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Declaración de la II Reunión Extraordinaria del GRULAC

Votado por unanimidad
Texto completo de los considerandos y acuerdos de este documento aprobado por el cuerpo de parlamentarios del Grupo Latinoamericano y El Caribe – Unión Interparlamentaria.
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Texto completo de los considerandos y acuerdos de este documento aprobado por el cuerpo de parlamentarios del GRULAC
Caracas, 13 al 15 de marzo de 2008
Nosotros, representantes parlamentarios (as) y legislativos (as) integrantes del Grupo Latinoamericano y El Caribe – Unión Interparlamentaria (GRULAC - UIP), reunidos en la ciudad de Caracas, República Bolivariana de Venezuela, en la II Reunión Extraordinaria, durante los días 13 al 15 de marzo de 2008, declaramos:Considerando:Que en sus propósitos, la Unión Interparlamentaria y el GRULAC-UIP, como órgano de éste, son puntos focales mundiales y regionales, respectivamente, en el trabajo por la paz y la cooperación entre los pueblos, por ello los representantes de los parlamentos, conociendo la naturaleza de estas organizaciones nos sentimos comprometidos en acciones que contribuyan a la construcción de una diplomacia parlamentaria que avance en la búsqueda de la paz y en aportar propuestas para superar la problemática regional, como parte de las responsabilidades con nuestros pueblos;Que estamos comprometidos con el impulso de una diplomacia parlamentaria que contribuya a que el GRULAC-UIP cumpla un rol relevante en los escenarios políticos regionales, de cara a la solución de los problemas de América Latina y El Caribe, activar e integrar la participación de los pueblos desde los parlamentos, a fin de avanzar en la construcción de la geopolítica mundial sustentada en la complementariedad, la solidaridad, la cooperación, el respeto al derecho internacional, al derecho humanitario, a la autodeterminación y la soberanía de los pueblos.Que estamos convencidos de la necesidad de constituirnos en una voz regional que, fortalecida la presencia en la región, pueda llevar nuestros problemas al debate mundial y efectivamente ser escuchados, incluidos de manera especial en la agenda de la Unión Interparlamentaria, garantizando de esta manera la vigencia de nuestros intereses y aspiraciones.Que en el debate parlamentario, desarrollado como parte de la II Reunión Extraordinaria del GRULAC-UIP, hemos evaluado la situación regional, presentada por parte de los delegados, generando preocupación y atención del Grupo, llevándonos a acordar la siguiente declaración.Primero. Respaldamos el rol jugado por los Jefes (as) de Estado y Presidentes (as) en la XX Cumbre del Grupo de Río, foro político donde los mandatarios de la región, con mucha disposición al diálogo y a la búsqueda de la paz, lograron encontrar el camino para contribuir a superar las diferencias entre los pueblos hermanos de Ecuador y Colombia, así como los de Nicaragua y Venezuela, quienes estuvieron involucrados en el conflicto, ratificando con ello el compromiso de los países de la región con la convivencia y la resolución pacifica de las controversias, basado en los preceptos fundamentales del derecho internacional contenidos en las Cartas de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos, así como en los objetivos esenciales del Grupo de Río; el hecho de que un organismo multilateral latinoamericano haya mostrado su pertinencia, su vigencia, su capacidad de incidir y de ser una instancia legítima para debatir y llegar a acuerdos frente a temas importantes álgidos para el Continente.Segundo. Llamamos la atención sobre la efectividad del diálogo abierto, directo, franco y entre iguales, desarrollado en esta Cumbre, que permitió, sin lugar a dudas, el surgimiento de una nueva diplomacia para resolver los controversias que ocurren entre nuestras naciones.Tercero. Apoyamos el Acuerdo Humanitario, acuerdo de paz para Colombia que permita poner fin a la guerra desarrollada en ese hermano país por más de 60 años, y que ha colmado a ese pueblo bolivariano de muertes, rehenes, desplazados, prisioneros, viudas y huérfanos y que contemple entre otros, los siguientes objetivos fundamentales: el compromiso de no más secuestros, el no involucramiento de los niños en el conflicto armado, búsqueda de desaparecidos, dando especial atención a los niños y mujeres, el desminado del territorio y el intercambio humanitario entre prisioneros y secuestrados. En este sentido, nos solidarizamos con las gestiones realizadas por la Senadora Piedad Córdoba y el Presidente Hugo Chávez, para el regreso a sus hogares de los rehenes y prisioneros que hoy sufren de forma directa las consecuencias del conflicto armado.Cuarto. Cumpliendo con el propósito del GRULAC-UIP de “trabajar para la paz y la colaboración entre los pueblos”, nos comprometemos a la promoción y desarrollo de redes, grupos o cualquier otra iniciativa para el acompañamiento al Acuerdo Humanitario en Colombia y por la paz en nuestra región, entendiendo que la paz colombiana es la paz y el progreso para nuestros pueblos;Quinto. Acordamos presentar un punto de urgencia que refleje la voluntad de los parlamentarios latinoamericanos y caribeños, de llevar al debate en la 118ª Asamblea de la UIP a celebrarse en Sudáfrica, el problema del conflicto armado en Colombia y la necesidad de la búsqueda de un Acuerdo Humanitario, como garantía de la paz en la región.Sexto. Acordamos constituir una comisión especial del GRULAC-UIP, que estudie mecanismos de activación parlamentaria desde este órgano que puedan apoyar la búsqueda del Acuerdo Humanitario en Colombia y la paz en la región.Séptimo. Exhortamos desde éste órgano parlamentario, la necesidad de promover una organización de países, tipo Grupo Contadora, que pueda definitivamente ayudar a la negociación y solución final del conflicto armado colombiano, pudiendo ser a instancia del Grupo de Río.Octavo. Saludamos el acuerdo de la Mesa Directiva del Parlamento Latinoamericano, -parlamento regional asociados a la Unión Interparlamentaria- aprobado el 29 de febrero de 2008, en el que se pronuncia a favor de que se hagan todos los esfuerzos posibles, a fin de que se materialice el acuerdo humanitario.
Votado por unanimidad.
Firman los delegados parlamentarios.

