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EL VOTO LUMPEN

Miércoles, 04 de Mayo del 2,011


Autor :Carlos Angulo Rivas
La derecha como tal, en los últimos ochenta años, nunca ganó una sola elección en el Perú. De los años 1930 para adelante, y luego desde la época de Manuel Prado, segundo gobierno iniciado en 1956, gracias al apoyo del Apra, la oligarquía ha gobernado a través de líderes ajenos a su congregación, gremio o cofradía, aunque se ha servido de dictaduras militares o civiles como las de Benavides, Odría, Morales Bermúdez o Alberto Fujimori. Los intentos de la derecha peruana de ser representada, por sí misma, con líderes como Luis Bedoya Reyes, Mario Vargas Llosa o Lourdes Flores han suscitado siempre el rechazo de los ciudadanos. Y si bien Alan García gobierna para este sector oligárquico con una eficacia jamás vista, recordemos que él fue elegido el 2006 a través del enorme engaño llamado “cambio responsable” frente a sectores progresistas más definidos, encabezados por Ollanta Humala.


Sin embargo, existe un voto de extracción popular, casi un tercio de ciudadanos pobres, que sufragan a favor de los candidatos de los ricos que nada tiene que ver con sus evidentes intereses de mendigos. Ese es el voto lumpen que, en una mayor y clara proporción, se ha inclinado por Keiko Fujimori en la primera vuelta 2011, y en segunda opción por Pedro Pablo Kuczynski y Luis Castañeda. Y es que en toda sociedad existe este voto lumpen que sirve de soporte a los ricos encumbrados en el poder del estado y en los gobiernos. La mayoría de los pobres defienden sus propios intereses, se identifican con su clase social y su lucha diaria, algunas veces por simple intuición; en esta dirección no todos los pobres pertenecen al lumpen. El lumpen es un género especial de los sectores empobrecidos, pertenecen a él los elementos degradados, los desclasados, los grupos no organizados de peones y explotados urbanos, sus actividades por lo general están al margen de la legalidad, es de tal forma la división más baja del conglomerado social con fácil tendencia a la delincuencia; son en realidad elementos sin ninguna conciencia social y dada sus condiciones precarias de vida, de trabajadores ocasionales, vagabundos y delincuentes, la atracción por el buen bocado, el regalo y la pillería, es su único medio de supervivencia.

Diez años de perniciosas políticas asistenciales por parte de Alberto Fujimori: comedores populares, tráfico de terrenos, ropa usada, útiles escolares, etc. con dinero de Estado sin ningún control, crearon las bases de una clientela política lumpen, la que hoy hereda la hija Keiko Fujimori con las mismas artes asistenciales de la comida, las polladas, la cerveza gratis, los pitos, las flautas, el baile, los regalos y la inversión en activistas mercenarios. Así se explica, por sí solo, el porcentaje de 23.5% de votación y su pase a la segunda vuelta enfrentando a Ollanta Humala, candidato que también recoge la votación de los pobres, pero la de los que sí poseen conciencia social. El fenómeno del voto lumpen no es nuevo porque significa el punto de apoyo de los ricos para lograr sus propósitos electorales y hacerse del gobierno o continuar en él. Y es por ese motivo que los ricos se acuerdan de los pobres sólo cuando se avecinan o se realizan las elecciones. Se acuerdan para tirar migajas de pan, sabiendo que cuando a un perrito callejero se le arroja un bocado el pobre animal mueve el rabo y luego lame los pies. Toda sociedad tiene, pues, una gruesa porción de pobladores lumpen, los que se identifican enardecidos con gobernantes de baja calaña, los inescrupulosos, los autocráticos, los inmorales, los disolutos, impúdicos y truhanes. Ahí existe una especie de identificación a distintos niveles y hasta de imitación de lo que ven estos ciudadanos arriba de sus cabezas.

De cierta manera este voto lumpen explica también por qué, Kenji Fujimori, el hijo menor del ex dictador, obtenga por encima de cualquier político, profesional, o intelectual reconocido, la más alta votación para llegar al Congreso Nacional. Y es que así es la lógica rústica e incivil del lumpen, pues, ve en las aberraciones sexuales una gracia a celebrar, en la zoofilia practicada en la adolescencia por Kenji Fujimori una picardía de muchacho y no un instinto depravado de su personalidad en formación. Las imágenes de video donde Kenji practica sexo con su perro engreído no es una broma u ocurrencia de muchacho sino la personificación de un joven decadente, de uno con inclinaciones pervertidas, descarriadas y ausente de valores. La aceptación del animalismo o bestialismo o practica sexual con animales es un hecho real aceptado en el fujimorismo y su entorno, ya que antes de censurar o tachar a un individuo de esta naturaleza lo ensalza en lugar preferente en la lista de candidatos y el vulgo lumpenesco lo convierte en héroe debido a las inclinaciones delincuenciales, el fanatismo y la ignorancia. Por increíble que parezca tenemos ahí la aberración sexual primitiva elevada a la categoría del más alto voto preferencial del Congreso.

