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FUERZAS DE EE UU ASESINAN EN SOMALIA A LIDER MILITANTE

Miércoles, 16 de Septiembre de 2009

LO ÚLTIMO EN DEMOCRACY NOW


EL RESTO DE LA HORA DE DEMOCRACY NOW!

  • Nomi Prins: “Obama confia demasiado en los bancos”

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    El Presidente Obama visitó Wall Street el lunes para promover una reforma de las regulaciones del sistema financiero estadounidense. La visita se llevó a cabo en el primer aniversario del colapso del banco de inversiones Lehman Brothers. La bancarrota de Lehman Brothers hizo estallar una serie de acontecimientos que afectaron a los mercados financieros hasta culminar en una debacle económica a gran escala. Hablando desde el Federal Hall, Obama promovió las propuestas del Partido Demócrata para lograr una mayor supervisión del sector financiero y la creación de una agencia para la protección de los consumidores, para proteger a los estadounidenses de la práctica desleal en los préstamos, pero Nomi Prins, una banquera de inversión convertida en periodista, considera que las reformas propuestas por Obama no son suficientemente profundas.

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  • Mientras Obama intensifica la guerra en Afganistán, activistas por la paz en Estados Unidos reclaman una pronta retirada de las tropas extranjeras

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    Las próximas semanas serán de una importancia crítica para la ocupación estadounidense en Afganistán. Se espera que el Senado vote el pedido del gobierno de Obama de $128 mil millones de dólares para cubrir los gastos de las operaciones de guerra en Afganistán e Irak para el próximo año fiscal. La semana que viene, el gobierno de Obama dará a conocer un informe de los logros realizados en Afganistán en base a los criterios de éxito establecidos. Es ampliamente considerado que los mandos militares le pedirán a Obama intensificar la guerra en Afganistán con el envío de miles de soldados adicionales. La aparente inquietud de los congresistas en relación con la escalada coincide con el octavo aniversario este viernes de la votoción que autorizó el ataque contra Afganistán. Hablamos con Norman Solomon del Institute for Public Accuracy (Instituto para la Trasparencia Pública) sobre su reciente viaje a Afganistán y con Medea Benjamin de Code Pink.

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  • David Cole: “Los memorandos que autorizaron la tortura: racionalizando lo impensable”

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    El profesor de Derecho y abogado David Cole examina la historia detrás de los tristemente célebres memorandos del gobierno de Bush que autorizaron la tortura. Cole sostiene que los memorandos muestran cómo los principales abogados del gobierno de Estados Unidos jugaron un papel decisivo a la hora de darles un marco de racionalidad a actos de tortura y crueldad mediante la implementación de una lógica y un razonamiento orwelianos, intimidantes y retorcidos, para autorizar algo que está absolutamente prohíbido por la ley.

    Escuche/Vea/Lea (en inglés)

BUSH CHANTAJEÓ A TRASNACIONAL DEDICADA A FABRICACIÓN DE EQUIPOS MÉDICOS

AQUIJE INFORMA, Miércoles 16 de setiembre de 2,006


Declarado por la Organización de las Naciones Unidas como "HÉROE MUNDIAL DE LA SOLIDARIDAD", él líder de la Revolución Cubana FIDEL CASTRO ha escrito el último 06 de setiembre un brillante artículo que revela el boicot sistemático al elemental tema de la salud.


Una suerte de perro del hortelano, porque EE.UU. con todo su poder no es capaz de resolver esta prioridad social, pero se dió tiempo para obstruir y amenazar a la trasnacional PHILIPS, dedicada a la fabricación de equipos médicos para incumplir un contrato con Cuba y Venezuela.


Detalles reveladores en el siguiente artículo.


Reflexiones del compañero Fidel


LA DOBLE TRAICIÓN DE LA PHILIPS

Estados Unidos es el mayor propietario de patentes en el mundo. Ha robado cerebros de todos los países, desarrollados o en desarrollo, que realizan investigaciones en numerosas esferas, desde la producción de armas de exterminio masivo hasta las de medicamentos y equipos médicos. Por ello el bloqueo económico y tecnológico no es algo que sirva solo de pretexto para culpar al imperio por las dificultades propias.

La salud pública es uno de los campos en que nuestro país avanzó más, a pesar de que Estados Unidos sustrajo casi el 50 por ciento de los médicos graduados en la única universidad de Cuba, que ascendían a más de 5 000, muchos de los cuales carecían de empleo.

En esa área se escribió una de las más hermosas páginas de cooperación internacional de la Revolución Cubana, iniciada con el grupo de médicos que se envió a la recién independizada Argelia, hace casi medio siglo. Aquella política no cesó, y en ese campo tan humano nuestro país goza de reconocimiento universal.

Nadie suponga que fue tarea fácil. Estados Unidos hizo lo posible por evitarlo. Durante el tiempo transcurrido realizó el máximo esfuerzo por sabotearla. Aplicó contra Cuba todas las variantes posibles de su criminal bloqueo económico que, más adelante, en virtud de la Ley Helms Burton, adquirió carácter extraterritorial durante la administración de Bill Clinton.

Cuando el campo socialista se derrumbó, y meses después su principal baluarte, la Unión Soviética, se desintegra, Cuba decidió seguir luchando. Ya entonces nuestro pueblo había adquirido un alto nivel de conciencia y cultura política.

En 1992, Hugo Chávez dirige el levantamiento militar contra el gobierno oligárquico burgués del pacto de Punto Fijo, que durante más de tres décadas había saqueado a la patria de Bolívar. Sufre prisión como nosotros. Visita a Cuba en 1994 y años después, con pleno apoyo de su pueblo, alcanza la presidencia e inicia la Revolución Bolivariana.

El pueblo de Venezuela, igual que el de Cuba, tuvo que enfrentar pronto la hostilidad de Estados Unidos, que programó el golpe de Estado fascista del 2002, derrotado por el pueblo y los militares revolucionarios. Meses después sobrevino el golpe petrolero, que fue el momento más difícil, en el cual brillaron de nuevo el líder, el pueblo y los militares venezolanos. Chávez y Venezuela nos brindaron toda la solidaridad en pleno Período Especial, y nosotros les brindamos la nuestra.

