SPAN.firstcap { font-size:250%; font-weight:bold; color:#000000; float:left; line-height:30px; width:0.75em; }

MANUEL CABRERA HA MUERTO PARA NO MORIR

Sábado, 22 de agosto de 2,009
ICA -PERÚ.
Falleció en Ica Manuel Cabrera,mas conocido como "Pata de Cabra" o "El Mono" el compañero de Alaín Elías y Javier Heraud el gran poeta de la gesta del ELN Ejército de Liberación Nacional, asesinado en Madre de Dios en Mayo de 1963.
Vencido el guerrillero dejó de soñar como no había dejado de hacerlo nunca. Había al final de su vida enarbolado las banderas del Movimiento Nueva Izquierda y era cotidiano verlo en las jornadas del 2006 acompañando al c. Moreno por los mercados, por las calles de Ica, con su infaltable boína a lo ché, sin soltar bandera, sin arriarla, incansable a pesar de su grave enfermedad, acompañado siempre por su igualmente incansable compañera.
Como olvidar esa suerte de momento mágico en el acto de celebración del 79 aniversario del partido, en que le brotaron las lágrimas al escuchar "PALABRA DE GUERRILLERO" recitada por Victor Hugo Paco Castillo de 7 años de edad. Manuel corrió a abrazarlo al finalizar y todos sentimos allí que Manuel era un hombre que nunca dejó de pensar que lo que hizo estaba bien. Que al final de su existencia no se atormentó recriminándose quizás por no dejar nada material a sus hijas. Que si pudiera lo volvería a hacer y volvería a vivir la vida que vivió y a servir a la causa que sirvió, la causa de "la alegría, de la patria, del amor", la lucha por un mundo mejor.
Probablemente habría sentido Manuel como Heraud, que no podía "vivir sin servir a su pueblo" al escribir su carta de despedida luego de volver de Cuba con Alaín y pata de cabra:

Nov 62. La Habana. Cuba.
Querida madre:
No sé cuándo podrás leer esta carta. Si la lees quiere decir que algo ha sucedido en la Sierra y que ya no podré saludarte y abrazarte como siempre. ¡Si supieras cuánto te amo!, ¡Si supieras que ahora que me dispongo a salir de Cuba para entrar en mi patria y abrir un frente guerrillero pienso más que nunca en ti, en mi padre, en mis hermanos tan queridos!
Voy a la guerra por la alegría, por mi patria, por el amor que te tengo, por todo en fin. No me guardes rencor si algo me pasa. Yo hubiese querido vivir para agradecerte lo que has hecho por mí, pero no podría vivir sin servir a mi pueblo y a mi patria. Eso tú bien lo sabes, y tú me criaste honrado y justo, amante de la verdad, de la justicia.
Porque sé que mi patria cambiará, sé que tú también te hallarás dichosa y feliz, en compañía de mi padre amado y de mis hermanos. Y que mi vacío se llenará pronto con la alegría y la esperanza de la patria.
Te besa
Tu hijo
Javier


Manuel no podremos abrazarte otra vez, pero nos seguirás dando entusiasmo, ese que desplegaste siendo Presidente de la Casa de la Amistad Perú Cuba, porque no dejarás un vacío. Ese se llenará con la alegría y la esperanza, porque " el cielo es nuestro, nuestro el pan de cada día, hemos sembrado y cosechado el trigo y la tierra, y el trigo y la tierra son nuestros, y para siempre nos pertenecen el mar, las montañas y los pájaros."

EL ESPELUZNANTE TESTIMONIO DE ROLANDO ECHARRY

Testimonio

La verdad oculta sobre el caso El Frontón

(1) Giampietri tiene responsabilidad penal, según el testigo. (2) La isla El Frontón, escenario del salvajismo. (3) El Pabellón Azul, antes que lo bombardearan.

“Mientras me retorcía en el suelo por el dolor en mis genitales, apareció Luis Giampietri y, como me encontraba a un costado de la puerta, empezó a patearme en la cara y en la cabeza”

“A lo lejos, entre disparo y disparo a órdenes del jefe de esta acción, Luis Giampietri, las paredes del pabellón Azul fueron voladas con lanzacohetes y se hizo un boquete con la explosión”
Rolando, de 46 años, estudiante de arqueología, actualmente en el exilio, narró su verdad. No sabemos los sentimientos encontrados que tiene por su vida política e ideológica; sin embargo, podemos notar la desolación en su resquebrajada voz y después de una breve plática, a modo de introducción, no espera la pregunta y empieza su relato…

