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PUNO REALIZA PARO POR INCONSULTA HIDROELÉCTRICA DE INAMBARI


Diversas organizaciones y gremios de Puno acatan desde hoy un paro de 48 horas , en rechazo al proyecto de construcción de la hidroeléctrica de Inambari.

La medida de fuerza se definió, horas después de la presentación del viceministro de Energía, Daniel Cámac, en el distrito de San Gabán, provincia de Carabaya, el cual resultaría directamente afectado por el proyecto.

Los delegados de dicha comunidad afirmaron que el representante del Ejecutivo no supo responder con claridad las inquietudes de la población respecto al impacto que tendrá la central en el medio ambiente y, principalmente, la inundación de un amplio tramo de la Carretera Interoceánica.

Es por ello que acordaron ampliar la paralización originalmente pactada para hoy jueves por 24 horas en la provincia de Carabaya a una medida de fuerza de 48 horas, a nivel regional.

Efraín Anahua, secretario regional de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) precisó que la jornada de lucha cuenta con el respaldo de más de 30 organizaciones que conformaron un Frente de Defensa de la Región Puno.

Adelantó que, en una nueva reunión a desarrollarse esta noche, definirán las estrategias a seguir. Por lo pronto, ratificó la demanda de la población altiplánica para concluir de inmediato la Carretera Interoceánica, cuyo trazo original sería afectado en 50 kilómetros debido a la hidroeléctrica.

De igual manera, insistió en que los puneños se oponen a todo tipo de concesiones, en particular las mineras y petroleras. Así mismo, reclaman la liberación de sus dirigentes encarcelados y poner fin a la criminalización de las protestas sociales.

Anahua Churacutipa exhortó al gobierno a implementar una mesa de diálogo con representantes de base, especialistas del Colegio de Ingenieros y autoridades, a fin de hallar puntos de consenso sobre la iniciativa.

En tanto, el gerente general del Gobierno Regional de Puno, Hugo Quintanilla, adelantó que durante la paralización no habrá atención en las diferentes dependencias; incluso, los trabajadores de éstas se plegarán a las protestas. (Con información de AQUIJE INFORMA y CNR)

Chile: La red hospitalaria enfrenta un duro escenario a raíz del terremoto

Miércoles 3 de marzo de 2010



La red hospitalaria chilena se ha visto enfrentada a un duro panorama luego del terremoto que la madrugada del sábado afectó la zona centro sur del país, ofreciendo al mismo tiempo testimonios de la voluntad y compromiso de su personal.

Según informó el Ministerio de Salud, nueve hospitales se encuentran inutilizables en el país, lo que ha originado que cerca de cuatro mil camas no puedan ser usadas en las zonas más afectadas por la emergencia, fundamentalmente en las regiones del Maule y del Bíobío.

Entre los recintos que fueron cerrados, se encuentra el Hospital Félix Bulnes, ubicado en la región metropolitana, el cual es uno de los dos centros de salud que dejaron de funcionar en la capital chilena por presentar serios daños en su estructura interna.

En el principal edificio del complejo "lo que está caído es toda la tabiquería interna, todo el revestimiento. Si bien entendemos que es muy poco probable que se caiga, es un riesgo, ya que quedó absolutamente inhabilitado para la atención de público", relató a Xinhua Felipe Cañas, encargado de comunicaciones del recinto.

La madrugada del sábado, el Félix Bulnes tenía alrededor de 400 pacientes hospitalizados, los cuales comenzaron a ser inmediatamente evacuados a zonas más seguras, principalmente patios y jardines, en sólo "17 minutos", recalca Cañas.

Una vez transcurrida la emergencia, llegó personal técnico del ministerio de Salud a evaluar la estructura, el cual concluyó que a causa de los daños los pacientes ya no podían ser atendidos en el lugar, comenzando a ser reubicados y derivados a otros hospitales, tanto públicos como privados de la red.