Ya entonces nuestro país contaba con no menos de 60 mil médicos especializados, más de 150 mil maestros experimentados y un pueblo que había escrito brillantes páginas internacionalistas. Después del golpe petrolero comenzó el río de nuestros colaboradores para los programas de educación y salud, y cooperaron con la Revolución Bolivariana en uno de los más profundos y rápidos programas sociales que se haya llevado a cabo en algún país del Tercer Mundo.

Cito estos antecedentes porque son indispensables para enjuiciar la perfidia del imperialismo, y comprender el tema que abordo hoy: la claudicación y la traición a Cuba y Venezuela de quien fuera una conocida y relativamente prestigiosa multinacional europea: la transnacional holandesa Philips, especializada en la fabricación de equipos médicos.

Sobre el tema escribí una Reflexión hace dos años, el 14 de julio de 2007, pero no quise mencionar su nombre. Tenía todavía esperanza de que rectificara.

Habíamos cooperado con el pueblo de Venezuela para crear uno de los mejores sistemas de salud. Allí han prestado sus servicios decenas de miles de médicos especializados y otros profesionales cubanos de la salud. El presidente Hugo Chávez, satisfecho con el trabajo de los primeros contingentes que viajaron a Venezuela para laborar en Barrio Adentro —un programa destinado a llevar los servicios de salud a las zonas urbanas y agrícolas más pobres del país—, en una de sus visitas a Cuba nos solicitó la creación de un programa que pudiera beneficiar a todos los sectores de la población venezolana de clase pobre, media o rica. Surgieron así los Centros Diagnósticos de Alta Tecnología; estos complementarían la tarea de los 600 Centros de Diagnóstico Integral que, como policlínicos de amplios servicios, con sus laboratorios y equipos, apoyarían a los consultorios de Barrio Adentro. Un número elevado de centros de rehabilitación asumirían la humana tarea de enfrentar cualquier tipo de incapacidad física o motora.

En virtud de esa solicitud del Presidente, adquirimos los equipos pertinentes para 27 Centros Diagnósticos de Alta Tecnología, distribuidos en los 24 Estados venezolanos, tres de los cuales por su elevada población llevan dos de ellos.

Es norma nuestra contratar siempre el equipamiento médico con las firmas más prestigiosas y avanzadas a nivel mundial. Procuramos incluso que en los suministros de los equipos más complejos participen por lo menos dos de las firmas más especializadas.

De este modo, los equipos más sofisticados y costosos de imagenología, como el Tomógrafo Computarizado Multicorte, la Resonancia Nuclear Magnética, el Ultrasonido Diagnóstico y otros similares fueron adquiridos a la firma alemana Siemens y a la holandesa Philips. Ninguna de las dos produce desde luego todos los equipos, pero sí algunos de los más complejos y sofisticados. Ambas debían competir en calidad y precio. Adquirimos medios diagnóstico de las dos firmas para Venezuela y para Cuba, donde desarrollábamos un plan similar de servicios médicos, que en los años de pleno Período Especial había recibido muy pocos recursos.

En más de 10 especialidades diferentes adquirimos equipos de ambas firmas para los servicios de los dos países. No señalaré los de la firma alemana Siemens, que cumplió sus compromisos. Me limitaré a Philips; esta suministró equipos para 12 especialidades en las que compartió con la otra firma los más importantes y costosos: 15 Tomógrafos de 40 cortes, 28 de Resonancia Magnética Nuclear de 0,23 tesla, 8 Mesas Telecomando para Urología, 37 Ultrasonidos Diagnósticos 3D, 2 Angiógrafos de Neurología, 2 Angiógrafos de Cardiología, 2 Polígrafos, 1 Cámara Gamma de doble cabezal, 3 Cámaras Gamma de simple cabezal, 250 Rayos X móviles, 1 200 Monitores no invasivos y 2 000 Monitores Desfibriladores.

En total 3 553 equipos con un valor de 72 millones 762 mil 694 dólares.

Personalmente participé en las negociaciones de estas compras con las dos firmas.

Los precios discutidos equipo por equipo implicaban importantes reducciones de precio, puesto que se compraban al contado y en cantidades elevadas, uniendo los destinados a Cuba y Venezuela. De otra forma no podrían adquirirse con la urgencia que se requerían, especialmente en ese país, dadas las necesidades acumuladas en los sectores más pobres de su población total, que rebasaba ya los 27 millones de personas.

Estaban destinados los más complejos a los Centros de Alta Tecnología, los menos complejos y abundantes a los Centros Diagnósticos de Barrio Adentro, aunque no eran los únicos a utilizar en esos centros. Casi todos se adquirieron a principios del 2006.

Enfermé gravemente a fines de julio de ese año. La Philips suministró piezas hasta fines del 2006. En el 2007 se detuvo totalmente: ni una sola fue suministrada.

En el mes de marzo de ese año se envió una representación cubana a Brasil, donde estaba la sede de la oficina principal de la firma Philips para América Latina que negoció con Cuba. Comenzaron a explicar sus dificultades. El gobierno de Bush les había exigido la información pormenorizada de los equipos suministrados a Cuba por la firma, alegando que algunos de ellos contenían programas y en ocasiones componentes de patente yanki, y la Philips había entregado la información solicitada acerca de los adquiridos a esa firma para Cuba y Venezuela. Nunca había surgido con ella el menor problema.

El jefe de la Philips en Brasil le dijo textualmente a la representación cubana: "Hay una intransigencia brutal del Gobierno de Estados Unidos en relación a las regulaciones de equipos y las solicitudes de permisos con respecto a Cuba."

"Yo sé que el problema afecta el plan del Comandante. Nuestra organización está afectada y amenazada. Todas nuestras organizaciones tienen mucho miedo". De inmediato repite: "tienen mucho miedo".

Añadieron finalmente que ellos querían cooperar y buscarían fórmulas.

A mediados de julio de 2007, en una llamada Conferencia de la Casa Blanca sobre las Américas, Bush, la Secretaria de Estado y otros líderes del Gobierno de Estados Unidos "hablaron hasta por los codos", según anunciaba la AP, sobre educación y salud. Parecía irreal. Prometían repartir salud por América Latina.

