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¿ QUIEN DIJO QUE LA BANCARROTA CAPITALISTA ES UN RECUERDO ?

PHILOSOPHICUS
26-09-2013

Por: JORGE ALTAMIRA.Fue durante mucho tiempo la noticia más cantada en el mundo financiero: el Banco Central de los Estados Unidos pondría fin a la política de compra masiva de la deuda pública norteamericana, que se ha desarrollado mediante una emisión monetaria gigantesca. El objetivo perseguido - apalancar a la economía norteamericana e incluso del resto del mundo – se habría alcanzado. Esa emisión había logrado mantener la tasa de interés de referencia a poco arriba del cero por ciento y transferir las inversiones en deuda pública a las acciones de empresas, lo que promovió un ascenso espectacular de las bolsas. Cuando llegó, sin embargo, la hora de la verdad, la Federal Reserve pestañó: la cancelación gradual de la política de emisión de moneda, quedaría para más adelante. La vacilación de los banqueros centrales dejó al desnudo la profundidad de la bancarrota capitalista mundial, cuando se han cumplido más de seis años desde su inicio.

Es que a pesar del ‘estímulo’ monetaria gigantesco, la esperada reactivación de la economía apenas se hizo notar. Con relación al desempleo ocurrió lo mismo: la reducción del 9 al 7.5% se debió a la baja en la gente que dejó de buscar trabajo – bajó la población activa, no la desocupación. Los empleos que se han creado durante la crisis son, por otra parte, de peor calidad y el salario medio no creció, lo cual implica el desplome de los que ocupan la parte inferior de la escala. “La lectura más reciente, dice The Wall Sreet Journal (27.6), muestra un escenario inestable. Las inversiones de las empresas norteamericanas avanzaron apenas un 0.4% en el primer trimestre. El ritmo de inversiones está un 4% abajo del período pre-recesión. La producción total de las fábricas norteamericanas, el mes pasado, fue un 5% inferior al promedio de 2007.

El dinero emitido no fue a la inversión ni al crédito, sino a la compra de activos y papeles que ya se encuentran en circulación, cuyos precios se habían abaratado con relación al aumento de la deuda pública. Una periodista británica (Gillian Tett, FT, 20.9) tuvo que aludir a la “baja productividad del dinero”, para justificar que tanta plata sólo hubiera logrado producir un incremento del 2% del PBI de Estados Unidos y virtualmente nada en Europa. El fracaso del ‘estímulo’ puso de manifiesto que los fundamentos de la crisis han empeorado: la tasa de beneficio industrial no se ha recuperado, como tampoco la demanda de los consumidores; el nivel de endeudamiento mundial apenas se ha movido de los 500/600 billones de dólares; el sistema bancario está atiborrado de créditos incobrables - los principales bancos europeos tienen un déficit de capital de cien mil millones de euros. Grecia y Portugal reclaman nuevos rescates; Italia, España y Francia se encuentran en un completo impasse. La ya mencionada periodista señala: “Hoy, en el Reino Unido, apenas el 15% del total de flujos financieros es canalizado efectivamente hacia ‘proyectos de inversión’; el resto sustenta activos empresarios, inmobiliarios o finanzas personales no garantizadas, que existen para estabilizar el ciclo de vida del consumo”.

La emisión descomunal de la Reserva Federal de Estados Unidos (a la que acompaña, desde mucho antes, la mayor aún del Banco de Japón) ha operado, en realidad, como una provisión de ‘dinero fácil’ para financiar una especulación financiera, que ha superado a la que llevó al derrumbe de 2007/9. Con una expansión de su balance, de casi cero a cuatro billones de dólares, el banco central norteamericano desplazó a China y a Japón como los principales tenedores de deuda pública de Estados Unidos. Frenó, de este modo, la amenaza de un retiro de fondos de esos países, motivada por el temor de que la deuda norteamericana no encontrara financiación. Una reducción de los gastos y de la deuda pública de Estado Unidos, se encuentra bloqueada en el Congreso norteamericano, aunque el avance de un ‘ajuste’ tendría como resultado un retorno directo a la recesión. Es claro, entonces, que la Reserva Federal tuvo que recular de la intención de poner fin una política que no lleva a ningún lado, porque su cancelación (incluso si fuera gradual) habría acentuado la crisis económica en Estados Unidos e incluso agravado la crisis financiera con un derrumbe generalizado de las bolsas. La caída persistente de la cotización del oro, desde que se anunció el propósito de disminuir el rito de emisión monetaria, dejó planteada el recrudecimiento de la deflación que acosa al conjunto de la industria mundial.

