Por: Herbert Mujica Rojas
El embajador Jorge Valdez estrenó en los últimos días su faceta de"periodista". Dice él que es diplomático, pero quiero reconocerledosvirtudes más: cómplice de la dictadura delincuencial de Kenya Fujimoriy además traidor a los intereses peruanos como ocurrió en 1999 cuandolas negociaciones del Acta de Ejecución del Artículo 5to del Tratadodel 3 de junio de 1929 entre Perú y Chile.Tres eran las cuestiones pendientes con Chile en agosto de 1998 quedebieron ser temas resueltos de manera indesligable y sincrónica. Esdecir, todas juntas en el mismo tiempo. A saber, en primer lugar:lograr la ejecución a satisfacción del Perú del Artículo 5to delTratado de 1929, lo que implicaba modificar el desfavorable curso deacción seguido desde 1985, cuando Allan Wagner era canciller, porquela diplomacia chilena venía haciendo trampa.En segundo lugar: debía plantearse la cuestión de la delimitación dela frontera marítima para corregir la asimétrica práctica de losparalelos geográficos que por el sur favorecía, también, a Chile. Y entercer lugar: atender la petición chilena de llegar a un acuerdo sobreprotección de las inversiones, interesados como estaban los de LaMoneda por proteger a sus connacionales en el Perú.El Artículo 5to del Tratado entre Perú y Chile del 3 de junio de 1929,dice a la letra: "Para el servicio del Perú el gobierno de Chileconstruirá a su costo, dentro de los mil quinientos setenticincometros de la bahía de Arica, un malecón de atraque para vapores decalado, un edificio para la agencia aduanera y una estación terminalpara el Ferrocarril a Tacna, establecimiento y zonas donde el comerciode tránsito del Perú gozará de la independencia propia del más ampliopuerto libre".El novísimo "periodista" Jorge Valdez, era viceministro y secretariogeneral de la Cancillería del Perú. Además, su identificación con ladictadura fujimorista no era un asunto extraño, por el contrario lucíaorgulloso semejante y cuestionable "blasón" cívico.Es importante subrayar que estas tres cuestiones estaban vinculadasentre sí y una era rehén de la otra, al punto que se tenía concienciaen Torre Tagle que no habría acuerdo sobre ninguna de ellas si no selograba un trato sobre las tres.Pero, la "estrategia de negociación" fue un dechado vergonzoso deperdedores, capitaneados por Jorge Valdez porque se siguió la líneaque mejor sirvió al interés de Chile. Se concluyó el Acta de Ejecucióndel Artículo 5to del Tratado de 1929, donde se consagró la tesischilena. Después se concluyó el acuerdo sobre protección deinversiones que, igualmente, favorecía a Chile. Y, por último, lacuestión de delimitación marítima quedó fuera de la agenda bilateral;también para satisfacción de Chile.Con los años y sobre el específico punto de la delimitación marítima,los capituleros y vendepatrias han insistido hasta la saciedad enpromover la adhesión del Perú a la Convención del Mar de las NacionesUnidas con el pretexto que ésta servía para acordar con Chile ladelimitación en el mar. Y Chile, firmante de la Convemar, ha dichoexpresamente que NO usará nunca este instrumento internacional pararesolver ninguna clase de problemas limítrofes con países con maradyacente. ¿Qué país tiene mar adyacente con Chile?: ¡Perú!En 1985 la Cancillería peruana, capitaneada por Allan Wagner Tizón,notable por haber pasado los 2 mts. de altura, "logró", en las"negociaciones" con Chile un mini-atracadero en Arica, diferente a lopreconizado y establecido en el Artículo 5to del Tratado de 1929. Porentonces ocurrió una anécdota infame que es bueno hacer deconocimiento del público.Las ocurrencias del encuentro entre las delegaciones peruano ychilenas se llevaron a cabo en Arica.Una noche de francachela irresponsable y espíritus liberados por elalcohol generó un desaguisado que fue la comidilla por años de ladiplomacia chilena y una vergüenza oprobiosa para la nacional. Elembajador Eduardo Ponce de Vivanco (otro de los novísimos"periodistas") perdió una carpeta con todos los documentos de laposición peruana, oficios confidenciales, cartas y comunicaciones.Esto no fue todo. La Cancillería de La Moneda llamó al embajadorperuano a Santiago y éste concurrió ignorante del motivo de laconvocatoria. Entonces, se habían dado los encuentros entre lasdelegaciones peruano-chilenas en Arica y no existían más motivosríspidos o de cualquier otra naturaleza. Como se sabe, que unacancillería llame a un embajador presume de un motivo sumamenteimportante. ¡Y que lo era! La Moneda entregó la valija perdida porEduardo Ponce de Vivanco en Arica con todos los documentos alembajador peruano. ¡Qué tal papelón!¿Supo el canciller Allan Wagner de este desafortunado como infamecaso? Si lo supo, se calló en todos los idiomas porque nunca huboregistro escrito sobre el particular y se estableció una especie deespíritu de cuerpo que no fue otra cosa que motivo de mofa entrenuestros vecinos del sur. En el equipo de aquella época figuraban allado de Wagner, Eduardo Ponce, Hernán Couturier y Alfonso RiveroMonsalve, este último con los años, llegaría a ser el jefe de la mafiaen Torre Tagle.El plano del desarrollo portuario propuesto por los chilenos alpresidente Augusto B. Leguía, llegó a Lima en el avión Jesús del GranPoder a fines de abril de abril de 1929. Con el golpe de agosto de1930 y la pasividad de quien era entonces el canciller Montagne, esteplano se perdió en la bóveda de Torre Tagle por ¡nada menos que 70años!En 1998, el embajador Félix C. Calderón, en las pesquisas para sulibro El Tratado de 1929. La otra historia, logró ubicarlo yreivindicar para la información de la Cancillería lo que era, nada másy nada menos, que un instrumento valiosísimo que habría evitado losconstantes y aviesos requiebros mañosos de la diplomacia chilena. Esmás: lo mostró al entonces secretario general de Torre Tagle: JorgeValdez.Con este documento, era prácticamente imposible que las"negociaciones" siguieran el curso desfavorable que estaban siguiendoporque era la posición chilena la que prevalecía sin respuesta nicontundencia de la actitud peruana.¿Cómo así se concluyó en 1999 el Acta de Ejecución irrespetando –omejor dicho ignorando a sabiendas- un plano de inexcusable consulta yreferencia, con Chile? ¿Puede explicar el embajador –ahora"periodista"- Jorge Valdez qué motivos le indujeron a traicionar losintereses peruanos y preferir los de otro país? ¿Cuál es la versión delos otros "negociadores": Carlos Pareja, Fabián Novak, FernandoPardo?¿Por causa de qué concedieron entre gallos y medianoche una posicióndesfavorable al Perú?Hoy la prensa y los medios en general, presos de una pereza criminal,se olvidan del pasado vergonzante y sucio de muchos individuos, comoel caso de Jorge Valdez, y los convierten en "referentes" quepretenden dar clases de diplomacia, buena conducta, limpieza cívica ylos ponen a "escribir". ¿Qué clase de lecciones –de cualquiercosa-osarían dar Jorge Valdez, Eduardo Ponce o Alfonso Rivero Monsalve?¿Qué categoría de prensa es aquella que cobija a malandrines que sólohan exaccionado al Fisco y mal representado al país que les pagó susmúltiples viajes y eternas torpezas contranatura?¿Se atreverá Jorge Valdez a negar que conocía un plano que debió haberdado otro curso a los entendimientos entonces con Chile?
¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!
¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!
¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!