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20 AÑOS SIN LA URSS‏

Por: Nikolai Troitski,
Fuente: Agencia de información internacional de
Rusia http://sp.rian.ru/
 RIA Novosti
Domingo, 27 de marzo de 2,011

Hace veinte años, el 17 de marzo de 1991 en el territorio de la Unión Soviética tuvo lugar el primero y último referendo nacional, convocado por el primero y último presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov. El referendo preguntó al pueblo si consideraba necesario la conservación o no de la URSS. Al menos eso pareció a primera vista.

Motivo de discusión

Durante años alrededor de ese referendo se han acumulado muchos mitos y leyendas y actualmente, la histórica consulta figura con frecuencia  y cada vez es más popular en los debates histórico-políticos sobre el reciente pasado de Rusia.

Sus defensores, en su mayoria simpatizantes de ideologías de izquierda, insisten en que las autoridades al desmoronar la URSS, ignoraron la “vox pópuli” y en parte tienen razón, porque es un hecho que más de 70% de los ciudadanos soviéticos que participaron en la votación contestaron a la pregunta afirmativamente.
Pero los retractores, entre los que predominan derechistas y liberales, consideran que muchos de esos ciudadanos ni siquiera comprendieron la pregunta, y que muchos otros votaron a favor para evitar inminentes convulsiones que ningún referendo pudo frenar. Y en esto, también tienen razón.

A juicio de muchos, la pregunta planteada en el plebiscito de marzo de 1991 fue confusa e intrincada: “¿Considera necesario la conservación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, como una federación renovada de repúblicas soberanas con derechos iguales, que garanticen los derechos y las libertades de las personas de todas las nacionalidades?"
Realmente, no fue tan sencillo abrirse paso entre ese enredo de oraciones subordinadas, que además, se asemeja a las preguntas tipo: ¿considera que es mejor ser rico y gozar de buena salud?

Es necesario recordar que las autoridades de seis repúblicas de la URSS se negaron a participar en el referendo. No sólo las repúblicas bálticas de Lituania, Letonia y Estonia que ya habían proclamado su independencia, o Georgia, donde el entonces líder político republicano Zviad Gamsajurdia había puesto en marcha una política claramente nacionalista, sino también repúblicas aparentemente leales a Moscú como Armenia y Moldavia.

Es más, Estonia, Lituania, Letonia, Georgia y Armenia convocaron sus propios referendos en los que la aplastante mayoría de los participantes votó a favor de la independencia. Entretanto, Moldavia se dividió en dos: entre la población de las autoproclamadas repúblicas de Gagauzia y Transnistria que se  pronunció a favor de la conservación de la URSS, mientras que el resto de los moldavos boicoteó el plebiscito.
En otras repúblicas en el referendo participaron únicamente los militares del Ejército Soviético. Allí las fuerzas centrífugas alcanzaron tal intensidad que ya era inútil intentar detenerlas.

Un híbrido incomprensible

Para complicar las cosas, las autoridades de algunas repúblicas soviéticas, sin negarse formalmente a convocar el referendo, formularon la pregunta a su manera.
 Kazajstán, por ejemplo, preguntó a sus habitantes: “¿Considera necesario la conservación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, como unión de repúblicas soberanas e iguales en derecho?”
 Y las autoridades de Ucrania recurrieron a una maniobra aún más ingeniosa. Junto con la pregunta “propuesta” por Moscú incluyeron en la papeleta su propia pregunta: “Está de acuerdo con que Ucrania debe formar parte de la Unión de Repúblicas Soviéticas soberanas en virtud de la Declaración de Soberanía de Ucrania?”

En esas circunstancias, la situación llegó hasta el absurdo. La “federación”, que representaba  una sóla entidad estatal, fue sustituida por una confusa “Unión de Repúblicas soberanas”, una definición bastante imprecisa que permitió a los políticos interpretarla de cualquier modo.
 Si para Gorbachov y el gobierno central significaba la misma URSS con otro nombre, los líderes republicanos podían imaginar algo parecido a la Unión Europea donde el poder se delega desde abajo hacia arriba y no al contrario.