“El 2 de diciembre de 1981 fui intervenido en mi domicilio por la Policía Técnica, lo que anteriormente se llamaba PIP, acusado de ser miembro de Sendero Luminoso, por lo tanto terrorista, y fui llevado a sus instalaciones donde me tuvieron detenido quince días. Durante ese tiempo, me golpeaban en la nuca y en la boca del estómago, obligándome a aceptar todo tipo de culpabilidad en el accionar sedicioso y mencionando apelativos de sujetos desconocidos para mí. Ante mi negativa, me pasaban electricidad por mis genitales. Después me llevaron al penal de Qenqoro, donde me torturaron durante los meses que me mantuvieron ahí hasta ser trasladado al penal de El Frontón, en el que pasé cuatro años encerrado hasta que pasó lo que pasó con la Marina. Cuando me acuerdo siento punzadas en mis piernas torturadas”.

- Usted fue específicamente detenido por terrorismo. ¿Hubo una investigación profunda que contara con pruebas de su participación en esa organización, o sólo fueron indicios?
-Pues me acusaron de pertenecer a Sendero Luminoso, sin que existan pruebas de ello. Nunca, jamás tuve participación en esa organización, pero era mi palabra contra la de la policía y lo que ellos decían era así y nadie podía contradecirlos. En la cárcel de Qenqoro estuve hasta noviembre del año 1982, cuando me trasladan con otros presos en un búfalo de la FAP, respondiendo esto al plan de concentración del gobierno de Fernando Belaunde. Es decir, todos los que estábamos presos acusados de ser terroristas deberíamos ser trasladados a nivel nacional al penal de El Frontón.

El 14 de noviembre llegué a la carceleta judicial y el 20 me llevan al penal, ingresando al pabellón Azul, previa golpiza… éramos 30 presos acusados de terrorismo y no sólo nosotros fuimos víctimas de abuso, también nuestros familiares. Sabe, organizaban planes de aniquilamiento en nuestro pabellón, primero aparecieron dos presos envenenados, luego dos con disparos de balas hechos por los guardias republicanos y diversos heridos… y eso no es imaginación como argumentaron en su defensa los implicados, todo lo que le digo consta en las fichas forenses y las denuncias hechas por presos y familiares. Como denunciábamos todos estos abusos llegaron hasta el punto de recortarnos el agua durante seis meses, ¿sabe Ud. lo que eso significa para gente que vive en condiciones denigrantes?, sin embargo lo aguantamos. Entonces pasaron a recortarnos la visita y hostigar a nuestros familiares, eso significaba recortar los alimentos que nos traían y que preparábamos nosotros mismos aunque sea solo camote y ají amarillo, porque los republicanos solo nos daban cebo con agua.

El 4 de octubre de 1985 se suscita la matanza en Lurigancho donde mueren quemados 35 presos en el Pabellón Británico. Como duró todo el día el asalto a ese penal, ya no tuvieron tiempo para ir al Frontón, además de que la opinión pública estaba al tanto de lo que sucedía y no querían complicarse con otro asalto. Nunca cesaron los hostigamientos a nuestros familiares y lo peor fue que la Republicana permitió el ingreso de gente de inteligencia de la Marina, que cometieron torturas con los presos, incluso dos de ellos perdieron la vida y lo pasaron como que murieron en una reyerta.

-Estas torturas ¿fueron denunciadas ante las autoridades?, ¿existe prueba de ello?
-Mucho más que pruebas de hostigamiento, abusos y torturas, existen fichas forenses de los muertos. Por todo esto presentamos denuncias, Hábeas Corpus; sin embargo, nunca fueron aceptadas. Al contrario, argumentaban que sólo eran para llamar la atención.

-¿Cómo ocurre la incursión de la Marina en El Frontón?
-Los días 18 y 19 de junio de 1986, justo cuando se efectuaba un congreso en Lima de la ­nternacional Socialista, los presos del pabellón azul buscaban el cese de las torturas, amenazas y una investigación respecto a la masacre de Lurigancho, porque se conoció que la Internacional se había comprometido con Alan García para intervenir los tres penales, Santa Bárbara, Frontón y Lurigancho, en una lucha conjunta por la defensa de la vida de los presos políticos. Ya con el antecedente del 85 y la negativa de las autoridades, los presos del pabellón Azul, con la finalidad de ser escuchados, tomamos tres republicanos de rehenes y nos encerramos todo el medio día, hasta que llegó la Comisión de Paz, que con un megáfono trataba de disuadir los reclamos y pedían que nos rindamos. Todos estábamos en el interior del pabellón y, a pesar de la seguridad, logramos entregar un documento con once puntos y solicitamos la presencia de abogados y periodistas como veedores de las negociaciones.