La ‘madre de todas las crisis’ se asomó, sin embargo, en los llamados ‘países emergentes’. Ocurre que la reducción de la tasa de interés norteamericana, como resultado de la compra masiva de deuda pública por medio de emisión de moneda, movilizó los capitales especulativos hacia inversiones de mayor rendimiento, en especial en aquellos países – sea deuda pública, la Bolsa, préstamos de todo tipo y la financiación del consumo interno. El endeudamiento público y privado de los ‘emergentes’, a través de toda clase de instrumentos financieros, adquirió, desde 2010, proporciones colosales, y en especial el uso de esa financiación para apalancar la deuda doméstica. La deuda de las familias, en Brasil, financiada por créditos internacionales a los bancos, es del 52% del 52% de sus ingresos, y ha producido una incobrabilidad del 10/12%. El gobierno brasileño ha llegado al ridículo de protestar contra este retiro de fondos internacionales, luego de haberse quejado por lo contrario – el ingreso de fondos – dos años antes, lo cual calificó entonces como ‘una guerra monetaria’. Es también lo que ocurre en Indonesia y la India, en la misma escala. La incobrabilidad, por un lado, y la perspectiva de aumento del costo del crédito internacional, en anticipación al retiro de los ‘estímulos’ de la Reserva Federal, por el otro, han desatado una salida de capitales en gran escala, y por lo tanto la devaluación de las monedas de esas naciones. Lo mismo pasa en Argentina, donde el crédito con tarjeta ha crecido sin parar, a pesar de que tiene menor exposición al mercado internacional de capitales. En junio pasado, cuando el retiro de los ‘estímulos’ por parte de la Reserva Federal, planeaba como posibilidad, Le Monde (26.6) titulaba: “El costo de los empréstitos inquieta de nuevo a Europa: la tasa de las deudas soberanas de Irlanda y Portugal han aumentado en forma neta en los últimos días”. Los fondos estadounidenses, que habían inundado de dólares a Europa, luego de la ‘sequía’ de 2011, amenazaban con un nuevo retiro, precisamente por el encarecimiento del crédito la metrópoli. En efecto, antes del anuncio que después no se produjo, la tasa a largo plazo en Estados Unidos, se aproximó al 4%, a pesar de los ‘estímulos’. A finales de junio pasado, una “venta record de títulos públicos de Estados Unidos”, obedeció a “la liquidación por parte de países en desarrollo, para financiar la salida de dólares” (FT, 28.6).

La vacilación del Banco Central norteamericano para eliminar en forma progresiva su política de estímulos, se explica por el temor a provocar un derrumbe financiero de alcance internacional. Las críticas al recule no se hicieron esperar, desde los que aseguran que sólo servirá para amplificar la especulación en desarrollo y desatar una crisis aún peor en un futuro próximo, hasta los que aseguran que el derrumbe de la especulación al interior de los ‘países en desarrollo’ es imparable, no importa lo que se haga al respecto más allá de sus fronteras. Por eso es interesante el abordaje de esta crisis por el nuevo presidente del Banco Central de la India, el cual ha elevado en forma drástica la tasa de interés interna, para contener la devaluación de la rupia, y ha indexado los créditos-deudas, esto para contener la salida de capitales. Es por este camino que rumbea también el kirchnerismo, en especial si se confirma el establecimiento de un nuevo índice de precios, que sirva precisamente al ajuste por inflación. Podría ser, no hace falta decirlo, la ‘salida’ de los Massa-Lavagna-Nielsen, en el marco de una devaluación del peso.