En realidad la misma idea de esta “creación” tenía mucho de absurdo. Tras la aprobación por todas las repúblicas de las Declaraciones de Soberanía la hipotética Unión, aun llamada “Federación”, se convertió en un híbrido político impensable, parecido a unos gemelos siameses con numerosas cabezas. Era un proyecto de Estado Soberano conformado por muchos estados soberanos.

Para el colmo, dentro de algunos de ellos, especialmente dentro del más grande, Rusia, empezaron a nacer y multiplicarse otros estados soberanos. Esto era inviable por definición. La “soberanía” es un sinónimo de “independencia”, ni más ni menos. No puede haber independencia superior e inferior. La existencia del “híbrido” resultó imposible, y en consecuencia, quedaron sólo dos opciones.
O bien considerar la soberanía de todos estos “estados” de forma puramente formal, para complacer ciertas ambiciones, o entender las cosas al pie de la letra y prepararse para la desintegración.

El ejemplo de esa primera opción fue la Unión Soviética hasta 1990. Las repúblicas soviéticas nunca tuvieron ninguna soberanía y la declaración de su derecho a “la autodeterminación y separación” en la Constitución de la URSS era absolutamente formal.
Posteriormentre, tras la disolución de la URSS, tras dos guerras en Chechenia y cambios legislativos, el gobierno federal logró establecer este mismo modelo en la Federación de Rusia. Las Declaraciones de Soberanía de numerosas entidades autónomas rusas perdieron todo el sentido y sus líderes ya están dispuestos a renunciar al cargo del presidente.

¿Por qué se votó?

Pero hace veinte años en el amplio territorio de la URSS se desarrollaban activamente varios procesos opuestos. Los líderes republicanos y su entorno sintieron el “olor del poder real” y ya no podían ni querían conformarse con una soberanía formal. Era justo tanto en el caso de los que abogaban por la separación definitiva, como de los que se abstenían por el momento de movimientos bruscos e iban fortaleciendo bajo cuerda la soberanía nacional.

A esta segunta categoría pertenecían los dirigentes de Ucrania, repúblicas de Asia Central y Kazajstán. A diferencia de ellos las posiciones del líder de Azerbaiyán eran muy inestables: iba cediendo rápidamente el terreno ante el empuje del partido nacional democrático Frente Popular mientras otro pretendiente a la presidencia Heydar Aliyev ya se estaba preparando para el salto al poder, así que todos estaban demasiado ocupados para pensar en la URSS.

 Bielorrusia carecía de un gobernante real y ya entonces se veía obligada a seguir el curso de Rusia. Aquí, mientras tanto, Borís Yeltsin se iba acercando, incontenible, a la presidencia haciendo doble juego: por un lado, no se oponía a la Unión, por el otro, por todos medios socavaba los cimientos de la misma.

Todos ellos estaban, en un principio, dispuestos a delegar parte de sus facultades al centro y a Gorbachov. Por lo menos así estaban las cosas hasta el fallido golpe de estado de 1991. Siguiendo la lógica del proceso podríamos suponer que con el paso de tiempo el presidente de la URSS se habría convertido en una figura simbólica y quién sabe cuánto tiempo se habría mantenido en el cargo maniobrando y reconciliando contradicciones.

 Pero al escenario salió la Banda de los ocho (nombre por el que se conoció al grupo de ocho conspiradores que organizaron el Intento de Golpe de Estado en la Unión Soviética contra Mijaíl Gorbachov entre el 18 y 20 de agosto de 1991) que con su torpe intento de “salvar la Unión” acabaron precipitando su desaparición.
Todo esto pasaría más tarde, pero adelanto a conciencia los hechos para demostrar que el 17 de marzo de 1991 el pueblo no votó por la conservación de la antigua Unión Soviética sino por cierta federación renovada que en cualquier caso dejaría de existir en breve.

Fue sintomático que aquel mismo día la aplastante mayoría de los ciudadanos de la Federación de Rusia, entonces la República Socialista Federativa Soviética de Rusia, se pronunció a favor del establecimiento del cargo de presidente de Rusia.
 Cualquiera que hubiera sido elegido para la presidencia habría entrado en conflicto con Gorbachov. No habrían podido coexistir dos presidentes en una misma capital. La bomba ya estaba puesta, y tarde o temprano tendría que explotar.

