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ALAN GARCÍA DICE AHORA QUE EL POLÉMICO SONDEO LO HIZO EL APRA

Jueves, 07 de Enero de 2010

Fuente original:
www.agenciaorbita.com

Lima.- Luego de una serie de cuestionamientos, el presidente Alan García aseguró este miércoles que la polémica encuesta a “27 mil personas” de la que habló el sábado último, y de la que nadie en el oficialismo supo explicar quién la hizo y cómo se financió, la realizó red informática del Apra que opera en sus 830 locales y más de 1,000 comités distritales a lo largo de todo el Perú.

“Un estudio absolutamente privado que no le cuesta un centavo al Estado, pues jamás hemos encargado una encuesta al Estado, no tiene por qué generar esos temores a las encuestadoras que creen que ya nació la competencia y que le quitamos contratos jugosos, ya sueñan con 250 mil dólares de contrato”, señaló en declaraciones a RPP.

Según el jefe de Estado, el estudio se hizo en 32 días y que para ello se preparó a tres personas de cada comité que tiene al Apra en el país para que hagan 10 preguntas a la población. “Y eso permite tener un flujo e información que lo centraliza esta red informática que tiene el Partido Aprista”, añadió.

Además, criticó el trabajo de las encuestadoras, porque –según dijo– sus sondeos de intención de voto los realizan con una muestra de personas muy baja que muchas veces no es suficiente para medir en forma eficiente el sentir de toda la población. Pero eso no es todo, el mandatario invitó a los líderes de los otros partidos políticos a que contraten los servicios de encuestas del Apra.

“Les va a salir mucho mejor y más barata”, dijo, tras señalar que hay una parte de esta encuesta en la que se evalúa la gestión de algunos funcionarios de los ministerios, y cuyas resultados se los hizo saber a sus ministros para que tenga una idea de en qué aspecto están fallando.

ALAN LA PRESENTÓ. Sin embargo, una fuente aprista consultada por Perú.21 informó que, dos días antes de Navidad, el jefe del Estado convocó a los integrantes de la Célula Parlamentaria Aprista (fueron 17, más o menos), a quienes presentó los resultados del estudio realizado.

La fuente, que aseguró haber estado presente en la reunión, señaló que los servidores estatales y efectivos de las FF.AA. figuran entre los 27 mil consultados. Pero lo extraño es que dijo que la encuesta, que se realizó en zonas previamente focalizadas y a nivel nacional, estuvo “a cargo de una empresa muy seria”. No mencionó ninguna red informática del partido.

El Comercio, citando fuentes, señaló hoy que el sondeo lo habría hecho la firma Idice, conocida por su cercanía al partido de gobierno. Añade que el dinero para el estudio habría salido del propio “bolsillo del presidente”.

¿Otro atentado mentiroso como pretexto?

Miércoles 6 de enero de 2010


Jaime Richart (especial para ARGENPRESS.info)

No sé por qué tengo la impresión de que lo mismo que la CIA ideó y ejecutó el atentado de las Torres Gemelas para que luego Bush justificase con la impostura la invasión de Afganistán, este amago de atentado en un avión a Detroit a cargo de un británico afincado en Polonia con nombre y apellido musulmán, es otro “preparado” más de la CIA para justificar la pronta intervención armada en Yemen; cerrando así el círculo de la estrangulación de Oriente Medio por Estados Unidos y sus aliados. Y antes, para justificar toda esa batería de medidas de "seguridad" que poco a poco irán cercando al mundo haciéndonos ver los yanquis y las policías capitalistas que es por nuestro bien.

Esta vez el “preparado” es para Obama. ¡Con lo fácil que es ponerse de acuerdo con un confidente u obligar bajo amenaza a un desgraciado para hacer el montaje de un imaginario atentado... y levantar luego sobre el detalle nada menos que el edificio de otra invasión!

La historia de las hegemonías, de los imperios y de la maldad se repite una y otra vez sin apenas variantes. Se cuentan los acontecimientos a gusto de la potencia de turno, y sólo luego, cuando la potencia ha dejado de serlo, se dice la verdad. Y con mayor motivo si los vencedores más tarde son los vencidos...

Los Estados Unidos están habituando a la Humanidad a la degradación moral, y se han bastardeado de tal modo allí los caracteres que es imposible predecir cuándo los corazones de los gobernantes después de presidentes como Washington, Jefferson o Lincoln, volverán a palpitar con sentimientos sinceros y generosos. Me sospecho que nunca más. Las diabólicas y sucesivas CIAs lo impedirán.

Hoy, por culpa de unos atentados, la mayoría y desde luego los más sonados autoprovocados o inventados, empieza a verse la libertad como una antigualla junto con el honor y la honestidad.



Perú: Minería impuesta a sangre y fuego

Miércoles 6 de enero de 2010

Wilwer Vilca Quispe (ALAI)

En el Perú el gobierno de Alan García se empeña en mantener y profundizar su política económica neoliberal e impone actividades mineras, de hidrocarburos y forestales en los territorios de las comunidades y pueblos indígenas, anteponiendo el interés individual de las empresas sobre el derecho de propiedad comunal, con el argumento del crecimiento y el desarrollo económico. Para ello no duda en expedir normas inconstitucionales ni, peor aun, en recurrir a la fuerza militar y policial, incluyendo la muerte de autoridades y líderes indígenas. Es la aplicación de su “filosofía” expresada en “El síndrome del perro del hortelano”, ya convertida en programa de gobierno.

Una radiografía de esta política la constituye el proyecto minero Río Blanco, de las empresas Xiamen Zijin Mining (china) y Monterrico Metals (británica), a las que el Estado dota de cuerpo policial y militar para proteger sus operaciones. “Protección” que hasta la fecha ha provocado la muerte de cinco indígenas, entre autoridades y líderes, además de dejar heridos, torturados y secuestrados. Al mismo tiempo se despliega todo el Poder Judicial para denunciar y procesar a los líderes que exigen respeto a sus derechos territoriales y modelos de desarrollo, los cuales fueron ratificados en una Consulta Vecinal desarrollada el 16 de septiembre de 2007, cuando más del 90 por ciento de la población de la zona rechazó la presencia minera en sus territorios.
Es bastante conocido por la comunidad internacional que América Latina en general basa su economía en la exportación primaria de minerales. Por eso los gobiernos ofertan espacios territoriales de los pueblos indígenas, para que toda empresa interesada obtenga concesiones para la exploración y explotación. A esta actividad económica se le da máxima prioridad, por lo que todo proyecto minero viable económicamente es declarado de “interés nacional”, para cubrir de legalidad la violación de todos los derechos de las comunidades y pueblos indígenas.
La estadística de concesiones mineras en el Perú demuestra que sólo en el lapso de un año (de noviembre de 2008 a noviembre de 2009) el territorio nacional concesionado a la minería se expandió del 13.46% al 15.38%. Es decir, 19,573.752 hectáreas poseen hoy concesiones mineras, sin contar las concesiones de hidrocarburos que a la fecha abarcan el 75% del territorio de la amazonía peruana. Este mapa de concesiones viene provocando conflictos sociales en todo el país. La Defensoría del Pueblo registró en octubre de este año 286 conflictos, de los cuales 132, es decir el 46%, corresponden a conflictos socioambientales.
Esta política de venta indiscriminada de espacios de vida de los pueblos indígenas es acompañada de una política de criminalización, militarización y violación a los derechos de los pueblos indígenas. La Confederación Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería, CONACAMI PERÚ, tiene registrados, hasta la fecha, a 242 autoridades y líderes comunales (162 varones y 80 mujeres) denunciados por diversos delitos como: contra la seguridad pública, en su modalidad de peligro común – arrebato de armamento; homicidio culposo; contra la vida, el cuerpo y la salud, en su modalidad de lesiones graves; contra el patrimonio, en su modalidad de daños contra la propiedad privada; contra la seguridad pública, en su modalidad de atentado contra los medios de transporte, comunicación y otros. También malversación de fondos y todo delito que se puede imputar. Todos denunciados por agentes de empresas mineras y en algunos casos por representantes del Estado.
En el caso específico del proyecto Río Blanco, por las acciones de protección del medio ambiente ante la inminente presencia de la actividad minera que provocaría la destrucción y contaminación de un afluente importante del río Amazonas, hay 173 dirigentes y líderes procesados, de los cuales 156 son varones y 17 son mujeres. A esta lista se deben sumar los cinco líderes asesinados por la fuerza policial. Y los comuneros torturados en las instalaciones de la empresa de seguridad de la mina por paramilitares y policías (julio/agosto del 2005).
Todo esto se inscribe dentro de una política de gobierno que trata de “solucionar” los conflictos sociales expandiendo el sistema penal, antes de atenderlos con políticas públicas diferenciales para pueblos indígenas y construir un país democrático e incluyente. De esta manera se violan derechos constitucionales como la libertad de opinión, expresión, reunión, asociación, etc.
En este escenario, los retos para las comunidades indígenas del Perú, en especial para las organizaciones que tienen representatividad legítima, son muchos y muy arduos, teniendo en cuenta que estamos ad portas de las elecciones municipales y regionales del 2010 y las presidenciales del 2011, las cuales harán imprescindible considerar en las propuestas políticas de los candidatos el respeto de los derechos territoriales de los pueblos indígenas y un mecanismo de control de cumplimento de estas promesas durante las gestiones. Porque hay una larguísima experiencia de que los candidatos ofrecen todo lo que el pueblo quiera escuchar y llegados al cargo aplican sus propias lógicas de desarrollo. Si avanzara el brazo político que se viene gestando desde las organizaciones campesinas e indígenas, éste debería tener un proceso diferente al de los partidos tradicionalistas que cuestionan y lograr una estructura colectiva para que el movimiento no recaiga en la imagen de una o dos personas.
Otros retos están enfocados a seguir construyendo la consciencia colectiva mediante los mecanismos de exigibilidad del ejercicio de sus derechos: a la autodeterminación, territorio, consulta previa e informada, ambiente sano y saludable, participación política, etc. y lo más importante: definir e intensificar el modelo de desarrollo comunal como mecanismo de protección de su espacio de vida.

Wilwer Vilca Quispe es Miembro del Consejo Consultivo de la Coordinadora Andina de Organizaciones indígenas - CAOI y actual responsable del Área de Incidencia de la Confederación Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería - CONACAMI PERU.


Bolivia: Evo Morales convoca a cumbre alternativa sobre cambio climático

Servindi, 6 de enero, 2009.- El presidente de Bolivia, Evo Morales, instó a los países y organizaciones de todo el mundo a realizar una conferencia mundial alternativa sobre cambio climático y medio ambiente, al considerar infructuosa la cumbre realizada en Copenhague, Dinamarca, el mes pasado.

El mandatario leyó personalmente la convocatoria a la “Primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra”, que prevé realizar en el mes de abril en la ciudad de Cochabamba.

Tanto gobiernos como organizaciones sociales y científicos de todo el mundo fueron convocados al encuentro. Asimismo, Morales estimó que su presencia será importante para culminar con la aprobación de un proyecto de declaración de los “derechos” del planeta, que sería sometido luego a un referendo mundial.

