
(1) El rostro de la inocencia y del olvido. Los niños son las principales víctimas.
(2) En este distrito flagelado por la inclemencia del frío no llega la ayuda estatal y tampoco conocen a las autoridades de salud.
LA PRIMERA llegó hasta el distrito de Conduriri, enclavado a 4,200 metros sobre el nivel del mar en la provincia de El Collao de la región Puno. Era la primera vez que un medio de comunicación nacional lo hacía y lo que encontramos fue una tierra perdida y olvidada por el aparato estatal y que hoy, como toda la vida, es duramente golpeada por el friaje que sacude al sur del país y en especial, con mayor alevosía, a Puno.
Mientras sus pobladores luchan con uñas y dientes por sobrevivir, en medio de agrestes condiciones sociales, educativas y geográficas que hacen que Conduriri sea considerada una zona de extrema pobreza, este fenómeno climatológico, que apenas se inicia, los ataca sin piedad y se manifiesta a través de infecciones respiratorias agudas (IRA) entre sus pobladores, en especial en los menores de edad y los ancianos.
También es víctima del inclemente frío el ganado camélido, conformado en su mayoría por alpacas, su única fuente de sobrevivencia diaria, pues en sus tierras solo crece pasto natural y no permite el sembrío de cereales o tubérculos.
La población de Conduriri se muere de hambre y desnutrición y lo único que sí tienen a diario y en abundancia sus humildes y sufridos habitantes es la indiferencia de las autoridades estatales, así como la gran cantidad de polvo que produce el paso de los vehículos en que se transita por la carretera inconclusa que une Ilave (capital de El Collao) con el distrito de Mazocruz, una promesa más incumplida del actual gobierno.
El alcalde de Conduriri, Pedro Montalico Quenta, encabeza a las autoridades que nos reciben, y nos cuenta con preocupación por qué la temperatura a partir de junio descenderá a 20 grados bajo cero para desazón y peligro de sus “hermanos”, como llama a sus vecinos que ahora soportan heladas de entre 14 y 15 grados bajo cero en horas de la madrugada.
El gobernador Edgar Acero, se le suma, y rápidamente manifiesta que él mismo está enfermo, antes de denunciar, en tono tajante, que su pueblo está postergado, que sólo es usado como caballito de guerra durante épocas de campañas. Se queja de las pésimas condiciones en que se encuentra la posta de salud de Conduriri para hacer frente a las IRA y que al ministro de Salud, Óscar Ugarte, ni por foto lo conocen.
De inmediato, interviene el alcalde y junto a su población congregada asegura que nunca les llegó parte de la ropa de abrigo que el gobierno central recolectó entre todos los peruanos, supuestamente destinada a apoyar a nuestros compatriotas del sur del país atacados por el friaje del año pasado. Relata que la situación de miseria en que viven hace que los padres de familia sólo puedan adquirir ropita usada para sus pequeños hijos, las cuales a veces apenas los abrigan.
De ello dieron fe las vestimentas que cubrían los cuerpecitos de los niños de la Institución Educativa Inicial 259, quienes a pesar de lo difícil de su existencia, nos reciben con saludos, cánticos y un tanto de curiosidad. Ver sus rostros chaposos y quemados por las bajas temperaturas que acompaña una tierna inocencia, nos hacen estremecer y reflexionar de lo injusto que es el mundo, mientras unos tiene todo, otros nada.
En eso estamos, cuando la profesora Delia Churaira revela que sus alumnos son cuarenta, pero que ese día sólo acudieron a estudiar 30, pues la precariedad de la infraestructura escolar lejos de protegerlos del inclemente frío y viento, que parecía levantarnos, facilita que se enfermen. La maestra sólo pide para sus alumnos un comedor escolar y unos baños decentes.
La razón, aunque salta a la vista, la explica la profesora Giovanna Sanicio, quien dice que cada familia cuenta con un promedio de siete soles para su alimentación diaria, por lo que la mayoría de niños, venidos de lugares próximos, tan sólo pueden desayunar en casa, y llevan al colegio un fiambre compuesto de canchita o cereal tostado, que les sirve de almuerzo.
