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PIÑEIRA SOLO SABE VOLAR EN HELICÓPTERO DICEN MADRES DAMNIFICADAS EN CONCEPCIÓN

Lunes, 01 de marzo de 2010

Escribe : ANDRÉS FIGUEROA CORNEJO.
(Desde Santiago de Chile)



Mientras se escriben estas palabras, en Concepción cientos de personas afectadas brutalmente por el terremoto que remeció a Chile desde la Quinta hasta la Novena Región –incluyendo la Región Metropolitana- abren las bodegas del supermercado Líder (Wal Mart en Chile) para llevarse mercancías de primera necesidad, cajas de leche, sacos de azúcar, pañales, arroz y alimentos en general. Según algunos medios informativos, lo mismo ocurre en la ciudad de Talcahuano.

En Concepción, la muerte y la destrucción de viviendas e infraestructura en los sectores más pobres de la ciudad y sus alrededores han sido la norma dramática. No hay agua, no hay electricidad, no hay combustible, no hay gas y el gobierno central y local han sido incapaces de resolver adecuadamente la distribución de comida y artículos de primera necesidad. Ya llegan las fuerzas policiales. Sin embargo, la gente continúa retirando artículos y alimentos urgentes, toda vez que desde la madrugada del 27 de febrero (0:3:34 hrs.) el caos en uno de los países más sísmicos del planeta ha ocasionado la destrucción de rutas, puentes, estructuras históricas, edificios habitacionales nuevos y antiguos, desabastecimiento, cierre de comercio y cientos de muertos.

El terremoto, que tuvo su epicentro en el centro sur de Chile –el país austral donde Los Andes se hunden en el mar- fue calificado como el sexto más feroz del mundo desde que los movimientos telúricos son medidos científicamente, y alcanzó un promedio de 8,3 º en la escala de Richter . El desastre no tiene precedentes desde la catástrofe de Valdivia, hace 50 años, que combinó un terremoto con un maremoto que hizo desaparecer literalmente a esa ciudad, la cual debió ser reconstruida en un sitio distinto y más distante del mar.

Ahora, al menos la isla Juan Fernández, padeció un tsunami y otras zonas costeras recibieron el castigo del mar que se adentró cientos de metros en territorio urbano. Increíblemente en la plaza de armas de Talcahuano se estacionó una embarcación costera.

Entrevistada la gente en Concepción mientras colectivamente distribuía la mercadería agolpada en las bodegas del principal supermercado de la región, señaló que no tuvieron alternativa ante “la falta de comida, agua, leche para los niños y la subida sinvergüenza de los precios en los pocos comercios abiertos”.

“Piñera se la pasa dando vueltas en helicóptero y no hace ninguna “huevada”. Está puro dando jugo”, señaló una madre mientras trasladaba bolsas de leche.

El gobierno central ha sido incapaz, hasta el momento, de solucionar adecuadamente el suministro de alimentos, energía y cobijo. De hecho, la población más afectada, incluso en Santiago, ha optado por dormir en carpas en las plazas públicas y las calles, o simplemente a la intemperie. Los hospitales públicos, que ya estaban colapsados antes del terremoto, fueron superados con creces y algunos, como el de la ciudad de Talca, simplemente se cerró debido a los daños. El aeropuerto de Santiago, por su parte, protagonizó episodios dantescos, aplastamiento de personas, explosiones de pantallas informativas, y huidas desordenadas de los pasajeros que llegaban y de los que esperaban su vuelo. Ahora está clausurado temporalmente.

El territorio chileno, desde Valparaíso hasta Chiloé, desde el terremoto, ha sufrido al menos 90 réplicas (movimientos telúricos de menor intensidad); hay cientos de desaparecidos, gente bajo los escombros, y el número de fallecidos aumenta oficialmente en tanto pasan las horas.