“Se dice que fue un fracaso, pero yo diría que no ha sido un fracaso la cumbre de Copenhague, más bien diría que es un triunfo de todo el mundo (…) porque los países capitalistas desarrollados no pudieron imponer su declaración”, sostuvo el presidente indígena boliviano.

Añadió que “no pudieron porque va creciendo la conciencia no solamente de los pueblos del mundo sino también de los estados y los gobiernos”.

La cumbre en Cochabamba, a celebrarse del 20 al 22 de abril, coincidirá con la primera celebración mundial del Día de la Madre Tierra recién instituido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Para globalizar la lucha y con ella, la esperanza

06-01-2010
La quinta internacional



Para no luchar habrá siempre sobrados pretextos en todas las épocas y en todas las circunstancias, pero será el único camino de no obtener jamás la libertad.

Fidel Castro. [1]

…Quienes se pronuncian a favor del método de la reforma legislativa en lugar de la conquista del poder político y la revolución social y en oposición a éstas, en realidad no optan por una vía más tranquila, calma y lenta hacia el mismo objetivo, sino por un objetivo diferente. En lugar de tomar partido por la instauración de una nueva sociedad, lo hacen por la modificación superficial de la vieja sociedad.

Rosa Luxemburgo. [2]

Hacer la revolución como un deber.

Arriba los pobres del mundo, de pi e los esclavos sin pan; alcémonos todos al grito: ¡VIVA LA INTERNACIONAL!: Así comienza la versión latinoamericana d el himno más cantado por los revolucionarios del mundo a lo largo de la historia; es el Himno de la Internacional, hecho cuando aún daba sus primeros pasos la organización que de forma recurrente se ha empeñado desde 1864 en convocar a la lucha única y organizada a los revolucionarios del mundo , respondiendo al llamado que hicieran por primera vez Carlos Marx y Federico Engels en el Manifiesto Comunista: Proletarios de todos los países: ¡Únanse!

Hace poco más de diez años, caminando por una calle de Managua me llamó la atención en un gran muro, un rótulo en enormes letras negras con la famosa frase lanzada en 1848 por los dos primeros grandes maestros del movimiento revolucionario, pero con un lapidario apéndice entre paréntesis: Último aviso.un conocido aforismo dice que si los axiomas geométricos chocasen con los intereses de los hombres, seguramente habría quien los refutase ; [3] Efectivamente, esta es la última oportunidad que tiene el proletariado (o lo que es igual, las clases populares) para emanciparse liberándose de la explotación que determina su existencia como clase oprimida y que es propia del capitalismo como sistema ; y es la última porque ahora de eso depende la sobrevivencia de la especie humana, debido a que bajo las condiciones del capitalismo es imposible resolver la crisis ecológica que tiene a la humanidad al borde del precipicio; y con toda seguridad las dudas de todas las personas inteligentes y sin intereses que las aten a este sistema, desaparecieron en tre la nieve de Copenhague con el acuerdo dictatorialmente impuesto por los países industrializados (causantes por eso mismo de la crisis ambiental) … ¡de limitar a un 2% el calentamiento global!, difícil de creer aún para quien como el que e sto escribe, tiene muy clara la imposibilidad de que una crisis creada por la subordinación de la satisfacción de las necesidades a la acumulación y la concentración de las riquezas cuya creación sólo tiene sentido si es para la satisfacción de esas necesidades, sea resuelta por un sistema cuyo funcionamiento no tiene como objetivo esto último (la satisfacción de las necesidades), sino lo primero (la acumulación y la concentración de la riqueza); difícil de creer, porque los firmantes del acuerdo están bien enterados de que ya es e 2% de calentamiento global significa una catástrofe n unca antes vista en todo el planeta, que puede evitarse . P ero también saben que para impedir el cambio del clima, hay que cambiar el sistema; y por estúpido que sea, prefieren poner en riesgo a la humanidad (incluidos ellos , obviamente ) antes que hacerlo con el sistema que les proporciona los privilegios sin los cuales para ellos, la vida no tendría chiste; y es ahí donde la estupidez comienza a tener sentido: son sus intereses de clase. Como señaló Lenin, a lo que debería agregarse (en la profana opinión de este seguidor suyo) que si esos intereses fueran los de las clases dominante s , esa refutación sería asumida por la mayor parte de la gente como una verdad absoluta.

El mundo actual tiene tres características que es preciso señalar aquí: primero, en él las distancias han desaparecido gracias a la actual tecnología de la comunicación que ha surgido como parte de lo que se conoce como la revolución electrónica; debido a lo cual ahora es más fácil que nunca (y es políticamente mortal no hacerlo) decir y hacer cosas a nivel mundial, como consecuencia de la facilidad con que se pueden comunicar entre sí las personas independientemente del lugar donde se en cuentren. S egundo: producto de lo anterior, en la actualidad se ha reducido de forma dramática la cantidad de personas necesarias para desempeñar una cantidad creciente de labores productivas y en el ámbito de la economía en general y de la burocracia , entrando con esto en crisis las relaciones laborales de tipo salarial y por tanto, la intermediación económica ejercida como poder dominador por los propietarios de todo tipo (incluyendo el Estado, pero solamente en su condición como propietario de medios de producción y no en su condición como maquinaria de dominación política) entre el trabajador que produce y crea directamente los bienes materiales y la riqueza ( respectivamente ) por una parte, y por otra los bienes creados y la riqueza producida ; resultado de lo cual, también la intermediación en general ha entrado en crisis, incluyendo la de tipo político y con ella, el sistema democrático representativo en el que la intermediación – ejercida por los representantes electos – entre el soberano representado y las decisiones que como tal le correspondería tomar se manifiesta como manera de ejercer el poder ; surgiendo de la combinación entre la nueva realidad surgida de la fluidez de las comunicaciones y la información por una parte y la crisis de la intermediación económica por otra, la transformación del predominio del capital financiero sobre el capital industrial que anunciaba – identificada por Lenin – el inicio de lo que el líder de la primera revolución socialista caracterizó como la fase imperialista de desarrollo del capitalismo, en sustitución de la producción material de bienes materiales por la especulación financiera como principal manera de crear riquezas en lo que se conoce ahora como la globalización y que es una etapa nueva de desarrollo del capitalismo en su fase imperialista, determinada por el hecho de que la presión ejercida por el flujo del capital financiero en detrimento del peso que tiene en la economía la producción material – que sin embargo y contradictoriamente, continúa siendo por su naturaleza misma la base fundamental de la existencia y el desarrollo de la sociedad humana – lleva a la eliminación de las barreras arancelarias como forma de que el libre flujo de las mercancías desarrolle una tendencia hacia un equilibrio – que sin embargo, nunca llegará porque la tecnología ha puesto a sus creadores a trabajar para ella en tanto que ésta es fuente de acumulación capitalista – entre mercancías producidas y dinero sin respaldo material (que ya había sido suprimido a inicios de los setenta con la eliminación del patrón oro como criterio de valor del dólar, preparando el terreno para lo que vendría después); apareciendo así una nueva y cuarta gran contradicción en el capitalismo, entre el carácter de la producción material como base del desarrollo social y la especulación financiera como principal manera de crear riquezas (la contradicción específica de la globalización) , la cual es de carácter terminal [4] y es la que se manifiesta en la crisis actual, uniéndose al resto de contradicciones del sistema: la principal de ellas (de carácter crítico), entre el carácter social de la producción y el carácter privado de s u apropiación; a la contradicción crítica, propia del imperialismo, entre el carácter nacional de la concentración de las riquezas y el carácter mundial de su producción material y creación en general , y de la actividad económica que la s hace posible s ; y a la contradicción terminal de más largo plazo en el capitalismo: entre lo limitado de los recursos materiales y lo ilimitado de la acumulación propia de dicho sistema, que se convierte en el objetivo con el cual se satisfacen las necesidad es en lugar de ser al contrario: que la satisfacción de las necesidades sea el objetivo (y por tanto el límite) de la acumulación. Y tercero: producto de todo lo anterior, el sistema capitalista atraviesa una crisis cuya principal expresión es económica y financiera, ante cuyos efectos están expuestos todos los países del mundo porque su naturaleza es tan mundial como el sistema que la origina. De ello resulta que así como las relaciones de producción feudales eran incapaces de desarrollar el potencial productivo surgido de la revolución industrial al ser expulsada una gran cantidad de fuerza laboral de la vida económica y por tanto, de la vida misma – siendo por tanto sustituidas tales relaciones por las de tipo capitalista –, así mismo ahora el capitalismo no puede echar a andar el potencial productivo desatado por la revolución electrónica, que ha expulsado también una fuerza laboral gigantesca de la economía formal ; y solamente el socialismo, por tanto, puede resolver la crisis actual debido a que su propio carácter – por tener como base la propiedad social sobre los medios de producción – hace posible que la mano de obra excluida del sistema pueda ser puesta productivamente en funcionamiento, pero no ya para alimentar un desarrollo económico que se ha vuelto irracional al ser subordinada al mismo la naturaleza humana de la existencia social, sino para que , estos nuevos actores hagan uso de su nueva condición de sujetos económicos mediante el ejercicio directo de la propiedad social sobre los medios de producción, de igual forma que los ciudadanos como nuevos sujetos sociales pasan a ejercer el poder de forma directa en el socialismo que surgirá de la nueva época revolucionaria , sin la intermediación política como mediatización de su voluntad en acción y por tanto como manifestación de l poder.

En síntesis, el mundo vive en la actual idad una revolución tec nológica (la revolución electrónica) de igual importancia que la revolución industrial , y esta nueva revolución trae consigo la desaparición de la intermediación como forma de ejercer el poder político y económico, pero también crea un mundo globalizado integrado por sujetos interconectados y una crisis sistémica mundial de grandes dimensiones que requiere una respuesta revolucionaria igualmente mundial. De ahí la necesidad de organizar la Quinta Internacional que agrupe a las fuerzas políticas y sociales organizadas que tienen como razón de ser la transformación revolucionaria de la sociedad mediante la sustitución del capitalismo por el socialismo.