Finalmente, el lunes se realizó una nueva inspección de ingenieros calculistas del ministerio, luego de lo cual se determinó el cierre del hospital Félix Bulnes, de modo de acelerar su concesión e iniciar la construcción de uno nuevo.

"En este minuto esta atendiendo Urgencia Infantil, que es el único servicio de estas características en este sector de la capital, por lo tanto no puede dejar de funcionar, mientras que la urgencia de adultos está siendo trasladada al hospital San Juan de Dios", detallo Cañas.

Este último recinto, ubicado en el sector poniente de la capital chilena, es uno de los hospitales más grandes del Servicio Metropolitano Occidente y el que ha debido enfrentar una de las mayores demandas de salud, a raíz de la emergencia y del cierre del Félix Bulnes.

Fuentes autorizadas señalaron que los servicios de urgencia de este centro asistencial están operando a su máxima capacidad, por lo que por un aspecto de seguridad se han comenzado a restringir las visitas de modo de no sobrecargar la planta física.

A causa del sismo, el Hospital San Juan de Dios no resultó con daños estructurales serios, sino con daños menores, por lo que el Ministerio de Salud extendió su funcionamiento a las 24 horas del día, sobre todo en relación a urgencias de obstetricia.

El Hospital destacó la voluntad y compromiso de sus funcionarios al momento de hacer frente a la emergencia, valorando su esfuerzo y dedicación, lo que se vio reflejado en el hecho de que el sistema continuó operando pese a las fallas preliminares del suministro eléctrico.

En cuanto a las zonas más afectadas por la catástrofe, el Ministerio de Salud anunció la implementación de cinco hospitales de campaña de las Fuerzas Armadas: dos de mayor complejidad que serán instalados en Talca y Curanilahue, y tres de nivel intermedio en Curicó, Chillán y Talca.

Otros tres recintos hospitalarios de campaña provenientes de Argentina se instalarán en Curicó, Parral y Cauquenes; mientras que el Colegio Médico anunció que unos 65 profesionales se inscribieron voluntariamente para colaborar con las labores de ayuda en la zona.


El Derecho de lo común

03-03-2010
Puerto Rico




Todo encantamiento ha terminado: con ello el reino de la posibilidad reside por entero en nuestras comunes y potentes manos. Antonio Negri, Fin de siglo

La ley ha muerto. La han matado sus guardianes. Impera el hecho de fuerza como nuevo criterio de legitimidad en el Derecho de estos tiempos aciagos. Might makes right. La guerra, la lucha de clases y los actos políticos se han convertido en las nuevas fuentes constitutivas del orden normativo realmente existente. El Estado de Derecho ha quedado supeditado, ya sin muchos tapujos, al Estado de hecho. Y el hecho que expresa ese nuevo orden es, sin mayor maquillaje, el de la regla perentoria del capital: el poder de la propiedad privada concentrada en las manos de una minoría.

Si el liberalismo pretendió inscribir, al menos formalmente, sus fines dentro de un Estado de Derecho que crecientemente se fue socializando bajo el llamado Estado benefactor, el neoliberalismo procuró reconquistar el poder crudo y salvaje de antaño para la clase capitalista y sus adláteres políticos. Para ello ha convertido las instancias ejecutivas, legislativas y judiciales de la gobernabilidad contemporánea en órganos directos de la economía, es decir, en dispositivos activos del poder del capital, desprovistos de las mediaciones tras las cuales éste agenciaba en el pasado sus beneficios privativos de siempre.

El (des)orden económico-jurídico

Es lo que ese visionario pensador llamado Carlos Marx presagió como la subsunción o colonización de la vida toda bajo los dictados del capital. Lo jurídico queda así absorbido en lo económico. Mucho más que en el pasado, habría que hablar hoy de un orden normativo de índole económico-jurídico fundado en las relaciones sociales y de poder prevalecientes. Bajo éste, el capital funciona como forma de control a partir del cual prescribe normas y leyes para que sirvan de marco estructurante de la vida social, impregnado de jerarquizaciones y exclusiones que se nos venden a diestra y siniestra como necesarias.

