Philosophicus, 30-10-2014
Fecha de publicación  27 octubre 2014
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Este
 28 de octubre se cumplen nueve años desde que la Unesco declaró a 
Venezuela “Territorio Libre de Analfabetismo” fruto de la implementación
 de la Misión Robinson, programa social para saldar la heredada deuda 
histórica en materia educativa.
Hace nueve años 
Venezuela afirmó que no se equivocó al elegir el Socialismo como camino.
 En el 2003 la Misión Robinson inició la labor de alfabetizar  más de un
 millón y medio de personas que hasta ese momento estuvieron fuera del 
sistema educativo del país.
Justicia social no es populismo
Las Misiones venezolanas nacieron de la voluntad política y la iniciativa de Hugo Chávez para saldar la deuda social
 de los gobiernos anteriores y erradicar la pobreza, el analfabetismo, 
garantizar el acceso a la salud, la educación, la vivienda, la cultura.
Las primeras misiones 
fueron una manifestación del poder popular al que se hace referencia en 
la Constitución del país. Los sectores pobres organizados apoyaron el 
desarrollo de estos programas dedicados a garantizar el acceso de los 
venezolanos a sus derechos fundamentales.

El Gobierno venezolano 
fue acusado de aplicar medidas populistas y de malgastar los recursos de
 la renta petrolera en políticas clientelares a las que solo podían 
acceder los sectores más cercanos al Gobierno, que a su vez solo los 
habría usado para alcanzar fines electorales.
No obstante, los 
esfuerzos en materia educativa se tradujeron en el reconocimiento de 
Venezuela por parte de la Unesco como territorio libre de analfabetismo el 28 de octubre de 2005.
 Para esa fecha un millón 484 mil 543 venezolanos habían sido 
alfabetizados. Con esto el país alcanzó de manera adelantada las metas 
propuestas por la ONU en materia educativa para este milenio.
La Misión Robinson
Venezuela alcanzó el 
reconocimiento de la Unesco gracias a la que Hugo Chávez llamaría la 
madre de de todas las Misiones educativas del país.
Esta Misión se 
formalizó en el año 2003 como un programa de alfabetización masiva que 
alcanzó a los sectores  de la población tradicionalmente excluídos: los 
pobres, los indígenas, los privados de libertad  y los discapacitados.
De
 esta forma, casi 70 mil indígenas fueron alfabetizados en sus idiomas 
originarios y en castellano, dos mil 725 reclusos y siete mil 154 
personas discapacitadas fueron incluídas en la masificación del 
conocimiento.
Hasta mayo de 2014 dos millones 683 mil 126  venezolanos han sido beneficiados por esta Misión, que ha logrado erradicar el analfabetismo de Venezuela. 
 La Misión funciona en tres fases en las que los beneficiarios aprenden a
 leer y escribir y se les da la oportunidad de culminar sus estudios de 
educación primaria.
El método empleado 
consiste en la asociación de números y letras con el uso de recursos 
audiovisuales, este método de alfabetización cubano fue el motor de la 
erradicación del analfabetismo en Venezuela.
El aporte de Cuba
“Yo Sí Puedo” fue implementado por el gobierno nacional para saldar las carencias educativas del pueblo venezolano.
Venezuela no hubiese podido alcanzar 
esta meta sin el apoyo solidario de la República de Cuba que aportó el 
método “Yo Sí Puedo” desarrollado por  la educadora Leonela Realy, este 
fue implementado por el gobierno de Hugo Chávez en el marco del Convenio
 Integral de Cooperación Cuba – Venezuela firmado en el año 2000.  
La colaboración de los 
profesionales cubanos que llegaron a Venezuela para compartir la 
experiencia alfabetizadora  que se basa en el aprendizaje por medio de 
cartillas y lecciones que combinan datos numéricos y de lenguaje.
La Misión más allá de las fronteras
El 19 de marzo de 2006 
surge la Misión Robinson Internacional cuyo intención es la colaboración
 recíproca entre Venezuela, Cuba y los países de América Latina y el 
mundo.

El método “Yo Sí 
Puedo”  se ha replicado con éxito en Bolivia que logró erradicar el 
analfabetismo en 2008.  Nicaragua alcanzó la reducción de la población 
analfabeta a 3,56 por ciento. Ecuador también se benefició de este 
programa y en 2010 se declaró “Patria Alfabetizada”.
Estos países junto a 
Cuba y Venezuela son los países de América Latina que han logrado que 
sus territorios sean reconocidos libres de analfabetismo, toda vez que 
la Unesco requiere que un país debe tener una tasa menor al 4 por ciento
 de analfabetos para ser reconocidos con esta distinción.
Sin embargo, la lucha 
contra el analfabetismo continua, las políticas de inclusión y la 
masificación del acceso a las instituciones educativas siguen 
contribuyendo a que Venezuela sea un referente en cuanto a las políticas
 educativas del continente.
 
 
          
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 


 



