SPAN.firstcap { font-size:250%; font-weight:bold; color:#000000; float:left; line-height:30px; width:0.75em; }

Cumbre de Río logra conciliar crisis diplomática entre Ecuador y Colombia


Santo Domingo, 08 mar (Moisés Saab, de PL, especial para ABI).- Los presidentes de Ecuador, Venezuela y Nicaragua, de una parte, y Colombia, de la otra, dieron hoy aquí por zanjado el conflicto que los oponía y amenazaba desbordarse. Un apretón de manos entre un adusto ecuatoriano Rafael Correa y un extenuado colombiano Álvaro Uribe, relajó el crispamiento existente en la sede de la XX Cumbre del Grupo de Río desde su inicio esta mañana. Hasta ese momento en la conferencia ambos mandatarios estuvieron enzarzados en acres intercambios, que se extendieron toda la mañana y parte de la tarde. Ecuador explicitó su indignación por el ataque del ejército colombiano el 1 de marzo contra un destacamento guerrillero en su territorio. Las excusas presentadas por Bogotá hasta el momento eran consideradas insuficientes por Quito que, además, exigía garantías de que los hechos no se repetirán. El ataque provocó la ruptura de relaciones de Ecuador con Colombia, a la que siguió una decisión similar de Nicaragua, que tiene un diferendo territorial con Bogotá por las islas San Andrés y Providencia. Los primeros indicios de distensión los proporcionó el mandatario venezolano, Hugo Chávez, quien recordó varias ocasiones en las cuales ha sido acusado sin base de conspirar contra gobiernos de la región e, incluso, de armar ejércitos insurgentes. Las anécdotas de Chávez aludían a los contenidos de unos ordenadores que, se alegaba, fueron ocupados a los guerrilleros masacrados en el ataque sorpresa la noche del sábado 1 de marzo. Chávez manifestó inquietud por la doctrina colombiana de "combatir el terrorismo dónde esté", a la que calificó como muy peligrosa. Es la doctrina que aplicó (el presidente norteamericano George W.) Bush en la invasión a Irak a partir de mentiras para controlar el petróleo de ese país árabe, dijo. En la misma cuerda se basó la intervención del mandatario boliviano, Evo Morales, quien recordó las acusaciones de narcotraficante en su contra. A pesar de las réplicas de Uribe, resultó obvio que el consenso prevaleciente era adverso a la agresión contra Ecuador y el precedente que sienta. En ese punto el presidente dominicano, Leonel Fernández, llamó a las partes a considerar que se cumplían las demandas ecuatorianas de excusas y garantías de que la situación no se repetirá. El mandatario anfitrión leyó la que en lo adelante será la Declaración de Santo Domingo, una resolución de apoyo a la reivindicación argentina sobre las Islas Malvinas y otra sobre los desastres naturales. Como documento especial difundió el texto de una declaración especial sobre el conflicto andino, la cual refirma los principios de no intervención y no injerencia en los asuntos internos de los estados de la región. Pocos minutos después, el presidente de México, Rafael Calderón, asumió sus funciones como secretario pro tempore del Grupo de Río con el compromiso de encarar los graves problemas que se ciernen sobre sus miembros.


ABI//