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INVISIBILIZANDO GOLPES DE ESTADO: LO QUE LA TEORÍA HEGEMÓNICA EN LA CIENCIA POLÍTICA NO QUIERE VER

Miércoles, 6 de enero de 2010

MAGNÍFICO ENSAYO QUE LAS FACULTADES DE CIENCIAS SOCIALES DE TODAS LAS UNIVERSIDADES DEL MUNDO DEBERÍAN ANALIZAR

Fuente original: ARGENPRESS.


Autor: Atilio A. Boron


La Corporación Latinobarómetro, basada en Santiago de Chile, publica todos los años un informe resumiendo sus investigaciones comparativas sobre el estado de la opinión pública en dieciocho países de América Latina y el Caribe.[1] Para estupefacción del lector el Informe 2009 se abre, en su página 3, con una cita que dice textualmente lo siguiente: “En el año 2009, América Latina sufre por primera vez un golpe de estado después de 31 años, desde que se inaugurara la democracia en lo que ha sido llamado ‘la tercera ola de democracia’ ”.

¡El primer golpe en 31 años! Esta increíble afirmación no es tan sólo un notable error historiográfico sino un síntoma de algo mucho más profundo, revelador de las insanables limitaciones de la concepción teórica y metodológica hegemónica en las ciencias sociales de nuestros días, de inspiración anglosajona. Las páginas que siguen tienen por objeto traer a la memoria lo que el saber convencional aparta convenientemente a un lado. En este caso, los golpes de estado. A los efectos de corregir tan distorsionada visión de la realidad política regional ofrecemos a continuación un breve racconto sobre los golpes de estado que se perpetraron en América Latina y el Caribe en estos últimos 31 años.

11 de Abril del 2002: golpe de estado en la República Bolivariana de Venezuela.

Luego de que se mintiera a la población anunciando que Chávez había renunciado (cosa que también se hizo en el caso de Mel Zelaya durante el golpe hondureño), siendo que, en verdad, aquél se rehusó valerosamente a firmar la carta de renuncia que los golpistas le habían preparado, se convocó de urgencia a una reunión en el Palacio de Miraflores para ungir como presidente de Venezuela al líder de la organización empresarial Fedecámaras, Pedro Carmona Estanga (alias “Pedro el Breve”). Allí se procedió a dar lectura al Acta de Constitución del Gobierno de Transición Democrática y Unidad Nacional, nombre tan pomposo como mendaz con el que se pretendía disimular al golpe de estado presentándolo como una rutinaria sucesión institucional ante la misteriosa ausencia del primer mandatario. Ese despótico engendro, pergeñado por los inmaculados custodios de la democracia venezolana y aplaudido por Bush, Aznar y compañía, ponía en manos del efímero usurpador amplísimos poderes que no demoró en llevar a la práctica: de un plumazo Carmona derogó la constitución bolivariana, disolvió al Poder Legislativo y destituyó a todos los diputados a la Asamblea Nacional, suspendió a los magistrados del Poder Judicial, al Fiscal General, al Contralor y al Defensor del Pueblo y concentró la suma del poder público en sus manos.

Una vez que fuera leído tan ignominioso documento se invitó a los concurrentes a refrendar el triunfal retorno a la democracia. Entre los firmantes sobresalen los nombres –hundidos para siempre en irredimible deshonor- del Cardenal Ignacio Velasco, santo varón que para desgracia de los cristianos presidía los destinos de la Iglesia Católica en Venezuela; Carlos Fernández, vicepresidente de Fedecámaras; Miguel Angel Capriles, en representación de los medios de comunicación privados (que engañaron a la población desinformando sistemáticamente lo que estaba ocurriendo, con total impunidad); José Curiel, secretario del la democracia cristiana venezolana (COPEI); Manuel Rosales, por ese entonces Alcalde de Maracaibo (prófugo de la justicia acusado de numerosos delitos de fraudes y estafas, amparado y protegido en estos días por el gobierno de Alan García en el Perú); Julio Brazson, presidente de Consecomercio; Ignacio Salvatierra, presidente de la Asociación Bancaria; Luis Henrique Ball, presidente del Consejo Empresarial Venezuela-Estados Unidos; el general retirado Guaicaipuro Lameda, ex presidente de Pdvsa. Luego de la firma se procedió a tomar juramento a Carmona Estanga, dándose así por constituido el nuevo gobierno robustecido por el pleno respaldo de la “sociedad civil”, supuestamente congregada en la sede del gobierno venezolano y representada por ilustres personeros como los arriba nombrados.

Es decir, allí hubo un golpe “con todas las de la ley” que, tiempo después y con Chávez ya repuesto en el Palacio Miraflores, fue convalidado por el Tribunal Supremo de Justicia en una insólita decisión en la que se señalaba que Carmona Estanga había asumido el cargo debido a que en Venezuela se había producido un “vacío de poder”. Claro que esta curiosa teoría tenía un efecto práctico nada desdeñable: gracias a ella se eximía a los implicados de ser procesados por su participación en el golpe de estado, su impunidad consagrada gracias a una sentencia emitida por el más alto tribunal de justicia del país. Por otra parte, si la palabra “golpe” no apareció en el discurso político de esos días fue por otras dos muy convenientes razones. Primero, porque siempre y en todo lugar los golpistas rehúsan a reconocerse como tales, como violadores de la legalidad institucional y la legitimidad política: prefieren autocalificarse como “gobiernos provisorios” surgidos de la necesidad de restaurar un orden supuestamente destruido (o amenazado) por un líder demagógico o por la movilización popular. En la Argentina de 1955 el golpe de estado que acabó con el gobierno de Juan D. Perón se autoidentificó como “Revolución Libertadora”; por su parte, la dictadura genocida de 1976 se refería a sí misma con el pomposo nombre de “Proceso de Reorganización Nacional.” En otros casos, los golpes se ocultan bajo nobles y patrióticas consignas como “Gobierno de Reconciliación Nacional”, “Gobierno de Salvación Nacional” u otras por el estilo. En segundo lugar, porque si se caracterizaba a lo ocurrido como un golpe se erigía un serio obstáculo para lograr el reconocimiento internacional del nuevo gobierno, debido al repudio generalizado que los golpes de estado suscitan en las nuevas democracias latinoamericanas y, en menor medida, al peso que había adquirido en nuestra región la Carta Democrática Interamericana. O sea, se optó por montar una farsa (como luego se haría en el caso hondureño) al hablar de un “gobierno de transición” o un “interinato”, eufemismos utilizados para no llamar al golpe de estado por su verdadero nombre.

De hecho, esta tergiversación semántica facilitó que el nuevo gobierno fuese inmediatamente reconocido por George W. Bush y José María Aznar, dos personajes que, parafraseando a George Bernard Shaw, tienen tanta relación con la democracia como la música militar con la música. No sólo eso: apenas producido el golpe el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer, señaló que la causa de la crisis era la polarización política y la conflictividad social inducida por las políticas de Chávez y que en las semanas previas al golpe funcionarios estadounidenses se habían reunido con Pedro Carmona (“el empresario que sucedió a Chávez”, según la tramposa caracterización de Fleischer) y con numerosos conspiradores civiles y militares para conversar sobre este asunto. El colofón de todas estas artimañas se conoció el mismo 12 de Abril, apenas unas horas luego de concretado el golpe, cuando Bush y Aznar dieron a conocer una insólita declaración conjunta en la que sostenían que “los gobiernos de Estados Unidos y de España, en el marco de su diálogo político reforzado, siguen los acontecimientos que se desarrollan en Venezuela con gran interés y preocupación, y en contacto continuo”. Ambos mandatarios además manifestaban “su rechazo a los actos de violencia que han causado una cantidad de víctimas” a la vez que expresaban “su pleno respaldo y solidaridad con el pueblo de Venezuela y su deseo de que la excepcional situación que experimenta ese país conduzca en el plazo más breve a la plena normalización democrática”. Es más, poco antes de que Carmona prestara juramento, la Presidencia española de la Unión Europea -anteponiendo sus afinidades con los golpistas a los principios democráticos de los que la Unión Europea se reclama fiel representante- emitió una declaración oficial en la que “manifiesta su confianza en el gobierno de transición en cuanto al respeto de los valores e instituciones democráticos, con el fin de superar la crisis actual”.[2] Este autor, asesor parlamentario de Izquierda Unida en España, también asegura que Madrid y Washington habían reconocido que sus representantes en Caracas mantuvieron contacto continuo y una estrecha coordinación en los días previos y durante el golpe. El 13 de abril, el embajador de España en Caracas, Manuel Viturro de la Torre, junto al embajador de Estados Unidos, Charles S. Schapiro, acudieron juntos para entrevistarse personalmente con el presidente del así llamado “gobierno provisional” después que éste disolviera la Asamblea y avasallara la Constitución. Fueron los únicos diplomáticos que se entrevistaron con Carmona, avalando sin tapujos todo lo actuado por los golpistas.