Ella exige al gobierno central que se acuerden de ellos, y les proporcione abrigo, medicamentos, frazadas, y aunque sea un desayuno escolar, el que sí reciben los pequeños de inicial. Luego, nos dirigimos a la posta de salud local, donde ni bien entramos nos encontramos con el pequeño Franklin Jhon Mucho y su madre, Teófila Vichata, quien lo ha llevado porque desde hace dos días presenta fiebre con tos. El encargado de este centro médico, el cirujano dentista David Coppa, explica que hasta la fecha 87 son los casos de IRA registrados en Conduriri.
Precisa que el lugar cuenta con el paquete necesario para hacer frente a esta situación, un momento después se me acerca y me pide que ponga en mi nota que falta una ambulancia para trasladar a los pacientes que lo requieran al hospital de Ilave, capital de la provincia de El Collao.
Alpacas diezmadas
Reunidos en la Plaza de Armas hallamos a los alpaqueros encabezados por el presidente del Centro de Acopio de Conduriri, Gerardo Ventura. Ellos han traído a sus animales muertos por el friaje, alpacas, restos de ovejas y fetos abortados.
Ventura detalla que entre las alpacas en la zona, por el frío, se ha registrado entre 25 a 30% de mortandad, sobre una población de 20 mil alpacas, mientras que otro grupo viene siendo minado por un mal llamado enterotoxemia, que es una fiebre que las ataca, ante la indiferencia del Senasa.
El representante de los alpaqueros reclama, además, por el bajo costo de la fibra de alpaca (entre dos soles cincuenta y tres soles) debido a la presencia de mafias, ante lo cual el gobierno no hace nada para evitar que se compren productos sintéticos, en vez de aquellos fabricados en lana animal. “Parece que no tenemos un ministro de Relaciones Exteriores y tampoco somos beneficiados con el TLC (Tratado de Libre Comercio). Uno de los alpaqueros, Teodocio Mamani, se me acerca y exhorta al sector Agricultura a que les facilite préstamos con bajos intereses a través de Agrobanco y que a cambio no se les pida sus títulos de propiedad, sino que baste con una personería jurídica.
Luego de escucharlos nos aprestamos a retornar a la ciudad de Puno, pero antes los comuneros, hartos de tanta mentira, no nos dejan ir hasta comprometernos a publicar sus problemas y padecimientos en un informe.
Triste primer lugar para Puno
La región de Puno ocupa el dramático primer lugar de las zonas del país con presencia de infecciones respiratorias agudas (IRA). Según datos proporcionados por la dirección de epidemiológica de la Dirección de Salud de Puno, la provincia de San Román es donde se detecta la mayor cantidad de muertes a causa de IRA (18) en lo que va del presente año, seguido de Puno (3) y Yunguyo (1).
Del mismo modo, San Román encabeza los casos atendidos por IRA que no fueron de necesidad mortal, un total de 39 mil 976 casos atendidos en el hospital de Juliaca, capital de la provincia, mientras que casos de neumonía atendidos fueron 224. Le sigue Melgar con 4 mil 933 casos de IRA atendidos y 30 de neumonías, luego Puno con 4,916 casos atendidos de IRA y 57 de neumonías, Huancané con 3,706 (IRA) y 40 casos de neumonías, seguido de Azángaro con 3,606 (IRA) y 32 casos de neumonías, Carabaya 2,755 (IRA) y 23 casos de neumonía, Sandia 255 (IRA) y 26 casos de neumonía. En tanto en El Collao se ha registrado 1,479 casos de IRA y 17 de neumonía y finalmente Yunguyo con 896 casos de IRA y 18 de neumonías.
Ello da un total de 39 mil 976 casos de IRAS y 505 casos de neumonías registradas en la región Puno. Fuentes de Defensa Civil informaron a LA PRIMERA que el pasado martes, un poco tarde, se puso en marcha el operativo Helada 2009.
Ante a este panorama, el presidente regional de Puno, Hernán Fuentes, dijo a LA PRIMERA que el gobierno de Alan García se dedica a hablar sobre la denominada gripe porcina, lo cual, a su criterio, es sólo una maniobra distractiva, en vez de apoyar a la región para hacer frente al embate mortal del friaje.
Vilma Escalante (Textos)
César Aquije (Fotos)
Enviados Especiales