LO QUE ESTÁ SUCEDIENDO EN LIBIA‏

ANSWER

Traducción para Rebelión de Loles Oliván

Los mismos poderes mundiales que utilizaron la fuerza de las armas para colonizar África, explotar sus recursos naturales y esclavizar a millones de sus habitantes están lanzando bombas y misiles contra el más importante productor de petróleo del continente. Una gran ironía del vicioso aunque cobarde ataque contra Libia es que los mismos explotadores y esclavistas de África explican su más reciente acto de violencia masiva por una tierna preocupación por la democracia y la libertad de los libios.

En la frontera oriental de Libia está Egipto, donde el gobierno de Estados Unidos ha financiado, armado y aplaudido a la dictadura de Mubarak hasta los últimos días en que permaneció el tirano en el poder. Incluso durante el levantamiento popular en la Plaza Tahrir y en otros lugares, el grifo de la “ayuda exterior” estadounidense siguió fluyendo a Mubarak. Después de Israel, los torturadores de Egipto han sido el segundo receptor más grande de esta “ayuda”.
El gobierno de Estados Unidos está en guerra otra vez. ¿Cómo han podido lanzarse a otra guerra cuando nos están diciendo que el país está en tal quiebra que se tienen que cortar los servicios públicos esenciales y que hay que hacer recortes a los funcionarios públicos de forma masiva?
El pueblo de Estados Unidos se opone a la guerra en Iraq y Afganistán y se opone abiertamente a una tercera guerra estadounidense contra un país musulmán. Así que el presidente Obama, la secretaria de Estado Clinton y el secretario de Defensa Gates salen al paso asegurando al país que toda la sangre será exclusivamente libia.
Cuando las fuerzas de Estados Unidos y de la OTAN destruyeron Serbia y separaron Yugoslavia en la guerra aérea de 1999, cayeron 23 mil bombas y misiles sobre los yugoslavos y no murió ni un soldado estadounidense.
Al igual que en el siglo XIX, los colonialistas —transformados en los imperialistas de hoy en día— han sobornado o coaccionado a ciertas elites indígenas para que adopten la función de socios y clientes. A día de hoy, la llamada Liga Árabe ha proporcionado cierta cobertura para enmascarar el carácter imperialista de la operación.
Mientras que los aviones de Estados Unidos lanzan bombas terroristas en el centro de Trípoli, aviones no tripulados operados por la CIA llevan a cabo ataques con misiles contra aldeas de Pakistán y las fuerzas del Pentágono bombardean al pueblo de Afganistán. Decenas de miles de tropas estadounidenses siguen ocupando Iraq después de una guerra que costó un millón de vidas iraquíes.
La fuerza dominante que practica el terrorismo en el mundo de hoy es el gobierno de Estados Unidos, el Pentágono y la CIA.
El objetivo de Washington en Libia es que la dirección rebelde apoyada por Estados Unidos en la guerra civil libia tome el poder en todo Libia o, como alternativa, se convierta en un nuevo poder que gobierne la parte oriental del país, rica en petróleo.
Los animadores de este “movimiento por la democracia” van desde los republicanos de la derecha a algunos demócratas liberales. Se trata de una repetición de la alineación política que condujo a la primera guerra de Iraq en 1991 y a la guerra de Yugoslavia en 1999. En este caso, se les han unido algunos miembros del “movimiento contra la guerra” de Estados Unidos, entre ellos algunos autodenominados “socialistas” que quieren mostrar sus credenciales “democráticas” y acomodarse a la corriente liberal de la opinión pública. Al animar una rebelión cuyos líderes exigían la intervención extranjera y al centrar toda su crítica contra el gobierno libio, únicamente han contribuido a crear confusión en las semanas previas al ataque contra Libia. Ahora que la carnicería imperial se muestra clara para todos, se avergüenzan de su posición.
Estados Unidos necesita un verdadero movimiento anti-imperialista —un movimiento que puede resistir a las mentiras y a los planes de satanización que la prensa capitalista produce en serie para justificar la agresión militar. Esa es la razón por la que la Coalición ANSWER [Actúa Ahora para Parar la Guerra, en inglés] está poniendo en marcha un movimiento en las calles para extender la mano de la solidaridad al pueblo de Libia, de Iraq, de Afganistán y de Palestina que han sufrido y resistido el terrorismo de la maquinaria de guerra más grande de la historia humana.
Por favor, uníos a nosotros en las calles durante los próximos días con manifestaciones en todo el país.
*Brian Becker es coordinador nacional de la coalición ANSWER (Actúa Ahora para Parar la Guerra).