Desde Lenin se sabe que la revolución se hace en tanto se lucha por ella en todo momento y es posible en la medida en que con esa lucha se crean, desarrollan o se está en capacidad de identificar las condiciones que la hacen triunfar; de a hí surge la transformación de la revolución como una oportunidad en la revolución como un deber, que se plasma en la Segunda Declaración de La Habana cuando en ella se dice que el deber de todo revolucionario es hacer la revolución. [5] Y si hay un momento en el que la revolución está a la orden del día sin discusión sobre si puede hacerse en cualquier momento o sobre si es o no un deber, es el de la crisis del sistema cuya sustitución por otro es el objetivo de la revolución, tal como la que tiene lugar actualmente. Por otra parte, si no fuera para hacer la revolución, el poder no tendría sentido para un movimiento revolucionario, pues éste es un medio indispensable para ello, pero cuyo uso sólo se justifica por este motivo, debido a que el poder surgió para oprimir y a eso responde su naturaleza misma, por lo cual es tan indispensable como indeseable para el propósito antes planteado . A esto obedece que si el poder se ejerce sin hacer la revolución, surge la frustración por las expectativas creadas, se crea el desconcierto , la conciencia se desmorona a nivel masivo, y los revolucionarios se dividen : unos a favor y otros en contra de que se esté haciendo algo que no se corresponde con un programa revolucionario . Con más razón aún, no tendría sentido ejercer el poder en un momento de crisis del sistema, si no fuera para cambiarlo por otro, pues de lo con trario a los revolucionarios correspondería resolver la crisis para el sistema y pagar su costo, pues al hacerlo de esta manera no habría ni quien nos diera las gracias. La crisis debe resolverse, pero contra el sistema; la solución de la crisis por la izquierda , sólo puede ser revolucionaria. La Revolución Bolivariana es el mejor ejemplo de lo que se puede hacer contando tan sólo con el gobierno como principal expresión política institucional del poder , como sucedió al comienzo del proceso iniciador e impulsor del renacimiento revolucionario en América Latina que ha hecho de esta parte del planeta la primera línea de fuego por la revolución mundial . P ero actuar a nivel estratégico frente a la crisis del capitalismo para hacer surgir de ella un proceso revolucionario a nivel mundial, es algo que no se puede hacer sin una coordinación estrecha para el análisis y la acción, entre todas las fuerzas revolucionarias del mundo, con un sentido de compromiso y disciplina. Avanzar por ese camino y por tanto, continuar en ofensiva revolucionaria intensificando aún más y expandiendo la que se vive en América Latina dentro del propio continente donde ha tenido lugar y en el resto del mundo, sólo será posible pensando globalmente y actuando localmente (como dice la consigna altermundista), porque así cada uno actuará en la misma dirección en que lo hagan los demás a nivel mundial . Y avanzar de ahora en adelante, sólo será posible a nivel mundial , porque es mundial el problema que debe ser resuelto por el movimiento revolucionario, y esto sólo podrá hacerse con el nivel de articulación, la unidad en la acción y la disciplina que únicamente son posibles con una organización mund ial de partidos revolucionarios, como solamente podría serlo la misma que ha existido en cada época histórica que así lo ha demandado, adoptando en cada momento las modalidades que cada época ha requerido; siendo en esta época esa demanda más urgente que nunca por las razones ya señaladas: la Internacional.

De la Primera a la Cuarta Internacional.

Por l a Internacional se ha conocido históricamente la organización mundial que ha aglutinado a diversas expresiones orgánicas del movimiento revolucionario, desde que la utopía de una sociedad sin desigualdades sociales (dividida entre explotados y explotadores) sustituyó a la de una sociedad sin desigualdades estamentales (dividida entre nobles y vasallos), luego de que ésta quedó frustrada por las injusticias sociales que caracterizan al capitalismo, modo de producción determinado por la incapacidad de las relaciones económicas feudales (entre los propietarios de la tierra o señores feudales – dueños del feudo o gran extensión de tierra bajo su total dominio – y los siervos que trabajaban en ella a cambio del derecho a cultivar para sí mismos una pequeña parcela, propiedad del señor feudal ) para propiciar el desarrollo del potencial productivo surgido con la invención de las máquinas para la fabricación de productos en serie y activadas por energía no humana (primero el vapor y el carbón, y luego el petróleo y sus derivados) en lo que se conoció como la revolución industrial, a la cual se ha hecho referencia antes.

El capitalismo fue entonces la realidad socioeconómica y política que surgió de la necesidad histórica planteada por la revolución industrial y que a su vez determinó el surgimiento de las ideas que justificaban el advenimiento de ese sistema, pero no presentándolo como en realidad sería, sino como sus primeros ideólogos esperaban que fuera: como una sociedad en la cual la libertad, la justicia y la prosperidad regirían la vida de los seres humanos, a partir del libre mercado que era en esa época una bandera revolucionaria frente a la existencia de privilegios económicos definidos según el linaje familiar, originándose tal diferenciación en guerras por territorios, acontecidas siglos atrás.

La realidad del capitalismo hizo que el ideal libertario y humanista encarnado en la Revolución Francesa fuera asumido por un nuevo paradigma revolucionario, desplazándose el foco ideológico de la libertad hacia la igualdad como condición de la primera, pero sin que por ello quedara resuelta la contradicción entre ambas, que plantearía futuras tensiones al ideario socialista que sustituyó al liberal en el imaginario de la lucha revolucionaria a nivel mundial, producto de lo cual debería plantearse un nuevo ideal revoluc ionario que pudiera superar esa contradicci ón , tanto desde los experimento s social es en marcha antes de la crisis soviética ( que hizo sucumbir el modelo correspondiente ante esta contradicción) como también a partir de un nuevo intento de aplicar, tomando en cuenta la experiencia fallida, los principios teóricos surgidos de la evolución del pensamiento revolucionario, creando a la vez en ambos y todos los casos posibles la nueva teoría que, sin desligarse de los indispensables aportes de la existente con anterioridad – y más bien partiendo de ellos – , responda a las nuevas realidades.

La Internacional ha sido pues, la expresión mundial de la lucha revolucionaria a partir del ideal socialista de la igualdad entre los seres humanos. Su primera versión aparece en 1864 y tiene como principal punto de referencia el primer intento de revolución socialista en la historia: la Comuna de París, aunque los sucesos relacionados con este hecho histórico estuvieron poco vinculados en realidad con la acción de la Internacional, y fueron más bien sus integrantes menos influyentes y otros revolucionarios que no pertenecían a ella, quienes estuvieron al frente de esta experiencia, de la cual Carlos Marx – pese a haber dicho con anterioridad a los acontecimientos, que el levantamiento armado de los obreros parisienses (que los llevaría al poder por poco más de dos meses) no tendría buen final – extrajo conclusiones que incluso, modificaron su teoría política de forma decisiva, llegando a la conclusión de que las clases explotadas no solamente debían apoderarse de la máquina burocrática del Estado para ponerla a su servicio, sino destruirla y sustituirla por otra, nueva y adecuada al proyecto social propio de ellas y en correspondencia con sus intereses. [6] Pero esa conclusión no surgió de un análisis de los errores, sino de lo que él consideraba los aciertos de la Comuna. Es decir, en vez de cuestionar (desde ese pedantismo académico típico de tantos intelectuales de izquierda) a los comuneros (cuyos dirigentes le adversaban en muchos aspectos) los elogió, los apoyó y sin dejar de señalar lo que él veía como sus fallas, en lugar de aprovechar la derrota de ellos para afirmar la validez de los planteamientos de él, reconoció que su pronóstico no estaba bien fundamentado, afirmando que la Comuna no cayó por las razones que él había expuesto – según las cuales ni siquiera debía haber triunfado –, y que tenía muchas más cosas por aprender de los comuneros, que cosas por enseñarles; lo cual puede servir de referencia a quienes no habiendo hecho nunca una revolución o habiendo renunciado a hacerla, se dedican a atacar en nombre de las ideas revolucionarias, a quienes las hacen.

Y fue precisamente la discusión que surgió sobre el fracaso de la Comuna, el factor decisivo que llevó a la disolución en 1876, de la Primera Internacional , cuyo nombre oficial era Asociación Internacional de los Trabajadores y cuyos principales ideólogos y dirigentes eran Carlos Marx y Federico Engels. Esta fue la Internacional de la etapa clásica del capitalismo, cuando imperaba la libre competencia como regla principal de las relaciones económicas y cuando la explotación que es propia de este sistema se mostraba en su versión más descarnada aún en los países industrializados (y principalmente en ellos) , con jornadas laborales de catorce horas por salarios que solamente – y difícilmente – permitían la sobrevivencia física de los obreros.

La Segunda Internacional surg e en 1889, fundada entre otros por Federico Engels y C arlos Kautsky. S u nombre oficial fue Internacional Socialdemócrata, siendo esa en aquel entonces, la denominación política del movimiento revolucionario. Luego, al enfrentarse esta Internacional a comienzos del siglo XX (ya fallecido Engels) al surgimiento del imperialismo (caracterizado por Lenin como la fase superior del capitalismo , visión con la que posteriormente se identificará Augusto C. Sandino y que ejerce ría gran influencia en su formación revolucionaria ) [7] y más concretamente al estallido de la Primera Guerra Mundial como expresión de la nueva época, no logró dar una respuesta cohesionada al fenómeno y en su interior los partidos más influyentes optaron por la claudicación ideológica ante el sistema, apoyando por razones electorales a sus correspondientes países en la también llamada Gran Guerra; de donde surgió la actual versión reformista de la socialdemocracia (reformista al sustituir el cambio de sistema como objetivo, por la reforma del mismo – primero planteada como forma menos brusca y más viable de llegar al cambio de sistema, y luego como objetivo final de sus promotores, tal como lo pronosticaron Lenin y Rosa Luxemburgo, principales exponentes de las posiciones revolucionarias dentro de esta Internacional –). La polémica que entonces se produ c e entre reformistas y revolucionarios continúa vigente y es fundamental en la batalla ideológica por la transformación revolucionaria de la sociedad , pues la revolución como un proceso permanente siempre se encuentra enfrentada a situaciones que llevan a una parte del movimiento revolucionario a depone r sus banderas ante el sistema, justificando tal conducta con la supuesta mayor viabilidad de una ruta reformista hacia un cambio indefinido en un futuro incierto; cambio que ni al comienzo ni al final es el del sistema, sino el de ciertos aspectos superficiales de éste; es decir, no suprime las causas de los problemas sociales, sino algunos de sus más visibles efectos, lo que contribuye a la prolongación del sistema – cuya existenci a misma determina la de los problemas sociales en cuestión –, debido a que retrasa el cuestionamiento generalizado al mismo como producto de la disminución de lo intolerable en que se termina convirtiendo la vida para cantidades suficientes de personas como para hacer insostenible el orden de cosas vigente.

Al romper Lenin y los revolucionarios consecuentes de la época con el reformismo que terminó imponiéndose en la dirección del movimiento socialdemócrata, y luego de triunfar en Rusia la primera revolución socialista de la historia en 1917 (dirigida por él), se funda la Tercera Internacional o Internacional Comunista en 1919 , a la cual correspondió la defensa internacional de la Unión Soviética y la organización de la lucha revolucionaria por el socialismo en el mundo, en las condiciones marcadas por el establecimiento de la fase imperialista de desarrollo del capitalismo, con la resultante transformación de la división social entre seres humanos explotados y explotadores dentro de cada país, en división mundial entre países explotados y explotadores, trasladándose el escenario de la revolución, de los países industrializados – cuya clase obrera pasa a recibir beneficios de la explotación ejercida por sus países sobre otros – a los países agrarios – donde por ello las clases populares sufren una doble explotación (como en su momento lo expresara Sandino): [8] la ejercida por los explotadores locales y la que ejercen los monopolios imperialistas –.

