concurrirán a 
las urnas el próximo 10 de abril. (Enrique Castro-Mendivil/Reuters)
Con una expectativa de voto del 22,8%, Ollanta Humala lidera la encuesta presidencial más reciente de Perú. Los votantes concurrirán a las urnas el próximo 10 de abril. (Enrique Castro-Mendivil/Reuters)

LIMA, Perú – A menos de una semana de la votación del próximo 10 de abril, no han surgido líderes claros en la carrera presidencial de Perú.
En una encuesta de Ipsos Apoyo publicada el 27 de marzo por el periódico El Comercio, se registró un aumento en el apoyo al ex militar nacionalista Ollanta Humala que lo colocó por primera vez encabezando las encuestas con un 22,8% de expectativa de voto.
Keiko Fujimori, legisladora e hija del ex presidente Alberto Fujimori, se espera obtenga un 22,3% de los votos. El ex líder electoral y ex presidente de Perú, Alejandro Toledo, aparece en tercer lugar con un 21,6% de intención. Por su parte, el ex primer ministro Pedro Pablo Kuczynski tiene una expectativa de voto del 15,8%, apenas por delante del ex alcalde de Lima, Luis Castañeda (15%), según datos del sondeo.
Para convertirse en presidente, el candidato deberá obtener el 50% más uno de los votos que se emitan el 10 de abril. En caso de no lograr la mayoría, se realizará una segunda vuelta con los dos candidatos con mayor cantidad de votos, el próximo 5 de junio.
Si se confirman las cifras actuales de la encuesta, el sucesor del presidente Alan García deberá ser elegido en segunda vuelta.
Los cinco candidatos representan diferentes ramas políticas de Perú. Si bien cuatro de ellos tienen planes de gobierno similares, el nacionalista Humala se diferencia del resto.
“Un punto importante que quizas la gente de afuera del Perú no entienda, en mi opinion no hay un solo partido politico", dijo Pablo Secada, jefe de campaña de Kuczynski.
Carlos Aramburú, profesor de Antropología de la Pontificia Universidad Católica, señaló que existen dos partidos establecidos: el Partido Aperista Peruano y el Partido Popular Cristiano (PPC). El grupo político de Kuczynski, la Alianza por el Gran Cambio, está vinculado al PPC, pero los otros cuatro candidatos no están alineados con ningún partido.
Reseña de los cinco primeros candidatos
Humala, del partido Gana Perú, participó de la segunda vuelta electoral en las elecciones presidentciales de 2006, cuando fue derrotado por Alan García.
Se presentó con un sector ultranacionalista, y se manifestó vinculado al presidente venezolano Hugo Chávez y al bolviano Evo Morales.
La candidata presidencial Keiko Fujimori aparece segunda en las 
últimas encuestas. (Oscar Durand for Infosurhoy.com)
La candidata presidencial Keiko Fujimori aparece segunda en las últimas encuestas. (Oscar Durand for Infosurhoy.com)








Cinco años después, dejó sus tendencias políticas de izquierda y se volcó más hacia el centro, en un intento por captar los votos de la clase media y de los jóvenes.
Si resulta electa, Fujimori, del partido Fuerza 2011, dijo que liberará a su padre, Alberto Fujimori, en prisión por violaciones a los derechos humanos.
El ganador del premio Nóbel, Mario Vargas Llosa, se opuso a su candidatura, pero otros han elogiado a Alberto Fujimori por detener las actividades del grupo terrorista Sendero Luminoso en la década de 1990.
Apoyándose en el legado de su padre, Fujimori desarrolló una base sólida de seguidores, según mencionó Aramburú.
Toledo, del partido Perú Posible, pasó de lustrar zapatos a estudiar en la Universidad de Stanford. Ocupó el cargo de presidente de Perú entre 2001 y 2006, derrotando a García en la segunda vuelta electoral.
Muchos reconocen que fue el encargado de recuperar la economía peruana.
“Yo creo que el sienta las bases de la estabilidad macroeconómica controlando gasto público, controlando la inflación”, añadió Aramburú .
Toledo, quien creció en un pequeño pueblo de los Andes, fue el primer presidente indígena del país.
A los 72 años, Kuczynski, de la Alianza por el Gran Cambio, es el candidato de mayor edad que ha logrado conquistar el apoyo de los votantes más jóvenes.
Aramburú dijo que esto es significativo porque un tercio de los votantes tiene menos de 35 años.
Secada señaló que la juventud del país ha hecho campaña entre sus familiares y ha promocionado a su candidato entre los votantes de mayor edad.
“Usted pone como una tapa en la olla”, relató Secada. “Entonces tu prendes la olla y empieza a hervir el agua y la dejas tapada. Y comienza a hervir el agua y de pronto sacas la tapa de la olla y ¡bum! sale vapor por toda la cocina. Eso también ha pasado”.
Luis Castañeda, del partido Solidaridad Nacional, es más reconocido por su trabajo que por sus palabras. Dos de sus logros más importantes fueron supervisar la construcción de escaleras para los pobres que vivian en las colinas cerca de Lima, y de introducir mejoras en el sistema de salud pública.
“[Castañeda] concretó más de 4 mil proyectos de mejora pública en el pasado”, señaló Augusto Ferrero, portavoz de Castañeda y candidato parlamentario. “[Si resulta elegido], esas obras se van a desarollar a nivel del Perú, a nivel del país”.
Los canditatos pasan estos últimos días de campaña antes de las elecciones recorriendo todo el país. Los temas más importantes son la mejora de la estabilidad política y el crecimiento económico, a la vez que se reduce la tasa de pobreza.
Si bien el reciente crecimiento económico permitió reducir la pobreza, Aramburú dijo que el próximo presidente deberá abordar el tema de la brecha entre ricos y pobres existente en la nación andina.
“Creo que la agenda pendiente entonces, la agenda de hacer un sistema politico que garantiza mayor igualdad entre las personas”, concluyó Aramburú.