Pusieron énfasis en el Confort, un viejo portaaviones convertido, según él, en "el mayor barco hospital del mundo", que visitaría por 10 días cada país de este hemisferio al Sur de Estados Unidos. Ese era su programa de salud. Lo que no dijo es que estaba saboteando en Venezuela el programa de salud más serio que se había propuesto nunca en un país del Tercer Mundo.

A pesar de la coincidencia en fecha no quise abordar directamente en ese momento el problema de la Philips. Esta había prometido en marzo resolver el problema. Tenía todavía esperanza de que rectificara.

Me limité a escribir en esa misma Reflexión: "El problema es que Estados Unidos no puede hacer lo que hace Cuba. En cambio, presiona brutalmente a firmas productoras de excelentes equipos médicos suministrados a nuestro país, para impedir que repongan determinados programas computarizados o alguna pieza de repuesto que tienen patentes de Estados Unidos. Puedo citar casos concretos y el nombre de las firmas. Es repugnante... "

A pesar de la solemne promesa de la Philips a Cuba, transcurrió el resto del año 2007, los 12 meses del 2008 y casi la mitad del 2009 sin que una sola pieza de los equipos llegara de esa firma.

En junio de 2009, después de pagar una multa de 100 mil euros al Gobierno de Barack Obama, no muy apartado de las normas de su ilustre predecesor, la Philips se dignó comunicar que pronto suministrarían las piezas de sus equipos a Cuba.

Nadie en cambio ha resarcido a los cubanos, ni a los pacientes venezolanos de nuestros médicos de Barrio Adentro y de los que acuden a los Centros Diagnósticos de Alta Tecnología, por el daño humano ocasionado.

Como es lógico, no hemos adquirido un solo equipo más de la Philips desde la última compra a principios de 2006.

Por otro lado, hemos cooperado con Venezuela en la compra de cientos de millones de dólares de equipos médicos para su red nacional de salud, en un variado surtido de equipos sofisticados de alta tecnología procedentes de otras firmas europeas con prestigio, y también japonesas. Deseaba creer que esa firma haría un esfuerzo por cumplir.

Venezuela posee así en su red hospitalaria estatal modernísimos equipos; las más ricas clínicas privadas solo podrían adquirir algunos de ellos. Todo lo demás dependerá ahora de la eficiencia que el país pueda alcanzar en sus servicios. El Presidente de Venezuela está seriamente interesado en lograr ese objetivo. Estimo que haría muy bien si mitiga el hábito venezolano de adquirir equipos médicos norteamericanos, no por su calidad, que es buena, aunque con normas menos exigentes que las de Europa, sino por la entraña de la política de ese país, capaz de bloquear el suministro de piezas como hizo con Cuba.

Desde luego que a los Centros de Diagnóstico de Venezuela, los de Alta Tecnología y otros atendidos por nuestros médicos, hemos enviado equipos de marcas reconocidas en el mundo como las mejores en su especialidad como Siemens, Carl Zeiss, Drager, SMS, Schwind, Topcon, Nihon Kohden, Olympus y otras de Europa y Japón, algunas de las cuales se fundaron hace más de 100 años.

Ahora que la Patria de Bolívar, a la que Martí pidió servir, está más amenazada que nunca por el imperialismo, la organización, el trabajo y la eficiencia de nuestro esfuerzo deben ser mayores que nunca, y no solo en el sector de la salud, sino también en todos los campos de nuestra cooperación.

Fidel Castro Ruz

Mundo: El escándalo de los agrocarburantes en los países del Sur

Por François Houtart*

ALAI, 09 de septiembre, 2009.- La idea de extender el cultivo de los agrocarburantes en el mundo y particularmente en los países del Sur es desastrosa. Ella forma parte de una perspectiva global de solución a la crisis energética. En los próximos 50 años tendremos que cambiar de ciclo energético, pasando de la energía fósil, que es cada vez más rara, a otras fuentes de energía. En el corto plazo es más fácil de utilizar lo que es inmediatamente rentable, es decir los agrocarburantes. Esta solución, al reducirse las posibilidades de inversión y al esperar ganancias rápidas, parece la mas requerida a medida que se desarrolla la crisis financiera y económica.

Como siempre, en un proyecto capitalista, se ignora, lo que los economistas llaman, las externalidades, es decir, lo que no entra dentro del cálculo del mercado, para el caso que nos preocupa, los daños ecológicos y sociales. Para contribuir con un porcentaje entre el 25 a 30% de la demanda, a la solución de la crisis energética, se tendrá que utilizar centenas de millones de hectáreas de tierras cultivables para la producción de agroenergía en su mayor parte en el Sur, ya que el Norte no dispone suficientemente de superficie cultivable. Se tendrá, igualmente según ciertas estimaciones, que expulsar de sus tierras al menos 60 millones de campesinos. El precio de estas «externalidades» no pagado por el capital sino por la comunidad y por los individuos, es espantoso

Los agrocarburantes son producidos bajo la forma de monocultivos, destruyendo la biodiversidad y contaminando los suelos y el agua. Personalmente, he caminado kilómetros en las plantaciones del Choco, en Colombia, y no he visto ni una ave, ni una mariposa, ni un pez en los ríos, a causa del uso de grandes cantidades de productos químicos, como fertilizantes y plaguicidas. Frente a la crisis hídrica que afecta al planeta, la utilización del agua para producir etanol es irracional. En efecto, para obtener un litro de etanol, a partir del maíz, se utiliza entre 1200 y 3400 litros de agua. La caña de azúcar también necesita enormes cantidades de agua. La contaminación de los suelos y el agua llega a niveles hasta ahora nunca conocidos, creando el fenómeno de «mar muerto» en las desembocaduras de los ríos (20 Km² en las desembocadura del Missippi, en gran medida causado por la extensión del monocultivo de maíz destinado al etanol). La extensión de estas culturas acarrea una destrucción directa o indirecta (por el desplazamiento de otras actividades agrícolas y ganaderas) de los bosques y selvas que son como pozos de carbono por su capacidad de absorción.