El golpe ahora desaparecido de la vista de los lectores del Informe Latinobarómetro 2009 no sólo contó con el apoyo de Estados Unidos y España. También obtuvo la aprobación de algunos otros gobiernos: Colombia, presidido entonces por Andrés Pastrana, y El Salvador, por Francisco Flores. El golpe se produjo mientras tenía lugar en San José, Costa Rica, la XVI Cumbre del Grupo de Río. Los presidentes allí reunidos consensuaron una tibia declaración en donde se condenaba la “interrupción del orden constitucional” (falaz argumento que años después utilizaría la Secretaria de Estado Hillary Clinton para referirse a lo ocurrido en Honduras) cuidándose con esmero de emplear la expresión “golpe de estado”.

Si no se esperaba otra cosa de Bush y Aznar, la desagradable sorpresa la produjo la reacción del gobierno chileno ante los acontecimientos que estaban teniendo lugar en Venezuela. El presidente Ricardo Lagos declaró en San José que “lamentamos profundamente los hechos de violencia y la pérdida de vidas humanas. Instamos también a la normalización de la institucionalidad democrática, pero al no tener el cuadro completo de situación le pedimos a la OEA que sea la encargada de hacer una evaluación del asunto”, al paso que agregaba que “tal como se ven las cosas hasta el momento "sería apresurado hacer declaraciones concluyentes”. [3] Pero la Canciller chilena, Soledad Alvear, de rancia prosapia demócrata cristiana, vio las cosas de otra manera y atolondradamente emitió un venenoso comunicado que, siguiendo puntualmente la línea establecida por la Casa Blanca, acusaba de los hechos de violencia y alteración de la institucionalidad al depuesto presidente Hugo Chávez. De este modo, el supuesto “gobierno modelo” de las transiciones democráticas de América Latina reprendía a la víctima y se alineaba claramente con el victimario. El vergonzoso mensaje de Alvear –¡jamás repudiado o desautorizado por Lagos!- decía textualmente que “el gobierno de Chile lamenta que la conducción del gobierno venezolano haya llevado a la alteración de la institucionalidad democrática con un alto costo de vidas humanas y de heridos, violentando la Carta Democrática Interamericana a través de esta crisis de gobernabilidad”.

En otras palabras, la cancillería chilena culpaba al gobierno de Chávez de violar la institucionalidad democrática y cargaba las tintas sobre un pasaje de la declaración del Grupo de Río que condenaba la “interrupción del orden institucional en Venezuela generada por un proceso de polarización”, proceso que se atribuía exclusivamente al gobierno bolivariano. El propio Lagos declaró, todavía en San José, que “se condena el hecho porque hubo una interrupción del orden constitucional. Ese es un hecho. Pero, por otra parte, nos parece muy importante la capacidad que tengamos de colaborar con las nuevas autoridades para salir adelante”, una manera muy sutil de reconocer a los golpistas. Y ese era el otro hecho: el golpe de estado. Pero de ese hecho Lagos no habló. Obediente a ese llamado a la colaboración formulado por su presidente, el embajador de Chile en Venezuela, Marcos Álvarez, no se demoró en hacer explícito su respaldo a los golpistas destacando que “el nuevo Presidente tiene una excelente relación con Chile”. En línea con las declaraciones de sus superiores se negó a calificar a la destitución de Chávez como un golpe de estado. Apenas unas horas después del arresto de Chávez dijo textualmente a varios medios de su país que “aquí no se ha hablado de golpe de estado. No lo ha habido (...) Hoy me asombra la tranquilidad y civilidad de este pueblo empapado de democracia durante 40 años. Las democracias, sabemos, también son imperfectas, pero son democracias al fin y al cabo”. Tiempo después Santiago procuraba despegarse de los dichos de su embajador y le solicitaría a Álvarez su renuncia al cargo. Pero el daño ya estaba hecho. [4]

Cabe preguntarse: ¿por qué los redactores de Latinobarómetro pasaron por alto un golpe de estado como el que efímeramente triunfara en Venezuela? No tenemos elementos para dar una respuesta definitiva aunque sí podemos arriesgar una conjetura, que es la siguiente: porque en la visión ofuscada e ideológicamente sesgada del pensamiento convencional de las ciencias sociales, pensamiento al cual adhieren los redactores del Informe, en Venezuela no hubo un golpe de estado sino una breve escaramuza institucional que fue resuelta en 48 horas. Claro que esta opción no es inocente porque al interpretar las cosas de esta manera se vela el accionar de la derecha, los golpistas, y la coalición reaccionaria que no vaciló en engañar al pueblo, asesinar a inocentes en la masacre de Puente Llaguno y quedar a un paso de producir un magnicidio, con las imprevisibles consecuencias que esto podría haber acarreado para la sociedad venezolana. Se oculta también un hecho que la historia confirma una y otra vez: que si la democracia logró consolidarse fue siempre y en todas partes a pesar de la oposición –a veces pacífica pero en muchos casos violenta- de la burguesía y la derecha política. Y que cuando aquella amenaza desbordar los muy estrechos límites de la democracia burguesa aún la derecha “más institucional y legalista” -caracterización que con harta ingenuidad se le atribuía a la derecha chilena a comienzos de los años setentas- no vacila en arrojar por la borda todos sus escrúpulos y apuesta todas sus cartas a la recomposición violenta del orden amenazado. Tal como Marx lo apuntara en un célebre pasaje de El 18 Brumario de Luis Bonaparte , la burguesía siempre preferirá “un final con terror al terror sin fin” materializado en el constante avance de los plebeyos y la amenaza a sus riquezas y privilegios. Esa fue la opción de la derecha chilena (incluyendo, obviamente, a la hipócritamente centrista y legalista Democracia Cristiana) el 11 de Septiembre de 1973 y esa fue también la opción de la derecha venezolana el 11 de Abril del 2002. Sólo que en este último caso la reacción popular le quebró la mano a los golpistas. Cosas como estas no pueden ser dejadas de lado en ningún análisis riguroso sobre la vida política de nuestros países. En estos casos, el silencio tiene un insoportable olor a complicidad.

La larga saga del golpismo latinoamericano

Pero, ¿fue el que se produjo en la República Bolivariana de Venezuela el único golpe que ignoraron los redactores del informe? Un breve recuento, sumario in extremis, indica que no. Que en realidad en los últimos 31 años hubo varios más.[5] Entre ellos, sobresalen los siguientes, también olvidados, y que apenas mencionaremos aquí.

El Salvador 1979

El 15 de Octubre de 1979 se produce el golpe de estado que depone al gobierno conservador del general Carlos Humberto Romero e instala una autotitulada Junta Revolucionaria de Gobierno. La creciente represión del depuesto presidente no lograba contener el impresionante crecimiento de la protesta social que a falta de canales institucionales de expresión se inclinaba cada vez con mayor decisión hacia la lucha armada, engrosando los cuadros del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional. Ante ello la respuesta oficial fue intensificar las operaciones represivas y dar rienda suelta a los paramilitares de la ultraderecha. Esto produjo el estallido de una guerra civil que se prolongaría entre 1980 y 1992 y que enfrentaría a las fuerzas armadas salvadoreñas con el FMLN hasta que, ante la imposibilidad de que alguna de las dos partes pudiera triunfar, se firmaron los Acuerdos de Paz de Chapultepec en Enero de 1992. En los meses iniciales de la guerra civil se produjo el asesinato de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, ultimado mientras celebraba misa por un comando paramilitar de ultraderecha. Cabe señalar que el proceso político salvadoreño estuvo fuertemente influenciado por lo que estaba ocurriendo en otros países del área, muy especialmente Nicaragua, donde la prolongada lucha del Frente Sandinista de Liberación Nacional acababa de derrocar a la dictadura de Anastasio Somoza Debayle en Julio de 1979.

Bolivia 1978, 1979, 1980

El 24 de Noviembre de 1978 un golpe de estado comandado por el general David Padilla derrocó al también general Juan Pereda Asbún. El golpe declaraba su intención de democratizar la vida política del país convocando a elecciones generales, mismas que se efectuaron en Julio de 1979 consagrando el triunfo de Hernán Siles Zuazo. Dados los antecedentes del candidato y su gestión presidencial en 1956-1960 en la fase final de la Revolución Boliviana de 1952, tanto Estados Unidos como las dictaduras del Cono Sur presionaron fuertemente para evitar que el Congreso lo designara como presidente dado que en las elecciones no había alcanzado la mayoría absoluta de los votos. Ante la imposibilidad de lograr una mayoría parlamentaria que lo instalara en el Palacio Quemado el Congreso optó por designar provisoriamente a Walter Guevara Arce con el mandato de convocar a nuevas elecciones presidenciales en 1980.