La presencia de cuadros enviados por la Internacional Comunista en el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua a finales de los años veinte es un factor que influye en la evolución del pensamiento revolucionario del prócer nicaragüense. Entre esos cuadros se distingue Farabundo Martí, Secretario personal de Sandino, quien es conocido mundialmente como el General de los hombres libres al referirse a él en estos términos uno de los más destacados dirigentes de la Tercera Internacional, el comunista francés Henry Barbusse. La guerra que entonces se libra ba en Nicaragua constituy ó uno de los dos hechos históricos q ue inauguraron la época de las revoluciones de liberación nacional como expresión fundamental de la revolución socialista ( el otro fue la Revolución China dirigida por Mao Tsé-tung , que ya estaba en marcha por entonces y terminaría triunfando en 1949) ; lo cual responde al cambio del escenario revolucionar io mundial, ya explicado antes.

Como parte de lo antes dicho, Sandino hace un llamamiento a los obreros de América Latina, a integrarse en la Confederación Sindical Latinoamericana, brazo sindical en nuestro continente de la Internacional Comunista, asume como propias las resoluciones del Congreso Mundial Antimperialista de Francfort, [9] convocado por la Internacional; y según narra Ramón de Belausteguigoitia e n su libro Con Sandino en Nicaragua, era usual escuchar las notas del himno de La Internacional en los campamentos del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua. [10] En determinado momento, como es sabido estos cuadros se separan de Sandino , lo cual ocurre como producto de orientaciones emanadas del Partido Comunista Mexicano en lo que fue un comportamiento extremadamente sectario de éste . Tales orientaciones fueron cuestionadas en el seno de la Internacional, a pesar de que con ellas los comunistas mexicanos creían estar cumpliendo con la nueva línea vigente en la organización mundial, que definía la estrategia de clase contra clase, significando esto que los partidos comunistas debían romper con todo aquello que no significara un compromiso con el socialismo; compromiso que sin embargo existía en Sandino, quien se encargó de dejar claro que nunca tuvo disputas ideológicas con sus ex compañeros, en este caso Farabundo Martí, [11] con cuyas ideas aclaró que siempre estuvo de acuerdo, [12] y a quien con motivo de su muerte en la insurrección campesina de su país, rindió homenaje en acto cuyas fotos han sido recientemente desenterradas del olvido por su nieto, Walter Castillo y publicadas en el libro de Sandino recientemente editado por la Fundación que dirige Castillo, y que Sandino mismo orientó publicar bajo el irónico título El bandolerismo de Sandino en Nicaragua.

Llama la atención el hecho de que el triunfo en China, de la primera revolución socialista después de la Revolución Rusa, ocurriera hasta seis años después de disuelta la Internacional Comunista o Tercera Internacional en 1943, oficialmente como producto de la “madurez de los partidos comunistas”, pero en realidad como resultado de un compromiso de Stalin con sus aliados capitalistas contra la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. La Internacional fue sustituida entonces por una combinación de la llamada comunidad de países socialistas – q ue en gran medida surgió como producto de la liberación por el Ejército Soviético, de los países de Europa del Este de la ocupación alemana – , las conferencias mundiales de los partidos comunistas y sobre todo, el Pacto de Varsovia (alianza militar entre los países socialistas de Europa, y contraparte de la OTAN). Incluso antes, la primera revolución socialista de la historia triunfó cuando ya la Internacional de la época (la Segunda) se había desintegrado. Pocos años después de la Segunda Guerra Mundial se integraron a la comunidad de países socialistas: China (antes de su ruptura con la Unión Soviética), Viet Nam, Laos y Cuba, países a los que el socialismo no llegó, sino que ellos llegaron al socialismo como producto de procesos revolucionarios autóctonos, luego del triunfo en ellos de las revoluciones de liberación nacional; igual que en el caso de Corea del Norte, que sin embargo siempre tuvo poca presencia internacional debido a su filosofía de la autosuficiencia, conocida como la idea Zuche.

La Cuarta Internacional fue organizada en 1938, en contra de la Tercera ; y según sus organizadores en consecuencia con la línea de ésta hasta su Cuarto Congreso, que había tenido lugar en 1922. La razón argumentada por su fundador, León Trotsky, fue que la Tercera Internacional había dejado de ser la expresión organizada de la revolución socialista mundial para convertirse en un aparato burocrático al servicio de la diplomacia soviética, como expresión de lo que él consideraba como la degeneración de la revolución socialista en un Estado burocrático en la Unión Soviética, de donde fue expulsad o luego de haber sido uno de los principales dirigentes de aquel proceso ( principal jefe de la insurrección que tuvo como resultado la toma del poder por los bolcheviques – la fracción comunista dirigida por Lenin –, jefe de relaciones exteriores de la Rusia revolucionaria y luego, fundador y primer jefe de la Guardia Roja, luego llamada Ejército Rojo y por último, Ejército Soviético).

Al morir asesinado Trotsky en 1940, sus seguidores se caracterizaron por un comportamiento altamente polémico que los llevaría a sucesivas e interminables divisiones internas, lo cual no es ajeno a su concepción de que la revolución socialista debe ser mundial o no ser, y producto de ello esta Internacional no ha promovido una sola revolución en país alguno, precisamente por no concebirla dentro de las fronteras nacionales. Tal situación ha llevado a l a inacción de sus integrantes, producto de que la ausencia de procesos revolucionarios a promover y defender los ha conducido a la sustitución de las tareas prácticas de la lucha revolucionaria por la polémica excesiva (ausencia de combinación entre teoría y práctica) que lleva al sectarismo, otra de sus características y origen del divisionismo que ha caracterizado a esta versión de la Internacional a lo largo de su trayectoria. Manifestación de ello es el hecho de que actualmente existen varias organizaciones mundiales – todas integradas por partidos que siempre fueron extremadamente pequeños – que se autoconsideran como la legítima Cuarta Internacional. Aún más, cada vez que surge un nuevo proceso revolucionario estos partidos se dedican a atacarlo, de forma tal que su actividad política está más orientada a esto que a combatir contra las fuerzas de la reacción a nivel mundial.

George Novack, en su libro La P rimera y S egunda Internacional , dice:

Trotsky caracterizó el período de actividades internacionales de la clase obrera, realizadas durante la Primera Internacional, esencialmente como una anticipación. El Manifiesto Comunista fue la anticipación teórica del movimiento obrero moderno. La Primera Internacional fue la anticipación práctica de las asociaciones obreras mundiales. La Comuna de París fue la anticipación revolucionaria de la dictadura del proletariado.

Más tarde, Lenin caracterizó la Tercera Internacional como la Internacional de la acción, que empezó a poner en práctica la primera gran contribución de Marx a la teoría política: la idea de que la clase obrera tenía que luchar por establecer la dictadura del proletariado.

El puente histórico entre la Internacional de la anticipación y la Internacional de la acción fue la Segunda Internacional. Ésta puede caracterizarse brevemente como la Internacional de la organización, que puso en pie a amplias masas de trabajadores en numerosos países y los organizó en sindicatos y en partidos políticos obreros. [13]

Siguiendo esta lógica, la Cuarta habría sido la Internacional de la crítica , debido a que su fundamento fue el cuestionamiento (independientemente de qué tan acertadamente haya sido hecho) al rumbo (con toda certeza cuestionable) de la construcción del socialismo en la Unión Soviética con posterioridad a la prematura muerte de Lenin.

La necesidad – ya fundamentada arriba – de instaurar una Quinta Internacional debe tomar en cuenta la experiencia vivida por las anteriores versiones de la organización mundial de los revolucionarios. Alicia Sagra, en su libro La Internacional, plantea que la Primera Internacional fue un Frente Único, la Segunda una Federación de partidos socialistas, y la Tercera el primer Partido Revolucionario Mundial (…), que respondía a una nueva época, la época imperialista de lucha por el poder, la época de la Revolución Socialista, por eso no sólo tenía posiciones programáticas que respondían a esa tarea, sino también el régimen de funcionamiento necesario para ello: el centralismo democrático. [14]

En este sentido, la Cuarta Internacional habría sido el primer intento (aunque impotente y fallido) por retomar el rumbo revolucionario de ese partido mundial. Tanto la Primera Internacional como la Segunda, existieron cuando aún Lenin no había elaborado su teoría de la actualidad de la revolución, integrada por la teoría de la situación revolucionaria y la del partido de vanguardia, siendo desde entonces esta última, rectora del funcionamiento de todas las organizaciones revolucionarias del mundo (al menos las identificadas con el marxismo-leninismo , que obviamente no son sólo las que se autodenominan partidos comunistas; algunas de estas organizaciones han tenido que aplicar los principios emanados de la teoría leninista en condiciones diversas que han demandado de ellas un alto nivel de creatividad y flexibilidad).

La Quinta Internacional y la teoría leninista del partido de vanguardia.

La teoría leninista del partido de vanguardia plantea la necesidad de una organización política integrada o dirigida (según las circunstancias) por revolucionarios que hagan de tal condición su profesión y oficio ( militantes o cuadros políticos – según el caso – a tiempo completo), lo cual responde a la necesidad de que esta organización actúe de forma permanente, promoviendo el cambio revolucionario cuando la situación revolucionaria est é planteada o haya sido creada por ella (cuando “l os de abajo no quieran y “los de arriba no puedan” seguir viviendo como hasta entonces , como diría Lenin ) . [15] La situación revolucionaria puede surgir espontáneamente (caso en el cual el carácter espontáneo de tal situación puede ser relativo por responder posiblemente a un acumulado de trabajo político y organizativo de la organización política de vanguardia , o de lucha armada organizada por ésta como factor de motivación para la integración de una porción suficientemente significativa de la sociedad a la lucha contra el sistema) ; también puede darse como producto de la aceleración artificial por la vanguardia, del proceso social que conduce a ella; o puede ser totalmente creada por la vanguardia cuando sus acciones y el contexto en que éstas se dan así lo permite. Pero la situación revolucionaria sólo se convertirá en revolución si la vanguardia se encarga de que así sea, lo cual se corresponde plenamente con la importancia dada por los clásicos del marxismo al factor subjetivo en la realidad y el desarrollo sociales, después ignorada tanto por el dogmatismo revolucionario como por los ideólogos de la reacción.

La vanguardia es la organización política que constituye e l motor de la revolución , debido a que la envergadura de lo que se requiere para hacerla triunfar implica una acción política bien organizada, en la que es un elemento fundamental la disciplina. De la teoría leninista del partido de vanguardia se deriva la concepción del centralismo democrático como rector de la vida interna de las organizaciones políticas de carácter revolucionario. El centralismo democrático consiste en t rabajo, dirección y decisión colectivos; dirección y decisión únicas; responsabilidad individual ; electividad y revocabilidad de los cargos con rendición periódica de cuentas ; subordinación jerárquica ( de los organismos inferiores a los superiores ) ; derecho a la crítica interna y deber de la autocrítica.