En Puerto Rico, un golpe imperial se encargó de fabricar a la fuerza la constitución de un gobierno colonial más afín a consideraciones de seguridad nacional, entre otras. Entretanto, sin empacho alguno, un oscuro funcionario del Ejecutivo colonial le aseguró a un cónclave de empresarios que el gobierno es suyo. No debe tomarnos por sorpresa los matices neoliberales de la nueva administración colonial, sabiendo del compromiso privilegiado con el capital que, en lo esencial, ha demostrado la actual administración imperial de Barack Obama.

Incluso, siempre se ha pregonado que el Tribunal Supremo de Puerto Rico es el intérprete último de la Constitución y las leyes y que, por lo tanto, éstas son lo que sus jueces dicen que son. De ahí que no nos debe asombrar que, luego del cambio habido en la situación de fuerzas al interior de dicho foro judicial, la nueva mayoría, ideológicamente motivada, manifieste su abierta proclividad a desechar el derecho precedente a favor de la agenda política de la actual administración colonial.

Y por si el drama nuestro no fuese ya lo suficientemente tétrico, la Asamblea Legislativa de Puerta de Tierra, crecientemente lumpenizada en su composición y fines, ha puesto en marcha un proceso arbitrario y atropellado para colocar fuera de la ley a aquellas instituciones y sectores de la sociedad que se les pueda oponer. De allí la ilegalización del Colegio de Abogados de Puerto Rico, uno de los principales foros de defensa de los derechos civiles de todos los puertorriqueños.

Pero, es que también la ley ha sido despedida. Constituye la víctima más notoria del afán privatizador que anima la nueva administración colonial. Del imperio de la ley hemos pasado de golpe y porrazo al imperio de los dictados de la alianza público-privada de turno, la cual pretende gobernar, con poderes plenarios, sobre el pueblo. Lo público dejó hace tiempo de diferenciarse de lo privado. El maridaje entre ambos se ha consumado.

El Estado está históricamente en declive y junto a ello su monopolio extraordinario sobre la decisión política y jurídica. Más propiamente estamos hablando de una forma históricamente determinada de éste: el Estado como gobernabilidad partidista al servicio del capital.

Hay que morir para la ley torcida del capital

Se hace cuestión de vida o muerte hallar las nuevas formas que asumen tanto lo político como lo jurídico en este nuevo contexto. Si hemos de invertir el actual desvarío alienante de valores, mercantilizados hasta más no poder, y detener la presente marcha hacia el caos, hay que deconstruir, para aniquilar, el concepto mismo de la ley con la que el orden civilizatorio actual forcejea desde la Antigüedad greco-romana.

En particular, hay que encarar definitivamente esa condición paradójica de la que siempre ha vivido el Derecho: habitando a la misma vez dentro como fuera de la ley, sujeto a los rigores de lo pre-ordenado así como a las contingencias de la vida, objeto de las determinaciones tanto de la necesidad como de la libertad. Y en ese afán, siempre ha estado presente la sospecha, cuando no el convencimiento, de que el corazón del Derecho está realmente afuera de las leyes, por lo menos en cuanto a su fin primordial: la potenciación de la justicia.

Uno que logró comprender este carácter torcido de la ley fue Pablo de Tarso. De ahí que Federico Nietzsche lo describiese como el gran “aniquilador de la ley”.

Según Pablo hay que morir para la ley, pues en ésta es que se encarna formalmente el mal. "Yo no he conocido el pecado sino por la ley", confiesa en su Carta a los Romanos. La ley formal nos criminaliza en su vocación justificadora de un modo de vida dedicado a la acumulación privada de riquezas materiales y a la reproducción de un poder opresivo. Es por ello que hay que transgredirla y abolirla, para vivir no a partir de sus mandatos, resultantes de un poder externo y ajeno, sino que a partir de ese impulso espontaneo “inscrito en nuestros corazones”. Es éste el que nos anima a obrar conforme a los valores supremos del amor al otro como a uno mismo, como medida señera de lo justo.