No obstante, el 1º de Noviembre de 1979 un sangriento golpe militar -que dejó por lo menos un centenar de muertos y más de treinta personas desaparecidas- derrocó al gobierno. No obstante, la enconada resistencia popular hizo que el jefe de los golpistas, Alberto Natusch Busch, tuviera que presentar su renuncia un par de semanas después, ocasión en la que el Congreso designó como presidenta interina a Lidia Gueiler, fijándose además la fecha de la próxima elección presidencial el 29 de Junio de 1980. Realizadas las elecciones, luego de un fracasado intento de asesinar a Siles Zuazo mediante la voladura del pequeño avión que debía transportarlo durante su campaña electoral, el resultado de la misma lo consagró una vez más como ganador. Esto precipitó un nuevo golpe de estado, perpetrado el 17 de Julio de 1980, liderado por Luis García Meza y Luis Arce Gómez, dos políticos estrechamente vinculados al narcotráfico y a la dictadura militar argentina. El régimen encabezado por García Meza hizo del terrorismo de estado su principal instrumento de gobierno, dejando un luctuoso saldo de víctimas en todo el país. Acosado por las grandes movilizaciones populares debió ceder el poder el 4 de Agosto de 1981, abriéndose un período de transición que culminaría el 10 de Octubre de 1982 con la asunción de Hernán Siles Zuazo a la presidencia de la república, reconociéndose como válido el resultado de los comicios que tuvieran lugar en 1980.

Paraguay 1989

Un golpe de estado perpetrado el 3 de Febrero de 1989 bajo el liderazgo del general Andrés Rodríguez puso fin a la dictadura del general Alfredo Stroessner que había gobernado durante 34 años con mano férrea y haciendo gala de un rabioso anticomunismo que le valió el constante apoyo de Washington. Entre las principales medidas tomadas por Rodríguez se cuentan la legalización de los partidos de oposición (antes el único reconocido legalmente era el Partido Colorado), el encarcelamiento y posterior exilio de Stroessner, la abolición de la pena de muerte y la derogación de la ley marcial, en vigencia durante unos treinta años. Poco tiempo después convocaría a elecciones y su candidatura triunfaría por estrecho margen sobre sus competidores, dando inicio a un proceso de institucionalización democrática que, pese a sus limitaciones, continúa hasta el día de hoy. Las razones profundas que pudieron haber motivado su golpe en contra de quien era no sólo su socio comercial sino también su consuegro son aún desconocidas, pero con el derrocamiento del stroessnismo se abrió una nueva página en la vida política del Paraguay.

Haití 1988, 1990, 1991, 2004

Es bien conocida la inestabilidad que caracteriza la vida política de la primera nación en conquistar su independencia en América Latina y el Caribe. Haití pagó muy cara su osadía: emanciparse del yugo francés y abolir la esclavitud desencadenó una serie de represalias de su antigua metrópolis y sus aliados en el “mundo libre” que convirtieron a una de las más valiosas joyas coloniales del Caribe en el país más pobre del hemisferio occidental.

En Junio de1988, un golpe de estado derrocó a Leslie F. Manigat, quien había triunfado en las primeras elecciones libres del país organizadas una vez concluida la dictadura de Jean-Claude Duvalier. El autor del golpe fue a su vez derrocado por otro golpe, perpetrado por Prosper Avril en Septiembre de ese mismo año. En Marzo de1990 Ertha Pascal-Trouillot es designada presidenta provisional, para ser a su vez derrocada por un golpe en Febrero de 1991. Jean-Bertrand Aristide, que había triunfado en las elecciones es derrocado el 30 de Septiembre de 1991. Exiliado por unos años, regresa en 1994 para concluir su mandato. Re-electo en 2001, un nuevo golpe lo desaloja del poder en 2004.

Conclusión

El pensamiento hegemónico en el mundo de las ciencias sociales idealiza no sólo los procesos económicos al proponer falsas y absurdas teorías sobre el “efecto derrame”, por ejemplo, según la cual en un cierto momento la acrecentada riqueza de los más ricos tropezaría con un límite que haría que proporciones crecientes de aquélla comenzaran a “derramarse hacia abajo” aliviando de este modo la pobreza de los más pobres. El saber convencional también hace lo propio con la política, al postular una concepción igualmente errónea de la democratización que nada tiene que ver con los violentos y complejos procesos que en el mundo real hicieron posible que un reducido grupo de naciones construyeran un estado y una sociedad democráticas.

Entre otras cosas el paradigma hegemónico en la ciencia política convencional persuade a sus cultores que sólo lo que se puede contar cuenta, y que se puede hacer un buen análisis político prescindiendo del estudio de los condicionantes estructurales y el influjo de los factores históricos. Errónea visión que, dado el colonialismo cultural que prevalece en la periferia del imperio, va de la mano con la aceptación acrítica de los presuntos “desarrollos teóricos y metodológicos” procedentes de la academia norteamericana a la vez que rechaza, con similar enjundia, los aportes que el pensamiento crítico ha realizado para el análisis de los grandes temas de la realidad latinoamericana

Esta radical distorsión ocasionada por una teoría que es poco más que la codificación de las ideas dominantes en la sociedad actual -que, como Marx y Engels lo señalaran en La Ideología Alemana, son las ideas de la clase dominante- ha propiciado la proliferación de visiones idílicas sobre los “avances democráticos” en América Latina y el Caribe, concebidos como una flecha ascendente e irreversible hacia la democracia liberal definida según el ejemplo del bipartidismo norteamericano. Componentes centrales de este modelo democrático son el presuntamente virtuoso “corrimiento hacia el centro” del espectro político y la exaltación de la buena gobernanza entendida, claro está, como la congruencia entre las políticas públicas del estado “democrático” y las preferencias de los amos del mercado. Se comprende que a la luz de estas premisas ideológicas fenómenos como el chavismo o la experiencia gubernativa de Evo Morales y Rafael Correa, para no hablar de la Revolución Cubana, no sean otra cosa que aberrantes desvíos o francos retrocesos del “correcto” rumbo de la historia.

Una concepción como esa no puede sino ignorar los grandes conflictos sociales y la violencia que signaron los progresos democráticos en el mundo desarrollado, conflictos y violencia que también se despliegan en los países de la periferia como producto de la tenaz resistencia que las clases dominantes oponen a las luchas populares por la democracia. Una visión idílica, que concibe a la democracia como el terso despliegue de una voluntad democratizadora al margen de reacciones, restauraciones y contramarchas -es decir, al margen de la lucha de clases- es igualmente inepta para dar cuenta de las reiteradas tentativas de revertir los avances democráticos, por imperfectos que sean, y para restaurar por la vía autoritaria del golpe de estado un orden predemocrático congruente con los intereses dominantes. [6] Al idealizar a las muy imperfectas “democracias realmente existentes” de la región (repetimos: en su mayoría, plutocracias travestidas) el golpe de Honduras apareció ante los ojos de los redactores del Informe Latinobarómetro 2009 como un insólito rayo caído luego de treinta y un años de cielos serenos. Los golpes de estado en Bolivia, El Salvador, Haití, Paraguay y Venezuela tanto como las turbulentas sucesiones presidenciales experimentadas por varios países fueron ignorados en medio del desaprensivo entusiasmo generado por los avances de lo que Samuel P. Huntington (paradojalmente, uno de los teóricos más enconadamente adversarios de la democracia) denominara la “tercera ola democrática”. Con esas anteojeras teóricas los numerosos golpes de estado de las tres últimas décadas simplemente se invisibilizaron, y los redactores del Informe cayeron víctimas de este engaño.


Notas:
1] Cf. Informe Latinobarómetro 2009, http://www.latinobarometro.org/
2] José Manuel Fernández , “Sobre la participación de España y de EEUU en el golpe de estado de Venezuela”, en http://www.nodo50.org/plataformabolivariana/Documentacion/Documentos/GolpeParticipEsp.htm
3] Luis Moreiro, “Condenó el Grupo Río la ruptura democrática”, en La Nación (Buenos Aires) Sábado 13 de Abril de 2002.
4] Cf. Sergio Ramírez S., “Plena coincidencia con los golpistas venezolanos”, 22 Abril 2002, en http://www.rodelu.net/ramirez/ramire82.htm
5] Conste que estamos excluyendo de esa caracterización de “golpe de estado” a los recambios presidenciales que tuvieron lugar como consecuencia de grandes movilizaciones populares que se resolvieron al interior de los mecanismos de sucesión institucionalmente establecidos. Casos de De la Rúa, Argentina 2001; Sánchez de Lozada y Mesa, en Bolivia 2003 y 2005; Bucaram, Mahuad y Gutiérrez, en Ecuador en 1997, 2000 y 2005; Collor de Mello, en Brasil 1992; Carlos Andrés Pérez, Venezuela 1993 y Cubas, en Paraguay 1999 entre otros. Tampoco tomamos en cuenta casos como los del “autogolpe” de Alberto Fujimori, ocurrido el 5 de Abril de 1992 en el Perú. Si tuviéramos que contar todos estos casos la cronología de la inestabilidad política en esta “tercera ola democrática” en América Latina sería mucho más extensa de lo que el saber convencional de la ciencia política está dispuesto a reconocer.
6] Sobre las “democracias realmente existentes” en América Latina ver nuestro Aristóteles en Macondo. Notas sobre el fetichismo democrático en América Latina (Córdoba: Espartaco, 2009) y “La verdad sobre la democracia capitalista”, en Socialist Register en Español (Buenos Aires: Centro Cultural de la Cooperación y CLACSO, 2006), pp. 45-78. El hilo conductor de estos trabajos es un análisis crítico del uso (y abuso) del término “democracia” para referirse a gobiernos que, salvo contadas excepciones, son apenas oligarquías o plutocracias apenas disimuladas bajo los ropajes exteriores de la democracia.