El impacto de los agrocarburantes sobre la crisis alimentaria ha sido comprobado. No solamente su producción entra en conflicto con la producción de alimentos, en un mundo donde, según la FAO, mas de mil millones de personas sufren de hambre, sino que también ha sido un elemento importante de la especulación sobre la producción alimentaria de los años 2007 y 2008. Un informe del Banco mundial afirma que en dos años, el 85% de la aumentación de los precios de los alimentos que precipitó a mas de 100 millones de personas por debajo de la línea de pobreza ( lo que significa hambre), fué influenciado por el desarrollo de la agroenergía. Por esta razón, Jean Ziegler, durante su mandato de Relator Especial de las Naciones unidas por el Derecho a la Alimentación calificó los agrocarburantes de « crimen contra la humanidad » y su sucesor, el belga Olivier De Schutter ha pedido una moratoria de 5 años para su producción.

La extensión del monocultivo significa también la expulsión de muchos campesinos de sus tierras. En la mayoría de los casos, aquello se realiza por la estafa o la violencia. En países como Colombia e Indonesia, se recurre a las Fuerzas armadas y a los paramilitares, quienes no dudan en masacrar a los defensores recalcitrantes de sus tierras. Miles de comunidades autóctonas, en América latina, en Africa y en Asia, son desposeídas de su territorio ancestral. Decenas de millones de campesinos ya han sido desplazados, sobre todo en el Sur, en función del desarrollo de un modo productivista de la producción agrícola y de la concentración de la propiedad de la tierra. El resultado de todo esto es una urbanización salvaje y una presión migratoria tanto interna como internacional.

“Si los agrocarburantes no son una solución para el clima (…) y si ellos acarrean importantes consecuencias negativas, tanto sociales como medio ambientales, tenemos el derecho de preguntarnos porqué ellos tienen tanta preferencia.

La razón es que a corto y mediano plazo ellos aumentan de manera considerable y rápidamente la tasa de ganancia del capital. Es por esto que las empresas multinacionales del petróleo, del automóvil, de la química y del agronegocio, se interesan al sector”


Es necesario igualmente anotar que el salario de los trabajadores es bien bajo y las condiciones de trabajo generalmente infrahumanas a causa de las exigencias de productividad. La salud de los trabajadores es también afectada gravemente. Durante la sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos sobre las empresas multinacionales europeas en América latina, realizada paralelamente a la Cumbre europea-latinoaméricana, en mayo del 2008, en Lima, fueron presentados muchos casos de niños con mal formación, debido a la utilización de productos químicos en el monocultivo de plátano, soya, caña de azúcar y de palmeras.

Decir que los agrocarburantes son una solución para el clima, está igualmente a la moda. Es verdad que la combustión de los motores emite menos anhidrido carbónico en la atmosfera, pero cuando se considera el ciclo completo de la producción de la transformación y de la distribución del producto, el balance es mas atenuado. En ciertos casos, se convierte en negativo en relación a la energía fósil.

Si los agrocarburantes no son una solución para el clima, si no lo son que de una manera marginal, para mitigar la crisis energética, y si ellos acarrean importantes consecuencias negativas, tanto sociales como medio ambientales, tenemos el derecho de preguntarnos porqué ellos tienen tanta preferencia. La razón es que a corto y mediano plazo ellos aumentan de manera considerable y rápidamente la tasa de ganancia del capital. Es por esto que las empresas multinacionales del petróleo, del automóvil, de la química y del agronegocio, se interesan al sector. Ellos tienen como socios al capital financiero ( George Soros, por ejemplo), los empresarios y los latifundistas locales, herederos de la oligarquía rural.

Entonces la función real de la agroenergía, es en efecto ayudar a una parte del capital a salir de la crisis y a mantener o eventualmente aumentar su capacidad de acumulación. En efecto, el proceso agroenergético se caracteriza por una sobreexplotación del trabajo, la ignorancia de las externalidades, la transferencias de fondos públicos hacia el privado, todo aquello permitiendo ganancias rápidas, pero también una hegemonía de las compañías multinacionales y una nueva forma de dependencia del Sur con respecto al Norte, todo aquello presentado con la imagen de benefactores de la humanidad ya que producen “energía verde”. En lo que concierne a los gobiernos del Sur, ellos ven ahí una fuente de divisas útiles de mantener, entre otros, el nivel de consumo de las clases privilegiadas.

Por lo tanto, la solución es de reducir el consumo, sobretodo del Norte y de invertir en nuevas tecnologías (solar especialmente). La agroenergía no es un mal en sí y puede aportar soluciones interesantes a nivel local, a condición de respetar la biodiversidad, la calidad de los suelos y del agua, la soberanía alimentaria y la agricultura campesina, es decir, lo contrario de la lógica del capital. En Ecuador, el Presidente Correa ha tenido el coraje de detener la explotación del petróleo de la reserva natural del Yasuni. Esperemos que los gobiernos progresistas de América latina, del África y del Asia, tengan la misma firmeza. Resisitir en el Norte como en el Sur, a la presión de los poderes económicos es un problema político y ético. Por lo tanto, denunciar el escándalo de los agrocarburantes en el Sur se constituye en un deber.

* François Houtart, Ex-catedrático de la Universidad Católica de Lovaina, fundador del Centro Tricontinental y autor del libro “La Agroenergía-Solución para el clima o salida de crisis para el capital?”, Ruth Casa editorial y Ediciones Sociales La Habana, 2009

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Fuente: ALAI AMLATINA

Perú: AIDESEP pide Resolución Suprema para creación de comisión investigadora

Servindi, 15 de setiembre, 2009.- La vice presidenta de la Asociación Interétnica de la Selva Peruana (AIDSEP), Daysi Zapata, expresó su disconformidad con la Resolución Ministerial que creó la Comisión Especial para Investigar y Analizar los Sucesos de Bagua, cuya coordinación general fue asignada al profesor awajún Jesús Manacés Valverde. (Imagen: SERVINDI)


- AIDESEP pide Resolucion Suprema, 15 setiembre 2009 (2 minutos, 12 segundos. Descargar audio Mp3, dar click derecho sobre el enlace y guardar como)

A través la carta enviada al Ministerio de Agricultura, la dirigente amazónica solicitó a su titular, Adolfo de Córdova Velez, respetar el compromiso del Gobierno y ‘rectificar la resolución’.