Existen, según Pablo, dos legalidades o concepciones del Derecho: la formal, aquella que se circunscribe al mal tipificado en la ley; y aquel cuyo fundamento es sustantivo, es decir, ético: el bien común y el amor. Para esta última, la justicia es tomada como norma. El Derecho tiene así su nuevo fundamento en el summum bonum, es decir, el sumo bien que no es otro que el común. Su fuente material es la comunidad hecha alianza material entre iguales.

En ese sentido, el orden normativo no tiene su raíz en el imperio formal de la ley ni en el mandato de los poderes establecidos, sino en esa otra norma superior, autodeterminada e inmanente, que surge de nosotros mismos, como comunidad. El genial filósofo ginebrino Jean-Jacques Rousseau se inspiró en el ejemplo paulino: para vivir según la ley del corazón, como expresión de una voluntad general o común, hay que morir para la ley torcida de la propiedad privada, corrompida de raíz como representación de una voluntad particular excluyente.

La genialidad de Marx fue identificar el nudo problemático que explica la persistencia, a través de la historia, de la guerra de unos contra otros: la ausencia de lo común. El movimiento real que niega y supera ese estado de cosas está apuntalado en esa búsqueda por volver, normativamente hablando, a ese umbral históricamente perdido de asociación humana centrado en lo común. Potenciado hoy por el desarrollo de unas condiciones materiales superiores, constituye la condición indispensable para la plena realización de la condición humana. En esa misma línea, Marx identifica la tendencia histórica hacia una forma alternativa del Estado ya atisbado en las tesis paulinas y rousseaunianas: la encarnación definitiva de éste en la comunidad.

El Derecho vivo del pueblo

Ante la debacle del Estado actual como principal fuente productora de un Derecho que se conforme a las expectativas del pueblo, se ha propiciado otra tendencia histórica: la progresiva socialización de los procesos de producción normativa. Fruto de una multiplicidad de experiencias comunes, el pueblo surge como creador primordial del Derecho. El ciudadano y la comunidad, por necesidad, se han tenido que hacer administradores, legisladores y jueces en la gobernanza de su modo de vida inmediata.

Parafraseando a ese genial sociólogo jurídico, el austriaco Eugen Ehrlich, es el Derecho vivo del pueblo que se va liberando de las cadenas del Derecho estatal para trascender el Derecho muerto de éste: el de los textos de las leyes, los códigos, los reglamentos, las órdenes ejecutivas y las decisiones judiciales, así como las prácticas institucionales que las prescriben. El Derecho estatal crecientemente es desplazado hacia la periferia de la vida social, económica y política. En su lugar, se van constituyendo como nuevo centro de gravedad del Derecho aquellas fuentes materiales más ricas, pertinentes y esperanzadoras como lo son, precisamente, las experiencias de lo común. Son nuestras luchas, pero también nuestras construcciones; es aquello que apalabramos, así como nuestros saberes; son nuestras riquezas naturales; es la autodeterminación y la soberanía como la gobernanza de todos, por todos y para todos. Lo común es nuestro modo históricamente determinado de estar juntos y cooperar los unos con los otros en torno a fines consensuados. Lo común se realiza en la socialización cabal de su gestión y producto. Lo común se encarna en todos y todas. Lo común es de todos y todas.

Lo que justamente hace que lo común se vaya afincando progresivamente como eje de este Derecho vivo es su condición como expresión de la vida misma. En ese sentido, es menester recordar que el Derecho no tiene vida propia, sino que emana siempre de los hechos y los actos reiterados, generalmente no escritos, del pueblo. Y en estos tiempos, ante las complejidades propias de la sociedad contemporánea, habría que reconocer además el carácter plural de ese sistema normativo, procedente de una diversidad de espacios y producto de múltiples actores sociales.

