Fuente de Investigación social :ARTEMISA - SEMLAC
Según datos de la OIT el 70 por ciento de niños que trabajan en el mundo lo hacen en el sector agrícola y cerca del 20 por ciento tienen menos de 10 años. El desafío: disminuir el riesgo para su salud e integridad física. A propósito de recordarse el último 12 de junio, el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, el Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y Caribe (SEMLAC) emitió un documento especial que grafica claramente el panorama en Latinoamérica y el Caribe.
LA CRUDA REALIDAD DE LOS NIÑOS QUE TRABAJAN EN EL CAMPO
Por: Zoraida Portillo
En América Latina y el Caribe el porcentaje de niños rurales trabajadores ha descendido 16 al 5 por ciento entre 2000 y 2004, según la FAO. Más aún, el porcentaje de niños involucrados en trabajos peligrosos ha bajado en 26 por ciento. Paraguay, Bolivia y Perú ostentan las tasas más altas de niños trabajadores rurales.Por su parte, la OIT afirma que el 70 por ciento de niños que trabajan en el mundo lo hacen en el sector agrícola. Es decir siete de cada diez niños y con un agravante: cerca de 20 por ciento de los trabajadores infantiles tienen menos de 10 años, en promedio, de acuerdo con datos recopilados por el Programa Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil de la OIT.
De por sí, la cantidad de menores de edad que trabajan en el área rural en condiciones riesgosas para su salud e integridad física es todo un desafío: 132 millones de niños y niñas entre los 5 y 14 años, según la FAO. (…)(…) La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como numerosas organizaciones no gubernamentales que velan por la salud de los menores de edad, señalan a los plaguicidas como uno de los peores peligros al que se enfrenta la infancia y la adolescencia en las zonas rurales de los países en desarrollo.
ARGENTINA: TRABAJO RURAL INFANTIL,LA INJUSTICIA QUE PERDURA.
Por: Norma Loto.
La secretaria de Igualdad de Oportunidades y Género de UATRE (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores), Carolina Llanos, define a SEMLAC que ''el trabajo infantil es aquel al cual se somete a los niños y niñas menores de la edad mínima requerida por la legislación nacional vigente (14 años de edad), a realizar tareas remuneradas o no, durante un gran número de horas diarias, en forma sistemática, bajo condiciones perjudiciales''.Esta problemática se ha naturalizado tanto que, para muchos, es casi una cuestión cultural. La socióloga Susana Aparicio realizó un estudio que refleja que 13,3 por ciento de los menores que realizan trabajo rural tiene entre cinco y nueve años; mientras que 29,6 por ciento corresponde a la franja de 10 a 13 años.Según un estudio de la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (CONAETI), hay alta concentración de trabajo infantil en las provincias Chaco, Tucumán, Misiones y Mendoza. Allí se emplean menores en los cultivos y las cosechas de tabaco, yerba mate, algodón, cítricos, té, hortalizas, arroz, frutas, soja, entre otras. Además reflejó que el 10 por ciento de los muchachos más pequeños que trabajan en el ámbito rural no van a la escuela, y que la ha dejado el 62 por ciento de los adolescentes.(…)(…) Además, las condiciones en las que estos menores desarrollan las labores son altamente riesgosas, ya sea por inclemencias climáticas o por otros factores externos. ''Entre las consecuencias más nefastas, está la intoxicación debido al uso de agroquímicos entre quienes trabajan en la fruticultura, tabaco, té y yerba mate, en el noroeste y noreste argentino'', manifiesta Carolina Llanos.(…)(…) El peligro de ignorar esta realidad es desconocer que los plaguicidas son la causa más frecuente de muerte de los menores de las zonas rurales, incluso más que las enfermedades infantiles consideradas en su conjunto.
BOLIVIA . NIÑOS Y NIÑAS,MANO DE OBRA BARATA PARA PRODUCIR CASTAÑA
Por :Helen Alvarez Virreira.