Fuente: http://www.uruknet.de/?s1=1&p=76072&s2=23

CANCELACION DE DNI DE PPK Y LO DENUNCIARA POR NO PAGAR IMPUESTOS ANTE EMBAJADA NORTEAMERICANA


Cae el “gringo” PPK y sube el “Cholo” San Román

Ponemos en conocimiento de la opinión pública que el día de hoy 23 de marzo a las  11.20 a.m.   el destacado jurista Dr. Guillermo Olivera Díaz, -respaldado por el presidente de la Unión de Frentes Regionales del Perú –UFREP- Alfonso Valderrama Gonzáles, el presidente del Movimiento Civil Militar Policial “Resistencia Patriótica” Ciro Silva Paredes, el Coordinador Nacional de FRENDISO César Augusto Aponte Gonzáles, y el destacado periodista Herbert Mujica-, entregó en la Mesa de Partes de la RENIEC, la Solicitud de Cancelación del DNI fraudulento del candidato presidencial  Pedro Pablo  Kuczynski  Godard, dado que cuando  obtuvo este DNI  con fecha  09-08-2001 omitió deliberadamente declarar que se había nacionalizado norteamericano años atrás. De haber declarado  e inscrito el ciudadano PPK ante el RENIEC su naturalización  como norteamericano y  la consiguiente pérdida  de la nacionalidad peruana, no debió expedírsele el cuestionado DNI. En consecuencia la omisión dolosa de tales inscripciones hace al trámite fraudulento y tramposo.

Al respecto, adjuntamos el cargo de la solicitud recibida y sellada por la RENIEC, así como la Prueba documental que prueba la nacionalidad norteamericana de PPK y el Certificado de No Ser Extranjero (Non-Foreign Certificate), N° 9086-2747, Page 2,  suscrito por el controvertido Pedro Pablo Kuczynski y su esposa Nancy Ann Lange, en Miami, Florida de EE UU, el 14 de abril del año 2000, donde ambos se identifican como norteamericanos, declaran bajo juramento no tener otra nacionalidad y se presentan con su Carnet de Seguro Social norteamericano N° 107-34-4058 y 388-60-2442, respectivamente, por exigencia del Código Tributario de dicho país y, además, con su Licencia de Conducir otorgada por el Estado de Florida. (Estaban vendiendo un inmueble en Miami, USA). PPK, mintió al RENIEC para obtener su DNI, así como mintió en EE UU al declarar bajo juramento que no es peruano. Cometió perjurio y firmó esta declaración. Finalmente, el Dr. Guillermo Olivera Díaz (Cel. 999-666-646) anunció que en los próximos días presentará una denuncia contra PPK, ante la Embajada de los Estados Unidos en el Perú, por no haber pagado sus tributos en la venta de una casa valorizada en Un Millón de dólares en Miami.
                                                
Lima, 23 de Marzo del 2,011.
Dr. Guillermo Olivera Díaz
Cel. 999-666-646/ 995-006-364

Hagamos patria y civismo con hechos
¡LA PATRIA NO SE VENDE, LA PATRIA SE DEFIENDE!
 ¡Que RENIEC cancele DNI 06477277 FALSO de PPK!
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..
        PPK: pérdida  y  renuncia a la nacionalidad peruana
                                         Por  Guillermo  Olivera  Díaz 
Pérdida  de la nacionalidad peruana como sanción jurídico-constitucional por hacer algo no permitido  y  Renuncia  a ella por decisión personal voluntaria, libre e interesada de hombre adulto y astuto, son 2 figuras conceptualmente distintas, que la viveza pretende confundir.
La pierdo como consecuencia de realizar algo que quiero y  busco, a sabiendas; en cambio, renuncio a tenerla, libremente,  porque no la deseo, pues me interesa otra ciudadanía que más se apega a mis intereses y caprichos solipsísticos o a mis torvas intenciones.
Esta es la amarga desventura de PPKuyNo renunció  expresamente, ante autoridad competente, a la ciudadanía peruana que tenía,  por el hecho del nacimiento en el distrito  miraflorino  de  Lima el 03-10-1938, tal como lo prescribe el Artículo 53° de la Constitución Política de 1993;  empero, inexorablemente la perdió  por el hecho de haber obtenido libremente la norteamericana, cuando estaba vigente la Constitución Política de 1979, que no permitía a los peruanos la doble nacionalidad ilimitada o irrestricta con cualquier país, sino solo la española y la de cualquier país latinoamericano. Las razones históricas huelgan.