"ROMPIENDO MUROS": Proyecto ACONCAGUA

la columna radial del Comité Internacional por la Libertad de los Cinco

todos los jueves, desde hace un año, sale al aire con música, poemas, entrevistas y opiniones, como un llamado a redoblar esfuerzos y sumar voluntades, en Argentina y en el mundo, en la batalla por la libertad de los Cinco presos políticos cubanos que llevan más de 11 años en cárceles de EE.UU.

Desde esta columna radial, queremos aportar para romper los muros de silencio que se han levantado intentando ocultar al mundo esta tremenda injusticia
Este jueves 7 de enero: "Proyecto ACONCAGUA"






Entrevistaremos a Pablo Fernández, periodista, conductor del programa CARTAGO en tv de aire, y uno de los coordinadores de la expedición de tres jóvenes argentinos, de Neuquén, que realizarán la hazaña de llevar el grito de LIBERTAD A LOS CINCO a la cumbre del Aconcagua, con la bandera cuyo centro es el logo creado por Gerardo.
Escúchenos en Buenos Aires por
FM FLORES 90.7Mhz, o por Internet desde cualquier lugar del mundo:
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De Izquierda a derecha: Aldo Bonavitta, Alcides Bonavitta, Santiago Vega, Pablo Fernández, con la bandera que flameará en el techo de América como exigencia ¡LIBERTAD A LOS CINCO!


ROMPIENDO MUROS ES UNA COLUMNA DE

"LA DEUDA ETERNA "

  • Un programa de contenido político y social...

  • Un programa crítico que tiene por objetivo el debate...

  • Un programa de la población para la población...

  • Un programa que le da aire a las luchas sociales...

  • Un programa de enfoques y análisis alternativos...

  • Un programa que sabe que otro mundo mejor es posible.

Se escucha por FM FLORES 90.7 Mhz
en la ciudad de Buenos Aires, Argentina,
y para escucharlo en el resto del país y del mundo:
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TODOS LOS JUEVES, DE 19 A 21 HS
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Conducción
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Columnistas
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JOSEPH STIGLITZ Y UNA NUEVA POLÍTICA

Por: Aurelio Suárez Montoya

Rebanadas de Realidad - MOIR-PDA, Bogotá, 05/01/10.- El mensaje de Joseph Stiglitz en su reciente visita a Colombia se ha mantenido más o menos oculto. Y, peor todavía, sus contradictores inveterados, en inescrupuloso malabarismo, se han tornado también en sus “exégetas” con el objeto de transmitir apenas lo que les conviene, tergiversándolo. Invitado por la Fundación Carlos Lleras Restrepo, desnudó –por enésima vez y ante un público numeroso y calificado- los perjuicios causados por la política económica neoliberal, que es la misma que ahora está camuflada bajo el alias de “Confianza Inversionista”.

Destacó cómo el desempleo, en casi todas las latitudes, es la expresión más concentrada de la crisis económica y además cómo poco o nada se hizo entre nosotros para prevenirlo cuando la ola ascendente de la economía global soplaba a favor. Acotó que, en tanto el crecimiento económico subió casi un 40% en siete años, el empleo apenas lo hizo en el 5%. No sólo eso, relacionó esa desocupación, que no atribuye a un incremento en los costos de la nómina, como factor de violencia e inseguridad.

Advirtió sobre los riesgos perentorios de la “enfermedad holandesa”, destructora de empleo y de exportaciones con valor agregado, causada por la revaluación recurrente de la moneda debido al ingreso masivo de dólares por y para la explotación de recursos naturales y peor aún si éstos no se reinvierten en actividades productivas, tecnología, infraestructura necesaria y educación. Cuestionó de paso la fidelidad en la medición del PIB de los países que se especializan en minería e hidrocarburos, que se “reprimarizan”. Así mismo, llamó a descreer de la solidez en el falso progreso basado exclusivamente en la inversión y el ahorro extranjeros que ocasiona permanentes déficit, tanto fiscal como de las cuentas externas. Descartó el TLC con Estados Unidos, explicando que, de verdad, no hubo “negociaciones” sino un contrato de obligaciones que afectarán al país tanto por el comercio ilegítimo de bienes agrícolas subsidiados, como por capítulos como los de propiedad intelectual e inversiones, entre otros, que imputarán a Colombia más costos que beneficios.

Bastante afín con estas tesis ha aparecido recientemente un texto publicado con el apoyo de la Fundación FESCOL sobre “Política Económica para la productividad, el empleo y la distribución del ingreso”, de un grupo de economistas que desde ópticas distintas a las oficiales coinciden en buena porción con las propuestas de Stiglitz en este periodo post-crisis. Se propone el pleno empleo como objetivo central y a él se subordina la política monetaria, se concibe el comercio exterior como complemento al mercado interno y con visión geoestratégica enfatizando en el entrelazamiento regional, precisamente el que hoy se está desechando con graves secuelas e irrecuperables pérdidas. Proponen, como Stiglitz, políticas industriales activas en sectores donde podrían tener un multiplicador de mayor impacto, acompañadas de sistemas de gestión tecnológica que incorporen la educación y la investigación innovadora. Se plantea que no es posible desarrollar al sector agrario si no hay una distribución equitativa de la tierra y demás factores productivos, un aserto con el cual Stiglitz refutó a quienes atribuyen el atraso del campo a la falta de “apertura comercial”, desconociendo que los verdaderos impedimentos tienen orígenes estructurales. Y, desde luego, que es imprescindible una adecuada protección al mercado interno que se construya con base en el nuevo arreglo institucional.

Esta propuesta, elaborada por los economistas Álvaro Moreno, Germán Umaña, Carlos Martínez, Álvaro Zerda, Ricardo Bonilla e Iván Cardona, va acompañada de un modelo de seguridad social, diseñado por Mario Hernández, César Giraldo y Darío Restrepo, con base en los criterios universales de solidaridad entre trabajadores y entre generaciones que puede hacer realidad, mediante el empleo digno y el control social, los derechos fundamentales de los ciudadanos.

El problema económico de Colombia, que es su mayor tribulación, no se resuelve con paliativos ni con paños de agua tibia. Se está viviendo un derrumbe silencioso de sectores completos de la producción nacional, empezando por su primer renglón agrícola, el café. Se incrementan la desigualdad, la pobreza y la indigencia y, ante esto, reorientar la política económica es inaplazable. Quiera la vida que los esfuerzos de quienes propenden por ello desde el foro académico y político no sean vanos y que tampoco se descarten las acertadas observaciones de Stiglitz, echadas reiteradamente en saco roto por “los genios” gestores de la actual tragedia nacional.

LAS CAUSAS DE LA CRISIS MUNDIAL ACTUAL

Por: Vicenc Navarro

El artículo señala que no fue la crisis financiera mundial la que determinó la crisis económica sino al revés fue la crisis económica la que configuró la crisis financiera. De ahí que, a no ser que se resuelva la crisis económica -causada por una enorme polarización de las rentas, y consecuente falta de demanda- no se recuperará la economía con la creación de empleo.

Gran parte de los análisis que se han realizado de las causas de la crisis se han centrado en la crisis financiera. Y de los miles de trabajos y artículos que han atribuido la crisis actual a la situación financiera, destacan los trabajos de Hyman Minsky, uno de los pocos economistas que predijo el colapso del sistema financiero. De ahí que se le considere como el analista que mejor ha definido la causa de la crisis, centrándola en el comportamiento del capital financiero. Tal como escribió Martin Wolf en el Finantial Times de Septiembre de 2008 “La respuesta a la pregunta del por qué de la crisis, ya la tenemos. Minsky ya nos la dio. Y llevaba razón”. Paul Krugman ha añadido su voz a este reconocimiento en otro artículo en el The New York Times (04.05.09), en el que subrayó la necesidad de releer de nuevo el trabajo de Minsky. Se ha desarrollado así una bibliografía larga y extensa sobre las causas de la crisis financiera y cómo ésta ha generado la crisis económica. De ahí la gran cantidad de artículos –tanto en la literatura científica, como en la prensa en general- sobre las consecuencias de la desregulación de los mercados financieros e introducción de nuevos productos de alto riesgo, que originaron la crisis financiera y, como resultado, la crisis económica. La consecuencia de este enfoque ha sido que la mayoría de propuestas para resolver la crisis han tenido como objetivo salir de la crisis financiera mediante ayudas a la banca y medidas (muy moderadas) dirigidas a su regulación, junto con políticas encaminadas a desincentivar los comportamientos especulativos por parte de los gestores bancarios, además de acciones (también muy moderadas) sancionadoras de tales comportamientos, con el objetivo de paliar el enorme descontento general hacia la banca por parte de la población.