Un estudio del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), realizado por la investigadora Silvia Escóbar, puso en evidencia lo que ya se sabía por denuncias aisladas: que más de 3.000 niños y niñas trabajan ilegalmente y en condiciones de precariedad en la recolección y procesamiento de la castaña. A ellos se suman 3.500 adolescentes que sufren similares condiciones, aunque por ley cuentan con derechos laborales.(…)(…) La mayoría presenta altos índices de rezago escolar y, debido a este trabajo, otros enferman de malaria o parasitosis; pero el peor mal que padecen es constituirse en mano de obra barata para el mercado laboral en el norte amazónico de Bolivia.Según el CEDLA, los empresarios castañeros saben que al contratar a una persona adulta para el trabajo de recolección y procesamiento de castaña, están contratando indirectamente a los niños, niñas y adolescentes que integran la familia. Y saben muy bien que mientras incorporen trabajo infantil, habrá un importante ahorro de costos laborales para las empresas. Este trabajo no es remunerado directamente, ya que el pago se efectúa por producto, a una sola persona.(…)(…) Para la especialista del CEDLA, si bien la pobreza coadyuva a la persistencia del trabajo infantil en la zafra y beneficio de la castaña, la cultura impuesta por el capital es la principal responsable: 'Los empresarios demandan mano de obra barata, dócil, que no se organice para mejorar sus condiciones de trabajo y que les permita generar ganancias elevadas, a través del pago de bajos salarios y sin beneficios otorgados por la ley', indica el estudio.
PERU : TRABAJO INFANTIL, TENTÁCULOS DE LA POBREZA
Por : Julia Vicuña Yacarine.
De acuerdo con las estadísticas oficiales, uno de cada cinco menores entre 6 y 17 años de edad, que trabajan, está excluido del sistema educativo peruano, situación que de no revertirse llevará a miles de niñas, niños y adolescentes a un futuro de postergación, discriminación y pobreza.Según la Encuesta Nacional de Hogares del IV Trimestre de 20001 (ENAHO-IV), del Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI), entre 1993 y 2001 el trabajo infantil (menores de 6 a 11 años) se multiplicó nueve veces, elevándose de 2,5 por ciento a 21,7 por ciento. En tanto, el trabajo adolescente (menores de 12 a 17 años) se elevó en algo más de dos veces, de 13,7 por ciento a 32,5 por ciento.Kathia Romero, coordinadora nacional del Programa de Erradicación del Trabajo Infantil para Sudamérica (IPEC) de la OIT, dijo a SEMlac que aunque no cuentan con datos recientes sobre la cantidad exacta de niños que laboran, se estima que 70 por ciento de ellos se encuentran en las zonas rurales.El trabajo infantil es un problema antiguo en este país sudamericano, pero recién empezó a ser tratado desde 2001, año en que Perú ratificó los convenios que establecen el rango mínimo de edad para la ejecución del trabajo infantil y sus peores formas.
MEXICO : EL TRABAJOINFANTIL NO SOLUCIONA LA POBREZA.
Por : Sara Lovera.
Una fuerte polémica sobre el trabajo de menores se genera en América Latina y las opiniones están encontradas en el sentido de si se trata de una franca explotación o de un derecho.Del dato oficial de niños, niñas, y adolescentes trabajando en México, al menos un millón y medio realizan actividades económicas prohibidas, por lo cual sufren franca explotación laboral, de acuerdo con las leyes mexicanas. La mitad tienen entre 12 y 15 años.(…)(…)
Según el último informe de trabajo infantil, elaborado por un conjunto de organizaciones, encabezadas por Thais Desarrollo Social, urge el establecimiento de un Programa Nacional de Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil. La cifra oficial (correspondiente a 2002) indica que tres millones 300.000 niñas, niños y adolescentes trabajan y, de ese total, la mitad no acude a la escuela, según anota ese estudio y explica a SEMLAC Norma Inés Barreiro, presidenta de Thais Desarrollo Social.Barreiro informa que han desagregado datos cualitativos y cuantitativos, para ofrecer una visión muy seria de lo que está pasando, para desterrar el mito de que el trabajo de menores podría resolver problemas de pobreza, ya que los infantes trabajadores entran al círculo de la privación. Y agrega que se ha invisibilizado el problema del trabajo infantil, con datos y cifras sin valor, mientras no se atiende de manera global el sistema económico, el reparto de los bienes y la obligación del Estado para asegurar una infancia feliz.(…)(…) Hoy día, los especialistas aspiran a desmontar un conjunto de mitos, entre ellos que el trabajo infantil es ''natural'' y ''siempre ha existido y seguirá existiendo'', así como su supuesta contribución económica, aunque los estudios, según agregó, demuestren que reproduce la pobreza presente y futura de sus familias.
GUATEMALA : COHETES, CAFÉ Y PIEDRAS PERSISTEN EN EL TRABAJO INFANTIL.
Por : Alba Trejo.
