Debo una explicaciĂłn a mis electores por la renuncia a la ComisiĂłn
Investigadora del gobierno de Alan GarcĂa PĂŠrez. ¿Personalismo,
autoproclamaciĂłn frustrada, boicot, silencios decisivos? La campaĂąa de
Gana PerĂş (GP) fue clara. Humala asumiĂł que “la honestidad hace la
diferencia”, planteĂł declarar la imprescriptibilidad de la persecuciĂłn
penal de los delitos de corrupciĂłn, la muerte civil de los sentenciados,
y propuso institucionalizar una suerte de “juicio de residencia” (como a
los virreyes), al que habrĂan de someterse los presidentes al finalizar
su periodo, ante el nuevo Congreso. Eso prometimos al paĂs. Yo me
comprometĂ a investigar los faenones, que GarcĂa hizo famosos, y buscar
se sancione a los responsables.
GP tenĂa clara su diferencia con el aprofujimontesinismo. Por un
lado, cumplir la palabra empeĂąada: desde terminar con el abuso de la
tarifa telefĂłnica o de los services y contratas, hasta aumentar el
salario mĂnimo y establecer el impuesto a las sobreganancias mineras.
GarcĂa incumpliĂł, Humala cumplirĂa. Por otro lado, estaba devolverle
ĂŠtica a la polĂtica. El alanismo hizo famosos los “faenones” impunes. El
paĂs estaba sediento de justicia y cambios. Los corruptos a la cĂĄrcel,
se coreaba en los mĂtines. Yo compartĂa esa indignaciĂłn mayoritaria,
expresada en la debacle electoral aprista posterior. SabĂa que la
maestrĂa recibida del gran Carlos Malpica y la experiencia en anteriores
comisiones me permitirĂan aportar a cumplir el anhelo nacional. RegresĂŠ
a la escena electoral y al Congreso por una fuerte presiĂłn para retomar
una funciĂłn fiscalizadora a la que abdicĂł el anterior Congreso. La
gente recordaba la investigaciĂłn de la corrupciĂłn fujimorista que
permitiĂł facilitar su procesamiento y condena.
En la bancada propuse asumir el tema. Se presentĂł la mociĂłn creando
la ComisiĂłn Investigadora, junto con otros sectores anticorrupciĂłn. Se
aprobĂł el 15/9, y quedĂł pendiente nombrar sus miembros y su presidencia.
La Ăşnica declaraciĂłn del presidente Humala, casi inmediata, fue que
esperaba que esta no se convirtiera en una telenovela interminable, tipo
“Al fondo hay sitio”, mĂĄs que relievar la significaciĂłn de recuperar la
funciĂłn fiscalizadora del Congreso. El 17, AbugattĂĄs declarĂł que no
habrĂa cacerĂa de brujas.
El presidente del Congreso declarĂł el 25/9 en La RepĂşblica: “Diez
Canseco no es el candidato”. Pero los miembros de la ComisiĂłn reciĂŠn se
nombraron el 13/10, luego de dos sesiones en las no estuve en el debate y
votaciĂłn. Fui nominado. Y OtĂĄrola, vocero de GP y colegas de partidos
aliados, como PerĂş Posible o AP, me propusieron la presidencia. IndiquĂŠ
estar dispuesto a tan exigente tarea, pensando que la propuesta del
vocero indicaba una definiciĂłn. DĂas despuĂŠs, un oficio de la OficialĂa
Mayor me ponĂa primero de los nombrados, uso parlamentario para
designar al presidente. Lo consultĂŠ con el presidente, quien confirmĂł un
acuerdo.
De inmediato arrancĂł una nefasta campaĂąa, ya desatada la denuncia
contra Chehade que obligaba a su retiro, contra mi presidencia. No solo
la obvia, del aprofujimorismo y el delegado de PPK, sino la sorprendente
suma de Lescano al coro: “Se pretende autoproclamar”, “No aceptaremos
imposiciĂłn de GP”. Entonces pedĂ que la presidencia la vote el Pleno
para darle transparencia y estabilidad a tamaĂąa tarea, pero… nada. Y el
sustituto de Chehade declarĂł, segĂşn El Comercio, que GP no habĂa
planteado la presidencia. A buen entendedor, pocas palabras.
El objetivo era llevar la ComisiĂłn a una crisis en su instalaciĂłn y
deslegitimarla, mĂĄs allĂĄ de cualquier maltrato personal. Hubiera sido un
absurdo someterse a esa maniobra frente a una responsabilidad de esa
envergadura. RenunciĂŠ irrevocablemente. El presidente Humala ha dicho
que “es una decisiĂłn propia de ĂŠl (JDC). Ni buena ni mala”. Hoy muchos
lo lamentan, pero confirmo: el Pleno debiĂł decidir. Un asunto de esta
trascendencia no puede tratarse asĂ. Espero sea elegido Sergio Tejada
presidente y que su juventud y honestidad logren abrir las puertas a la
justicia que el paĂs exige. Lo apoyarĂŠ en todo lo que pueda y, desde mi
escaĂąo, continuarĂŠ en la tarea de fiscalizar.