Hillary puede ganar al final



No todo está dicho


Por: Vladimir Gessen




Hasta ahora Barack Obama ha ganado más estados que Hillary Clinton en la contienda por la candidatura presidencial del partido demócrata de los Estados Unidos, pero Hillary ha triunfado en los estados más grandes, con mayor población, número de electores y delegados.La candidatura presidencial en el partido demócrata es una elección en segundo grado. Se eligen delegados en proporción a la población de cada estado y se requieren 2,025 en el país para obtener la nominación presidencial. Las elecciones se hacen estado por estado y con un calendario preestablecido durante varios meses. Obama está ligeramente arriba en los resultados contados hasta hoy en la mayoría de los estados, con 1,611 delegados alcanzados versus 1,487 de Hillary.Si en las primarias de los estados que quedan se siguen repitiendo las cifras que hemos visto, con Obama ganando 60-40 en los estados pequeños e Hillary 55-45 en los estados más grandes, ninguno de los dos candidatos logrará los 2,025 delegados requeridos.En este caso, y si la diferencia entre Hillary y Obama se mantiene en aproximadamente 100 a 150 delegados, la decisión final de quién será el candidato presidencial recaerá en lo que se denominan los “superdelegados”. Son los demócratas que hayan sido líderes y autoridades del partido, ex presidentes de los Estados Unidos, gobernadores de estados en ejercicio, senadores y miembros de la cámara de Representantes del Congreso actualmente, y los miembros del Comité Nacional del Partido Demócrata. En total, 796 “superdelegados”. Ya 444 han pronunciado su apoyo a uno de los dos candidatos, la mayoría por Hillary. Aunque la lista varía día a día, por el momento 207 “superdelegados” apoyan a Obama y 237 a Hillary. Faltan por decidir 338. Virtualmente, ellos decidirán la candidatura presidencial demócrata.La campaña de Obama se ha centrado en convencer a todos de que su candidatura presidencial es imparable, pero Hillary, luego de los triunfos de Ohio y Texas, rompió este esquema y hoy una buena parte de la opinión pública norteamericana expresa que no se sabe quién pueda ganar esta última etapa.Este escenario favorece a Hillary porque le permite a los “superdelegados” que la respaldan votar por su candidata sin temor a que los acusen de ir contra los votos de las bases del partido demócrata.La mayoría de los analistas norteamericanos señala que no es factible ganar la presidencia sin contar con los estados con mayor número de votos electorales, precisamente los que Clinton ha ganado, entre ellos Nueva York, California, Nueva Jersey, Ohio, Texas, Michigan o Florida; por otra parte, algunos estudiosos calculan que Hillary, dado que ha ganado en los más populosos, llegará a las finales con menos delegados que Obama, pero con más votos populares. Estos argumentos son fuertes y serán tomados en cuenta por los “superdelegados”, porque lo que quiere el liderazgo institucional del Partido Demócrata es ganarle las elecciones a John McCain, el republicano que será un hueso duro de roer. Seguimos pensando que al final la maquinaria Clinton se impondrá.