Zapata Fasabi consideró que dicha comisión perderá funciones esenciales para el desarrollo de las investigaciones si no se crea mediante una Resolución Suprema, como se comprometieron los representantes del Ejecutivo anteriormente.

“El ofrecimiento efectuado por el Ejecutivo dentro de la Mesa Nº1 fue que la designación de los integrantes de esta mesa sería efectuado mediante Resolución Suprema”, argumenta la carta.

La lideresa Yine agregó que “existe un acta donde se consignan las funciones de la comisión investigadora. Verificamos en la resolución y esas funciones no fueron consignadas, lo cual consideramos contrario al sentido para el cual fue creada la comisión de la verdad”.

De otro lado, el premier Javier Velasquez Quesquén consideró que dicha exigencia representa una serie de “exquisiteces legales”, devaluando el sentido de la resolución suprema.

Como se recuerda, el Poder Ejecutivo -a través del Ministerio de Agricultura- resolvió formalmente la constitución de la Comisión Especial para Investigar y Analizar los Sucesos de Bagua (Amazonas) ocurridos el pasado 5 de junio.

Según la resolución, la Comisión tendrá una vigencia de 90 días, tras los que entregará el informe al presidente del Grupo Nacional de Coordinación para el Desarrollo de los Pueblos Amazónicos, encabezado por el ministro de Agricultura, Adolfo De Córdova Vélez.

Los miembros

El profesor indígena awajún Jesús Valverde Manacés, quien representa a los pueblos indígenas amazónicos, fue elegido Coordinador General de la Comisión de Investigación de los sucesos de Bagua y Utcubamba.

Los integrantes manifestaron que con esta designación, la Comisión “expresa su independencia y su visión integral e inclusiva para determinar las causas y consecuencias de orden socio cultural, económico, político y religioso que originaron los sucesos de Bagua a fin de hacer recomendaciones al Estado y la sociedad para que no se repitan”, informó AIDESEP.

El decano del Colegio de Abogados de Lima (CAL), Walter Gutiérrez participa en esta comisión investigadora como representante del Estado junto al sacerdote Ricardo Álvarez y la ex ministra de Trabajo y de la Mujer, Susana Pinilla.

Las otras representantes de las comunidades amazónicas son Pilar Mazzeti Soler (ex titular de las carteras de Salud y del Interior), la religiosa Mary Carmen Gómez Calleja.

Por parte de los gobiernos regionales, el representante es Manuel Bernales Alvarado, ex presidente del Consejo Nacional del Ambiente (CONAM).

El peligroso negocio de la manipulación climática

15-09-2009





La crisis climática se siente ya en todas partes: lluvias abundantes y fuera de temporada, mayores sequías y en lugares donde no las había, más inundaciones, fríos y calores extremos, huracanes más fuertes y en nuevas regiones, pérdida de cosechas, devastación de ecosistemas…

Ante esto, las empresas y gobiernos que han causado el cambio climático impulsan propuestas cada vez más peligrosas, como la geoingeniería o manipulación voluntaria del clima.

Casi ningún gobierno y ninguna industria se plantea cuestionar las causas del calentamiento global: la agricultura industrial (monocultivos agrícolas y de árboles, pecuaria intensiva, uso de agrotóxicos) y el cambio de uso de suelo (incluyendo deforestación, desertificación, crecimiento urbano y carreteras) son los principales factores de cambio climático, seguidos por la industria automovilística y las emisiones de gases de efecto invernadero de las grandes industrias. Pero las propuestas a la mesa son manipulaciones de mercado (como el comercio de carbono, que no reduce un ápice las emisiones pero es un jugoso negocio empresarial); aumentar los monocultivos agrícolas y de árboles (causas principales del cambio climático); y nuevos remedios tecnológicos que tampoco servirán, pero de nuevo, son un negocio para las empresas que tienen las patentes sobre ellos.

La nueva carta del poderoso lobby petrolero, químico y de agronegocios es la geoingeniería. Estas industrias, sus científicos de alquiler y el gobierno de Estados Unidos, se han dedicado por décadas a negar que había cambio climático y por tanto, no había necesidad de recortar las emisiones. Ahora cambiaron el discurso: reconocen que el cambio climático es grave y hay que tomar medidas. La solución perfecta, dicen, es la manipulación del clima a gran escala. No implica reducir emisiones, ni cambiar los patrones de producción y consumo –que ellos controlan y son su fuente de lucro–, sino hacer ingeniería climática para enfriar el planeta, que renovada todo el tiempo, permitirían incluso aumentar las emisiones, porque se contrarrestan sus eventuales efectos climáticos. La geoingeniería, agregan, es una solución de ganar-ganar: no hay que cambiar nada y crea nuevas fuentes de negocios.

Los gobiernos de las grandes potencias muestran creciente entusiasmo frente a la perspectiva de no tener que reducir emisiones en sus fuentes y ya han comenzado a desviar recursos públicos para investigación y experimentación en geoingeniería. El primero de septiembre, la Sociedad Real (Academia de Ciencias del Reino Unido) se sumó irresponsablemente al concierto, publicando un reporte elaborado por un selecto grupo de científicos –la mayoría involucrados en geoingeniería– que aunque reconoce que la geoingeniería implica riesgos, básicamente dice que se debe tomar en cuenta y aumentar su investigación y experimentación, como un plan B.

Entre las propuestas de geoingeniería está la fertilización de grandes áreas del océano con hierro o urea (para aumentar el plancton, absorber carbono y bajar la temperatura del mar), lanzar inmensas cantidades de compuestos sulfatados a la estratosfera creando una sombrilla que tape los rayos del sol, poner en órbita miles de millones de espejos que reflejen los rayos solares, manejar y desviar huracanes, inmensas plantaciones de cultivos y árboles transgénicos para agrocombustibles y sumideros de carbono, enormes parches de algas transgénicas en el mar para absorber carbono o el llamado biochar: quemar cantidades industriales de materia orgánica con pirólisis para enterrarlo en el suelo.

