Sindicato de trabajadores de Sedapal busca que se derogue decreto que permite la privatización de empresa estratégica.
A la expectativa que gobierno no impulse venta de empresas públicas.
PARLAMENTARIOS
Los congresistas Martha Moyano y Julio Herrera Pumayauli se comprometieron con la dirigencia de la Conapup y el Sutesal y anunciaron que el pleno del Congreso debatirá hoy jueves el proyecto de ley que propone modificar el Decreto Legislativo 1031, para que así se exceptúe a Sedapal del proceso de privatización a través de la venta de acciones en la Bolsa de Valores de Lima.
Los congresistas Martha Moyano y Julio Herrera Pumayauli se comprometieron con la dirigencia de la Conapup y el Sutesal y anunciaron que el pleno del Congreso debatirá hoy jueves el proyecto de ley que propone modificar el Decreto Legislativo 1031, para que así se exceptúe a Sedapal del proceso de privatización a través de la venta de acciones en la Bolsa de Valores de Lima.
Con el lema “El agua no se vende, el agua se defiende”, el Sindicato Único de Trabajadores de Sedapal (Sutesal), apoyados por la Coordinadora Nacional de los Pueblos Unidos del Perú (Conapup), hicieron efectivo su anunciado paro de 24 horas y marcharon rumbo al Congreso para exigir la derogatoria del Decreto Legislativo 1031, que permite la venta de Sedapal al sector privado a través de la cotización del 100% de sus acciones en la Bolsa de Valores de Lima, y también para demandar la continuidad del presupuesto que Sedapal requiere para concretar las obras de agua y desagüe enmarcadas en el proyecto Agua para Todos, que beneficia a los peruanos de menores recursos llevando el agua potable hacia sus viviendas.
Mostrando su absoluto rechazo a la privatización de Sedapal, el presidente de Sutesal, Henry Viera, enfatizó que su agremiación no consentirá “la transferencia del agua de los peruanos a manos extranjeras”. “Con la venta (de Sedapal), los programas -como Agua para Todos- quedarán suspendidos porque al sector privado no le es rentable invertir en asentamientos humanos como Manchay, Huaycán o Villa el Salvador”, advirtió.
Resaltó las otras desventajas que traería la posible trasferencia de Sedapal al rubro privado, como el incremento de tarifa y las duras sanciones si no se cancelan a tiempo. “Hoy pagamos un sol por metro cúbico de agua, pero con el (sector) privado pagaremos tres soles porque ya no existirán los subsidios estatales. O sea, terminaremos pagando alrededor de S/. 50 soles mensuales, y si nos demoramos, al primer mes de deuda nos cortarán el servicio”, explicó.
La puesta en venta de esta importante empresa estatal en la Bolsa de Valores de Lima no sólo afectaría a los usarios que acceden a su servicio, sino que también atentaría contra la situación laboral del personal que trabaja en ella. Según José Calderón, dirigente central del Sutesal, “ya vendido (Sedapal), la empresa privada procederá a despedir a los trabajadores y contratará nuevo personal a cambio de una remuneración demasiado mínima”.
Pueblos jóvenes contra venta
Compartiendo su rechazo al Decreto Legislativo 1031, el presidente de la Conapup, Pablo Reyes, manifestó que su agrupación, que reúne a dirigentes de 2,500 asentamientos de Lima y Callao, no permitirá que Sedapal pase a manos privadas. “Con la concesión (de Sedapal) quedarán postergados dos millones de limeños que aún no cuentan con agua potable, ya que el empresario privado dejará de lado los proyectos y obras del programa Agua para Todos”.
Pidió al Ejecutivo invertir tres mil millones de soles en las obras que aún faltan por completar y que asegurarían la total distribución del líquido elemento. Reyes añadió también que “actualmente los ‘aguateros’ venden a tres soles el metro cúbico de agua (equivalente a un cilindro), mientras que Sedapal lo cotiza a un sol”.
Sonia Echevarría, secretaria general del Sindicato de Trabajadores del Instituto Nacional de salud del Niño, advirtió que la concesión de Sedapal también perjudicaría la salud de aquellos que aún no cuentan con el servicio hídrico. “Con la privatización, se encarecería el agua potable que se compra por cilindro en los pueblos jóvenes, la higiene disminuiría y las enfermedades infecto contagiosas se expandirían sin remedio ya que no habría siquiera para lavarse las manos”, recalcó.
Mostrando su absoluto rechazo a la privatización de Sedapal, el presidente de Sutesal, Henry Viera, enfatizó que su agremiación no consentirá “la transferencia del agua de los peruanos a manos extranjeras”. “Con la venta (de Sedapal), los programas -como Agua para Todos- quedarán suspendidos porque al sector privado no le es rentable invertir en asentamientos humanos como Manchay, Huaycán o Villa el Salvador”, advirtió.
Resaltó las otras desventajas que traería la posible trasferencia de Sedapal al rubro privado, como el incremento de tarifa y las duras sanciones si no se cancelan a tiempo. “Hoy pagamos un sol por metro cúbico de agua, pero con el (sector) privado pagaremos tres soles porque ya no existirán los subsidios estatales. O sea, terminaremos pagando alrededor de S/. 50 soles mensuales, y si nos demoramos, al primer mes de deuda nos cortarán el servicio”, explicó.
La puesta en venta de esta importante empresa estatal en la Bolsa de Valores de Lima no sólo afectaría a los usarios que acceden a su servicio, sino que también atentaría contra la situación laboral del personal que trabaja en ella. Según José Calderón, dirigente central del Sutesal, “ya vendido (Sedapal), la empresa privada procederá a despedir a los trabajadores y contratará nuevo personal a cambio de una remuneración demasiado mínima”.
Pueblos jóvenes contra venta
Compartiendo su rechazo al Decreto Legislativo 1031, el presidente de la Conapup, Pablo Reyes, manifestó que su agrupación, que reúne a dirigentes de 2,500 asentamientos de Lima y Callao, no permitirá que Sedapal pase a manos privadas. “Con la concesión (de Sedapal) quedarán postergados dos millones de limeños que aún no cuentan con agua potable, ya que el empresario privado dejará de lado los proyectos y obras del programa Agua para Todos”.
Pidió al Ejecutivo invertir tres mil millones de soles en las obras que aún faltan por completar y que asegurarían la total distribución del líquido elemento. Reyes añadió también que “actualmente los ‘aguateros’ venden a tres soles el metro cúbico de agua (equivalente a un cilindro), mientras que Sedapal lo cotiza a un sol”.
Sonia Echevarría, secretaria general del Sindicato de Trabajadores del Instituto Nacional de salud del Niño, advirtió que la concesión de Sedapal también perjudicaría la salud de aquellos que aún no cuentan con el servicio hídrico. “Con la privatización, se encarecería el agua potable que se compra por cilindro en los pueblos jóvenes, la higiene disminuiría y las enfermedades infecto contagiosas se expandirían sin remedio ya que no habría siquiera para lavarse las manos”, recalcó.
Alessander VillegasRedacción