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William Shakespeare será recordado en el Día Mundial del Libro

Shakespeare en 1592 comenzó su carrera como 
dramaturgo en Londres, en donde ya 
era lo suficientemente conocido. AP


El escritor murió el 23 de abril de 1616

CIUDAD DE MÉXICO (ABR/2011).- El escritor británico William Shakespeare, quien murió el 23 de abril de 1616, es considerado uno de los máximos representantes de la literatura inglesa y para reconocer su valiosa aportación a las letras, la Unesco declaró esa fecha como Día Mundial del Libro y el Derecho de Autor.  

Esta conmemoración fue promulgada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en 1995, con el interés de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor.  

Shakespeare, representante de la época isabelina y jacobina, tiene una biografía que para muchos resulta incierta debido a los pocos registros que se tienen de su vida, formación y religión (católica) sobre todo hasta antes de 1592, cuando su nombre comienza a ser reconocido.  

En torno a su nacimiento las especulaciones no permiten establecer una fecha segura, para muchos el dramaturgo inglés nació el 26 de abril de 1564, otras fuentes argumentan que fue el 23 de abril de ese mismo año, sin embargo, no un sustento fiable del todo.  

De acuerdo a biógrafos, Shakespeare estudió en la Stratford Grammar School, ya que era una de las escuelas de mayor prestigio en el manejo de la gramática, aunque se maneja sólo como una especulación.  

Otra de las conjeturas que surgieron en torno a su existencia es que fue sorprendido cazando ciervos en el parque de Sir Thomas Lucy, el juez local, por lo cual tuvo que huir; se cuenta, además que estableció vínculos con la compañía teatral Lord Chamberlain's Men en su estancia en Stratford, de la que más tarde seria copropietario, cuando ésta cambio de nombre a King´s Men.  

En 1592 comenzó su carrera como dramaturgo en Londres, en donde ya era lo suficientemente conocido como para "impresionar con un verso blanco" a cualquiera, según la descripción de Robert Greene.  

Pese a no tener una formación universitaria, el "dulce cisne del Avon", como le llamó Ben Jonson, tuvo un aprendizaje autodidacta gracias a la amistad que tuvo con un librero, su vocación de lector asiduo fueron determinantes en su estilo que en varias ocasiones escapó de las rígidas reglas de la misma.  

Su genialidad derivó de reconstruir, rehacer y reciclar obras ya escritas, lo viejo lo convirtió en nuevo con otro punto de vista. Dicen sus detractores que ello es visible en "Hamlet" (1601), obra atribuida a su hijo Hamnet fallecido en 1592.  

En la época que Shakespeare inició su actividad como dramaturgo, el teatro no era concebido como lo se conoce, pues la representaciones llegaban a realizarse en patios de las posadas, además de que éste tenía carácter popular.  

Poco a poco los espacios para exhibir las puestas escénicas, empezaron a ser regulados. Así, la compañía The Globe, licitada para su uso, fue la preferida del dramaturgo inglés.  

Estos locales comienzan a ser testigos de sus trabajos. El "First Folio", que reagrupó la mayor parte de su producción literaria, contenía 11 tragedias, 15 comedias y 10 obras históricas, entre ellas, "Ricardo III" (1594), "Enrique V" (1597-1599) y "Enrique VIII" (1613).  

Su legado en la comedia fue tan vasto como el de otros géneros. En este rubro se caracterizó por la asociación de la persecución maquiavélica del poder y el trastorno del universo divino. Se dice que reflejó la sociedad de su tiempo.  

Obras como "La comedia de las equivocaciones" (1591), "El mercader de Venecia" (1596-1597), "La tempestad" (1612) y "El sueño de una noche de verano" (1595-1596), forman parte del acervo shakesperiano.  

Enfático en la muerte de sus personajes, en sus tragedias se basaron en la desdicha de sus protagonistas a través de la ignominia propia, de la naturaleza y la ironía de sus virtudes.  

Destacando el concepto aristotélico, en donde el personaje central es admirable e imperfecto, las tragedias más importantes las realizó entre 1601 y 1608.  

De esta forma, sobresalen "Tito Andrónico" (1592), "Romeo y Julieta" (1595), "Julio César" (1599), "Hamlet" (1601), "Troilo y Crésida" (1602), "Otelo" (1603-1604), "El rey Lear" (1605-1606),  "Macbeth" (1606), "Antonio y Cleopatra" (1606), "Coriolano" (1608) y "Timón de Atenas" (1608).  

En su lírica, género en el cual se sentía más cómodo que como autor dramático, prevalecieron los temas mitológicos. En sus sonetos destacó el amor y el tiempo, del cual profundizó en la fugacidad, insertando, en muchas ocasiones, la metafísica.  

Debido a la poca información recabada, se ha concluido que los siguientes sonetos fueron compuestos entre 1592 y 1597: "Venus y Adonis", "La violación de Lucrecia" y "Sonetos".  

En 1611, William Shakespeare regresó a su pueblo natal, con una visión e interés económico que transgredía la vida de los aldeanos. En 1613, compró una casa en Londres, la cual sería su última adquisición.  

Muchos asocian su muerte con el consumo de alcohol, otros con una fuerte fiebre, y la versión más reciente afirma que su fallecimiento fue provocado por cáncer, como haya sido, la polémica lo rodeó hasta el final de sus días, el 23 de abril de 1616. 

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Hoy que se celebra el Día Internacional del Libro, proponemos este debate. ¿Qué opinas?

Día 
Internacional del Libro,  Día Mundial del Idioma Español
(Archivo)
(Elcomercio.pe/Andina). Todos los 23 de abril se celebran el Día Internacional del Libro y el Día Mundial del Idioma Español. Por ello, el Ministerio de Cultura y Promolibro destacaron su importancia como principales vehículos de aprendizaje en nuestro país.
“El libro constituye el principal vehículo de aprendizaje, de difusión y actualización de conocimientos, y hoy representa el medio más eficaz para distribuir los saberes acumulados durante siglos por la humanidad, destacó el representante de Promolibro, Ernesto Yepes.
“Libro y lectura se ubican nada menos que en el corazón de la economía de un país puesto que constituyen el soporte fundamental para desarrollar la creatividad de su población, componente esencial para el progreso económico y social de una nación”, subrayó.
FALTA LECTURA EN NUESTRO PAÍS
Señaló que, desafortunadamente en nuestro país, el desarrollo de la creatividad está demasiado concentrado en muy escasas zonas poseedoras de espacios letrados y estimulantes, convirtiéndose entonces el libro y la lectura en la tarea más urgente para que esa inequidad se amengüe o desaparezca.
Sin embargo, destacó que es innegable que en los últimos años han habido cambios importantes que pronostican mejores tiempos.
“Tanto el Estado como la empresa privada han incorporado a nuestro tejido social más de 30 millones de libros. Las empresas periodísticas figuran entre los principales editores y los puestos de periódicos colocan al libro en los más lejanos lugares. De otro lado, millones de textos aguardan a sus lectores en las bibliotecas de las instituciones educativas tanto estatales como privadas”, enfatizó.
“También el analfabetismo ha ido descendiendo paulatinamente en nuestro territorio y muchísimas iniciativas de la sociedad civil y del estado pugnan por aminorar el impacto del analfabetismo funcional entre nosotros”, remarcó.
Sin embargo, dijo que el esfuerzo, dada la magnitud del problema, es aún insuficiente.