Pero mientras nos mantenían entretenidos con las negociaciones, la Marina de Guerra estaba trayendo en helicópteros tropas que las bajaban en medio del cerro, en la canchita de fútbol, y bajaban los oficiales camuflados con chalecos antibalas y luego los de la FOES. Cuando ya habían terminado de bajar los de la Marina, la Comisión de Paz se retiró diciéndonos que analizarían nuestros reclamos y comprometiéndose en la defensa al derecho de vida.

Ahí nos dimos cuenta de lo que se nos venía encima. Tarde fue nuestra reacción. A las 5.30 p.m. aproximadamente ya la Marina se encontraba dentro del penal, habían ingresado por los baños, algunos presos corrían desesperados buscando en vano ocultarse en algún lugar que los proteja de las balas, otros se arrodillaban en las esquinas y lloraban como niños desvalidos, no faltó uno por ahí que con gritos y lisuras quiso imponer dureza ante lo que se avecinaba, mientras que yo que me encontraba apostado en una ventana cuya visión daba a los baños, miraba atontado como los marinos preparaban y elevaban sus FAL. Casi a las 6.00 p.m. un compañero conocido como Tulich Morales apretaba sus manos en los barrotes de las ventanas mientras gritaba desesperado pidiendo que no nos mataran… fue el primero en caer con los primeros disparos, ocho balas le cercenaron la mano y le quitaron los gritos de auxilio de su boca, a pocos metros cayó otro preso. No sabíamos donde correr, tratábamos de protegernos con lo que podíamos y detrás de las paredes, así siguieron los disparos hasta las 8.00 p.m. No sé como nadie se alocó con la desesperación, cuando pensamos que los disparos habían cesado un ruido fuerte nos hizo saltar en simultáneo porque vimos como voló la parte posterior del pabellón abriéndose un boquete que permitió que el segundo piso se viniera abajo aplastando cuatro presos, y los que cayeron del piso de arriba con la explosión, unos se metieron abajo y otros salvaron en la rampa hecha con el techo caído.

Los que quedaron arriba corrieron a los baños para protegerse, mientras los marinos se ponían en línea y empezaban a disparar, algunos presos defienden la parte del boquete lanzando restos de ladrillos, mientras que otros traían cilindros de agua y catres para bloquear la parte caída del techo; el pabellón parecía vacío y los marinos empezaron a rampar en su afán de tomarlo y para eso iluminaron el interior apuntando con sus fal, yo me encontraba escondido con otros cinco detrás de una pared, pudimos ver a Mantilla parado en el tanque de agua, protegido con un chaleco antibalas de color mostaza, cafarena color ocre y su casco color del chaleco, pero no solo lo vi yo, también lo vieron los demás presos porque empezaron a gritar que ahí está Mantilla (Agustín) y lo insultaban, llamándolo “asesino”.

A las 10.00 p.m los marinos, impotentes por no poder tomar el pabellón, lanzaron gases hacia el segundo piso donde estaban los presos en los baños y la cocina. Todo se llenó de gas y aprovecharon los de la Marina para subir por la rampa y apostarse en espera que los compañeros salgan a retomar el pabellón una vez disipado el gas; cuando salen de los baños y la cocina los esperaba una ráfaga de balas donde caen siete. Los demás prefieren retroceder y quedarse ahí, luego la Marina baja la rampa para seguir atacando el primer piso, donde nuestros compañeros muertos nos sirvieron de escudos, no sé cuantos murieron, solo los veía regados en el piso, unos con la cabeza reventada y otros hasta desfigurados por la balas. A lo lejos entre disparo y disparo a órdenes del jefe de esta acción, Luis Giampietri, las paredes del pabellón Azul fueron voladas con lanzacohetes y se hizo un boquete con la explosión donde mueren tres presos más. A esos sí los vi caer, porque entre ellos estaba mi coacusado Óscar Chullunqui Prada, con el cráneo destrozado en el lado derecho. Por el boquete abierto en la pared meten un cañón y comienzan a disparar al techo de la cocina del segundo piso, donde ya estábamos hacinados la gran mayoría. La balacera fue hasta las 3.00 de la madrugada, hora en que hacen el relevo de Luis Giampietri a (Juan) Vega Llona.