Uno de tantos prejuicios antileninistas surgidos del colapso que sufriera el modelo conocido como socialismo real en su versión soviética y europea, es el de confundir la concepción de la organización política de vanguardia con el sectarismo y el dogmatismo que, estando presente en muchas organizaciones de izquierda por razones que trascienden el contenido de este artículo, han hecho que en éstas se desarrolle el culto de la personalidad, el autoritarismo y la tendencia a la sustitución de las clases populares en la lucha revolucionaria o en el ejercicio del poder, en nombre de los intereses superiores de las mismas. Pero la concepción de la vanguardia – ya detallada con anterioridad – surge del carácter desigual del desarrollo en general, y se explica filosóficamente por la ley dialéctica de la unidad y lucha de los contrarios: la necesidad histórica de los cambios sociales determina la existencia de sujetos portadores de los cambios históricamente necesarios, pero tales sujetos – que reflejan la realidad de la cual forman parte, confrontándose con ella – , por ser quienes escapan a la hegemonía ideológica ejercida por el grupo social dominante, son minoría cuando aparecen como primeros síntomas de los cambios que la realidad social y la historia demandan; y son por tanto, la vanguard ia de la lucha por esos cambios siempre que se aglutinen y organicen debidamente en función de éstos. Su misión histórica consiste por consiguiente, en educar ideológicamente a l sujeto de l os cambio s que en esa medida se integrará en su seno, y conducir políticamente el proceso que a dichos cambios corresponde para orientar estratégicamente el rumbo de las transformaciones revolucionarias que tendrán lugar como consecuencia de ello.

De igual manera y con origen en el mismo fenómeno, la concepción lenini s ta de la vanguardia se ha estigmatizado por las características concretas de las organizaciones que hicieron suya esta concepción; características que en gran medida responden a las circunstancias específicas en que surgieron y han debido actuar estas organizaciones. En otras palabras, se ha confundido la concepción de la vanguardia con algunas de sus variantes; en parte por ser éstas las que adoptó el partido revolucionario cuyo origen fue precisamente la formulación por Lenin de la teoría del partido de vanguardia.

Esta variante es la de una vanguardia vertical hacia adentro (en la que el derecho a la crítica está limitado al seno de la organización o en la que el derecho a emitir opinión está limitado al momento en que aún la organización política no ha asumido una posición oficial respecto al tema respecto al cual se ejerce tal derecho) y cerrada hacia afuera (en la que no puede entrar todo el que quiera). P ero esta variante (independientemente de en qué casos se haya justificado y en qué casos no sea así ) no tiene por qué ser considerada como inherente a la condición de vanguardia que es propia de una organización política consecuentemente revolucionaria, la cual puede por tanto ser también horizontal hacia adentro (en la que la crítica se pueda ejerc er públicamente y en la que pueda emitirse opinión distinta a la de la organización política sobre temas acerca de los que por tanto ya ésta haya tomado posición, o bien la primera de estas prerrogativas) y abierta hacia afuera (a la que pueda pertenecer todo el que lo desee) . Otro criterio para definir como vertical u horizontal una organización de vanguardia podría ser el método de selección de sus militantes cuando existen diferentes categorías de miembros: sería vertical en el caso de que los militantes sean seleccionados por la dirigencia (como ocurría en el FSLN en la década de los ochenta), y abierta cuando tal condición sea opcional de cada miembro (como pasó a ser en el mismo partido desde 1994 hasta que desaparecieron las dos categorías), habiendo un punto intermedio en caso de que los militantes sean electos por el organismo de base al qu e les correspondería pertenecer, tal como ocurre en el Partido Comunista de Cuba .

Lo dicho aquí sobre el tema de la vanguardia es válido para la condición de vanguardia como carácter de la organización política (caso en el cual se trata de una organización de vanguardia) , y no solamente para tal condición en el sentido de la capacidad de conducción política, liderazgo e influencia que la organización de la cual se trate haya podido desarrollar en cada momento histórico en el seno de la sociedad a la que pertenece (caso en el cual la organización en cuestión sería no solamente de vanguardia, sino también la vanguardia) .

Se ha hecho hincapié e n este tema de la teoría leninista de la vanguardia y el centralismo democrático con el objetivo de desbrozar el camino que conduce hacia una propuesta concreta sobre el carácter que debería tener – en consecuencia con su necesidad – la Quinta Internacional. Según lo dicho anteriormente acerca de las características del mundo actual que demandan la existencia de una organización revolucionaria a nivel mundial, ésta sería históricamente el partido mundial del movimiento revolucionario , por segunda vez constituido pero luego de una primera experiencia y en circunstancias distintas a la primera.

Un elemento importante a tomar se en cuenta es el ya señalado acerca de que no ha triunfado nunca ninguna revolución como producto de la estrategia de ninguna Internacional (incluso la Comuna de París, único triunfo revolucionario – efímero, pero triunfo al fin – durante la existencia de una Intern acional – la Primera – , no fue producto de un plan que ésta tuviera al respecto; al contrario y como se ha explicado , el propio Marx planteó en su momento que un eventual alzamiento de los obreros parisienses estaba destinado al fracaso, aunque él y la Internacional de la que era figura central, apoyaron la Comuna una vez que dicho levantamiento hubo triunfado ; más bien, el fracaso de la Comuna fue para la Internacional una herida mortal que la llevaría a su disolución ). Sin embargo, debe reconocerse otra verdad histórica: que ninguna revolución de carácter u orientación socialista habría podido triunfar sin la existencia previa de la Internacional: la Revolución Bolchevique no se concibe sin el trabajo educativo y organizativo previo que a nivel del proletariado europeo en su conjunto (incluyendo el ruso, por supuesto) hizo la Segunda Internacional; la Revolución China difícilmente habría podido triunfar sin el apoyo recibido por la Internacional Comunista (a pesar de los errores cometidos inicialmente por ésta al d ar orientaciones que ponían a los comunistas chinos a merced de sus adversarios mortales); incluso, la Comuna de París no habría tenido la importancia que tuvo como experiencia de lucha para las clases populares sin el análisis que de ella hiciera Carlos Marx, la figura más destacada de la Primera Internacional que además, destacó cuadros importantes en apoyo a los comuneros, quienes además fueron asesorados militarmente por Federico Engels, la figura más prominente de la Internacional después de Marx y quien poseía conocimientos de artillería que fueron de gran utilidad para prolongar la Comuna el tiempo suficiente que haría de ella una experiencia tan importante.

Anteriormente se exponía la diferenciación de las Internacionales, hecha por Alicia Sagra: la Primera Internacional fue un frente de masas, la Segunda una federación de partidos, y la Tercera un partido mundial. En la actualidad, el frente de masas que fue la Primera Internacional está presente (con sus propias particularidades y guardando las distancias de todo tipo, especialmente por lo diferente de la época) en el Foro Social Mundial; la federación de partidos que fue la Segunda Internacional está presente (aunque no a nivel mundial, sino continental y sin llegar a ser propiamente una federación, por tratarse más bien de una instancia para el intercambio y el debate más que para la coordinación en la acción, que por supuesto también se practica) en el Foro de Sao Paulo. Hace falta – hoy más que nunca, por las razones ya planteadas antes – el partido mundial de la revolución que fue la Tercera Internacional.

La experiencia de la Primera Internacional demostró la necesidad de una organización con métodos que permitieran una mayor efectividad en la acción, pudiendo decirse que en ella se pecó de democratismo (viéndolo en retrospectiva, pues debe tomarse en cuenta que eran apenas los inicios organizativos del movimiento revolucionario a nivel mundial y por tanto, no puede analizarse esto como un error en esa época,un déficit objetivamente determinado por la época ). La Segunda Internacional puso en evidencia la necesidad de contar con una teoría política que indicara la manera mediante la cual debe organizarse la lucha revolucionaria; siendo dicha teoría elaborada por Lenin y, aunque ya no fue utilizada por una Internacional que decaía ante el reto de la historia (la Segunda) , quedó como una herramienta invaluable en la acción revolucionaria posterior que sin embargo, fue aplicada de forma mecánica y sectaria por la Tercera Internacional luego de la muerte de su fundador. Un error notable de esta Internacional (la Internacional Comunista) fue el excesivo verticalismo en su seno, de modo que las decisiones tomadas por el conjunto de los partidos (por votación o incluso, a veces eran decisiones tomadas por el Partido Comunista de la Unión Soviética o para ser más claros, por Stalin) eran de obligatorio cumplimiento para cada uno de ellos, aunque se tratara de la situación concreta de un país específico y en el partido correspondiente prevaleciera una posición política diferente de la que era mayoritaria a nivel de la Internacional; lo cual además, no tomaba en cuenta el peso de cada partido en cantidad de miembros, influencia en la sociedad, etc. sino en todo caso como

En este sentido, la Quinta Internacional (la del período de la globalización y la del momento decisivo en el que debido a la crisis ecológica, si no triunfa esta vez la revolución socialista a nivel mundial la humanidad estaría llegando a su fin ) vendría a ser – para su funcionamiento efectivo – en cierto modo, un término medio entre el partido mundial en el mismo sentido que lo fue la Tercera , y la federac ión constituida por la Segunda, siendo a la vez de cierta manera, ambas cosas. Pero al mismo tiempo – tomando en cuenta la importancia creciente del movimiento social (que será retomada más adelante) –, la Quinta tendría cierta similitud con el frente de masas que fue la Primera y con la diversidad de ésta, en aquel momento producto de que se daban apenas los primeros pasos organizativos del movimiento revolucionario a nivel mundial, y ahora como resultado de la búsqueda teórica originada en la crisis de la rigidez que caracterizó a la teoría revolucionaria oficialmente reconocida como tal, hasta el colapso del modelo social en cuyo contexto existió tal rigidez.

Al mismo tiempo, el programa de la Quinta Internacional tendría que ser producto de la experiencia no solamente exitosa , sino también fallida del socialismo precedente, tal como lo quiso ser sin lograrlo (posiblemente por la demasiado temprana muerte de su fundador, Trotsky) la Cuarta Internacional. E n la línea de las denominaciones hechas por Trotsky de la Primera como de la anticipación, por Novack de la Segunda como de la organización , por Lenin de la Tercera como de la acción y en este artículo de la Cuarta como de la crítica, l a Quinta Internacional sería de la organización, la acción y la crítica al mismo tiempo.

En concreto, e sta organización internacional de partidos revolucionarios tendría el carácter de un partido revolucionario mundial con decisiones de obligatorio cumplimiento para sus integrantes; pero haciéndose una diferenciación entre las que sean de carácter internacional, las regionales y las que se refieran a la situación nacional de un país específico, aumentando la importancia de la posición política del partido o partidos del país o región (respectivamente) que corresponda, en tanto la situación tenga un carácter más local y menos mundial; de manera que por ejemplo, al tratarse de la situación específica de un país, no pueda adoptarse ninguna decisión con la que no esté de acuerdo el partido correspondiente, entre otras cosas porque tal decisión sería inaplicable.

De igual forma, todas las decisiones tendrían que tomarse por consenso y no por mayoría, para así evitar incoherencias entre el peso del voto y el de la organización política que lo ejerce, siendo por lo demás irrisorio establecer parámetros según los cuales el peso de cada organización determine el número de votos con que cada una cuente, a lo que debería agregarse que ese peso es cambiante y no siempre se está en condiciones de percibir el momento en que tal modificación tiene lugar. De modo pues, que esta propuesta podría considerarse como orientada hacia la mayor apertura posible en el marco de la necesidad de que exista un partido mundial de la revolución, que en aras de su efectividad debe incluir la disciplina como un principio en su funcionamiento. En otras palabras, en esta nueva Internacional se estaría combinando la máxima libertad con la máxima disciplina posibles, para lo cual el centralismo democrático como expresión de la teoría del partido de vanguardia, flexiblemente aplicado continúa siendo no solamente útil, sino indispensable.