La historia de Coordinación Federal

El País; Domingo, 16 de Marzo de 2,008

Por Carlos Rodríguez

En los años sesenta, pero sobre todo a partir del golpe que en junio de 1966 encabezó el general Juan Carlos Onganía, la Superintendencia de Coordinación Federal pasó a ser el eje de la represión política en el área metropolitana. Si en un acto político o gremial –realizados siempre en la clandestinidad– se escuchaba el grito de advertencia “vienen los de Coordina”, el desbande era inmediato. Coordinación Federal fue contemporánea y luego sucesora, dentro de la Policía Federal, de lo que durante la segunda presidencia de Juan Domingo Perón fue la “Sección Especial”, que funcionaba en la comisaría 8ª, frente al Hospital Ramos Mejía, en General Urquiza al 500, bajo las órdenes del coronel Jorge Osinde. Desde 1974 y sobre todo luego del golpe del 24 de marzo de 1976, Coordinación Federal, en el lúgubre edificio de Moreno 1417, a una cuadra del Departamento Central de Policía, fue uno de los más activos centros clandestinos de detención de la Capital Federal.
“Hacía varios días que percibía que me estaban siguiendo. Eran las tres y media de la mañana cuando me desperté con el ruido de vidrios de las ventanas que se quebraban y vi que estaban empujando la puerta de mi habitación. Me encañonó el comisario (Juan Carlos) Morales. Con él estaban (Alberto) Villar y (Luis) Margaride. Me sacaron a la terraza y la lluvia de puntapiés no terminaba más. Como tenía un taller de reparaciones de radios para hacerme un manguito, ahí mismo agarraron la punta de los cables y me picanearon. Me llevaron a Coordinación Federal y me siguieron picaneando durante dos semanas.” El relato fue hecho a Página/12 en agosto del año pasado por el uruguayo Antonio Viana Acosta, detenido en Buenos Aires el 21 de febrero de 1974. Estuvo tres meses preso y luego fue enviado al Uruguay, donde la dictadura lo tuvo en cautiverio ocho años más. En su detención participaron grupos que pertenecían a la Juventud Peronista de la República Argentina (JPRA), que lideraba en esos años Julio Yessi, mano derecha de José López Rega en el Ministerio de Bienestar Social de la Nación.
Los métodos de Coordinación Federal fueron acuñados por el comisario Alberto Villar, creador dentro de la policía del cuerpo de Guardia de Infantería. Un grupo encabezado por el propio Villar había estado, en 1969, durante la represión de obreros y dirigentes gremiales que participaron del Cordobazo, en mayo de ese año.
En materia de persecución política, Coordinación Federal ya comenzó a destacarse, junto con la Sección Especial, durante los primeros gobiernos del general Perón. Uno de sus jefes, en ese tiempo, fue el capitán Abel Rodríguez. En la dictadura militar que comenzó en 1976, su jefe más reconocido fue el coronel del Ejército Alejandro Arias Duval. Desde fines de 1975, en el edificio de Moreno 1417, se asentó el Grupo de Tareas 2, que dependía del Comando del Primer Cuerpo de Ejército, a cargo del general Carlos Guillermo Suárez Mason. La “patota” del GT-2 estaba asentada en el tercero y en el cuarto piso del edificio, que hasta hoy mantiene casi sin variantes su antigua estructura.