En ese lapso siguen disparando con el cañón y logran hacer un forado en el techo, la desesperación hizo que abriéramos un boquete por la pared de la cocina que da al pasadizo, pero antes de que logremos pasar al otro lado un disparo de cañón entró y mató a ocho. Yo y otros presos solo nos tiramos al suelo. Después quisimos pasar, pero el cuerpo destrozado de un joven puneño de sólo 17 años -¿se da cuenta? solo tenía 17 años y estaba preso por que dicen era terrorista-, impedía el ingreso por el boquete por lo cual lo jalamos para poder entrar, al no conseguirlo un grupo de quince presos aproximadamente intentaron retomar la cocina pero se encontraron en la puerta con las balas asesinas que los mataron a mansalva. Para ese momento ya habían cercado todo el pabellón Azul y disparaban a matar hacia la cocina donde nos replegamos casi todos.

-¿Durante toda la balacera estuvieron presentes Agustín Mantilla y Luis Giampietri?
-Claro, a Mantilla no sólo lo vi yo, lo vieron todos los presos, protegido con chaleco y escoltado por algunos marinos en el tanque de agua. Y a Giampietri también, luego le narro cómo.

Las horas se nos hacían interminables, cada disparo era un segundo menos de vida que nos quedaba y también un preso menos. Entre las 6.00 y 11.00 de la mañana, como consigna de culminación y bajo la órdenes de recuperar el principio de autoridad en el penal a como dé lugar y sin importar las consecuencias, los FOES se subieron al techo e hicieron un forado, para lanzar a mansalva granadas, eso fue lo último, unos murieron y otros caímos heridos, yo tenia la pantorrilla derecha completamente destrozada, luxaciones en los brazos y golpes fuertes en mi cuerpo. Como pude me quité el pasador del zapato y me hice un torniquete para parar la hemorragia.

Las granadas, unas tras otras, seguían invadiendo el pabellón, y también unos tras otros seguían cayendo presos destrozados, yo me cobijé debajo de mis compañeros muertos y así rampé hasta buscar un lugar donde protegerme. Una granada explotó en la puerta y las esquirlas se incrustaron en mi espalda mientras que a otro compañero una madera grande se le incrustó en su pulmón. El dolor era insoportable pero no quería gritar para evitar que me escucharan y me dispararan, luego se me nubló la visión, me senté y perdí el conocimiento. Cuando desperté ya era casi la 1.00 de la tarde, porque otro preso llamado Nelson me echó agua desesperadamente, me sentía débil había perdido sangre a pesar de estar con torniquete, tenia sed y el compañero me ayudo a beber agua, me dijo que algunos habían logrado salvarse y que estaban echando agua a todos los cadáveres para que no fueran quemados, porque los compañeros del primer piso habían sido rematados.

A los pocos minutos apareció el delegado del pabellón, era un trujillano que estaba buscando sobrevivientes, me dijo que saldríamos directo a enfermería y le dijo a Nelson que me ayude. No sabe, salimos por encima de los cadáveres destrozados, se me hizo difícil pasar el boquete del primer piso, por lo que empecé a arrastrarme siendo visto por un soldado, que me ordenó echarme de bruces, pero no podía por las esquirlas de la espalda, acercándose otro oficial que me puso el pie en el pecho obligándome a obedecer en medio de gritos de dolor y punzadas en la espalda, me volteé de costado y el oficial me cogió por los cabellos y me levantó la cabeza mirándome y diciendo: “se nos adelantaron porque este trabajo era para nosotros”. Todos los que logramos sobrevivir del segundo piso salimos, menos el trujillano que después apareció decapitado y sin corazón.

Mientras salíamos éramos apuntados y uno fue rematado porque intentó correr hacia el medio del patio, nos arrastramos hasta la pared de prevención y los marinos empezaron a separar a los presos que iba señalando un “soplón” y llevados atrás del pabellón, hacia los unipersonales que daban a la playa donde fueron asesinados de cinco en cinco.