La presencia de varias organizaciones de un mismo país obligaría a éstas a actuar juntas en lo que respecta a las líneas estratégic as internacionales, lo cual sería motivo para su acercamiento mutuo , incluso posiblemente hasta convertirse en una misma organización o cuando menos, a aliarse para efectos de la vida política interna del país al que pertenecen, pudiendo ser esto último una norma interna en el funcionamiento de la Internacional, que podría contribuir decisivamente a la unidad de la izquierda a nivel local y como consecuencia, también a nivel mundial. Sin embargo – y para que exista una coherencia mínima –, la(s) primera(s) organización(es) en incorporarse dentro de cad a país debería(n) tener poder de veto respecto al ingreso de otra(s) organización(es) del mismo país. Lo que no parece razonable es la propuesta de l escritor y periodista argentino Luis Bilbao, de que el órgano de dirección internacional esté integrado sólo (…) por representantes de partidos de aquellos países donde no exista más de una organización reconocida, puesto que constituye una contraproducente (además de injusta) discriminación posiblemente en detrimento de la calidad de tal órgano de dirección.

Un asunto importante – en vista del creciente peso de los movimientos sociales como producto de la potencialmente revolucionaria decadencia de los partidos políticos en tanto expresión de la crisis del sistema político democrático representativo – sería el ingreso no solamente de partidos políticos, sino de organizacion es sociales; muchas de las cuales han asumido incluso, tareas políticas propias de los partidos de vanguardia, tal como es el caso del Movimiento de los Sin Tierra en Brasil para la situación del sector rural en el gigantesco país sudamericano.

U n tema muy importante en relación con la cohesión de la nueva Internacional es el de l vínculo de dicha cohesión con la diferencia entre lo político y lo ideológico. Luis Bilbao plantea que la Quinta Internacional debería caracterizarse por su heterogeneidad ideológica y su homogeneidad política , [16] frente a lo cual habría que agregar lo siguiente: La heterogeneidad i deológica se tendría que asumir como el punto de partida para señalar la necesidad de un planteamiento ideológico común (la unidad nace de la diversidad) , pues de lo contrario la Internacional sería una alianza para alcanzar objetivos mucho más transitorios y por tanto, mucho menos definitivos que los de una fuerza identificada con el objetivo estratégico (e ideológicamente común por sus alcances ) de sustituir el capitalismo por el socialismo como paso intermedio para la construcción de una sociedad completamente justa y libre; igualitaria en lo social (luego de la transición socialista, equitativamente igualitaria); equitativa en cuanto al género y en lo generacional ; ecológicamente sostenible; y suficientemente próspera en lo económico para garantizar las condiciones mínimas indispensables del bienestar material y espiritual, y no para la ecológicamente insostenible – y tradicionalmente aceptada por el marxismo manualesco – satisfacción de las necesidades crecientes, siendo válido en este sentido lo que Raúl Sendic identificaba como el aislamiento de las necesidades principales para su plena satisfacción; [17] una sociedad en la que el ser humano actúe, trabaje y produzca bienes y riquezas motivado espiritual y colectivamente.

Estas son las premisas mínimas indispensables alrededor de las cuales pueden hacer causa común todos los revolucionarios del mundo (comunistas marxistas y de todas las tendencias posibles, socialistas revolucionarios, anarquistas, cristianos por la liberación del ser humano respecto a la enajenación del consumismo individualista, etc.); es decir, la heterogeneidad ideológica tendría necesariamente los mismos límites que existen entre revolución y reforma como objetivo programático final o lo que constituye para un movimiento político su razón de ser. En otras palabras, todas las organizaciones políticas y sociales que pertenezcan a la Internacional deberían identificarse entre sí en base a su compromiso común con la transformación revolucionaria de la sociedad o lo que es igual, la sustitución del sistema capitalista (basado en la explotación entre unos seres humanos y otros para la creación y concentración de riquezas en función de su acumulación por aque llos en cuyas manos se concentra n) por el sistema socialista (basado en la colaboración entre los seres humanos para la creación y distribución de las riquezas en función de la satisfacción de las necesidades vinculadas con el bienestar material y espiritual de todos los individuos); pues es en función de esto que se plantea precisamente la necesidad de la acción revolucionaria común a nivel mundial en la época de la globalización y la crisis actual del capitalismo, en este último caso por ser esta crisis la del sistema que sería suprimido por la revolución.

M ientras por su parte, la heterogeneidad ideológica limitaría la homogeneidad política a ciertos temas que deben ser i dentificados bajo el método antes planteado de que en tanto más global es sea n, más homogeneidad exista respecto a ellos y viceversa, en tanto su carácter sea más local, haya más heterogeneidad alrededor suyo.

La lucha revolucionaria como actitud ante la vida y la transformación revolucionaria de la sociedad como actitud ante la realidad social.

Quizás el cuest ionamiento más importante que ha tenido e l reciente llamamiento a la formación de la Quinta Internacional – sintomáticamente hecho por Hugo Chávez, líder del proceso revolucionario que ha servido de locomotora al actual auge de la izquierda en América Latina como parte de las condiciones favorables a un cambio revolucionario a nivel continental en un plazo más corto que largo en el único lugar del mundo donde existe un clima político favorable a la socialmente necesaria y ecológicamente urgente revolución mundial – ha sido que una Internacional debe ser resultado de un proceso de búsqueda y construcción de propuestas y no al contrario, y que por tanto no se puede hacer un llamado a organizar la Internacional y dejar que ésta se encargue luego de identificar las acciones comunes que puedan convocar a los revolucionarios del mundo, sino que es la identificación previa de estas acciones lo que debe servir como punto de partida para la conformación de la Internacional, en caso de que como producto de la identificación de dichos puntos, resulte la certeza de que ésta es necesaria.

La autenticidad de la actitud revolucionaria ante la vida y la realidad social se pu ede comprobar de dos maneras, e identificando en quienes se autoproclaman revolucionarios a uno de dos tipos de seres humanos , muy diferentes entre sí : una manera es identificar estos dos tipos de persona estableciendo la diferencia existente entre l os que llaman a la lucha y la asumen, o acuden al llamado y luchan; y los que nunca luchan porque se la pasan “a naliza ndo” por qué lucharán , y por tanto lo mismo hacen con los llamados a la lucha: analizarlos, criticarlos, negarse a luchar y desmovilizar a los que acuden al llamado. Tal como dijo Fidel Castro hace más de cuarenta años (véase el encabezado de este artículo), quienes además de plantear que no es el momento de luchar o que la lucha planteada no es la correcta, utilizan este planteamiento como justificación teórica para negarse a luchar, a lo que están renunciando no es a un tipo de lucha revolucionaria , sino a la lucha revolucionaria misma.

La otra manera de medir la autenticidad revolucionaria es distinguir entre estos dos tipos de seres humanos en relación con el tema de las transformaciones revolucionarias y las reformas: tal como lo planteó Rosa Luxemburgo (en la frase igualmente plasmada al inicio de este trabajo) , cuando el cambio revolucionario es declarado imposible o inviable, y producto de ello se asume el camino de las reformas en espera de un futuro lejano en el que quizás se puedan hacer los cambios o en el que como producto de las reformas, éstos se den como frutos maduros, a lo que se está renunciando no es a una manera de hacer la revolución, sino a la revolución misma que se plantea como objetivo el cambio de sistema, y las reformas dentro del sistema se convierten en el objetivo final de quienes pregonan este camino.

Q uienes cuestionan el llamado a La Internacional hecho por Chávez y más aún, el indispensable plazo planteado para su instalación por los partidos de izquierda reunidos en Caracas en ese momento, quedan sin argumento alguno con sólo una pregunta: ¿quién se encargaría, en el esquema planteado por ellos, de esa búsqueda previa de acciones comunes o temas que identifiquen entre sí a las organizaciones de izquierda del mundo entero , para después – en caso de que se llegue a la conclusión de que es necesario – hacer el llamado a la Internacional ? Esa búsqueda es necesari a , sin duda; pero primero debe definirse quiénes l a harán . E n el esquema de quienes nos identificamos con el llamado de Chávez y con la necesidad del plazo planteado por la urgencia de lo que debe hacerse al respecto, el llamado es precisamente a esa búsqueda; la convocatoria a la Quinta Internacional es en primer lugar, a la identificación colectiva de la s acci ones comunes y de las posiciones que identifiquen entre sí a todas las organizaciones revolucionarias y a los revolucionarios desorganizados del mundo para luchar juntos como única manera de que esa lucha triunfe en el mundo actual. Es decir, primero debe motivarse – y es eso lo que ha hecho Chávez – esa búsqueda consciente y común de q uienes est ando conscientes de la necesidad de hacerlo , de esta manera se reconozcan mutuamente y así, colectivamente hacer que surjan las ideas para darle forma concreta a la existencia de algo tan grande y tan importante, y que por eso mismo es imposible de lograr sin ese impulso previo, sin ese entusiasmo y esa acción colectiva previos , cuya primera gran meta deberá ser, por consiguiente, convocarse; reunirse; identificarse mutuamente. Que es para lo que se ha planteado como plazo e l mes de abril del presente año; e s la única manera de acudir en tiempo y forma a globalizar la lucha y la esperanza, actual equivalente de l viejo llamado de Marx y Engels a la unidad de los proletarios, hecho ahora desde el Foro Social Mundial, pionero formidable de la Quinta Internacional o por el contrario – es decir, de no llegar ésta a existir –, una forma muy ingeniosa del sistema para entretener en conversaciones consigo mismos y desahogos interminables a quienes pretenden cambiarlo o creen querer hacerlo , precisamente para que ese entretenimiento se lo impida. No esperemos más, compañeros: revolucionarios del mundo, UNÁMONOS. Último aviso.

1


[1] Una introducción necesaria al Diario del Che en Bolivia ( Ernesto Che Guevara, Escritos y discursos, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, Cuba, p. 8 ).

[2] www.castillasocialista.org

[3] Lenin, Vladimir I., Marxismo y revisionismo (Obras escogidas, Editorial Progreso, Moscú, sf, p. 20).

[4] Las contradicciones terminales conducen directamente al colapso del sistema, aunque la duración entre el inicio de la contradicción y el colapso que ella produce, varía según cada contradicción específica; las contradicciones críticas, por su parte, conducen al sistema a sus crisis periódicas que, sumadas, también lo conducen al colapso, pero indirectamente.

[5] Segunda Declaración de La Habana, www.pcc.cu , p. 17.

[6] Lenin, Vladimir I., El Estado y la Revolución (Obras completas, Editorial Progreso, Moscú, sf , p. 298 ).

