César Lévano
Razón Social
Faltan 13 días para las elecciones municipales que en Lima se concentran en la polaridad Susana Villarán-Lourdes Flores. Ayer, dos encuestadoras dignas de crédito, el Instituto de Opinión Pública (IOP) de la Universidad Católica e Ipsos Apoyo ratificaron que la intención de voto para Susana sigue creciendo mientras retrocede la que corresponde a Lourdes.
La ventaja es abrumadora en IOP: 43% contra 28%; y en Ipsos: 42% contra 28%. La diferencia es menor, aunque sigue siendo decisiva, cuando en vez de optar por nombres los encuestados escogieron entre los símbolos partidarios.
Las encuestas se hicieron después de la difusión de los audios que hicieron que la doctora Flores, llevada por la desesperación, aconsejara a su asesor Xavier Barrón y a todo el mundo que se metieran las elecciones en el punto en que la espalda pierde su nombre.
La consulta de la Católica trae datos sociales elocuentes. Resulta inexacto que la clase alta haya desertado en masa del apoyo a Lourdes Flores. En los sectores socioeconómicos A y B la candidata del PPC tiene 41% de intención de voto, sólo 25% en el sector medio, el C, el mayoritario, y un modesto 20% en las capas más pobres, la D y la E.
En cambio, Susana Villarán capta casi el mismo caudal de votos en todos los niveles: 34% en los A y B, 34% en el C y 30% en los D y E. Parecida es la cifra de aceptación por edades: los más jóvenes y los más viejos favorecen por igual a la señora Villarán.
Sabido es que las encuestas son apenas una foto instantánea, y que las intenciones pueden variar entre el día de la consulta y el momento de las urnas. Además, siempre hay un margen de indecisos que precisan su voto sólo en los últimos días o aun en la cola electoral.
Algo puede pesar la semana de demolición que la ultraderecha prepara contra Susana. Nuestras fuentes indican, sin embargo, que la arremetida de calumnias y distorsión está en duda. Los estrategas del PPC toman en cuenta que hasta ahora la guerra sucia ha finalmente favorecido a la candidata de Fuerza Social.
Ningún publicista de la señora Villarán hizo tanto a favor de ésta como hicieron los opositores más rabiosos. A la torpeza de estos hay que reconocerle dos méritos: 1. Hicieron conocer a una política sin mayor renombre y a un partido casi desconocido: Fuerza Social. 2. Identificaron a Susana como la principal opositora de Lourdes Flores, la candidata de la derecha, la abogada que defendió la importación de miles de autos contaminantes y patrocinó a César Cataño, quien es traficante en varios rubros.
Otrosi: Puede restar votos a Susana la confusión entre su candidatura metropolitana y la de candidatos distritales ajenos a su lista. Aquí podrían operar la cancha y la astucia del APRA, y el número insuficiente de personeros para Fuerza Social.