Dos conceptos nítidamente diferenciables.- La PÉRDIDA de la nacionalidad peruana por adquirir otra diferente a la permitida, es una sanción que el ordenamiento jurídico prevé o instituye: la Constitución 1979 la contemplaba expresamente, como consecuencia de consumar un acto que la propia norma no permitía, como es adquirir otra nacionalidad diferente a las permitidas.
Otra cosa, de esencia y naturaleza jurídica diferente, es la RENUNCIA a la nacionalidad peruana, mediante decisión expresa, escrita y aceptada por la autoridad respectiva y que la Constitución 1993 recoge, la misma que no es aplicable al caso PPK por no ser  retroactiva y fundamentalmente porque al momento de darse esta figura ya la había perdido en el preciso instante que adquirió y juró la norteamericana el año 1982. La nueva Carta Política no traía el quizá anhelado instituto de la recuperación automática  o instantánea.
La propia Carta Política 1979, en sus numerales 92° y 94°, establecía la pérdida de la peruana por optar libremente otra, también regulaba la recuperación de la misma, mediante un trámite que el interesado debía iniciar,  acreditando documentalmente que renunció a la estadounidense, voluntariamente optada.
Este trámite jamás realizó el desventurado PPK. Lo que sí hizo al regresar al Perú fue un acto fraudulento más. Se presentó al RENIEC, los sorprendió mostrando su Partida de Nacimiento que sí tenía, que nadie tendría por qué haber anulado, sin declarar con hombría que años ha se había naturalizado norteamericano  y por el solo mérito de tal partida se le extendió el DNI N° 06477277, con el cual no  recuperaba  la nacionalidad peruana ya perdida tiempo atrás.

PPK no es más peruano;  su DNI es fraudulento y nulo.-  Al no haber ni siquiera iniciado el trámite de la recuperación que la Constitución obligaba y no haberlo hecho hasta hoy que pretende ser Presidente del país, no puede ni debe considerársele peruano, por no haber recuperado lo que perdió, aunque se aferre por larvado interés.
El hecho que haya sido Ministro dos veces, que haya comprado inmuebles en Perú y que venga con frecuencia  a ejercer el escondido lobbysmo  y  gustar del sabroso cebiche peruano, es prueba precisamente de su  impostura indolente.  De semejante modo no se recupera la nacionalidad perdida; no la hay de hecho,  sino de derecho.
El  DNI  que consiguió en la forma narrada fue de modo ilícito. En tal virtud,  el  DNI  N°  06477277  de  Kuczynski, con reciente fecha de Inscripción el  09-08-2001  y  emitido por  RENIEC  mucho más  recientemente el  16-05-2007,  obtenido sin contar con la nacionalidad peruana, es absolutamente FALSO, como lo son todos los hechos que ha cumplido en el Perú sin ser peruano.
Debe ser denunciado penalmente como documento público falso y obtenerse judicialmente su nulidad, en cuyo caso cualquier candidatura y presidencia sucumben.