[7] Sandino, Augusto C., El pensamiento vivo, t. I, Editorial Nuevo Nicaragua, Managua, 1984, p. 341.

[8] Sandino, Augusto C., Ob. Cit., t. II, pp. 69.

[9] Idem, pp. 65, 69 a 73 y 80.

[10] Fonseca, Carlos (citado por), Sandino, guerrillero proletario (Obras, t. I – Bajo la bandera del sandinismo – , Editorial Nueva Nicaragua, Managua, 1985, p.353 –).

[11] Román, José, Maldito país, p. 137.

[12] Sandino, Augusto C., Ob. Cit., t. II, p. 366.

[13] Sagra, Alicia (citado por), La Internacional, Ediciones FOS, Buenos Aires, 2004, p. 21.

[14] Idem, p. 37.

[15] Lenin, Vladimir I., La bancarrota de la Segunda Internacional, Editorial Progreso, Moscú, 1977, p. 13.

[16] Bilbao, Luis, Hora de definiciones (revista América XXI, # 56/57, diciembre 2009 a enero 2010, Caracas, p. 48).

[17] Sendic, Raúl, Reflexiones sobre política económica, Editorial Nueva Nicaragua, Managua, 1986, p. 3.

Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Los 10 más codiciosos de 2009

Sam Pizzigati

Too Much


06/01/10


¿Quiénes se merecen aparecer este año en la lista de nuestras celebridades más codiciosas? De hecho podríamos elegir a diez eminencias de la avaricia de entre el personal de cualquier gran banco de Wall Street. ¿Pero por qué perderse toda la diversión?

¿Ha sido alguna vez tan fácil elegir a las diez personas más codiciosas del año? No lo creo. Este año podríamos completar la lista entera sólo con banqueros de Goldman Sachs, o de JPMorgan Chase, o cualquier otro de los gigantes de Wall Street. Todos ellos ejecutivos de gimnasio vestidos de tiburones ochenteros, que prendieron la mecha que hizo volar por los aires la economía global para luego procurarse, después de recibir miles de millones en rescates financieros, pagas y extras de cuantías astronómicas –y todo ello en un momento en el que, en casi la mitad de nuestros Estados, alrededor de una cuarta parte de los niños estadounidenses sobreviven gracias a las cartillas de comida–.

Eso sí es avaricia. Pero no es esa toda la historia. Los más codiciosos de la Gran Recesión no sólo se sientan en Wall Street. Ocupan los sillones del poder a lo largo de toda la economía de EEUU. Así que, en este último ranking anual de la avaricia, hemos tratado de repasar todo ese panorama.

¿De dónde viene toda esa codicia? Los seres humanos hemos convivido desde siempre con la avaricia, pero los niveles de codicia varían enormemente entre un u otro momento histórico, y entre una u otra sociedad.

Así pues, ¿qué determina en qué sociedades van a hospedarse los campeones de la codicia y la avaricia? En una palabra: la desigualdad. Cuanto más se concentra la riqueza, más crece la codicia. Los EEUU siguen siendo el país desarrollado con mayores desigualdades. Este próximo año, nos tememos, volveremos a tener una magnífica cosecha de avariciosos.

10: Richard Anderson

Las aerolíneas estadounidenses han venido operando, la mayoría de ellas, bajo el radar de los medios de comunicación desde que los grandes bancos del país pasaron a estado de alerta, y eso de hecho ya le viene bien al director ejecutivo de Delta, Richard Anderson.

Delta, ahora la mayor compañía aérea del mundo, ha estado recompensando muy generosamente a Anderson desde el mismo día en que se convirtió en su máximo ejecutivo, en septiembre de 2007. Pero si ustedes han estado atentos últimamente, se preguntarán porqué. Delta, después de todo, perdió 8.900 millones de dólares en 2008. Y en 2009 junto con otros operadores norteamericanos, como la International Air Transport Association, posiblemente acaben perdiendo en conjunto otros 1.000 millones.

Los pasajeros sí están notando esos números rojos. Delta y otros operadores han venido recortando el número de asientos, una estrategia que busca, según el Orlando Sentinel, “permitirles subir los precios de los billetes más a menudo”. Y también están estrujando a los pasajeros cobrándoles por las maletas. El pasado agosto, las tasas por equipaje que cobraban llegaron a los 20 dólares para la primera maleta y 30 para la segunda.

Mientras tanto, Anderson y su familia no sólo vuelan gratis con Delta. La compañía también paga los impuestos correspondientes a sus billetes y muchas cosas más.

Para aceptar el puesto de jefe de Delta, hace 28 meses, Anderson se llevó 8 millones y medio de dólares en acciones. Siete meses después, otros 3,4 millones. Y seis meses después de eso, para celebrar la fusión de Delta y Northwest, más opciones de compra de acciones de Delta, por valor de 7,3 millones, junto con más acciones valoradas en 6,1 millones.

Con todas esas recompensas, Anderson debe estar dedicando todas y cada una de las horas del día a relanzar Delta, ¿no? Bueno, casi todas sus horas. Anderson ha estado dedicando parte de su precioso tiempo trabajando en la junta directiva de Medtronic, una empresa de tecnología sanitaria. En 2009, la buena gente de Medtronic le va a pagar 188.000 dólares por sus servicios directivos.

9: George David/Marie Douglas-David

Esta poderosa pareja llegó a los titulares el pasado marzo, debido al desagradable juicio de su divorcio. Nosotros tratamos de discernir cuál de los dos era más avaricioso/a, pero no lo logramos. Ahí va el porqué.

George David, de 67 años y anterior director ejecutivo de United Technologies, una de las grandes contratistas con defensa, tiene un impecable expediente de codicia. Durante los cuatro años que siguieron a los ataques del 11-S, David se llevó a casa las mayores pagas de entre todos los directivos del sector de la defensa, unos 200 millones de dólares en total, incluyendo los 88,3 millones en 2004 que le convirtieron en el director ejecutivo mejor pagado del año.

Según el informe Executive Excess de 2006 del Institute for Policy Studies, que analiza los pagos a directores ejecutivos, los contribuyentes aportan directamente 1/3 de los ingresos corrientes anuales de United Technologies.

Pero George encontró a su igual en avaricia. Marie Douglas-David, banquera de inversión en Wall Street antes de que se casara con George en 2002, firmó un contrato prenupcial antes del día de su boda según el cuál le corresponderían 20.000 dólares a la semana en caso de romperse el matrimonio, algo razonablemente posible dados los 30 años de diferencia entre los cónyuges.

Y efectivamente la pareja se separó el año pasado, y esta pasada primavera acudieron a los juzgados después de que Marie interpusiera una demanda para ampliar el acuerdo prenupcial. Pedía 53.000 a la semana. Marie necesitaba más efectivo, según sus abogados, para cubrir sus gastos básicos. Entre ellos: “4.500 dólares a la semana para ropa, 8.000 para viajes, y 1.500 para comer fuera”.

8: Steve Wynn

El pasado febrero el rey de la industria del juego de Las Vegas, Steve Wynn, anunció un recorte generalizado en las nóminas y los salarios por hora de todos los empleados de su imperio del ocio. El montante total ahorrado por Wynn Resorts: entre 75 y 100 millones de dólares.

En noviembre Wynn Resorts anunció en cambio el pago de un dividendo especial de 4 dólares por acción. El coste total para Wynn Resorts del pago de ese dividendo: 492 millones de dólares. Parte de ese dividendo que corresponde a Steve Gin por las acciones que él tiene: 88,6 millones.

Wynn de momento está el número 141 en la lista Forbes de las 400 personas más ricas de los EEUU. Pero su fortuna de hecho menguó unos 900 millones el año pasado, hasta solamente los 2.300 millones de dólares. Una familia estadounidense normal, según las cifras del Census Bureau, tendría que trabajar casi 18.000 años para ganar esos 900 millones.

Pero Wynn, que está siempre en forma, no se ha dedicado a lloriquear en sus martinis por la pérdida de casi mil millones de dólares. Al contrario, decidió dar la bienvenida al año nuevo de 2009 surcando el Caribe en su mega yate de 183 pies, para luego pasar unos maravillosos días de invierno dando de qué hablar a la prensa del corazón en la Riviera y los Alpes.

7: Robert Rubin

Hacia 1997, el entonces Secretario del Tesoro Robert Rubin se ganó la admiración a lo largo de todo el planeta por sus esfuerzos para atajar la crisis financiera asiática. “Arreglada” una crisis, Rubin se dedicó a preparar la siguiente: negociando el acuerdo de 1999 que ponía fin a la más importante legislación sobre el sector financiero que en su momento se había puesto en marcha con las reformas del New Deal.

Dicha reforma, la Ley Glass-Steagall, básicamente impedía que los bancos de inversión especulasen con los bancos comerciales y las compañías de seguros que recibían los depósitos de ahorradores y asegurados. La Ley Glass-Steagall se había ido debilitando a lo largo de los años, pero a finales del pasado siglo todavía tenía suficiente peso para impedir que Citicorp completase una fusión con la aseguradora Travelers Group.

Citi, el mayor banco de los EEUU, y Travelers necesitaban que la Ley Glass-Steagall fuese revocada. Y Rubin cumplió. Gracias a sus contactos y su credibilidad, señala el director de Public Citizen, Robert Weissman, fueron clave para acelerar el trámite en el Congreso, y allanaron el camino para el consiguiente frenesí que se desató en Wall Street y acabó destrozando la economía estadounidense.

Rubin, formado al calor de Goldman Sachs antes de pasar al Tesoro, volvería luego a formar parte del nuevo Citigroup salido de la fusión, en calidad de asesor al más alto nivel. Citi, apostando fuerte por las subprime, terminaría por acabar perdiendo unos 65.000 millones de dólares durante la etapa de Rubin, hasta que en enero pasado Rubin finalmente renunció a sus funciones en Citi.

Al final, Rubin se embolsó 126 millones de dólares en efectivo y acciones por sus servicios prestados a Citi. Pero curiosamente parece que considera sus años en el banco como algo parecido a un servicio público. Así en una entrevista cuando dejaba el puesto decía que: “Considero que no ha habido ni un solo año en el que hubiese podido irme a algún otro lado y hacer más”.

6: Andrew Hall

Si usted fuese Andrew Hall, el comerciante más famoso del mundo, no le importaría en absoluto lo que la gente pensase. Hall mantuvo una batalla de 4 años – contra sus vecinos en Southport, uno de los pueblos más pijos de Connecticut – para mantener una estatua de hormigón de 80 pies de largo instalada en su césped.

Los vecinos ganaron y Hall tuvo que quitar el engendro de hormigón. Pero rápidamente lo reemplazó con dos chabacanas esculturas de coches como salidos de un cómic.

Hall puede permitirse tener montones de esculturas. En 2008 se llevó unos 100 millones de dólares jugando con futuros sobre petróleo y otras mercancías – después de haber ganado aproximadamente otros 250 millones durante los anteriores 5 años – y este año espera llevarse otros 100 millones.