Es en ese contexto de producción normativa societal más amplia que hay que comprender hechos como la lucha en Vieques; las múltiples expresiones de lucha contra los despidos masivos en el gobierno y la entrega de bienes públicos y comunes a intereses privados; los rescates de tierras; los movimientos de protección o rescate de nuestros recursos naturales, incluyendo los accesos a las playas; el apoderamiento democrático de nuestras comunidades en torno a sus procesos de organización social, incluyendo la constitución de centros comunitarios de mediación para solucionar sus propios conflictos; la organización de proyectos económicos autogestionados o cooperativos; el magno proyecto de economía autosustentable que se aspira promover en torno al Puerto de las Américas “Rafael Cordero Santiago”, en Ponce; las luchas de los estudiantes por decidir sobre las condiciones de sus propios procesos educativos; y el compromiso de la Facultad de Derecho Eugenio María de Hostos, en Mayagüez, con la formación de una nueva generación de juristas como facilitadores de ese nuevo Derecho societal.

Los frecuentes actos rebeldes de un Tito Kayak están revestidos de mayor potencia normativa que los del Presidente del Senado. El dictamen del Tribunal del Pueblo, en el caso de Paseo Caribe, posee una mayor legitimidad que la sentencia emitida al respecto por el Tribunal Supremo. Asimismo, el huevo lanzado en protesta contra el gobernador colonial por un ciudadano que se describió a sí mismo como un “tipo común”, vale más que el voto perdido y devaluado que depositó engañado hace apenas un año en la urna.

Un pluralismo jurídico radicalmente democrático

La emergencia de estas luchas constitutivas de lo común ha estado avalada por las nuevas tendencias de la producción social, con sus consiguientes subjetividades autónomas potenciadas por una fuerza de trabajo revalorizada a partir del peso estratégico adquirido por el saber en estos tiempos. Según el filósofo político italiano Antonio Negri, la subsunción real de la vida toda bajo los dictados del capital podrá haber producido en lo inmediato una concentración escandalosa de riqueza en las manos de pocos pero, a su vez, ha potenciado la semilla para su contestación y superación en las manos de los más.

La sociedad toda se ha constituido en sede paradigmática no sólo de la producción social, sino que también de múltiples resistencias. Prolifera, como resultado, una producción normativa alternativa como expresión de la carga propositiva y no meramente contestataria de éstas. Esta socialización del proceso de producción normativa está acompañada por una multiplicación exponencial de actos constitutivos de lo político y lo jurídico más allá e independiente del Estado y de los partidos.

Se diseminan fácticamente por doquier los focos de producción normativa. La decisión soberana del pueblo, como expresión de su poder constituyente, ya no necesita del Derecho preexistente ni del Estado colonial-capitalista para crear otro Derecho. Así las cosas, como bien nos advierte Giorgio Agamben, la era actual se nos presenta cada vez más como una verdadera “guerra civil legal”, es decir, una lucha campal por el corazón mismo del Derecho en nuestra sociedad.

Estamos en plena transición hacia un pluralismo jurídico radicalmente democrático representado por el abandono progresivo de una concepción del Derecho centrada en la forma-Estado y el surgimiento de un nuevo paradigma centrado en la forma-comunidad. Se trata de otro modo de lo normativo apuntalado en lo común. A partir de éste, el Derecho ya no habitará tanto en la forma de la ley como en la sustancia del fin ético común que le sirve de fundamento y le legitima.

En fin, a ley muerta, justicia puesta. He ahí el reto intelectual y práctico del Derecho en la sociedad contemporánea.

* El autor es Catedrático de Filosofía y Teoría del Derecho y del Estado en la Facultad de Derecho Eugenio María de Hostos, en Mayagüez, Puerto Rico. Es, además, miembro de la Junta de Directores y colaborador permanente del semanario puertorriqueño “Claridad”.