¿PPK apátrida?-  Si actualmente renunciaría a la ciudadanía norteamericana quedaría como apátrida, por no haber recuperado aún la peruana. El trámite debió hacerlo, si no lo hizo no es más peruano, desde el día que optó ser de Gringolandia. La Constitución Política de 1993, tampoco la Ley N° 26574 sobre la nacionalidad de 11-01-1996, no establece la recuperación automática por arte de birlibirloque, por el mero transcurso del tiempo, en favor de todos aquellos ex peruanos que perdieron su nacionalidad de origen, al adquirir otra a la que no tenían derecho.
Los derechos son tales, según como están regulados en la Carta Política. Los niños, por ejemplo, no tienen el derecho de elegir ni ser elegidos; los policías y militares ya gozan del derecho de sufragio que no tenían; y las mujeres ya pueden votar, desde que la norma jurídica lo reconoció así. El proceso de Amparo sólo es en favor de los derechos con reconocimiento constitucional.
En suma, nuestro candidato presidencial PPK,  merecidamente malquisto por la inmensa mayoría de peruanos, por eso en  la encuesta de intención de voto promedia únicamente el 10%, hijo de extranjeros, casado con una ciudadana extranjera que es  hija de un ex jefe de la CIA norteamericana, con patrimonio y labores fuera del país, debe quedarse allí, regodeándose. Los peruanos no merecemos tamaña ignominia.
                                                                                                                                                 Lima,  21  de  marzo  del  2011.
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LA VERSIÓN DE STANISLAV SHUSHKÉVICH‏