El problema de tales intervenciones es que, aunque necesarias muchas de ellas, son insuficientes, porque no es la crisis financiera la que determinó la crisis económica, sino al revés: fue la situación económica la que creó la crisis financiera. De ahí que, aunque se resolviera la crisis financiera, el problema económico de base permanecería. Tom Palley, en su artículo “The limits of Minsky’s Finantial Inestability Hypothesis as an explanation of the crisis” (New American Foundation, Washington D.C. Nov.18, 2009) subraya lo que también otros autores (como Kotz, Foster and McChesney, y otros) han mencionado, y es que Minsky y sus seguidores ignoran la causa de que el capital financiero adquiriera una enorme importancia (tanto en su tamaño como en su poder) a partir de los años setenta y ochenta. En otras palabras, la crisis financiera es el síntoma de un problema mayor, que los trabajos de Minsky y sus seguidores parecen desconocer.
¿Qué pasó antes de que se iniciara la crisis financiera? La respuesta es que las relaciones de poder (y muy primordialmente, las relaciones de poder de clase) cambiaron en aquel periodo. El Pacto Social Capital-Trabajo que había existido después de la II Guerra Mundial se rompió, debido al poder del mundo empresarial de las grandes compañías que en EEUU se conoce como la Corporate Class (la clase empresarial de las grandes compañías). El Pacto Social había posibilitado el elevado crecimiento económico desde 1945 hasta mediados de los años setenta. En el sector industrial, el Pacto daba lugar a convenios colectivos de cinco años, inicialmente firmados por el Sindicato del Automóvil (United Autoworkers Union, UAW) y las tres compañías de automóviles de EEUU, y que se convertían en el punto de referencia para el resto de convenios colectivos en tal sector. En ellos, los salarios estaban ligados a la productividad, de manera que el crecimiento de la última determinaba el crecimiento correspondiente de los salarios. Durante aquel periodo, la riqueza creada por el aumento de la productividad se distribuyó a todos los sectores, beneficiándolos a todos ellos. Desde 1949 a 1979, el incremento de la renta de la decila inferior fue de un 116% y el de la decila superior fue de un 99%.

Esta situación cambió durante la Administración Carter, cuando el Gobernador del Banco Central Estadounidense, el Sr. Paul Wolcker, creó una recesión, aumentando los intereses bancarios, a fin de crear un elevado desempleo y reducir los salarios. El argumento utilizado es que había que reducirlos a fin de controlar la inflación. En realidad, significaba un cambio en las relaciones de poder de clase que dio origen a unas políticas fiscales y económicas que claramente beneficiaron a las rentas de capital y a las rentas superiores. Fue el fin del Pacto Social, y ello determinó que a partir de entonces los crecimientos de la productividad no se tradujeran en un crecimiento paralelo de los salarios. La riqueza creada por el aumento de la productividad pasó a beneficiar primordialmente a las rentas del capital y a las rentas superiores. Del periodo 1970 a 2005, el 5% de la población de renta superior incrementó su renta un 81%, el 20% de la población de renta superior un 53%, mientras que las rentas medias e inferiores vieron disminuir sus rentas (el 20% de la población con menor renta vio descender su renta un 1%) o la vieron crecer muy lentamente (el siguiente 20% por encima del anterior 20% vio crecer sus rentas un 9%). Y ello fue consecuencia de que los salarios descendieran o se estancaran durante aquel periodo, tal como han documentado los informes The State of Working America” del Economic Policy Institute. Es este descenso el que determinó el gran endeudamiento de las familias, que originó el enorme crecimiento de la banca. La financialización de la economía (es decir, la gran extensión del sector financiero en la economía) se explica precisamente por el gran endeudamiento de la población, endeudamiento que era posible por el elevado precio de la vivienda, el mayor aval de tal endeudamiento. La práctica agresiva de promoción del endeudamiento por parte de la Banca llegó también al fenómeno de las hipotecas basura que se supone que son el origen de la crisis financiera.

Por otra parte, la escasa demanda hizo disminuir el crecimiento económico, lo que forzó al Banco Central del gobierno federal a bajar los intereses, facilitando la aparición de las sucesivas burbujas, siendo la última la burbuja hipotecaria. De nuevo, la crisis financiera se originaba por la escasa demanda, resultado del descenso de las rentas del trabajo. De ahí que, a no ser que se resuelva el enorme endeudamiento de las familias, recuperando las rentas del trabajo existentes antes de la rotura del Pacto Social, no se resolverá la crisis. (Para una ampliación de este tema, leer mi artículo “Para entender la crisis. Así empezó todo en Estados Unidos”, en Le Monde Diplomatique. Junio 2004, en www.vnavarro.org, sección EEUU.). De ahí se deriva el hecho de que, aún cuando se hayan evitado los colapsos de la gran banca, la crisis no se está resolviendo, pues el problema de fondo no se está resolviendo. La escasa capacidad de consumo por parte de la población se traduce en un problema de demanda de dimensiones enormes y que no se puede resolver sin solucionarse el enorme problema del endeudamiento privado. La única manera inmediata de resolver esta situación es aumentando la demanda pública a costa, en parte, de un elevado endeudamiento público. De ahí la necesidad de mantener un elevado déficit público. Reducirlo es retrasar todavía más la recuperación económica y la creación de empleo. Tal como he indicado repetidamente, el estado debiera mantener un déficit elevado, a fin de permitir una inversión sobre todo en empleo público, que permita no sólo resolver el enorme problema de falta de creación de empleo sino también solucionar el retraso en la recuperación económica.
Vemos que, por desgracia, la Unión Europea está todavía estancada en el pensamiento liberal, que toma el Pacto de Estabilidad como su dogma, Pacto que ha sido responsable de que la Unión Europea haya crecido menos y haya creado menos empleo que EE.UU. donde tal Pacto ni existe ni se espera.

SON PELIGROSOS LOS DELIRIOS DE ALAN GARCÍA?

¡Claro que sí: urgente vacancia presidencial!

Por: Carlos Angulo Rivas


La euforia de año nuevo llevó a Alan García a una de sus acostumbradas actuaciones estrafalarias. Ya desde Brasil se lo dijeron una vez, no venga aquí con propuestas estrafalarias. Pero ni modo, el sujeto no aprende nada de puro capricho, menos cuando embroma, miente y enclava, en términos criollos cuando cojudea. El avariento y conocido líder aprista no tuvo vergüenza de cantar ni de bailar ni de decir las barbaridades que dijo. En realidad, no tuvo miedo a ningún ridículo, pues tiene por sobreentendido que los peruanos se tragan todas las atrocidades verbales de los politiqueros experimentados, más todavía las de un charlatán inculto emperifollado vestido de fiesta. Y así ocurrió porque García Pérez perdió el sentido de las proporciones y ojo que no aludimos a su descomunal figura deforme, ni a su notable sobre peso, como los malpensados podrían entrever sino a los anuncios hechos con la frescura de un ser despreciativo y cínico.

Al terminar el año pasado (2008) el anuncio fue que marchábamos consistentemente hacia un crecimiento de seis por ciento y que la crisis económica mundial no nos afectaría porque, gracias a él y sus sabias medidas, el Perú estaba blindado contra cualquier crisis. El resultado concreto, como se puede comprobar, ha sido cero de crecimiento económico en el 2009. Este fin de año nos ha dicho en tono solemne y pomposo que pronto seremos un país del primer mundo y que debemos quemar el muñeco del pesimismo. ¿Puede alguien inteligente concebir un país del primer mudo con altos niveles de desnutrición, tuberculosis, mortalidad infantil, analfabetismo, ausencia de atención médica, desempleo mayúsculo, asentamientos humanos en extrema pobreza rodeando a las ciudades principales, con notable insalubridad y falta de agua potable y desagüe; viviendas de esteras, cartones, maderas y palos retorcidos en los arenales desérticos? ¿Puede alguien concebir el primer mundo con un sistema de transporte caótico y contaminante, con escuelas destartaladas, profesores maltratados con salarios de hambre o con comunidades campesinas andinas y nativas amazónicas abandonadas a su suerte y con políticas desastrosas como aquella del Perro del Hortelano? La respuesta correcta a estas cuestiones, por supuesto, es un rotundo NO.