Los pisos cinco, seis y siete fueron utilizados como centro clandestino de detención. Los detenidos permanecían en condición de “RAF” (en el aire), es decir que sus nombres no figuraban en ninguna nómina legal de personas privadas de su libertad. También existieron muchos casos de prisioneros a los que luego se les dio el “traslado final”, como se llamaba la orden de ejecución sin juicio. Uno de los casos más conocidos fue el ocurrido la noche del 2 de julio de 1976 y en los días sucesivos. Decenas de personas fueron asesinadas a mansalva como represalia por un atentado cometido por la guerrilla contra el edificio de Coordinación Federal.
De ese asesinato en masa fue prueba el libro de entradas de la Morgue Judicial de la Capital Federal, donde en ese mes y año se elevó en forma notoria el número de cadáveres N.N. ingresados. Durante años, el total de entradas era de uno o dos cuerpos N.N. por día. Entre el 3 y el 7 de julio de ese año, el total de cuerpos llegó a 46, casi todos con la misma causa de muerte: “Heridas de bala en cráneo, tórax, abdomen y pelvis, hemorragia interna”. En todos los casos, acompañaba un informe similar: “Hallado junto con otros siete cadáveres en el interior de una playa de estacionamiento en Chacabuco 639, Capital”.
Otros 30 cuerpos aparecieron en otra ocasión en el partido de Pilar. “Uno (de los detenidos) me comentó que la noche anterior al hallazgo de 30 cadáveres en Pilar habían sacado treinta presos de Coordinación Federal” (Legajo 6976 de la ex Conadep).
“Las tres estábamos vendadas y esposadas, fuimos manoseadas durante todo el trayecto y casi durante todo el traslado. La misma persona vuelve a aparecer con alguien que dice ser médico y quiere revisarme, ante lo cual fui nuevamente manoseada sin ningún tipo de revisación médica seria. Estando medio adormecida, no sé cuánto tiempo después, oí que la puerta del calabozo se abría y fui violada por uno de los guardias.” El relato, hecho en su momento ante la Comisión Nacional Sobre la Desaparición de Personas (Conadep), es una muestra del trato que se daba a la mujeres en el centro clandestino de Coordinación Federal.
Patrick Rice, sacerdote católico irlandés que estuvo secuestrado en el mismo lugar, vio que entre las detenidas estaba María del Socorro Alonso, que fue torturada a pesar de que estaba embarazado, lo que le provocó la pérdida del bebé. “Allí me pusieron en una celda y había unos seis presos en el mismo pasillo en otros calabozos, otros cuatro muchachos en una celda grande y otras tantas mujeres en otra celda grande. Había una cruz svástica pintada en la pared del fondo (...) según me comentaron, algunos guardias abusaban de las mujeres allí” (Legajo 6976 de la ex Conadep).
El grupo central de represores que actuó en Coordinación Federal (Morales, Villar, Arias Duval) conjugaba a personeros del peronismo de extrema derecha con altos funcionarios de la dictadura militar. En 1975, antes de ser ministro del Interior de la dictadura, el general Albano Harguindeguy fue jefe de la Policía Federal y como tal, responsable de la formación del GT-2 que funcionó en Coordinación Federal. En los últimos años de la dictadura encabezada por Jorge Rafael Videla, como para tender un manto de olvido, la vieja “Coordina” recibió el nombre edulcorado de Superintendencia de Seguridad Federal, y en democracia pasó a ser Seguridad Metropolitana.