Cada propuesta en sí misma conlleva enormes riesgos y efectos secundarios. Por ejemplo, las partículas de sulfato en la estratosfera caerán luego a la tierra, produciendo la muerte prematura de 500 mil personas; la manipulación del mar por fertilización o algas transgénicas, desequilibra las cadenas alimentarias y los ecosistemas marinos; los espejos en el cielo serán manejados desde la Tierra –¿que tal si deciden usarlos como arma para freír algún país que moleste a quien controle las computadoras? ¿Dónde irá el reflejo si hay una caída del sistema?

Además, todas las propuestas comparten otros impactos. Para que el clima tome nota, necesariamente deben realizarse a megaescala. Una vez puestas en marcha, no hay vuelta atrás. El clima es un sistema global y no hay forma de predecir los impactos que la manipulación climática producirá en otras regiones: los países y poblaciones más vulnerables del Sur –que no contribuyen al caos climático, pero lo sufren– podrían recibir los peores impactos, con más descontrol climático y devastación de sus ecosistemas, afectando más a los pobres, campesinos, indígenas, pescadores artesanales. Tienen además un alto potencial de usos bélicos.

Los que proponen y tiene el dinero para financiar la geoingeniería son los que han causado el cambio climático. Aducen que esperar a un consenso global sobre el tema es demasiado lento para la gravedad de la crisis. ¿De dónde sacan autoridad moral para adjudicarse el control del termostato global?

Serán sólo experimentos dice la Sociedad Real. Salvo para quien sufra los impactos, que será una cruda realidad. La geoingeniería no solucionará nada y aumentará el problema. Lo único razonable es una prohibición global que impida a los nuevos señores del clima experimentar con todo y todos los demás.

*Investigadora del Grupo ETC

Laboratorios que compran el silencio y peligrosidad de ciertos fármacos

Por: Miguel Jara

Hace algunos días supimos de una nueva compra de silencio por parte de un gran laboratorio farmacéutico. Quien vendió la posibilidad de no encarar juicios por malas prácticas en la promoción de fármacos fue el gobierno de Estados Unidos, en concreto su Departamento de Justicia. Quien aceptó el negocio fue el laboratorio que más factura en el mundo, Pfizer. Resulta paradójico que en esta ocasión Pfizer haya pagado la “multa” por animar a la receta de uno de sus medicamentos Bextra (valdecoxib) para usos ilegales, algo que ya hemos comentado que al menos en España hace con su fármaco Neurontin, pero no por los graves efectos adversos que podía provocar el potingue en cuestión.

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Es costumbre en el sector que cuando un laboratorio ha creado los suficientes problemas como para enfrentar la Justicia el primero prefiera llegar a un acuerdo que llegar a los tribunales. Con dos objetivos: primero, por alta que sea la cifra a pagar suele ser menor que la que deberían asumir en caso de celebrarse los juicios. Segundo, salir una vez en la prensa por motivos que socavan con tanta claridad la imagen de una empresa es menos malo que exponerse a ser “percha informativa” de los periodistas durante los muchos meses que, de celebrarse, dura un pleito de estas características.

Bueno pues cumplidos sus objetivos lo que no debe de pasar desapercibido es que el citado Bextra es un preparado de la familia de los coxib, un grupo de medicamentos modernos muy conocidos entre médicos, y sobre todo farmacéuticos y farmacólogos, por ser especialmente peligrosos para la salud. Bextra estaba retirado de las farmacias estadounidenses. En 2004, el laboratorio Merck retiró “voluntariamente” su antiartrítico Vioxx (rofecoxib). Es muy difícil entender porqué si se demostró que Vioxx podía causar infartos de corazón y cerebrales en sus consumidores, como así fue en cientos de miles de personas con los resultados funestos que pueden imaginar, han continuado vendiéndose en las farmacias varios medicamentos con el mismo principio activo, caso de Bextra. Aún hay más: Pfizer oferta en la actualidad otro fármaco de la misma familia que Bextra o Vioxx, retirados, como escribo, el Celebrex (celecoxib) sin que se entienda por qué dentro de un mismo grupo de medicamentos unos se prohiben y otros no ¿no contienen el mismo principio activo? Si alguien sabe explicarlo que avise.

Merck sabía que vendía un fármaco mortal. Había llegado a esta conclusión tras realizar el ensayo APROVe, siglas en inglés de Prevención de Pólipo Adenomatoso con Vioxx, pero ocultó a la FDA esos trabajos para poder comercializarlo (las agencias del medicamento, como la estadounidense o la europea, aunque parezca mentira no realizan estudios independientes sobre los fármacos para los que los laboratorios les solicitan licencia, se limitan a revisar la documentación sobre dichos medicamentos que les presentan los fabricantes). Pero Merck también compró el silencio de sus demandantes por 3.400 millones de euros.

Más info: El libro Traficantes de salud: Cómo nos venden medicamentos peligrosos y juegan con la enfermedad contiene capítulos específicos sobre el caso Vioxx, Pfizer o Merck, entre otros asuntos relacionados.

Washington expande usurpación militar al Perú

15-09-2009




Mientras Uribe-Bush-Obama y la UNASUR negocian todavía en Quito la usurpación militar del espacio andino, Washington ya está dando el siguiente paso: la ocupación militar del Perú. En palabras del ministro de Defensa peruano, Rafael Rey: “En el Perú, la colaboración de los norteamericanos para la lucha contra el narcotráfico es muy positiva, y lamentablemente no contamos con la ayuda norteamericana para la lucha antisubversiva, que ahora se encuentra mezclada con el narcotráfico en la zona del VRAE”; el estratégico Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE).

Las palabras del funcionario, pronunciadas en una radio local, revelan el proyecto de Washington-Alan García, de expandir el Plan Colombia al corazón del Perú, cerca de la Amazonia brasileña y de la frontera con Bolivia. Rey, a cuyo juicio las bases militares de Washington en Colombia no significan “una amenaza para la región”, quiere la presencia de militares y bases estadounidenses en esa zona para una gran ofensiva de contrainsurgencia, antes de las elecciones peruanas del 2012.

Durante la guerra del Estado contra Sendero Luminoso, el VRAE se había convertido en una zona estratégica escogida por los senderistas. Sin embargo, sus represivos métodos polpotianos fueron pronto rechazados por los pequeños campesinos cocaleros que se organizaron en rondas de autodefensa. Armadas en parte por el Estado, en parte desde otras fuentes, esas rondas campesinas derrotaron a los senderistas. El gobierno adoptó el modelo y lo replicó en otras partes del país, lo que, junto con la intervención estadounidense en la contrainsurgencia y la fuerte campaña de terrorismo de Estado bajo Fujimori-Montesinos, llevó al pronto colapso del senderismo.