Sin embargo, Alan García dice la verdad o mejor dicho su verdad, ya que a pocos meses de finalizar esta desgracia nacional llamada segundo gobierno aprista, él y su numerosa familia se largará a su residencia parisina, la que compró con los latrocinios de su primer gobierno, fortuna que, además, le permitió vivir a cuerpo de rey en la capital francesa cuando fungía de perseguido de Alberto Fujimori y su exilio era en Bogotá y no en Paris. Ya conocemos esa historia, porque luego de los arreglos bajo la mesa, como acostumbra a tratar los asuntos políticos de su incumbencia, vendría la prescripción de sus delitos, aquellos que como una artimaña nacional bien propagada por la prensa lo mantenía en calidad de “reo contumaz.” Prescripción decretada por la flor y nata de los vocales supremos fujimoristas nombrados por Vladimiro Montesinos. Entonces claro, con estos antecedentes, se entiende perfectamente el desliz de las palabras presidenciales: todos sabemos que de ninguna manera seremos un país del primer mundo, pero pronto él, Alan García Pérez, con la mayoría de sus secuaces vivirán en el primer mundo. Hay que saber interpretarlo, puesto que una cosa muy distinta es decir que el Perú pronto será un país del primer mundo. En pocas palabras, habló el subconsciente de este personaje histriónico, vulgar e inverosímil llamado Alan García, pues en el fondo de este embuste llamativo parece que dijera: eso sí pase lo que pase a mi no me pescan como un Fujimori cualquiera. Me voy al primer mundo y se acabó la fiesta.

Otro desliz verbal ha sido el anunciar que el “outsider” en la próxima contienda electoral será aprista y llegará a la presidencia. Nos anuncia de este modo que está buscando el gallo de tapada a fin le cubra las espaldas en conexión a los enjuiciamientos que le sobrevendrán por el etnocidio de Bagua, los robos, peculados y contratos dolosos de los muchos “faenones” ya ejecutados por él, Del Castillo, Alva Castro, Cabanillas, Velásquez Quesquén, Mulder, Gonzalez Posada y la tribu lumpenesca aprista encaramada en el gobierno. Además de los casos judiciales no cerrados por las matanzas en las comunidades campesinas y en las cárceles de Lima de Lurigancho y El Frontón. Está claro que Alan García viene organizando su retirada, porque de ninguna manera quiere correr la suerte del delincuente sentenciado, su congénere Alberto Fujimori. He ahí el peligro de su estancia en el gobierno en los próximos quince meses, porque Alan García en su desesperación desquiciada producirá un terremoto político de proporciones en el afán de salir airoso, sin cargar responsabilidades a pesar de la inmensa cantidad de desatinos criminales y dolosos. La impulsiva dinámica presidencial sigue constituyendo una amenaza nacional, pues lo más grave es la absoluta falta de escrúpulos de él como individuo y también la de sus más cercanos colaboradores; por consiguiente, la situación presente es peligrosa, violenta y dañina. En este sentido la oposición de cualquier signo político o ideológico debe investigar las segundas intenciones de los delirios presidenciales, las que a simple vista no pueden verse y aparecen como las simples ocurrencias de un maniático imprudente.

Del movido mes de diciembre último veamos algunos atropellos a la ley, a la cordura y a la decencia en los asuntos públicos. El indulto a José Enrique Crousillat, empresario de la televisión significa una injuria al Poder Judicial y un desprecio insolente a lo poco de ética que, aunque sea por apariencia, debería guardar su administración. Alan García maquinó, fraguando informes médicos, la liberación de este empresario que se levantó 69 millones de soles del patrimonio nacional, de manos de Vladimiro Montesinos, simplemente porque desea los servicios de este delincuente procesado en vías de recuperar el canal Cuatro de la TV, a fin le sirva de caja de resonancia en los meses de la manipulación electoral que se avecina. Sin más ni más, Alan García, en otro de sus arranques delirantes ha amenazado al Congreso Nacional, haciendo una cuestión de estado si no se aprueba la renovación de parlamentarios por mitades y el voto voluntario. Quiere aprovechar con esta exaltación sectaria la impresionante baja calidad del Congreso con apenas diez por ciento de aprobación, sin tener en cuenta la responsabilidad palaciega en cuanto a este infame resultado de representatividad. ¿Acaso no ha sido Alan García, con el exceso presidencialista, quien ha convertido a ese Poder del Estado en una mesa de partes de sus deseos e imposiciones? ¿Acaso no es cierto que este Congreso es el resultado de una alianza corrupta entre el fujimorismo, los tránsfugas de todos los pelajes y los gobiernistas apristas, impulsada desde Palacio de Gobierno a través de prebendas, ofrecimientos, corruptelas y chantajes? ¿Acaso no es cierto que con esa alianza obscena, inmoral y disoluta, Alan García ha elegido a dedo a la mesa directiva del Congreso en lo que va de su segundo gobierno, siendo siempre el presidente de ese maltrecho poder de Estado un connotado aprista de su confianza, a pesar que los congresistas gobiernistas son una minoría? ¿Quiere Alan García más obsecuencia deshonesta a su imperativo mandato de avasallar las instituciones supuestamente democráticas?

Nos alegraría deshacernos de un Congreso Nacional de este tipo, lugar donde se han forjado frutos podridos, seres impresentables, timadores, rapaces ganzúas, estafadores, tránsfugas sin nombre, oportunistas, traficantes, comechados y sujetos prontuariados; pero mucho más nos alegraría deshacernos de Alan García, el proponente y propulsor de este Congreso a su servicio personal. Y luego nos gustaría, inmediatamente, subsanar y corregir el Estado putrefacto que los cobija a todos. La obediencia sin par de este Congreso a los designios de Alan García no puede ser el motivo de la amenaza de disolución; tampoco puede ser el ánimo de una reforma constitucional necesaria y consensuada; menos apostaría por la limpieza de los delincuentes que allí anidan. Se trata mas bien de una maniobra presidencial dirigida, por un lado, a echarle la culpa a cualquiera de los disparates gubernamentales; y por otro, a controlar el país con mano militar, dictadura civil reemplazante de la dictadura civil “legalista” impuesta hasta ahora. La finalidad de esta maniobra típica del politiquero García Pérez, sin duda, es manipular el próximo proceso electoral hasta imponer un estado mayor, presidente de la república incluido, de su entera satisfacción y sobre todo que le cubra las espaldas.

A esta forma arbitraria, inescrupulosa y corrupta de gobernar, Alan García llama “el sistema” y a quienes no comulgan con la inmoralidad, a quienes no se someten a la corrupción endémica del país, a quienes mantienen en alto la dignidad de la nación y como personas individuales la suya propia, a quienes son honestos y están asqueados de la podredumbre, los llama “antisistema,” conspiradores internacionales, terroristas bolivarianos, chavistas, agentes comunistas y cuando no, desadaptados sociales y ciudadanos de segunda clase. Y para este despropósito manipulador cuenta con los medios de comunicación masiva, radio, prensa escrita y TV, “aceitados” convenientemente desde sus cimientos; siendo de este modo, existe allí también una proliferación de madrigueras donde se refugian los periodistas “mermeleros.”

El otro tema importante de fin de año ha sido el informe oficial sobre los crímenes y el etnocidio perpetrado en la ciudad de Bagua. Alan García recibió este informe encubridor de los reales acontecimientos y lo llamó sin preocupación alguna imparcial, pues estaba confeccionado a su medida. El informe, no suscrito por el presidente de la comisión Jesús Manases (representante de los nativos) y la religiosa Carmén Gómez, exoneró de toda responsabilidad al gobierno y más aún de la obligación del estado de preservar la vida humana. Prácticamente, en el burdo informe montado por el gobierno, las ordenes de masacrar a los nativos y enfrentar a los policías contra ellos, vinieron de los congresistas nacionalistas, los vicariatos católicos, las ONGs, el SUTEP, la CGTP, las radios locales y los dirigentes nativos; lo único que faltó decir, para estar de acuerdo con las versiones presidenciales de mediados de año, es que los sangrientos acontecimientos en Bagua se debieron a una conspiración internacional iniciada en Caracas, a la existencia de una “guerra fría” continental y a los envidiosos países vecinos que no toleran que el “Perú avanza.” La ausencia de autocrítica es total. La procacidad de la mentira se manifiesta con tal desenvoltura que pareciera que el gobierno le está tomado el pelo a la ciudadanía en su conjunto, sin pudor ni medida. Ni siquiera se menciona que fue Alan García, sus ministros y la inefable Mercedes Aráoz, hoy premiada con el ministerio de Economía, quienes inspiraron y dictaron múltiples decretos legislativos de usurpación de tierras, bosques y recursos naturales en la selva, burlando el Convenio 169 de la OIT que obliga la consulta a las comunidades indígenas involucradas, donde los más malignos fueron los números 1064 y 1090, derogados precisamente después de la matanza genocida en Bagua.