Yo también fui desvestido y casi iba a ser asesinado, pero el “soplón” que estaba con pasamontañas se retractó y dijo “no jefe, él no es” y así como yo a los 37 que no fuimos ajusticiados nos trasladaron a prevención, aislándonos, prohibiéndonos las visitas y las entrevistas de los abogados, de la mentirosa Comisión de Paz, menos de la prensa. Todos los que sobrevivimos fuimos víctimas de torturas, unos cortados sus dedos, otros pasados con corrientes en las fosas nasales, yo fui hincado con un cuchillo en los genitales, aún tengo las huellas, mientras me retorcía en el suelo por el dolor en mis genitales, apareció Luis Giampietri y, como me encontraba a un costado de la puerta, empezó a patearme en la cara y en la cabeza, al ver mi espalda ensangrentada por las esquirlas también me propinó patadas en la zona. Cansado de patearme, me cogió de los cabellos y me golpeó la cabeza en las puerta que era de fierro, preguntándome mi nombre. Ante cada grito mío era una chancada en la puerta… no lo puedo olvidar, su rostro es inolvidable, como también lo son los cuerpos destrozados y mutilados de los presos del pabellón Azul, la desesperación de todos por salvar sus vidas ante las feroces embestidas de los marinos, que nos tenían cercados en el interior del pabellón.

Si Giampietri no ordenó rematarnos fue porque gente del Inpe y algunos familiares declararon que había sobrevivientes y porque no tenían pruebas de que todos eran terroristas. Nunca fui terrorista, la Comisión de la Verdad y Reconciliación me dio la razón. Hoy estoy lejos de mi país, de mi familia, solo y protegiendo mi vida y mi testimonio, que debelará la responsabilidad de quien hoy es el gran vicepresidente del Perú.

Consternados y sorprendidos ante el testimonio de Rolando Echarry, no encuentro frases para concluir este artículo, ni mucho menos para calificar los hechos producidos, por lo tanto, amigo lector, que el Perú entero y la justicia divina juzguen y castiguen a los responsables. No podemos exigir que se cumpla con las leyes de la justicia peruana, cuando la tomamos con nuestras propias manos.

TODOS A LA MARCHA CONTRA EL GOLPE!!

TOD@S CONTRA EL GOLPE MILITAR DE BANZER!!

A 38 años del golpe militar encabezado por el Cnel. Hugo Banzer sigue la conspiración contra el proceso de cambio,
MARCHA CONTRA EL BANZERISMO Y LA IMPUNIDAD

Viernes 21 de agosto de 2009, a horas 10.30
Marcha contra la dictadura, contra la impunidad y por la Justicia.

Una vez más, como todos los años, digamos NO a la derecha golpista y sus agentes agazapados en la Fiscalía y el Poder Judicial.

Concentración Teatro Municipal de La Paz.

!Honor y lucha a todos/as los/as caídos/as y desaparecidos/ as!!

Gloria al padre Mauricio Lefrevre!!



Olga Flores Bedregal


Un cruceño anticipa que en diciembre serán tumbados los líderes políticos de Santa Cruz.doc

La Paz, 12 Ago (Erbol).- El diputado de Unidad Nacional (UN), Alejandro Colanzi, aseguró este miércoles que la crisis llegó a las logias de los “dizque” líderes políticos de Santa Cruz y que la tumba de ellos será las próximas elecciones generales del 6 de diciembre.

Colanzi, a tiempo de celebrar ese presunto hecho, en declaraciones a la Red Erbol, dijo que lo que está viviendo la dirigencia cruceña es una profunda crisis emergida de la confrontación que vivió en los últimos siete años Bolivia.

“Bienvenida sea la crisis, porque eso va permitir dar saltos cualitativos. Los grupos de poder extremadamente conservadores de Santa Cruz están viviendo en el último mes y medio una profunda crisis de logias”, manifestó.

Indicó que emergió una logia de los “Caballeros del Oriente” con aspiraciones de poder anunciando candidaturas a la presidencia, prefectura y municipios, al igual que otro sector radical o conservador, “Los Toborochi”, que también siguió el mismo camino con miras a las elecciones.

“Entonces veo desde la perspectiva de cruceño, de boliviano y de demócrata como buena la crisis y eso va motivar que en diciembre y enero muchos de los dizque dirigentes o dizque líderes vayan a quedar sepultados y luego van a emerger los verdaderos liderazgos, aquellos que fueron secuestrados y se les cerraron las puertas y que hicieron a Santa Cruz como un departamento pujante”, aseveró.

El diputado Colanzi declaró que esas logias se mostraron con careta progresista y que inclusive han estado supeditadas a la oligarquía paceña.

“Pero siempre les hemos dicho ‘ustedes son bebé pero tienen pretensiones de gente grande’. Pero estoy feliz porque la crisis llegó a la dirigencia de Santa Cruz, ojalá que se reproduzca a nivel nacional porque esa crisis está posibilitando otros liderazgos, yo creo que diciembre será la tumba de algunos”, insistió.