Pero su patrón, Citigroup, no lo tenía tan claro. Citi, en ese momento, se encontraba recién rescatado por 45.000 millones de dólares de los contribuyentes, y pagarle 100 millones a Hall, el jefe de la filial de Citi para el negocio de las mercancías, habría provocado un auténtico desastre en la imagen del banco, y también en la de la administración Obama, de paso.

Pero a Hall no le importó. Exigió su comisión, y Citi acabó vendiendo la filial de Hall, a precio de coste, para terminar con el pesado de Hall.

Aunque esta historia, no lo duden, tiene un final feliz para Hall, Citi y el zar de la caja federal, Kenneth Feinberg. Hall va a llevarse sus 100 millones, pero no hasta el próximo año. Ese aplazamiento permite a Citi sostener que no le ha pagado absolutamente nada a Hall en 2009, y además las cuentas de Citi reflejan que este año se han pagado aproximadamente 100 millones menos que el anterior.

Este malabarismo contable es el que ha maquillado en 2009 la nómina de los altos ejecutivos para las siete grandes entidades encuadradas en los planes de rescate financiero, y ha permitido a Feinberg declarar que las presiones desde su departamento han logrado, “de media”, reducir los pagos en efectivo a los ejecutivos de esas siete entidades en un impresionante – y totalmente engañoso – 90 por ciento.

5: John Chambers

A principios de este año, con todos los legisladores devanándose los sesos para dar con la forma de limitar los sueldos de los directores ejecutivos, un grupo de empresas de alto nivel de Nueva York convocó un “Grupo de Trabajo sobre Remuneración de Directivos” para mostrar cómo las propias compañías podían lavar su ropa sucia.

El informe final de este grupo de trabajo, que salió este otoño, pedía a las empresas que se comprometiesen a unas remuneraciones para los altos ejecutivos que fuesen “justas” y “claramente en consonancia con su desempeño real”. Entre la primera media docena de empresas que se comprometían a ello: Cisco, el gigante de las comunicaciones en Internet.

Unos días más tarde, un expediente federal reveló que Cisco iba a pagar “pluses discrecionales” a sus cinco directivos de más alto rango, correspondientes al año fiscal que terminó el pasado julio. ¿Por qué “discrecionales”? La empresa no podía darles los habituales pluses para ejecutivos porqué ninguno de los cinco había cumplido con sus objetivos de rendimiento.

Cisco sostiene que esos cinco altos ejecutivos ofrecieron un “sólido desempeño financiero” mientras que tuvieron que hacer frente a “duros retos económicos”. Nada más lejos de la realidad. Cisco ha echado a unos 1.500 trabajadores desde que la economía se volvió tan desafiante. En cambio el director ejecutivo de Cisco John Chambers se ha embolsado él solito 232,7 millones de dólares durante los últimos 5 años.

En el año 2000, Cisco reinó brevemente al ser la empresa más grande del mundo, medido según el valor total de sus acciones. Luego vino el estallido de la burbuja de las punto.com, pero Chambers pudo deshacerse de un montón de sus acciones antes de que la burbuja colapsara, y se aseguró un beneficio extra de 156 millones de dólares.

El conserje que limpiaba ese año las oficinas de los ejecutivos de Cisco, según el San Jose Mercury News de ese momento, tendría que haber trabajado 8.653 años para ganar lo que Chambers había conseguido en sólo uno.

4: Rupert Murdoch

Los milmillonarios nunca descansan. Ni dejan tampoco que sus activos descansen. Veamos por ejemplo el magnate de los medios de comunicación Rupert Murdoch. Hace tres años, Murdoch aflojó unos 30 millones de dólares para hacerse con un yate de 183 pies al que llamó Rosehearty. Y por lo que parece está disfrutando de su inversión: los “caza millonarios” le han visto de vacaciones furtivas con el actor Mel Gibson y su amiguete Billy Joel.

¿Pero que hacen los milmillonarios cuando no pueden dar con ninguna vetusta celebridad que les acompañe a bordo? Pues alquilan sus yates, según el Superyacht World, discretamente claro, a través de agencias charter que nunca revelan quién es el auténtico propietario del barco.

Pero algunas veces esa identidad sí sale a la luz. El Rosehearty de Murdoch, según ha revelado un periodista del mundo de los negocios, se alquila por casi 300.000 dólares a la semana. El servicio del “excepcionalmente solícito personal” de Murdoch viene incluido en el precio.

Y hablando de tarifas, Murdoch ha lanzado una cruzada para forzar a los internautas a pagar por los artículos de prensa que leen online. El motivo: sus ganancias directas de News Corp. – la base de su imperio mediático – cayeron un 14% hasta sólo los 27,5 millones.

3: Mark Hurd

La tinta de las impresoras, señalaba un analista financiero del ámbito de la alta tecnología, “cada una de sus gotas cuesta más que las de cualquier perfume caro”. Mark Hurd, director ejecutivo de Hewlett-Packard desde 2005, no lo querría de otra forma.

HP, bajo dirección de Hurd, se ha ocupado de estrujar al máximo las ganancias que vienen de la gallina de los huevos de oro de los cartuchos de tinta. El año pasado, HP subió los precios de la tinta el doble de lo que subió la inflación. Según informaba SmartMoney el pasado junio, el típico cartucho de 30 dólares cuesta de hecho sólo 3 fabricarlo.

Hurd parece que disfruta tanto recortando salarios y puestos de trabajo como subiendo los precios. En mayo, echó a 6.000 trabajadores de HP a la calle y rebajó las nóminas de los supervivientes entre un 5 y un 15 por ciento.

Y de hecho Hurd se rebajó él mismo un 20% su sueldo en 2009. Pero en 2008 su “sueldo” sólo comprendía 1,45 millones de los 26,04 millones de dólares que recibió Hurd en efectivo. Además se llevó otros 7,9 millones en nuevas acciones, y se sacó otros 10,1 millones vendiendo opciones de compra que le habían pagado en años anteriores.

El reinado de Hurt como director ejecutivo de HP ya ha visto como, por el momento, unos 40.000 trabajadores han perdido su trabajo.

2: Richard Scott

Mike Snow, un directivo regional del ámbito de la sanidad, a principios de este mes recordaba esa noche de hace 12 años en la que el director ejecutivo de Columbia/HCA Healthcare Corp., Richard Scott, que era entonces su jefe, le confesó a él y al resto de los altos directivos de la empresa que el FBI acababa de registrar la oficina que tenían en El Paso.

Scott, desafiante, sostuvo que la acusación del gobierno no tenía fundamento. Mike Snow y sus colegas aplaudieron con gallardía. Recuerda Snow: “Como muchos otros, esa noche yo también creí en los cantos de sirena”.

Pero el gobierno federal siguió adelante y acusó a los cargos más importantes de Columbia/HCA por “estafar a Medicare a la vez que pagaban sobornos e incentivos a los médicos para que mandasen a los pacientes a sus hospitales”. La empresa acabó declarándose culpable de 14 cargos y pagando 1.700 millones de dólares en multas e indemnizaciones.

La junta directiva de Columbia/HCA, entonces la mayor cadena de hospitales privados del país, decidió echar a la calle a Scott, pero educadamente claro. Se marchó con una indemnización en forma de acciones a 10 dólares, un paquete valorado globalmente en unos 300 millones de dólares.

Esta pasada primavera Richard Scott irrumpió de nuevo en los telediarios, revelándose como uno de los principales responsables del primer envite que los medios lanzaron para demonizar la reforma sanitaria de la administración Obama.

Si el presidente Obama logra salirse con la suya, nos advertía Scott en un anuncio pagado por la campaña multimillonaria que ha lanzado, los burócratas van a “decidir qué tratamientos recibe usted, qué medicamentos toma, e incluso qué médicos le atienden”.

Los anuncios de Scott van a preparar el tono maniqueo que le interesa para el debate sobre sanidad pública que habrá este año, y además ayudarán a dejar a decenas de millones de estadounidenses sin cobertura médica alguna, una situación que dicho sea de paso nunca ha preocupado lo más mínimo a Scott, originariamente un abogado especializado en pleitos corporativos.

Como solía decir el propio Scott en sus días de director ejecutivo: “¿Tenemos la obligación de proveer de atención sanitaria a todo el mundo? ¿Dónde trazamos la línea? ¿O es que un restaurante cualquiera debe estar obligado a dar de comer al primero que se presente?”

1: Larry Ellison

Larry Ellison ya apareció en nuestra lista de “los más codiciosos” del año pasado. Y puede que siga apareciendo cada año, ya que nadie más personifica mejor que él, sea personal o profesionalmente, el narcisismo, la arrogancia y la frialdad que separa a las personas solamente codiciosas de las auténticamente corroídas por la avaricia.

En 2008 Ellison, el director ejecutivo de la empresa de software Oracle, impugnó los 166,3 millones de impuestos estatales que tenía que pagar en el norte de California. La comisión de revisión de apelaciones le concedió un reintegro impositivo de 3 millones de dólares, mediante una resolución que va a costar al sistema escolar local unos 250.000 dólares al año, el coste de emplear y disponer de 3 profesores.

Ellison, que dispone de una fortuna personal de 27.000 millones de dólares, pasó buena parte de 2009 sin escatimar gasto alguno para construir un velero lo bastante rápido para ganar la próxima America’s Cup, la competición náutica más importante del mundo. Su nuevo velero tiene pues un mástil de 10 millones de dólares, “de 180 pies de alto y con velas lo bastante grandes para cubrir el interior de un campo de béisbol”. Unos 30 diseñadores e ingenieros pasaron 130.000 horas construyendo el navío.

Para mayor diversión acuática, Ellison se lanza a los mares en su mega yate de 453 pies, el Rising Sun, un barco sobre el que es copropietario junto con el magnate de Hollywood David Geffen. Este barquito de 5 pisos contiene 82 habitaciones y una pista de baloncesto que se utiliza también como plataforma de aterrizaje para helicópteros. El coste de fabricación en 2004: 200 millones de dólares.

Respecto a los negocios, Ellison se esforzó todo lo que pudo en 2009 para mejorar los 557 millones que se embolsó en 2008 como director ejecutivo de Oracle. Su fórmula mágica: Ellison es un “fusionador” en serie. Compra empresas, se queda con los clientes y echa a los trabajadores. Su último festín en 2009: la Sun Microsystems de Silicon Valley.

La fusión con Sun, según creen los analistas, casi con toda seguridad conllevará la eliminación de más puestos de trabajo que los 5.000 que se perdieron cuando Oracle compró a su rival, PeopleSoft.

¿Y hemos mencionado los dividendos? Oracle anunció esta pasada primavera que iba a pagar su primer dividendo. Esa decisión, según estimó la CNBC, significaba un desembolso trimestral de 57,5 millones para Ellison en mayo, junto con otros 230 millones en pagos a lo largo de los siguientes 12 meses.

En 2009, el viejo chiste de Silicon Valley seguía siendo cierto: “¿Cuál es la diferencia entre Dios y Larry Ellison? Pues que Dios no cree que él sea Larry Ellison”.

Sam Pizzigatti edita Too Much, la revista electrónica semanal sobre los excesos y la desigualdad.

Traducción para www.sinpermiso.info: Xavier Fontcuberta i Estrada

Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=3002