La verdad sobre los sangrientos sucesos en Bagua, más temprano que tarde saldrán a la luz, así no quiera Alan García y la comisión encubridora de los delitos cometidos, pues el único responsable es él, junto a los ex ministros Yehude Simon, Mercedes Cabanillas y Flores Aráoz. Esta vez, difícilmente García Pérez podrá escaparse de los tribunales como cuando auspiciado, en secreto, por Montesinos y Fujimori huyó a Colombia como víctima de una persecución política, cuando en realidad se trataba de un ajuste de cuentas con la justicia. Hoy en día el prontuario se ha incrementado con sus dañinos engaños, asaltos al erario nacional y la estafa al país que constituyó su fraudulenta elección por segunda vez con aquello del “cambio responsable.” Un programa anti-neoliberal tibio que apenas se posesionó del cargo convirtió en un desenfrenado neoliberalismo extremista de “óbolos mineros” que nadie ha concedido en vez de la cobranza de impuestos; y de una entrega de recursos naturales mineros, forestales, gasíferos y petroleros; además, de la infraestructura de puertos, aeropuertos y vías de comunicación. Todo un conjunto de dolosos negociados jamás visto en la historia patria. Por supuesto, toda esta avalancha de “inversiones” aderezada con millonarios estipendios y comisiones bajo la manga, en una llenura de voracidades asimismo nunca vista. La compra de patrulleros, de ambulancias, la construcción de hospitales nunca terminados, la reconstrucción de Pisco, Ica y Chincha, el remate de Collique, la tarifa básica telefónica, los petroaudios y la Discover Petroleum de su compadre Rómulo León Alegría, etc. son simples muestras del monumento a la corrupción construido por Alan García y sus secuaces.

Pero aquí no termina el asunto. Por el contrario, se inicia una etapa peor que la anterior en estos siguientes quince meses de gobierno. Alan García, por todo lo señalado líneas arriba, es un sujeto inescrupuloso capaz de seguir cometiendo sustantivos actos de barbarie en lo económico y político. Su mentalidad corrupta e inmoral recorre el escenario bajo la premisa de que todos tienen rabo de paja para chantajearlos y bajo el lema de que todos tienen un precio; aparte posee una práctica intolerante e impositiva que, mientras ejerza la presidencia, el país estará en peligro inminente. Ahora es una bestia herida que debe cuidar su salida, como señalamos protegiéndose las espaldas y a ello dedicará su esfuerzo principal. Ya lo anunció una vez diciendo que él puede impedir la llegada de un candidato que no sea de su agrado; y como inicio de este año nos dice, después de menospreciar a todos los posibles candidatos, que el “outsider,” el posible ganador de la contienda será aprista o amigo del partido y que tendrá que ser coherente y continuar la política de desarrollo del actual gobierno. Más claro en el amanecer no canta un gallo, Alan García se jugará el todo por el todo para imponer el próximo presidente de la república, cuenta con el aparato del estado manejado de modo arbitrario y corrupto; cuenta a su favor con la “farra fiscal” programada a cargo de una ministra, sí señor presidente, como la tal Mercedes Aráoz. Y ha de lograrlo, por supuesto, si lo dejamos a rienda suelta y no exigimos de una vez por todas la vacancia presidencial por incapacidad moral. La forma de la expulsión de palacio de gobierno de este sujeto negativo y peligroso tendrá que ser al estilo argentino, boliviano, ecuatoriano o peruano, como cuando cayeron De la Rúa, Sánchez de Losada, Lucio Gutiérrez y Alberto Fujimori. Sólo de esta manera podrá salvarse el país de la infernal putrefacción en la que ha caído y sólo de esta manera podrá pensarse en un proceso electoral limpio encaminado a elegir autoridades muy distintas a las actuales.

GOBIERNO COLOMBIANO DESAPARECE A SOCIÓLOGO QUE HACÍA ESTUDIOS EN MEXICO

Para las compañeras y compañeros que no siguieron el caso de arbitrariedad sufrida por el compañero.
Miguel Ángel es sociólogo, historiador, latinoamericanista. Se encontraba de manera legal realizando una residencia pos doctoral en la Universidad Autónoma de México.
El gobierno mexicano optó por cancelar sus derechos de manera intempestiva y arbitraria, deportándolo a Colombia en una fuerte acción de complicidad con el genocida Álvaro Uribe Vélez. Realizó la acción a través del Instituto Nacional de Migración, hecho que se produjo en mayo de 2009.
El compañero fue llevado a la Cárcel Nacional La Modelo- Colombia, lugar desde el cual fue retirado sin previa comunicación y nadie sabe su paradero actual.
Otra barbaridad más de las tantas que se cometen en Colombia contra los luchadores NO vinculados a la guerrilla aunque les adjudiquen, malintencionadamente, esa característica.
La vida de Miguel Ángel corre peligro, la comunidad internacional debe actuar ya.

Ingrid Storgen

Campaña Permanente en Solidaridad con las Detenidas y los Detenidos Políticos


Trasladan al profesor
Miguel Ángel Beltrán Villegas

La Campaña "Traspasa Los Muros" denuncia a la comunidad nacional e internacional el traslado arbitrario que ha padecido el profesor Miguel Ángel Beltrán Villegas.

1. El miércoles 23 de diciembre de 2009, aproximadamente a las nueve de la noche –hora colombiana-, sorpresivamente guardias del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) se dirigieron a la celda donde se encontraba recluido el profesor Miguel Ángel Beltrán Villegas, le ordenaron recoger sus pertenencias informándole que sería trasladado de inmediato. El profesor cuestionó el procedimiento y solicitó información del lugar y las razones por las que sería trasladado, recibiendo simplemente como respuesta que “sería trasladado a tierras frías”.
2. El profesor fue sustraído de la Cárcel Nacional La Modelo sin que las autoridades penitenciaras dieran aviso del traslado a sus familiares y abogados, sin que al momento se conozca el lugar y las condiciones de su reclusión.

Gobierno dejó de invertir once mil millones de soles el 2009


Lima, 05/01/2010 (CNR) --
Pese a los contantes llamados del presidente Alan García para que los ministerios, gobiernos regionales y gobiernos locales aceleren el gasto en inversiones, el sector público sólo pudo invertir el 64.5% de sus presupuestos en el 2009, quedando un saldo de once mil millones de soles.

Así se desprende del “Ránking de ejecución presupuestal 2009”, elaborado por el congresista Juan Carlos Eguren, quien a través de CNR recordó que desde el Ejecutivo se había proyectado un grado de ejecución de inversiones de 87% para el gobierno nacional y 63% para los gobiernos regionales.

Eguren precisó que -de acuerdo con el ránking, elaborado en base a cifras del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF)- el gobierno nacional ejecutó el 76.2% del total de su presupuesto de inversiones, mientras los gobiernos regionales alcanzaron el 57.8% y los locales el 60.8%.

“En términos generales, el Estado en su conjunto ejecutó el 64.5% de los recursos presupuestados para inversión pública, equivalente a 20 mil millones el 2009; es decir que dejó de ejecutar aproximadamente once mil 155 millones, lo cual hubiera significado un crecimiento de 1 a 1.5% del PBI nacional”, subrayó el legislador.

Sin embargo, el parlamentario arequipeño resaltó que la cifra representa un avance importante, pues se debe tomar en cuenta que en el 2008 se invirtieron 13 mil millones de soles y el monto subió a más de 20 mil millones el año pasado.

En ese sentido, destacó que hay temas pendientes que permitirían mejorar la capacidad de gasto en el aparato estatal. En el plano normativo, urge dinamizar los procesos en órganos como el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP) y el Consejo Superior de Compras y Adquisiciones del Estado (CONSUCODE), que son materia de quejas recurrentes.

En segundo lugar, Eguren hizo énfasis en la necesidad de revalorar el recurso humano. "El principal error de este gobiernos es la terquedad, mantenida en estos años, en la reducción de sueldos de los funcionarios del sector público (...) El sector público debe ser competitivo con el privado", remarcó.

Finalmente, pronosticó que el 2010 será un buen año para la inversión pública, siempre y cuando se den pasos firmes hacia la modernidad como dar mayor transparencia a las inversiones del sector.

"Esa es una de las oportunidades que aprovecha la corrupción para poner sus garras en esta prenda tan deseada como son los recursos públicos", acotó.

Con profunda tristeza, una multitud despide a Sandro en el Congreso

Minutos antes de las 13, la gente pudo ingresar al Palacio Legislativo para darle el último adiós a su ídolo; desmayos y muestras de dolor; accedé al especial multimedia


Foto: LA NACION

Después de largas horas de espera, entre aplausos y lágrimas, cientos de personas recibieron los restos de Sandro en el Congreso, que fueron trasladados en un avión privado en horas de la madrugada desde Mendoza hacia Buenos Aires.

Minutos antes de las 13, la gente pudo ingresar al Salón de los Pasos Perdidos, donde se encuentra el cuerpo del artista que falleció ayer, a los 64 años, tras una larga lucha de 45 días que siguió a un trasplante cardiopulmonar.