Con la derrota de Sendero, las organizaciones de autodefensa armada de los campesinos en el Valle de los Ríos Apurímac y Ene, quedaron latentes, pero, su status político ha cambiado desde entonces. Si ayer fueron aliados del oficialismo, hoy día son declarados enemigos del Estado (narcoterroristas), tal como dice Rey. Y, la opción que les plantea Lima es, abandonar la producción de la coca y entregar las armas que les quedan de los ochenta, o ser aniquilados al estilo del Plan Colombia.

La finalidad del proyecto García-Washington es doble: a) crear condiciones políticas-militares represivas que garanticen que el ascenso del movimiento de masas peruanas no lleve a un candidato presidencial popular al poder, sino a una figura oligárquica; b) facilitar que el expansionismo militar monroeista pueda llegar al Cono Sur.

La ejecución del proyecto comenzó en el 2008 con el llamado Plan de operaciones Excelencia 777, que militarmente tiende a la recuperación de la zona de Vizcatán y políticamente a la preparación psicológica de la sociedad peruana de que será necesario recortar ciertas libertades políticas para derrotar a los “narcoterroristas”. El reciente derribamiento de un helicóptero ruso MI-17 por los senderistas fue un importante catalizador en esta campaña.

Para la población campesina del VRAE, el dilema es diabólico. Si dejan de producir la coca, pierden su medio de subsistencia. Si se enfrentan al gobierno militarmente, se exponen a una campaña de terrorismo de Estado como la que ejecutó Washington vía Fujimori-Montesinos en su momento y que ahora se aplicaría con mejor tecnología y mayor participación del Comando Sur, tal como sucede en Colombia.

Ante este dilema, la salvación de la gente sólo puede ser política. Necesitan un gran frente nacional unido que puede llevar un candidato popular y responsable a la presidencia peruana en las elecciones del 2012. En lo inmediato, deberían buscar el apoyo de los presidentes latinoamericanos progresistas y, por supuesto, de los movimientos sociales e intelectuales críticos de la Patria Grande, para que hagan valer su influencia en las nacientes estructuras del Estado sudamericano.

La terrible amenaza de una nueva guerra sangrienta reaccionaria en el corazón del Perú nace de la agenda hemisférica del imperio y de sus oligarquías. Por eso, el diabólico plan de Washington y Lima solo puede ser parado a nivel hemisférico.

¿Qué es ser progresista?

15-09-2009

Página 12


¿Cuál es la línea que divide a heterodoxos y ortodoxos? ¿Cómo calificar a un economista enrolado en el primer grupo, pero que al mismo tiempo pide acordar con el Fondo y ajustar tarifas? Los especialistas consultados dan su visión sobre el tema. Producción: Tomás Lukin

Luchar contra la desigualdad

Daniel Kostzer

Si en los años ’60-’70 se interrogaba a alguien acerca de qué era ser progresista en lo económico, no quedaban dudas: promover la propiedad social de los medios de producción, sea ésta mediante la utilización de figuras como las cooperativas o por parte del Estado. Cualquier intento de consolidación de la propiedad privada en este sentido era visto como retardatario de un proceso histórico casi lineal. Se podía debatir el papel de las empresas públicas, de los impuestos, de las empresas mixtas, pero quedaba claro dónde y hacia dónde marchaba el progresismo.

A la feroz represión de las dictaduras de todo el continente de esos años se suman las crecientes fisuras que mostraba el socialismo realmente existente en el Este, como cuestionadores de la viabilidad del modelo que se defendía desde el progresismo. La caída del Muro de Berlín termina ese proceso con la aparición del denominado discurso único, o el modelo neoliberal, o el Consenso de Washington, como expresiones de los tiempos que se venían: los tiempos de los mercados, los tiempos del precio correcto, sin intromisiones.

Dentro de ese marco, la defensa de la intervención estatal, de las regulaciones a los monopolios y de los sistemas de protección social parecían la trinchera de la resistencia a un modelo que parecía imparable. Cuestionar las recetas únicas del FMI y del BM, verdaderos decálogos del sistema, se convertían en eje de la misma.

La crisis en nuestro país, pero en especial la global que se empezó a desencadenar a fines del 2007, dio la razón a aquellos que mostraban que las restricciones al modelo de apertura y desregulación estaban en la naturaleza misma del sistema capitalista y aparecieron las recetas para superarla evitando una destrucción mayor del mismo.

Dentro de este contexto histórico, ¿qué constituiría un pensamiento progresista? Obviamente no la regulación del sistema financiero, que es promovida por todos, así como la asistencia directa a las entidades y firmas en peligro de quiebra, o inclusive la nacionalización (estatización) de las mismas para evitar el daño que tamañas caídas provocarían. Estos puntos son casi consensos globales.

Esto abre la puerta para cualquier tipo de inversión-intervención pública, orientada a sostener los niveles de actividad económica a costa de transferencias desde el sector público a esos segmentos de la economía global.

Los paquetes de estímulo no son vistos como distorsivos de los mercados y la intervención del Estado con subsidios de desempleo, compensaciones a las personas y empresas para mantener el empleo ya no son rigideces que afectan la eficiencia productiva.

Políticas de contención social, que protejan a los más vulnerables en este proceso tampoco, son discurso exclusivo de los más progresistas, hasta los sectores más concentrados de la economía defienden políticas más o menos masivas o universales para evitar que la debacle continúe.

¿Se robaron las banderas? En algunos casos sí, como suele suceder cada vez que hay una crisis profunda y la gente debe concurrir en ayuda del capital. Socializan las pérdidas y privatizan las ganancias, como se dice habitualmente.

Hoy ser progresista, en mi humilde opinión, pasa por apuntar y fortalecer cambios profundos y estructurales en lo que representa la principal limitación a un modelo de crecimiento sostenido y es la exclusión social y la inequidad entre personas, clases, regiones, etc. No se puede pensar en un futuro conjunto como país si, aunque se reduzca la pobreza, no se reduce la desigualdad que mata las expectativas, en particular de los más jóvenes, si no se reconstruye la ilusión de una construcción social que provea ciudadanía.