Todo esto ocurre cuando disminuye la producción y la demanda de China, y se desarrolla, especialmente en China, una crisis bancaria formidable. Aunque China es acreedora internacional por un monto bruto de cinco billones de dólares, frente a un pasivo bruto es de tres billones (Valor Económico, 4.6), tiene un elevado déficit de inversiones, debido a la diferencia de rendimientos de uno y otro: mientras las inversiones extranjeras en China obtienen rendimientos del 22% al 33% anual, el de las inversiones chines afuera “es casi nulo”.

La salida de la crisis con métodos especulativos ha desatado una crisis de alcance mayor a la que estalló en 2007/8; el mercado financiero internacional (incluidos sus mercados domésticos) ocupan el lugar que hace seis años ocupó la crisis hipotecaria y la de los bancos vinculados a ella. El ‘pestañeo’ de la Federal Reserve es la manifestación política del nuevo derrumbe que se encuentra en desarrollo.

SIRIA:INJERENCIA DELIBERADA, PRETEXTO DUDOSO

PHILOSOPHICUS,
 26.09.2013


En momentos en que algunos periodistas, al igual que el gobierno francés, ponen en duda la lealtad de los franceses que cuestionan las acusaciones de los servicios de inteligencia de Francia contra Siria, el general Dominique Delawarde viene a poner el dedo sobre la llaga. Este general francés estima que las pruebas incuestionables que ha presentado el poder político carecen de toda credibilidad desde el punto de vista militar.

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Por haber sido jefe del buró de Situación-Inteligencia-Guerra Electrónica del estado mayor interarmas de Planificación Operativa de la región de París, por haber servido por casi 2 años en el Medio Oriente –donde pasé 14 meses como jefe de la oficina de inteligencia de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL), por haber cumplido al menos una docena de estancias en la región (Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait), por haber servido durante 3 años en Estados Unidos como oficial de enlace ante la Enseñanza Militar Superior estadounidense, me parece que puede decir que conozco mejor que el ciudadano medio y también mejor que algunos autoproclamados expertos lo que allí sucedía y los problemas del Cercano y del Medio Oriente. Siempre me he mantenido informado sobre lo que sucede en esa parte del mundo y, por ende, del tema que hoy nos preocupa: una eventual intervención militar en Siria.
Este artículo tiene como objetivo exponer, respondiendo varias preguntas simples. las razones precisas que motivan mis dudas en cuanto a la pertinencia de una intervención. Se trata también de aportar elementos de reflexión a quienes realmente desean estudiar el problema sin conformarse con la verborrea del pensamiento predigerido ni con las afirmaciones perentorias de los políticos de todos los bandos.

¿Son convincentes y creíbles las pruebas incuestionables que el primer ministro presentó a los diputados?

Cualesquiera que sean esas pruebas, mi respuesta es que no.
Es evidente que las pruebas pueden ser incuestionables en la medida en que nadie dispone de elementos concretos para cuestionarlas. Pero pueden ser falsas. Yo no tengo mala memoria y recuerdo muy bien al general estadounidense Colin Powell presentando en Naciones Unidas, con toda la tranquilidad del mundo, sus «falsas pruebas incuestionables» fabricadas por la CIA sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak para justificar la intervención militar que vino después. Yo sé que en Francia, país faro de la humanidad, nadie dice mentiras, pero nunca se sabe…
Personalmente, yo tengo la íntima convicción de que, con la masacre química de Damasco, estamos ante una nueva manipulación y trataré de convencer de ello al lector.

¿Quién se beneficia con esta «masacre» del gas?