Las primeras en ingresar para despedirse de Sandro fueron sus "Nenas", quienes pasaron toda la noche haciendo la fila en la puerta del Congreso. La mayoría de ellas rompió en llanto, e -incluso- varias se desvanecieron al ver los restos del Gitano. "No es cierto", "Qué voy a hacer", exclamaban entre sollozos, al caminar por el pasillo alrededor del ataúd.

El cuerpo del cantante es velado a cajón abierto, arropado con una manta de seda beige. Al verlo, las "Nenas" coincidieron en que el deterioro de su estado de salud se veía reflejado en el rostro de su ídolo.

En la mañana, un vocero del Congreso anunció a los medios presentes que no estaba permitido el acceso a las cámaras al Salón de los Pasos Perdidos, donde es velado Sandro. Esto por un expreso pedido de la familia del cantante, aclaró.

Los restos del artista son velados en el mismo salón del Palacio Legislativo, donde hace exactamente tres meses, la gente se despedía de la folclorista Mercedes Sosa, fallecida el 4 de octubre pasado.

Intima despedida. Alrededor de las siete de la mañana, sus familiares y amigos más cercanos se despidieron en una casa velatoria ubicada en el barrio de Belgrano y luego, el cuerpo fue trasladado al Palacio Legislativo, donde fue recibido por cientos de fanáticos del artista.

Tristeza. En medio de un hondo pesar y mientras se entremezclan en cada rincón las sensaciones de afecto y de dolor, cientos de personas hicieron fila en los alrededores del Congreso desde la medianoche para despedir al popular cantante fallecido anoche en Mendoza.

La expectativa entre sus seguidores se multiplicó pocos minutos después de las 5, cuando los restos del artista arribaron al Aeroparque Jorge Newbery en un avión privado, que también condujo a la viuda del cantante, Olga Garaventa, y a otros familiares.

El traslado. El cuerpo fue trasladado a las 0.05 desde el Hospital Italiano de Mendoza, donde ayer murió el artista, hasta la sala de tanatopraxia de Enrique Mangione, ubicada en el departamento mendocino de Maipú, donde fueron acondicionados los restos para el velorio.

Después fue conducido al aeropuerto de El Plumerillo, a 22 kilómetros de distancia, en el departamento de Las Heras, para el traslado aéreo a la Capital Federal. Tanto en los alrededores del hospital como a lo largo del recorrido hasta la terminal aérea, centenares de personas se asomaron al paso de la camioneta con sus restos y se deshicieron en aplausos.

Del mismo modo, decenas de sus seguidoras se congregaron desde anoche acongojadas en la ciudad bonaerense de Banfield frente a la vacía y silenciosa casa del cantante, como tantas veces lo habían hecho los días 19 de agosto para saludar a su ídolo en cada cumpleaños.

La triste noticia. Había pasado las horas previas en shock séptico (descompensación general del organismo a raíz de una infección), luego de haber sido sometido a dos cirugías durante la jornada por un agravamiento general de su salud. "Lamento comunicar que a las 20.40 el señor Roberto Sánchez dejó de existir, debido a un shock séptico que se complicó por una necrosis intestino-mesentérica y una coagulopatía. Lamento lo ocurrido", fue el breve anuncio que hizo, a las 20.55, el cirujano Claudio Burgos ante la prensa y un grupo de fanáticas que estaban instaladas en la puerta del hospital mendocino.

Vea el suplemento especial que acompaña a la edición impresa de LA NACION El dolor de la gente, la despedida de sus colegas artistas, su vida, su carrera artística y toda la leyenda

Unas horas antes, Burgos, había adelantado el mal estado en el que se encontraba Roberto Sánchez. "Atraviesa el peor momento desde su ingreso", fueron las palabras del médico.

Ayer, en horas de la madrugada, Roberto Sánchez había sido operado por cuarta vez a causa de una afección bronquial y ya entonces el equipo médico que lo asistía adelantó que su estado era "verdaderamente crítico". Por la tarde, el paciente debió ser llevado nuevamente al quirófano para que se le efectuara una aspiración, con el objetivo de eliminar secreciones acumuladas en los bronquios y pulmones.



Avatar Obama y los Estados Unidos del hype

05-01-2010




Vivimos en el tiempo del hype. El vocablo, que rebota y se multiplica en nuestros días por la infoesfera, nombra un producto cultural recubierto de un ejercicio tan exagerado de marketing que su popularidad se dispara al mismo tiempo que se independiza de su calidad. El signo gobierna al significado. La forma se escinde definitivamente del contenido. James Cameron es el padre del último gran hype planetario: Avatar. El eco de su bombardeo promocional se ha tejido con sólo tres informaciones: es la película más cara de la historia del cine, ha revolucionado el mundo de los efectos especiales y ha sido rodada en 3D. Ni una sola palabra sobre su contenido. Ni una sola coma sobre la calidad del relato que nos propone. Ni un solo dato sobre la cualidad de sus personajes. La sustancia de Avatar es su envoltorio. Deleuze y Guattari decían que el sentido de un bien cultural está siempre en las conexiones que establece con su exterior. Avatar no es en realidad una película, es la metáfora de todo un país: Estados Unidos es hoy el más grande de todos los hypes.

En 1992 Neal Stephenson puso en circulación el concepto de avatar en su novela ciberpunk Snow Crash. Un avatar es una imagen que representa a una persona en entornos virtuales como Internet, los videojuegos o los juegos de rol. Ahora también en la política. Durante el primer año de gobierno de Barack Obama hemos averiguado que en realidad él no concurrió a las elecciones que le llevaron hasta la Casa Blanca: fue su avatar el que hizo campaña. Pierre Levy explica en uno de sus libros que lo virtual nunca se opone a lo real, sino a lo actual. Los políticos producen realidad, pero nunca cumplen lo que prometen. Ni una sola de las promesas con las que Obama se ganó el voto y la ilusión de la mayoría de los estadunidenses ha sido actualizada: él no ha hecho nada de lo que su avatar dijo que haría. Con él la política no sólo ha sido confinada en un entorno virtual, ha sido definitivamente convertida en marketing. Avatar Obama es un inmenso hype. Signo y envoltorio: pura marca.

Uno de los pilares del bucle retórico que activa permanentemente todo gobierno estadunidense es su carácter imperial: una nación elegida por Dios para guiar los destinos del mundo. Avatar Obama volvió a hacer hincapié en ello durante la ceremonia en la que le fue entregado el Premio Nobel de la Paz. Pese a la imparable caída en picado del poder de mando estadunidense, sintetizada en su dependencia económica y su incapacidad militar para dominar Oriente Medio, y directamente proporcional a la creciente supremacía china en la geometría mundial, Washington sigue empeñado en nutrir los imaginarios colectivos con una semántica de superpotencia. Ese Estados Unidos, sin embargo, no es ya más que una representación. Un inmenso hype desatado. Un signo independizado de su actual significado que, como todos los signos, únicamente remite a un verdadero acto de fe. No por casualidad la fachada de Macy’s, los grandes almacenes más famosos de Nueva York, está presidida desde hace unas semanas por un enorme letrero luminoso que dice: “Believe!” (¡Creer!)

Hace un par de meses The Daily Show, el informativo con mayor audiencia de la televisión estadunidense, emitido en un canal que programa únicamente comedia, ofreció un especial sobre el 20 aniversario de la caída del muro de Berlín. En él se ironizaba sobre las dos condiciones únicas e irrepetibles que propiciaron la caída del imperio soviético: una guerra en Afganistán y una situación económica desastrosa. Cuando Jon Stewart, el conductor de la transmisión, apuntó muy asustado el tremendo parecido con el presente de Estados Unidos, uno de sus colaboradores trató cómicamente de tranquilizarle señalando que, en realidad, el problema fundamental de la URSS en ese momento había sido un líder inexperto que había llegado al gobierno prometiendo reformas profundas en el país. Olvidó apuntar que cinco años después de su llegada al poder ese líder soviético recibió el Premio Nobel de la Paz. Para pánico del bueno de Stewart, Obama ha tardado cuatro años menos.

http://www.jornada.unam.mx/2010/01/04/index.php?section=opinion&article=022a1mun

Perú: Anuncian conclusiones de estudios de impacto ambiental de Gasoducto Andino del Sur

Servindi, 5 de enero, 2009.- El presidente del Gobierno Regional del Cusco, Hugo Gonzales Sayán, anunció que los estudios de impacto ambiental para el proyecto del Gasoducto Andino del Sur culminarán en el próximo mes de mayo.

Este anuncio fue hecho luego que el funcionario se comunicara con la empresa Kuntur Transportadora de Gas, la cual se encargará de la ejecución de dicha obra.

“Tras el término de los estudios, al Ministerio de Energía y Minas le corresponde dar el visto bueno, y probablemente en julio podría colocarse la primera piedra para la ejecución”, expresó Gonzales Sayán.

Añadió que “en la actualidad, los estudios tienen un avance del 97%, y en enero representantes de Kuntur visitarán la ciudad del Cusco, a fin de informar sobre los avances del proyecto gasífero”.