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¿QUIENES ESTAN DETRÁS DE ESPINOZA SOTO?

Envalentonado por su inmunidad, el parlamentario Gustavo Espinoza Soto acaba de promover un nuevo episodio de guerra sucia, saturando el ya intrincado paisaje de la política peruana. No se profundiza en el fracaso de Forsur, en las razones jurídicas que pesan para condenar al extraditado, en el cuestionado proyecto de Ley 1572 tramitado con carácter de urgencia con fecha 6 de setiembre disfrazando la real intención de privatizar el servicio de agua potable, queriendo implantar el certificado “Construye y Transfiere” a favor de empresas trasnacionales, entre otros temas de palpitante trascendencia para nuestro País. Nada de eso configura envergadura para el congresista Espinoza; para él, fiscalizar es hacerle caso a una joven casquivana de 22 años contactada en la cuadra 23 de la Av. Aviación en San Borja. El líder de Perú Posible ponía con sus propias manos mucho hielo en el whisky, pero de allí a provocar su reaparición respondiendo denuncias infundadas, lo convierte en foco de análisis y reminiscencias que los manipuladores no han calculado como pésimos integrantes del neomontesinismo. Viene prosperando una impensada e inevitable corriente de opinión que establece parangones o cotejos entre los primeros quince meses de gobierno del actual régimen versus ese mismo período del tiempo de la chacana. En Julio del 2002 la agenda política era dominada por los agricultores arroceros de la Región San Martín que reclamaban el rescate financiero. El primer Ministro era el médico Luis Solari; siempre se le notó ecuanimidad en sus declaraciones a pesar de conocer de cerca la tendencia política de los dirigentes selváticos. Jamás escuchamos tildar de comunistas a quienes organizaban una huelga, o una protesta como la recientemente conocida en los distritos de Carmen de la Frontera, Pacaipampa y Ayabaca en la sierra de Piura. El ex presidente Alejandro Toledo tuvo el acierto de contar con colaboradores eficientes y serenos respaldando el camino de la Gobernabilidad, en cambio ahora se quiere salvar tercamente a un Ministro del Interior comprometido no solo por no enfrentar la corrupción; sino lo mas grave, ser el vehículo para atentar contra la libertad de Prensa. Toledo fue sumamente flexible con los medios de comunicación. Habrá tenido errores, siendo los mas visibles el haber favorecido a sus familiares; sin embargo no gozó de la luna de miel mediática que ahora se evidencian por las razones que sean a favor del Dr. García. En el gobierno anterior no se produjeron intervenciones a ninguna radioemisora del País con el estilo grotesco que se perpetró en la madrugada del 13 de setiembre en Radio y Tv Orión en Pisco de propiedad de Eloy Yong Meza, que abiertamente discrepaba diariamente con el régimen; antes en el período Toledista siempre se gozó de una auténtica libertad de expresión , permitiéndose entre otras tantas exageraciones tolerar la gestación de la propia vacancia presidencial. La reunión entre Alejandro Toledo y Ollanta Humala ha provocado reacciones desproporcionadas, revelándose intranquilidad en el Poder Ejecutivo; nuestra modesta sugerencia es gobernar sin especulaciones, expulsando fantasmas, activados a partir de esa conversación privada. Comparativamente frente a lo que sucedía hace cinco años, ahora se tiene a favor :dinero a borbotones, prensa dócil en un 90%,encuestadoras que cuidan el índice de popularidad presidencial y como cereza , un Parlamento cautivo.

Correo, 08 de Octubre del 2,007