Podemos estar seguros de que no es Bachar al-Assad, quien nunca se habría arriesgado a violar esa línea roja establecida desde hace tiempo por los estadounidenses y los franco-británicos. Él sabía que todo uso de gas tendría como consecuencia una intervención occidental y significaría su propia caída a corto plazo. Él sabía que las Naciones Unidas tenían un mandato para estudiar el uso de gases en Siria. Él cuenta con arsenal suficiente como para golpear a sus adversarios sin tener que recurrir a los gases. ¿Habría él asumido ese riesgo, precisamente en aquel momento, sólo para matar a unos cientos de adversarios en la periferia de Damasco, la capital del país, relativamente cerca de las delegaciones diplomáticas extranjeras? Esa afirmación absurda cae por su propio peso.
Esa «masacre», cuya verdadera magnitud nadie conoce, beneficia por lo tanto a los otros dos bandos implicados en el asunto.
En primer lugar, beneficia a los opositores que, de producirse una intervención, tienen las mayores posibilidades de ganar rápidamente en su lucha y de tomar el poder en Siria.
Y beneficia también a los estadounidenses y los franco-británicos, que desde hace tiempo quieren debilitar al Hezbollah libanés y sobre todo a Irán (que es de hecho el blanco principal debido a la cuestión nuclear), ya que privaría a ambos [al Hezbollah y a Irán] de su aliado de siempre: la Siria de Bachar al-Assad.

¿Existen precedentes de ese tipo de manipulación?

La respuesta es que sí existen.
Está el caso de Timisoara (diciembre de 1989) [en Rumania], cuando los medios de difusión del mundo entero estuvieron repitiendo durante casi 6 semanas la falsa información sobre una «masacre» de 4 600 muertos, contribuyendo así al derrocamiento de Nicolae Ceausescu. En realidad, los opositores habían desenterrado cadáveres de los cementerios de la ciudad, los habían atado con alambre de púas y habían grabado imágenes horribles cuyo objetivo era poner a llorar a los telespectadores occidentales. Luego, usando como pruebas aquellas imágenes manipuladas, divulgaron la enorme cifra de 4 632 víctimas, que ni siquiera existían pero que nadie se atrevió a poner en duda. Aquel truco funcionó y provocó la caída de Ceaucescu.
Cuando ya todo había terminado los medios de difusión y los políticos occidentales tuvieron la elegancia de disculparse por el error cometido y confesaron que habían sido manipulados… pero ya habían logrado su objetivo.
Hubo otras dos manipulaciones de ese tipo en Bosnia y en Kosovo cuando yo estaba en funciones. También tuvieron éxito y la opinión [pública] y los medios nunca supieron los detalles.

¿Cómo puede haberse organizado una manipulación con uso de gases por parte de la oposición?

Eso es bastante fácil de organizar…
La oposición toma un grupo de familias, hombres, mujeres, niños y viejos sospechosos de estar a favor de Bachar y capturados en combates. Utiliza gases sacados de los arsenales del Ejército Árabe Sirio por algún personal desertor. Usa los gases contra esa gente y graba sus últimos y horribles instantes. Luego recurre a la ONU y a Estados Unidos y ya está. Para rematar utilizan algunos testigos de su propio bando para que se encarguen de contar algo bien horrible y lanzan la cifra de 1 700 muertos, cifra imposible de verificar (como en Timisoara) y empiezan a enviar a todo el mundo las imágenes más horribles.
Así se monta la manipulación…
Los servicios de inteligencia franceses afirman que los rebeldes carecen de los conocimientos necesarios para utilizar esos gases. Pero eso es olvidar demasiado rápido que los rebeldes tienen respaldo y asesoramiento de los servicios especiales extranjeros, que a su vez sí disponen de todos los conocimientos necesarios.

¿Por qué los alemanes, los canadienses e incluso los diputados británicos dudan que esté justificada la intervención militar?