Pero eso no es todo. Ahora en la segunda vuelta electoral se trata de descuartizar a Ollanta Humala, porque el comandante y su entorno no representan a las mafias gobernantes de Alberto Fujimori y Alan García, dos políticos similares en cuanto a prácticas genocidas, represión a los trabajadores y campesinos y en los descarados menesteres del de enriquecimiento ilícito. De esta suerte, con una política de todo vale, en la segunda vuelta electoral se vienen juntando el lumpen de abajo con el lumpen de arriba. Y es que los ricos mafiosos en determinadas circunstancias se comportan y asumen el mismo papel del lumpen, son feroces y vandálicos. Es decir se alinean con la misma bajeza delincuencial de mentir, agredir y lanzarse a combatir con todas las armas su alcance. Por lo pronto, de manera irracional están usando a los medios de comunicación masiva, perfectamente aceitados por el dinero de las citadas mafias, a las que se juntan los narcotraficantes y los poderosos grupos de poder económico, los bancos, los empresarios de la gran minería, las compañías constructoras contratistas con el estado, etc. Allí tenemos un esquema de unidad lumpenesca para el voto inconcebible y absurdo por Keiko Fujimori, un voto guiado por el desquite y los bajos instintos, habida cuenta del gobierno de diez años de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, censurado en el país y calificado en un wikilead de la Embajada Norteamericana como el régimen de la “orgía de la corrupción.”

Y si la derecha nunca ha ganado una sola elección en el Perú menos la ganará una parte de ella, la derecha mafiosa o lumpen de arriba que apoya intransigentemente a Keiko Fujimori como su nueva representante. Mario Vargas Llosa es un escritor conservador, neoliberal intenso que, alguna vez, quiso representar a la derecha peruana y que con su libro autobiográfico “el pez en el agua” ha superado ampliamente la etapa de su derrota electoral frente a un japonés desconocido como Alberto Fujimori; por consiguiente no cabe el supuesto revanchismo contra esta familia japonesa que los mafiosos de la derecha le achacan hoy por rechazar a Keiko Fujimori. Además, estos elementos son los mismos personajes que le abandonaron en el FREDEMO para irse a cogobernar con el dictador Fujimori, entre ellos, el recalcitrante fascista del Opus Dei, Rafael Rey, destacado tránsfuga nacional con ocho camisetas partidarias distintas. En consecuencia, si Vargas Llosa elige e insta a votar por Ollanta Humala como ya ha expresado, lo hace en estricto convencimiento de un salvamento moral del país frente a la ignominia y el ultraje a la nación que sería verlo gobernado por la misma gente de Alberto Fujimori, los cómplices, secuaces y ladrones de la feroz y amoral dictadura de una nefasta, trágica y dolorosa era en la historia. Los bajos instintos populacheros y los de alcurnia de los vándalos racistas no pasarán. Así el lumpen de arriba se junte al de abajo en el intento de “abrir las cárceles a los asesinos y ladrones” como ha señalado el escritor, la conciencia nacional despierta rechazará, en salvaguarda de su dignidad, a esta colaboradora de la dictadura que ha llamado al regimen criminal de su padre “el mejor gobierno habido en el país.” Los peruanos jamás se perdonarían elegir, como presidenta de la república, a Keiko Fujimori, la corrupta hija del ex dictador sentenciado a 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad y los saqueos al Estado, reconocidos por él mismo reo: Alberto Fujimori.
Carlos Angulo Rivas.Es poeta y escritor peruano.
El presente artículo fué publicado originalmente en
ARGENPRESS el dìa Lunes 02 de mayo del 2,011.

Fujimori detrás de bambalinas..!!!!!!!!!!!!!‏

Video secreto enviado por Alberto Fujimori a sus "colaboradores", en la clandestinidad.

En el revela lo que sería el "Plan Keiko 2011", plan que incluye la participación de Keiko en las elecciones presidenciales del 2011 y a Kenyi al congreso.

Lo grave de este video es lo que dice hacia el final.
SIN MAS PALABRAS





Estoy maravillado con esto. Es un gráfico del diario La República que explica cómo, entre la prisión de Alberto Fujimori y el local de campaña de Fuerza 2011, el nombre del grupo de Fujimori, la hija, hay solo 20 metros de distancia. La Celda del expresidente está teóricamente en la DIROES dependencia de alta seguridad de la policia peruana.


Viéndolo como escenario, se me ocurren tres hipótesis de acciones para el personaje Fuijimori y sus secundarios:
Hipotesis 1: Fujimori sale por las noches de su celda, y chambea en la campaña, sin ser visto. Aquí caen evidentemente como cómplices Alan (aka) Presidente de la República, el Ministro del interior, el Jefe del INPE, etc. Y por supuesto Keiko la dependiente.
Hipótesis ‎2. Fujimori no sale de su celda, pero desde el cuartel de campaña le consultan todo, como si fuera el administrador de una polleria, detrás de la cocina. Los Fujimoristas entran y salen, el Jefe revisa los estampados de los polos, los tickets de la rifas bamba.
Igual caen por cómplices Alan, Ministro y el tonto del INPE Igual Keiko debe ir al psiquiatra por no haber cortado jamás con su Electra. su Edipo o lo que sea.
Hipótesis 3. Fujimori nunca sale oficialmente de la Diroes, y oficialmente nunca está en el local de campaña, y oficialmente nunca supervisa nada. Oficialmente nadie entra a su celda con pancartas, cocinas, microondas. Lo que hace  Fujimori es entrar al baño de su celda, se mete por el water a un túnel y aparece en el baño del centro de campaña. Me inclino por esta última posibilidad: es lo que haría una rata.