Progresismo es garantizar como derecho ciudadano el acceso al mercado de trabajo a todos los que quieran hacerlo. No por la moralina de “enseñar a pescar”, sino por su carácter estructurador de la sociedad. En definitiva el mercado de trabajo, en casi todas las sociedades, es la polea de transmisión que vincula la estructura y la coyuntura económica, el patrón de crecimiento, la inserción internacional, con el bienestar de los hogares, definiendo los niveles de equidad y de pobreza de las sociedades. Instituciones que garanticen el derecho de trabajar son imprescindibles.

Progresismo es reducir la diferencia que existe entre los más ricos y los más pobres incorporando a todos a un proyecto de país inclusivo donde los intereses de todas las partes sean compatibilizados. Progresismo es que la gestión del Estado no ignore a nadie, conceda derechos y no favores pero, fundamentalmente, consigne ciudadanía a través de la potenciación de la autogestión de la población en aras del desarrollo humano en sus múltiples dimensiones.

Estos objetivos pueden requerir medidas del más variado tenor. Muchas de ellas aparentemente neutras o desteñidas de color ideológico, pero sin lugar a dudas se pueden evaluar y medir poniendo al desarrollo humano en su sentido más amplio, en el centro de las decisiones políticas, sociales y económicas.

* Docente FCE-UBA.


Rechazar el discurso mercadista

Ricardo Aronskind

En otras latitudes, los progresistas deberían estar ocupándose en construir una sociedad más equitativa sobre las bases productivas creadas por el desarrollo capitalista. Pero, ¿qué ocurre cuando el sistema de mercado no ha creado bases productivas que permitan garantizar una vida digna e ingresos decorosos para todos los habitantes? En el caso argentino, ser progresista obliga a encarar tanto los temas distributivos como los de la producción.

El centro conceptual que nos permite integrar ambas dimensiones es que son las personas la fuerza productiva decisiva, no las cosas; potenciar el bienestar humano es al mismo tiempo generar mayores capacidades de progreso material y social. Ser progresista es también rechazar el discurso mercadista, que supedita el destino de pueblos y naciones a los caprichos de las multinacionales y al azar de los casinos financieros globalizados. Ser progresista es luchar para que el comando de la economía vuelva a estar en manos de la población, o sea, acercarnos a una forma profunda de realizar la democracia.

No se puede ser progresista sin retomar el impulso transformador perdido en las últimas décadas, cuestionando la idea instalada de que mejoras sustanciales en la vida de la población podrán verse –quizás– en las próximas décadas.

Para traducir estas líneas en propuestas concretas, en el terreno de la producción, en Argentina, deberíamos minimizar las posibilidades de ganar dinero fácil mediante el acceso a prebendas, regulaciones o subsidios públicos. Nos referimos al rentismo parasitario que ha asolado el país desde los tiempos de Martínez de Hoz.

Al contrario, deberíamos darle impulso a toda la capacidad de creación e innovación que se desperdicia debido a la ausencia de un empresariado dinámico o de adecuado apoyo estatal. Ejemplos reales: la profesora de Neuquén que desarrolló junto con sus alumnos un alimento balanceado a base de vegetales de la zona, el joven de Morón que desarrolló un programa informático útil y baratísimo, el mecánico de Tandil que inventó un tipo novedoso de cosechadora de papas, el diseñador industrial emigrado que crea elegantes objetos de cocina para una empresa italiana... Talentos que no encontraron eco en nuestra estructura productiva y que podrían generar miles de puestos de trabajo interesantes y calificados.

Este cambio en el sistema de premios y castigos permitiría mejorar el perfil productivo y la capacidad de retener riqueza en el interior de nuestra economía.

En el terreno de la distribución también hay mejoras concretas al alcance de la mano. En el Plan Fénix (UBA) se ha realizado un estudio que indica que con el 0,9 por ciento del PBI se podría eliminar la indigencia y avanzar en reducir la pobreza. Cálculos adicionales permiten estimar que con poco más del 2 por ciento estaríamos en condiciones de garantizar que toda la población esté arriba de la línea de pobreza. Son relativamente pocos recursos, para un logro gigantesco. Recursos menores que la evasión impositiva actual.

Un Plan de Reconstrucción Social, para modificar la situación de más de un millón de niños y jóvenes que no trabajan ni estudian, sacándolos del pozo económico-social-cultural en el que se encuentran, implicaría la movilización de miles de profesionales calificados de los que disponemos. ¿Cuánto vale, en términos del futuro de nuestra sociedad, invertir en esto?

Vivienda: ¿Por qué resignarse a convivir indefinidamente con las viviendas precarias y todos los males que conllevan? ¿Por qué no establecer un programa de reemplazarlas por viviendas decentes en cuatro años aprovechando el saber acumulado en las universidades públicas y en diversas entidades que han construido viviendas dignas y de bajo costo?

Es indudable que el liderazgo para encarar estas soluciones debe asumirlo el sector público. Estamos hablando de un instrumento que hoy no tenemos: un Estado inteligente, autónomo, capaz de intervenir eficazmente. Un Estado dotado de recursos para impulsar el desarrollo y proveer de un horizonte macroeconómico previsible al país. No hay magia: la forma de contar con un Estado eficiente es fortalecer las estructuras y capacidades públicas para analizar, planificar, evaluar y aprender. Y hacer cumplir la ley.

Ese Estado sí podrá lograr ciertas metas centrales: garantizar el control nacional de los recursos estratégicos, provocar una sinergia entre las políticas públicas y el sistema científico y tecnológico, impulsar una economía diversificada que recupere el talento local, cerrar las oportunidades de ganar rentas a costa del bolsillo de la población, cobrar impuestos como corresponde y destinarlos a cerrar la brecha social y tecnológica.

Si el progresismo evita la trampa de asumirse como el rostro humano del neoliberalismo, tendrá por delante una agenda repleta de estimulantes desafíos y contará con un discurso desde el cual volver a entusiasmar a quienes debería destinar su mensaje.

* Economista UNGS-UBA.