Esos tres países se imaginan que muy probablemente se trata de una manipulación. Ellos también tienen sus propios servicios de inteligencia y un mínimo de sentido común. Y no quieren arriesgar la vida de sus soldados basándose en pruebas que finalmente pueden resultar falsas. Y también analizan las consecuencias de ese tipo de intervención. Así que prefieren ocuparse de su economía en crisis y de su seguridad interna en vez de prestarse –y a crédito, como lo ha hecho Francia– para ir por el mundo haciendo el papel de justicieros.
Por otro lado, todo el mundo sabe que los gases son volátiles y que el uso de gases en una zona urbanizada como Damasco –densamente poblada– y cuyos habitantes son en su gran mayoría partidarios de Bachar al-Assad podría volverse contra los autores de esa acción al menor golpe de viento…
Ese uso de gases en la ciudad de Damasco simplemente no resulta creíble. Es verdad lo que suele decirse de que «mientras más increíble más creíble», pero en este caso es realmente demasiado…

¿Qué consecuencias regionales e internacionales tendría una intervención militar contra Siria?

Para la propia Siria, sólo una cosa estaría segura. La caída de Bachar al-Assad, jefe de Estado laico, significará la debacle y el exilio para la población cristiana y la población alauita que en su mayoría lo apoyaron durante muchos años, e incluso para muchos sunnitas… así que habría nuevas masacres y nuevas multitudes de refugiados… ¿Eso es lo que estamos buscando?
Para los israelíes, un Egipto y una Siria debilitados, divididos y con economías afectadas por retroceso de 50 años, dejan de representar una amenaza seria por mucho tiempo. Una intervención estadounidense y franco-británica no es mal negocio para ellos, a tal punto que tenemos que preguntarnos si estamos «trabajando» para ellos…
Al ser Irán el próximo blanco, cosa que además todo el mundo sabe, es probable que muy rápidamente después de la intervención haya una explosión del precio del petróleo, lo cual se traducirá en nuevas dificultades para nuestras ya frágiles economías.
La intervención tendrá un costo para un país ya exageradamente endeudado como el nuestro [Francia]. Y, por supuesto, ese costo tendrá que asumirlo, directa o indirectamente, el contribuyente. A menos que el gobierno realice la operación manteniéndose dentro del actual presupuesto de Defensa, lo cual llevará a escalonar los gastos de equipamiento y a retrasar –de nuevo– la modernización de nuestras fuerzas.

¿La participación francesa en una intervención tiene que ver con el derecho de injerencia humanitaria y/o con el respeto de las convenciones de Ginebra?

Si así fuese, ¿por qué no propuso Francia una intervención militar en el momento de la masacre de Gaza, en enero de 2009, con 1 300 muertos muy reales y bien comprobados, entre ellos 900 civiles y 300 niños? El ejército israelí utilizó allí bombas de fósforo vivo prohibidas por la Convención de Ginebra…
¿Será que hay un doble rasero? ¿Hay masacres autorizadas o toleradas y masacres prohibidas?

Otros aspectos nebulosos que deben hacernos reflexionar

El pasado 6 de mayo, Carla del Ponte, ex fiscal de la Corte Penal Internacional, miembro de la comisión independiente con mandato de la ONU para investigar sobre la utilización de gases en Siria, declaraba que los rebeldes –no las fuerzas del régimen– utilizaron gas sarín.
Como no todas las verdades son bienvenidas en el marco de una ONU ampliamente financiada por Estados Unidos, la comisión independiente (que quizás lo es menos de lo que pensamos) declaró al día siguiente que las pruebas no son suficientes para acusar formalmente a la rebelión de haber usado gases…
Por otro lado, la misión de observadores de la Liga Árabe enviada al principio del conflicto publicó un informe muy equilibrado sobre la violencia en Siria, en enero de 2012. En ese informe yo noté lo siguiente:

