Escribe: Los Andes | Política
Señores Vicepresidentes del Congreso, señoras y señores congresistas, estimados compatriotas.
Nuestro país espera de sus instituciones un comportamiento ejemplar y ello significa, por sobre todo, estar a la altura de las exigencias que él nos demanda. El Congreso de la República, como escenario político por excelencia, tiene en estas demandas un gigantesco reto que cumplir. Y es allí donde nuestra presencia, modesta, pretende trabajar al lado de cada uno de ustedes.
Nuestro país espera de sus instituciones un comportamiento ejemplar y ello significa, por sobre todo, estar a la altura de las exigencias que él nos demanda. El Congreso de la República, como escenario político por excelencia, tiene en estas demandas un gigantesco reto que cumplir. Y es allí donde nuestra presencia, modesta, pretende trabajar al lado de cada uno de ustedes.
Nuestro querido pueblo espera mucho de nosotros. A ellos nos
dirigimos y les decimos que cumpliremos adecuadamente el mandato
constitucional. Honraremos la función de representación, pues somos la
voz y la expresión del pueblo en el Hemiciclo.
Seremos firmes fiscalizadores, pues dentro de los esquemas mínimos de
lealtad esta se manifiesta señalando los errores, con firmeza y crítica
constructiva. Y legislaremos sin caer en una seguidilla basada en lo
cuantitativo sino en la calidad del producto final es decir la Ley.
Somos conscientes que es necesario trabajar en conjunto en aras de
construir una agenda parlamentaria. Ello nos permitirá ordenar el
trabajo legislativo siendo cooperantes con el gobierno central sin que
esto signifique, en lo absoluto, la subordinación de un poder del
Estado a otro. La principal contribución a la institucionalidad, que
tanto requiere nuestro país, se fundamentará en la plena independencia
de los Poderes, respetando el rol que al Congreso le ha conferido la
Constitución.
No existe otra manera, de allí que desde esta presidencia invoquemos a todas las señoras y señores congresistas a trabajar juntos en este propósito: la construcción de una Agenda que se geste en la discusión de todas las iniciativas parlamentarias, sin excepción.
No existe otra manera, de allí que desde esta presidencia invoquemos a todas las señoras y señores congresistas a trabajar juntos en este propósito: la construcción de una Agenda que se geste en la discusión de todas las iniciativas parlamentarias, sin excepción.
Empieza una nueva legislatura en tiempos difíciles para el Mundo y
para el Perú. Nuestro país tiene una diversidad de retos que asumir no
sólo como consecuencia de la globalización sino también como correlato
de procesos diplomáticos y las exigencias propias de las necesidades de
nuestro pueblo. No podemos ser globales si primero no somos locales, de
allí que el tema regional será fundamental en nuestra gestión.
Es así en que se ve ya en el cercano plazo una crisis económica
mundial, que puede tener efectos negativos en nuestro crecimiento
económico. El Congreso de la República, consciente de la necesidad de
hacer un seguimiento técnico, profesional y político a este tema tomará
la iniciativa de convocar a las personas más conocedoras de todas las
tendencias para que nos ilustren respecto a los escenarios que
visualicen y a las iniciativas de políticas públicas que se requieran.
Igualmente en el ámbito internacional, nuestro país es parte de un
proceso contencioso en el Tribunal de la Haya cuyo fallo podríamos
conocer dentro de los próximos meses y que tiene que ver con el mar
peruano y la integridad de nuestro territorio.
El Congreso tiene que estar pendiente de sus avances con espíritu
proactivo acompañado de la prudencia y amor a la patria que nos legó el
ilustre diputado Don Miguel Grau Seminario, el “Caballero de los Mares”
cuyo escaño simbólico mantenemos aquí. Que el espíritu de nuestro máximo
héroe, que supo servir al país tanto en el recinto de las leyes como en
la cubierta de los buques, nos ilumine en este propósito. Sabemos que
su historia siempre presente nos sabrá orientar.
En el ámbito regional tenemos el orgullo de ser una mesa directiva de
origen provinciano. Costa, Sierra y Selva se integran en cuatro
congresistas que con ustedes pretende y busca trabajar en base a
consensos y el diálogo.
En ese sentido la Amazonía, región a la cual pertenezco, a pesar de
sus históricas carencias, problemas y conflictos es hoy un ejemplo de lo
que se puede lograr en base a la búsqueda del diálogo y la comprensión
de ciudadanos y autoridades que con buena voluntad anteceden a todo el
supremo interés del Perú.
Hay otros retos que enfrentar, que van más allá de la necesidad de
una reivindicación de la imagen del parlamento. Ellos tienen que ver con
las iniciativas legislativas que promuevan mejora de oportunidades y
bienestar para nuestro pueblo. Se requiere no sólo de mejores leyes en
los sectores sociales, productivos y de defensa y orden interno sino
también del control político y la necesaria lucha contra la corrupción.
Se requiere comprobar que no hay desviaciones en el camino que
permita lograr un escenario y situación más óptima para nuestros
compatriotas.
Somos conscientes que hay conflictos por insatisfacción. A ellos les
presentamos nuestra vocación dialogante y nuestro espíritu de saber
escuchar. Aspiramos a ser intermediarios activos en la búsqueda de
soluciones pues ella es la base de la representación parlamentaria. El
Congreso tendrá en cada uno de sus 130 integrantes a personas motivadas
en aras del entendimiento nacional.
También sabemos que hay desafíos que requieren de nuestro mayor esfuerzo para mejorar la calidad institucional del país.
La selección de Directores para el Banco Central de Reserva, los
Magistrados del Tribunal Constitucional y del titular del Defensor del
Pueblo son eventos que nuestros compatriotas quieren ver consagrados en
una justa evaluación y elección. El Congreso debe dar un ejemplo de
sabiduría y desprendimiento para darle a nuestro pueblo esta
satisfacción. Invoco en ese sentido a mis colegas parlamentarios a
cubrir con prontitud este déficit institucional.
Permítanme unas palabras para hablar a título personal.
Nací en Santa Cruz, mi pueblo ubicado a orillas del Río Huallaga,
nací políticamente como Regidor en mi querido Yurimaguas, capital de mi
Provincia de Alto Amazonas, de mi Región Loreto.
Tengo el inmenso privilegio de ser hijo de maestra y de un hombre de
campo. Ello me ha permitido crecer en medio de contrastes que me han
ayudado a entender y conocer mejor mi país. Mis padres me enseñaron a
querer a mi terruño y me transmitieron una profunda vocación de
servicio. Si hoy tengo espíritu dialogante es gracias a mi madre Elena
Rojas de Isla, quien ya no me acompaña, pero estoy seguro que desde el
cielo guía permanentemente mis pasos, y a mi padre Víctor Isla del
Aguila quien se encuentra acá presente con toda mi familia. A ellos mi
amor y reconocimiento.
Gracias por esta licencia.
Gracias por esta licencia.
Grandes son los desafíos señoras y señores congresistas. Les doy las
gracias con sincera modestia por haberme honrado con su votación. Me
debo a todos ustedes, a todos sin excepción, por eso haré mi mayor
esfuerzo para estar a la altura del sagrado lema que los próceres
fundadores acuñaron para nuestra patria y que hoy asimilo con
convicción: Firme y feliz por la Unión.
VIVA EL PERU !
Muchas gracias.