Quien escribe esta nota urgente tuvo la oportunidad de observar el cielo enrarecido de Santiago durante los tres largos minutos que duró el terremoto en la capital del país (en Concepción se prolongó por 27 minutos). La atmósfera de colores asombrosos auguraban inmediatamente una tragedia de proporciones todavía incuantificables. Lo cierto es que, como es habitualmente ocurrente en Chile, el pueblo trabajador y los pobres son las víctimas principales de la devastación. De golpe y con violencia indescriptible, la naturaleza –contra toda propaganda- recuerda que Chile continúa siendo un país profundamente empobrecido, tercermundista, y muy lejos del desarrollo cacareado interesadamente por los pocos dueños de todo.

Foto: Presidenta Michelle Bachelet, visitando zona afectada en el epicentro del terremoto. Concepción. / Autor: Alex Ibáñez

TERREMOTO EN CHILE: MENSAJE URGENTE .

Líbrenme de la anticorrupción que de los corruptos me libro yo

Por: Raúl Wiener

Llevo casi cinco años litigando en diversos escenarios judiciales contra los dos abogados más emblemáticos de lo que alguna vez se llamó el sistema anticorrupción construido como respuesta a la abrumadora corrupción del régimen de Alberto Fujimori. Y el tema que me enfrenta con los famosos doctores José Ugaz Sánchez Moreno y Luis Vargas Valdivia es el de las investigaciones que desde hace mucho tiempo venimos desarrollando con el periodista Herbert Mujica sobre el proceso de privatización del aeropuerto Jorge Chávez y la gestión de LAP, y por las cuales un juez acaba de dictar orden de captura contra Mujica, dentro de un enfermizo afán de silenciarnos.

Evidentemente hay un contrasentido en que dos juristas que dicen haber contribuido a la condena de Fujimori y Montesinos se empeñen en judicializar, perseguir y encarcelar el empeño de investigación y denuncia, y nunca salir a defenderse con argumentos que muestren lo que el país ha ganado realmente al conceder este servicio básico y que no hubiera podido conseguir bajo administración propia. No hay por cierto mucho que extrañarse que los héroes de la anticorrupción hayan derivado a la condición de escudos de LAP, si al mismo tiempo se hicieron consultores de Telefónica, LAN y otras empresas no precisamente caracterizadas por su nobleza. De hecho, los contratos profesionales con escasos reparos morales están dentro de la historia de Ugaz y Vargas Valdivia que fueron enrolados continuamente en varias de las reorganizaciones judiciales de los 90.

Que luego Ugaz deviniese, por esas cosas del destino, en el perseguidor oficial de Fujimori contra Montesinos y de Paniagua-Toledo contra Fujimori, hasta ser reemplazado por su socio Vargas Valdivia, los ha convertido en parte de un santoral de democratizadores y moralizadores que abarca también a políticos y funcionarios que se apropiaron de la transición institucional de cambio de siglo. A Toledo eso le sirvió para llegar a la presidencia y olvidarse totalmente de sus compromisos de los Cuatro Suyos. Y a los ex procuradores para conseguir una suculenta cartera de clientes de empresas con sospechas de corrupción que imaginaron que esta sola asociación les era provechosa no sólo en imagen sino en las relaciones que estos abogados han establecido dentro del sistema judicial.

En fin, mi experiencia me advierte de los muchos crímenes que se pueden cometer en nombre de la anticorrupción. El juez Barreto puede ser un ejemplo de estos dilemas. Y otro, aún más importante, el ex contralor Genaro Matute, actual coordinador de la Comisión de Alto Nivel Anticorrupción, constantemente interrogado por los medios y las instituciones del Estado como una suerte de especialista en asuntos relacionados con la corrupción. Ni a él ni a Ugaz les debemos ninguna batalla memorable, informe trascendente o culpable puesto al descubierto. Pero ahí está como si la anticorrupción se estuviese volviendo una especie de sello que ahora se pone a los productos, las empresas y hasta a los países para certificar que han pasado por algún tipo de control de calidad.

Hace poco, a raíz de la grave denuncia del IDL, sobre la recompra de vehículos policiales portatropas que en el 2007 fueron rechazados por el ministro Alva por sobreprecio en el contrato, y que ahora están regresando a nombre de otro exportador y a una cotización mucho más alta, Matute dijo, muy suelto de huesos, que no podríamos anular el acuerdo porque seríamos penalizados. Es ese papel de la “anticorrupción” del que tenemos que prevenirnos.

