Por: Herbert Mujica Rojas
9-1-2008
Anuncia el alborozado representante del Consejo Empresarialperuano-chileno, José Miguel Morales, que en cita sostenida con lapresidenta Michelle Bachelet, ésta les aseguró que el Tratado de LibreComercio (TLC) bilateral entrará en vigencia el primero de marzo deeste año. Conviene señalar que en el país del sur tanto Diputados como Senadores otorgaron su aquiescencia para lo que allá –como encualquier parte del mundo- constituye un acuerdo o tratadointernacional que demanda los refrendos nacionales. ¿En qué momento elCongreso ha ratificado semejante convenio con Chile?Aunque pueda llamar a sorpresa para cualquier lector no muycompenetrado con los perros muertos (peruanismo que designa a losfraudes) y el caballazo (término que describe la política a fierrazolimpio) en Perú mañosamente se extrajo de la competencia del Congresola ratificación de un acuerdo que implica modificaciones tributarias ycomerciales. Aquí le llamaron Acuerdo de Complementación Económica.
Lo disfrazaron para que las señorías que habitan el Establo de la Plaza Bolívar no tuvieran más trabajo del que ya tienen y no resintiesen suscontinentes tanto intelectuales cuanto que políticos. ¡Pocas veces seha visto un Congreso tan anémico, envilecido, feliz por el rosario declaudicaciones que muestra cada día como su credencial invariable ytara crónica! No sólo que hurtan el bulto a lo que es su labor sinoque fabricando comisiones y demás adefesios, procuran dar la imagen detenaces legiferantes aunque a sabiendas que nadie les cree o los quiere.
¿Cómo pueden estar tan tranquilos los analistas, estrategas,politólogos, y demás istas que crecen bajo cada piedra de cualquiercamino en Perú con un panorama ya enrarecido por las añagazas del temalimítrofe con Chile y que arranca con decibeles fuertes en marzo? La ociosidad tradicional pretende obviar que es Perú quien arrincona aChile ante La Haya y no a la inversa. Por tanto es obligatorio guardarlos flancos a todo nivel. No obstante los saboteos vergonzosos queprotagoniza Cancillería y su titular con requiebros anti-históricos ya pesar de tanta ignorancia que amenaza con volverse, al lado del pany la mantequilla, en parte del desayuno cotidiano embrutecedor quebrindan los canales televisivos con tantos crímenes, violaciones,incendios y bombazos mañaneros.
A medio camino, en cualquier mes, no debería extrañar que propios yextraños, aquí o en el sur, interfieran en el desarrollo sano delsupuesto TLC con Chile y con la sola pregunta puntual: ¿dónde está elacuerdo del Congreso peruano que otorga validez e igualdad dejurisprudencia al Tratado suscrito por Diputados y Senadoresmeridionales? La respuesta será entonces: ¡no, no existe esaconvalidación! La interrogante surgirá sola: ¿hay legitimidad en loque sólo una parte otorga su ratificación constitucional? Hasta dondese sabe en esta clase de arreglos, son los países intervinientes y susprotocolos, los que otorgan cuerpo, esencia y vida a los tratadosintegralmente considerados.
En Perú hay un ominoso complejo de silencio adentrado y que provienedesde 1879 año infausto que señala el inicio de la guerra de rapiña que Chile emprendió contra Perú.
Se evita, distorsiona, enmascara,edulcora cuanto ocurrió. Se culpa a los chilenos de todo para evitarel juicio auto-inquisitivo que audite las imbecilidades de las clasesdirigentes nativas traidoras y sucias pero que, merced a historiadoresplásticos y endogámicos, han legado sus nombres a plazas, avenidas ycalles a lo largo y ancho de la república.
El soldado desconocido y larabona histórica, siguen aguardando el gran homenaje a sus cobrizosrostros y trayectorias memorables que la nación les debe. Pero eso aúnes impensable porque quienes detentan el gobierno de gran parte de losmedios y del gobierno episódico y burocrático son descendientes de no pocos de esos héroes de juguete, payasos que robaron glorias ajenas yque manipularon la historia para contarla según sus interesescastradores. Y eso dura hasta nuestros días. Nadie quiere meter dienteal asunto de crítica constructiva y redescubrimiento de la historia.Se nos cantan himnos integracionistas en nombre de la paz ¿qué paz,hay que preguntarse?.
Se financian quintacolumnas para que entonenhimnos a la inversión extranjera y se evita preguntar si lo legal eslegítimo aunque se tumben leyes, horaden soberanías, fusilen honras,invadan cerebros y mentes para volverlas más papistas que el papa.
Reiteremos pues el dardo: ¿por causa de qué el Congreso, Establo de la Plaza Bolívar, declinó su participación en un asunto de tantaimportancia?¡Atentos a la historia, las tribunas aplauden lo que suena bien!¡Ataquemos al poder, el gobierno lo tiene cualquiera!¡Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz!
¡Sólo el talento salvará al Perú!