Stanislav Sushkévich
 Stanislav Sushkévich, científico y hombre público bielorruso, entró en la historia como uno de los protagonistas de los acontecimientos que condujeron a la desintegración de la URSS. Tras ocupar el cargo del presidente del Sóviet Supremo de Bielorrusia en septiembre de 1991, él, junto con el Presidente de Rusia Borís Yeltsin y el Presidente de Ucrania Leonid Kravchuk, firmó el Tratado de Belovezh sobre la creación de la Comunidad de Estados Independientes (CEI). Desde el año 1994, cuando el actual Jefe de Estado Alexandr Lukashenko llegó a la presidencia en Bielorrusia, Sushkévich pasó a la oposición. En la entrevista concedida a RIA Novosti Stanislav Shushkévich recuerda los acontecimientos de hace 20 años.
- Si Ud. pudiera volver al año 1991 ¿habría actuado de la misma manera o habría cambiado algo?
- Actuaría de la misma forma. De hecho, el acuerdo sobre la creación de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) significó el fin de la Guerra Fría y no la destrucción de la URSS. La CEI fue establecida cuando la URSS ya estaba definitivamente desmoronada por el intento del golpe de estado en agosto de 1991.Y Gorbachov, sin los consejos de los políticos occidentales, no sabía qué hacer. No escuchaba a personas sensatas, en cambio se rodeó de muchas insensatas. Y se vio absolutamente impotente. Creo que en aquel momento, en agosto de 1991, Gorbachov se retiró a su residencia en Crimea para no tener nada que ver con lo que estaba pasando. Estoy convencido de ello. Simplemente no sabía qué hacer.
-Los participantes del encuentro en Viskulí (residencia gubernamental en la reserva natural de Belovézhskaya Puscha en Bielorrusia donde fue firmado el Tratado) contaron que al concertar la reunión ni Ud. ni sus colegas planeaban la disolución de la URSS del mapa político del mundo sino hablar de suministros de hidrocarburos. ¿Fue así?
- Contado en pocas palabras: Bielorrusia tenía que comprar petróleo y gas a Rusia. No teníamos dinero y nadie nos iba a dar un crédito. Ya estábamos en invierno. El entonces primer ministro bielorruso me sugirió: “Tienes buenas relaciones con Yeltsin y es una persona razonable. Invítale a Bielorrusia. Vamos a convencerle que nos ayude este invierno”. Ese fue el objetivo de la reunión en Viskulí. Y luego se supo que Ucrania tenía el mismo problema y decidimos reunirnos los tres.
Ya durante la reunión nos dimos cuenta de que veíamos la situación de la misma manera, que los tres comprendíamos que Gorbachov ya no controlaba el país. Y si el país era incontrolable desde hacía tiempo era porque se había desintegrado. Estuvimos conscientes de que teníamos que marcar nuestra posición y tuvimos la valentía de constatar esa desintegración. Constatar legalmente que la URSS como una realidad geopolítica y sujeto de derecho internacional había dejado  de existir. Fíjense que ninguna revisión jurídica a nivel mundial encontró en el Tratado de Belovezh nigún punto ilegítimo.
- La reunión de los presidentes de Rusia, Bielorrusia y Ucrania representó un “encuentro eslavo”. Por qué no acudió, por ejemplo, el líder de Kazajstán Nursultán Nazarbáyev?
- Nazarbáyev, además de inteligente, es muy astuto. Yeltsin le invitó y él prometió acudir pero al final no lo hizo alegando problemas técnicos aunque todo estaba perféctamente organizado. Al cabo de 10 años Gorbachov contó el porqué de la ausencia del presidente de Kazajstán. Es que éste primero fue a ver a Gorbachov que le había prometido el cargo del presidente del Sóviet Supremo de la Unión Soviética renovada. Como un sabio oriental Nazarbáyev pensó que eso le convenía y no fue a Viskulí por “motivos técnicos”. Ahora es líder de la nación kazajstana. Tampoco está nada mal...
- ¿No les preocupaba que Gorbachov, en aquel entonces el presidente de la URSS, se enterase de su encuentro y organizara otro en contrapartida?
-Gorbachov sabía de nuestra reunión y nostros no teníamos ningún temor. Él nunca tuvo la suficiente voluntad política. Él mismo definió su credo diciendo que “la política era el arte de lo posible”. Creo que es una frase inadmisible, porque significa ir por el camino de menor resistencia.
- ¿Quién fue el que comunicó a Gorbachov que la URSS ya no existe? ¿Cómo reaccionó?
-Fui yo el que le informó sobre la firma del Tratado. Cuando llamé desde Viskulí se puso en marcha el habital mecanismo soviético. El oficial al otro lado del cable sabía quién era pero estuvo preguntándome durante largo rato quién era y qué quería. Luego me hicieron esperar otro rato, un procedimiento rutinario para mostrar el poder. Mientras tanto Yeltsin, llamó a George H. Bush, y le explicó lo que acababa de pasar. Cuando dije lo mismo a Gorbachov me preguntó con tono sentencioso si me imaginaba cómo reaccionaría la comunidad internacional. Contesté que sí me imaginaba, y que Yeltsin justo estaba informando a Bush y que al presidente estadounidense le había gustado.
- ¿Cree que la idea de la creación de la CEI fracasó? ¿La CEI existe hoy en día como tal?
- La CEI fue lo máximo que se pudo conseguir para la situación que había a finales del año 1991. Pretendíamos conservar, dentro de lo posible, los vínculos más estrechos entre las antiguas repúblicas de la antigua Unión Soviética. Creo que si la firma del Tratado se hubiese celebrado en marzo de 1991, en vez de diciembre, habría sido posible crear una confederación. Pero Gorbachov era entonces un acérrimo enemigo de la idea de la confederación. Y el 20 de octubre, cuando cambió de opinión y apoyó esta opción, ya era tarde. Conseguimos conservar la CEI. Opino que se conservaron los lazos más estrechos posibles. ¿Qué solucionó la Comunidad? Solucionó, por ejemplo, las cuestiónes de “divorcio” de manera civilizada. Fue después cuando empezaron los problemas y los fallos. El Tratado, firmado y ratificado por todos sus miembros, contemplaba la libre circulación de personas e información, pero algunos creyeron que hacían falta los visados. Algunos creen que la CEI es un lastre para ellos, otros creen que pueden hacer lo que les de la gana sin observar lo estipulado.