Desolladas, callosas, irritadas y a veces mutiladas, así tiene sus manos la niñez trabajadora de Guatemala. Pese a los convenios firmados y leyes promulgadas, los y las niñas siguen cortando café, picando piedra, manipulando la pólvora o torteando frente al fogón como hace siete años, cuando el gobierno decretó la existencia y prevención de las peores formas de trabajo infantil.Contrario a lo que parecía ser una medida de rescate a su condición de trabajo riesgoso, un millón de niñas y niños son ahora una fuerza laboral en la Población Económicamente Activa (PEA), la cuarta parte de los cuatro millones de la PEA informal registrada en Guatemala.Tal hecho preocupa a los defensores de los derechos de los infantes, que coinciden en que ello refleja lo poco que se ha hecho por la niñez trabajadora. (…)(…) Guatemala posee 14 millones de habitantes, seis son pobres y un millón vive en extrema pobreza, de acuerdo con la encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2006. Más de la mitad de la niñez trabajadora vive en esos hogares, con cinco hermanos y un dólar para comer, vestir y movilizarse.(…)(…) La niñez trabajadora también padece desnutrición crónica. El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) señaló que Guatemala es la nación latinoamericana con más alta desnutrición crónica y un millón de pequeños que padecen hambre desde que nacen.Con esas condiciones –señala Nidia Aguilar, Defensora de la Niñez– imposible que los pequeños no se incorporen al trabajo. Agrega que callan ante los golpes, quemaduras o heridas graves, los pesticidas o las lesiones de piel porque necesitan aportar a su hogar. Se les dan dos dólares semanales por 47 horas trabajadas.''Somos una sociedad que se aprovecha de la niñez y nos importa poco qué pueda ocurrirle una vez que aporten en la casa'', describe Aguilar.
REPUBLICA DOMINICANA: EN LA OTRA ESQUINA DEL SOL.
Por Mirta Rodríguez Calderón.
Para muchas personas traer niños del campo o acoger a los de su propia familia para que realicen los quehaceres hogareños significa 'ayudarles', según sacó a relucir un estudio regional en el cual se involucraron el Centro de Investigaciones para la Acción Femenina (CIPAF) y el Programa de Erradicación del Trabajo Infantil (IPET). Ya hay algunos resultados estimulantes de reversión.Realizada en 2002, esta no es una investigación destinada a las gavetas y el olvido, sino que las entidades y estudiosas comprometidas han continuado la labor sobre esta realidad, cuya fenomenología más llamativa es que ni las personas que acogen menores para el trabajo doméstico, ni las madres y padres que les entregan para que trabajen en hogares de terceros, ni la propia infancia que cumple tal función, se consideran explotadores ni explotados.El común de los juicios conduce a creer que familias que sacan a niños y niñas de su pobreza, los llevan a sus casas, los alimentan y, eventualmente, los mandan a la escuela y les ofrecen alguna ropa, están realizando un trabajo caritativo, expresivo de gran generosidad.La verdad no es esa, sin embargo: entrevistas realizadas por Carmen Julia Gómez, Alina Ramírez y la directora ejecutiva de CIPAF, Magali Pineda, así como por Dabeira Agramonte, oficial del Programa IPET de OIT y la Secretaría de Trabajo Dominicano, evidenciaron que niños y niñas suelen sentirse tristes, se lamentan de dolores por el exceso de trabajo; por no ir, ir poco o en horario nocturno a la escuela, y no tener tiempo para los deberes escolares.Sufren por no poder jugar, por vestir ropas usadas y carecer de posibilidades de cultivar la amistad con sus grupos de edades.Para Magaly Pineda, entrevistada por SEMlac, ''aunque el país ratificó la Convención para la Erradicación del Trabajo Infantil, esa Convención no se ocupa del trabajo infantil doméstico''.
NICARAGUA : NIÑOS Y NIÑAS, CRECIENTES PROVEEDORES DE SUS HOGARES. Por :Sylvia R. Torres.
En 12 por ciento se calculó el aporte de la niñez, en 2006, a los ingresos totales de sus hogares nicaragüenses, a partir de labores desarrolladas principalmente en el sector informal y agropecuario, experimentando un crecimiento de 8,51 puntos porcentuales en tan sólo dos años.La información proviene de una encuesta panel aplicada por la Fundación Internacional para el Desafío Económico Global (FIDEG), por encargo de Save The Children-Noruega. En el país, el trabajo infantil está prohibido hasta los 14 años y existen restricciones para los menores de 16.(…)(…) Según la investigación, estas cifras muestran que los negocios familiares dependen, en gran medida, de mano de obra infantil. El único segmento de trabajadores infantiles que disminuyó en el período estudiado es el de asalariados, que pasó de 22,8 por ciento a 20,4.(…)(…) Los niños y niñas trabajadores realizan su actividad en su hogar o en otra vivienda, pero se encontró que un buen número de ellos y ellas, entre los seis y los 14 años de edad, labora en la vía pública, comercializando productos. (…)