Terremoto en Chile deja dos millones de afectados

El gobierno chileno informó que está haciendo todo lo que puede para ayudar a las cientos de miles de personas afectadas por el terremoto de 8,8 en la escala de Richter que el sábado golpeó a la región central de ese país.

Considerado como uno de los sismos más fuertes jamás registrados, el temblor de más de un minuto destrozó edificios, puentes, autopistas y carreteras. La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, estima que unas dos millones de personas podrían están afectadas.

Terremoto en Chile

Se estima que el costo para la reconstrucción ascienda los US$10.000 millones.

La directora de la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (Onemi), Carmen Fernández, declaró que la cifra de muertos tras el terremoto en Chile aumentó a 300, pero que va "variando minuto a minuto".

No obstante, las autoridades chilenas aclararon que necesitan que pase al menos 72 horas antes de tener una "idea clara" de cuán devastador fue el sismo del sábado.

Se teme que el costo de los daños sea de miles de millones de dólares.

Desde que en la madrugada de ayer se produjo el terremoto, la región ha experimentado varias réplicas. Este domingo una de ellas llegó a registrar una magnitud de 6,0 grados.

Cientos atrapados

Damnificado tras terremoto en Chile

La presidenta de Chile informó que hay dos millones de afectados.

El sismo tuvo el epicentro en la región del Bío-Bío, a unos 91 kilómetros de la ciudad de Concepción, y sacudió siete regiones del país causando extensos daños en la infraestructura.

En Concepción, la segunda ciudad más grande de Chile, los equipos de emergencia están trabajando a destajo para rescatar a las personas atrapadas en edificios de bloque.

El colaborador de BBC Mundo en Santiago, Rodrigo Bustamante, informó que no hay una cifra exacta respecto de las personas que quedaron atrapadas, pero las informaciones de las autoridades y de la policía cifran los desaparecidos entre 100 y 150.

"Hasta el momento hay cuatro muertos confirmados, se habla de otros dos fallecidos, y 21 habitantes fueron rescatados", agregó.

Las labores de rescate se hacen más difíciles debido al colapso de los sistemas de comunicación y las continuas réplicas que si bien no causan grandes daños sí aumentan los temores entre los chilenos.

Se estima que miles de personas están durmiendo a la intemperie por miedo a entrar a sus casas agrietadas por el sismo.

clic Lea: testimonios en primera persona

Los servicios de emergencia todavía están luchando para llegar a las zonas afectadas debido a carreteras bloqueadas y puentes caídos.

Saqueos

Saqueos tras terremoto en Chile

En la ciudad de Concepción se produjeron varios saqueos.

Otros de los problemas que está experimentando la policía son los saqueos a tiendas y supermercados que están sucediendo en Concepción.

"Durante la noche se vivieron momentos de tensión cuando grupos trataron de saquear centros comerciales, lo que quedó de manifiesto esta mañana cuando un centenar de personas irrumpió en las bodegas de un supermercado para llevarse alimentos y todo lo que encontraban a su paso", explicó Bustamante.

Al respecto, el gobierno local advirtió que la situación podría repetirse y salirse de control durante la noche, por lo que hizo un llamado para que enviaran refuerzos policiales a la región.

La alcaldesa de Concepción, Jacqueline van Rysselberghe, dijo que todavía no han recibido comida u otro tipo de ayuda de Santiago, necesitada con urgencia.

2.000.000

Por su parte, la presidenta Michelle Bachelet declaró que al menos dos millones de personas estaban afectadas por el terremoto.

Bachelet dijo que "la fuerza de la naturaleza" ha golpeado duro a Chile y que necesitan todo el esfuerzo para volver a levantar al país

El gobierno chileno todavía está tratando de determinar la escala del desastre. El ministro de Interior Edmundo Perez Yoma dijo que era difícil ofrecer cifras precisas de "una catástrofe de inmensas proporciones".

Mientras que la agencia estadounidense de asesorías de riesgo, Eqecat, estima que el costo de los daños está entre los US$15.000 millones y los US$30.000 millones. Lo que representa entre el 10% y el 15% del Producto Interno Bruto.