«28 – La misión observó la emisión de informes falsos provenientes de varias partes en los que se hablaba de varios atentados con bombas y de violencia en varias regiones. Cuando los observadores se dirigieron a esas zonas para investigar, los datos recogidos mostraron que aquellos informes no eran creíbles.
29 – La misión también observó, basándose en los documentos y los informes provenientes de equipos en el terreno, que hay exageraciones mediáticas sobre la naturaleza y envergadura de los incidentes y de las personas muertas o heridas como resultado de los incidentes y de las manifestaciones que han tenido lugar en algunas ciudades.» [1]
Aquel excelente informe elaborado por una comisión mayoritariamente sunnita –y por ende más bien anti-Bachar– no era al parecer lo bastante anti-Bachar como para que se mencionara en los medios de prensa occidentales. Pero merece ser leído con la mayor atención. Para quienes tengan intenciones de informarse más allá del predigerido pensamiento político francés, basta con que lean ese informe.
En conclusión, a estas alturas ustedes ya deben haber entendido que no creo ni por un instante que las «pruebas irrefutables» francesas, cualesquiera que sean, puedan justificar, hasta este momento, una intervención militar, sea cual sea la envergadura de esa intervención. Evidentemente, yo sé también que gran parte de las fuerzas rebeldes se componen de mercenarios financiados por Qatar y Arabia Saudita (sunnitas wahabitas) en el marco de su cruzada contra los alauitas y los chiitas. Esa fuerza rebelde, respaldada por los estadounidenses y los franco-británicos, no tiene por lo tanto nada que ver con un «Ejército Sirio Libre».
La ONU presentará su informe a más tardar en unas semanas. ¿Será imparcial? Así lo espero. Pero yo sé también que el financiamiento proveniente de Estados Unidos es vital para la ONU y que a esta última a veces le resulta difícil ser verdaderamente independiente.
Quisiera terminar diciendo que no soy un partidario de Bachar al-Assad, lejos de ello. Pero Assad es muy probablemente menos peor que el que pudiera tomar su lugar. La justificación y las consecuencias de nuestros actos deben ser examinadas mucho más seriamente de lo que lo han sido hasta hoy.
No puedo menos que resaltar al final de este trabajo que la «comunidad internacional», término que nuestros políticos usan indebidamente y que nuestros periodistas repiten sin descanso durante todo el día, no parece contar en este momento más que 3 países: Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, 3 países que representan menos del 8% de la población mundial.
Las posiciones de China, de la India, Rusia, Brasil, Japón y Alemania prácticamente no se mencionan en los debates internacionales, incluyendo el debate sobre Siria, a pesar de que esos países constituyen más del 60% de la población mundial. ¿Son o no esos países parte de la comunidad internacional? También habría que reflexionar sobre eso…

La presidenta de Brasil critica duramente a EEUU por espionaje‏

Philosophicus; 26.09.2013

Dilma Rousseff

Moscú, Septiembre, RIA Novosti.
En la Asamblea General de la ONU la presidenta de Brasil Dilma Rousseff criticó duramente los programas de espionaje de EEUU a nivel internacional y declaró que Washington viola “los derechos humanos, la libertad civil y la soberanía” de otros Estados, informaron los medios.
“Estas intervenciones quebraron el Derecho internacional”, recalcó Rousseff que añadió que “el ciberespacio no puede ser utilizado o manipulado como arma de guerra a través del espionaje, sabotaje”.
La presidenta de Brasil indicó que “la soberanía de un país no puede basarse en una acción que sea en detrimento de la soberanía de otro” y calificó de “inaceptables” las afirmaciones de EEUU sobre que la interceptación de comunicaciones ayuda en la lucha contra el terrorismo.
Para Rousseff, se trata de “infracciones gravísimas, la recolección de información confidencial y clasificada y representa una falta de respeto hacia nuestro país”.
Según la presidenta, Brasil “presentará propuestas para establecer marcos civiles multilaterales para asegurar garantías eficaces para los datos que se transmiten por internet”.
Las relaciones entre EEUU y Brasil se complicaron después de que el excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense, Edward Snowden, filtrara unos documentos secretos sobre espionaje practicado, en particular, contra Rousseff  y sus asesores y el gigante petrolero brasileño Petrobas.