En cualquier caso no creo que se podía haber hecho algo mejor. Es más, estoy orgulloso de que entonces lo hubiésemos conseguido. La Unión Soviética estaba amenazada de una desintegración incontrolable, una guerra civil. Los pobres se podían haber levantado contra los ricos culpándoles de todos sus males. En la actualidad la CEI es un club de reunión para los Jefes de Estados y altos cargos. Sirve de amortiguador que suaviza las relaciones.
-Considera aquella firma la más importante en su vida?
- Me siento orgulloso, considero que fue una firma importante pero no la más crucial de todas. Creo que la firma más importante de todas fue la del acuerdo sobre la retirada del armamento nuclear del territorio de Bielorrusia.
Nuestro país era un rehén de Rusia. En nuestro territorio había armas nucleares para exterminar a toda Europa. Si hubiese estallado algún conflicto habría que aniquilar a Bielorrusia. No a Moscú, a Bielorrusia porque amenazaba al mundo con su arsenal nuclear. Ya el 7 de diciembre en Viskulí dije que estábamos dispuestos a entregar todo el armamento nuclear incondicionalmente. Yo sabía mejor que ninguno de los reunidos qué eran las  armas nucleares y qué amenaza representaban para Bielorrusia.
-¿Por qué entregó el arsenal nuclear sin pedir nada a cambio? Bielorrusia necesitaba petróleo y gas...
- Sólo los profanos piensan que se podía haber ganado algo con las armas nucleares. Para ello habría sido necesario mantenerlas en el país. Además, mantenerlas a punto para poder amenazar a alguien. Era imposible en Bielorrusia. Había que entrar en un conflicto mortal con Rusia... Y había que afrontar unos gastos colosales para tenerlas preparadas para el combate.
- Ahora el presidente Lukashenko lamenta que Bielorrusia no sea una potencia nuclear.
-  Eso explica por qué siento tan orgulloso. Si en las manos de este hombre, que no tiene ni siquiera conocimientos rudimentarios de politología, hubiera caído el armamento nuclear tendríamos un gran problema. Ahora se inventa que tenemos material fisionable y plutonio para armas  Es un disparate, son fantasías de un ignorante que no entiende de lo que habla.
- ¿Hay algunos secretos de aquel período que todavía no ha desvelado ni desvelará nunca?
- Existen ciertos puntos de los que no quiero hablar hoy. Hay cosas que no quiero desvelar nunca. Pero hay de las que tendré que hablar más tarde. Su hora todavía no ha llegado.
- ¿Esto cambiará algo?
- No, no cambiará nada. Lo que recuerdo y no quiero desvelar simplemente caracterizará de otra manera a ciertas personas que están vivas actualmente.
- Hace 20 años, cuando se estaba creando la CEI, ¿veía Ud. un futuro diferente para Rusia, Bielorrusia y Ucrania? ¿Esperaba que todo volvería al punto de partida?
- No podía esperar que casi todo volvería al punto de partida por una simple razón. No tenía ninguna preparación fundamental en ciencias humanitarias. Había hecho la carrera de físico y me imaginaba que todo sería como en física, donde todo es lógico y consecutivo. Lógico hasta tal punto que se llegó a crear la bomba de hidrógeno. Pero aquí salió todo al revés.
- ¿Alguno de los países de la CEI se aproximó siquiera a lo que Ud. quería ver?
- Podría hablar del país que está bien encaminado, para mí Ucrania. A decir verdad, yo simpatizaba con su antiguo presidente Yúschenko y con la Revolución naranja. Algunos decretos posteriores de Yúschenko no me gustaron, empezó a actuar bruscamente. Pensé que la democracia estaba condenada pero en Ucrania consiguieron garantizar el traspaso legítimo del poder. En Rusia, en cambio, el poder desde siempre fue “regalado”, no traspasado legítimamente. Creo que Ucrania conserva la capacidad de seguir el camino democrático y del mercado libre. Ya no hablo de los países que no formaron parte de la CEI y ahora están prosperando. Lituania, Letonia y Estonia desde el principio eligieron un buen camino de economía libre.
- Hace 20 años que la Unión Soviética dejó de existir. ¿En qué país postsoviético la gente empezó a vivir mejor y en cuáles no?
- Cualquier transformación económica representa al principio un choque, luego una terapia y sólo después una vida mejor. En el espacio postsoviético podría destacar Ucrania, países bálticos, Rusia, a donde viajo con cierta frecuencia. En general, todos viven algo mejor que después de la desintegración de la URSS. Sin  embargo, vivirían mejor todavía si no hubiese esta cruel lucha por el poder entre las fuerzas de corte comunista. En segundo lugar, me parece que un gran obstáculo para una vida mejor es la situación, por ejemplo, en Rusia donde hay multitud de oligarcas, gente muy rica y gente muy pobre. Eso demuestra que el parlamento funciona mal, que las garantías legales en los ámbitos económico y social son insuficientes. Se dan casos de cabildeo de los intereses de oligarcas por parte de los diputados. Por eso en Rusia florece la corrupción. En Bielorrusia se ve lo mismo aunque a menor escala. Es decir, todos los vicios propios del sistema socialista actualmente siguen presentes y aún más patentes y los responsables se muestran más insolentes porque se sienten protegidos. Así no podremos construir ningún paraíso.