La demencial ofensiva por la hegemonía de EE.UU. amenaza la vida en la tierra

03-03-2010

El camino al Apocalipsis

Global Research

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens


El Washington Times es un periódico que mira con benevolencia las guerras de agresión en Oriente Próximo de Bush/Cheney/Obama y los neoconservadores y está a favor de que sean los terroristas los que paguen por el 11-S. Por ello, me sorprendió el 24 de febrero que la historia más popular en el sitio en el Internet del periódico durante los últimos tres días haya sido el informe “Explosive News” de “Inside the Beltway” [Dentro de Washington DC], sobre las 31 conferencias de prensa en ciudades en EE.UU. y en el extranjero realizadas el 19 de febrero por Arquitectos e Ingenieros por la Verdad sobre el 11-S, una organización de profesionales que ahora tiene más de 1.000 miembros.

Más aún me sorprendió que la información tratara seriamente las conferencias de prensa.

¿Cómo se desintegraron repentinamente en polvo fino tres rascacielos del World Trade Center (WTC)? ¿Cómo fallaron repentinamente macizas vigas de acero como resultado de incendios breves, aislados y de baja temperatura? Mil arquitectos e ingenieros quieren saberlo y llaman al Congreso a que ordene una nueva investigación sobre la destrucción de las Torres Gemelas y del Edificio 8,” informa el Washington Times.

El periódico informa de que los arquitectos e ingenieros han concluido que la Agencia Federal para Manejo de Emergencias (FEMA) y el Instituto Nacional de Normas y Tecnología (NIST por sus siglas en inglés), suministraron “informes insuficientes, contradictorios y fraudulentos sobre las circunstancias de la destrucción de las torres” y “llaman a una investigación de gran jurado de los funcionarios del NIST.”

El periódico informa de que Richard Gage, el portavoz de los arquitectos e ingenieros dijo que: “Los funcionarios gubernamentales serán notificados de que el “Encubrimiento de la traición”, Código 18 de EE.UU. (Sección 2382) es un serio delito federal, que requiere que los que tienen evidencia de traición actúen como corresponda. Las implicaciones son enormes y podrían tener profundo impacto en el próximo juicio de Khalid Sheik Mohamed.”

Existe ahora una organización, Bomberos por la Verdad sobre el 11-S. En la principal conferencia de prensa en San Francisco Eric Lawyer, jefe de la organización, anunció el apoyo de los bomberos a las exigencias de los arquitectos e ingenieros. Informó de que no se realizó una investigación forense de los incendios que supuestamente destruyeron los tres edificios y que el que no haya tenido lugar constituye un crimen. No se siguieron los procedimientos especificados, y en lugar de preservar e investigar, la escena del crimen fue destruida. También informó de que existen más de cien miembros de los organismos de emergencia que oyeron y vieron explosiones y que existe evidencia de explosiones en transmisiones de radio, audio y vídeo.

El físico Steven Jones también presentó en la conferencia de prensa la evidencia de nano-termita en los residuos de los edificios del WTC, hallada por un panel internacional de científicos dirigidos por el nano-químico de la Universidad de Copenhague, profesor Niels Harrit. Nano-termita es un explosivo/pirotécnico de alta tecnología capaz de fundir instantáneamente vigas de acero.

Antes de que gritemos “teoría conspirativa” deberíamos saber que los arquitectos, ingenieros, bomberos y científicos no presentan ninguna teoría. Suministran evidencia que disputa la teoría oficial. Esa evidencia no va a desaparecer.

Si el hecho de que exprese dudas o reservas sobre la historia oficial en el Informe de la Comisión del 11-S convierte a una persona en un chiflado por las teorías conspirativas, tenemos que incluir a ambos copresidentes de la Comisión del 11-S y al asesor legal de la Comisión, todos los cuales han escrito libros en los que declaran claramente que funcionarios del gobierno les mintieron cuando realizaron su investigación, o, más bien, cuando presidieron la investigación realizada por el director ejecutivo Philip Zelikow, miembro del equipo de transición del presidente George W. Bush y del Consejo Consultor de Inteligencia Exterior y coautor de la secretaria de Estado de Bush Condi Rice.

Siempre habrá estadounidenses que crean cualquier cosa que les diga el gobierno, sin importar que sepan que el gobierno les ha mentido en numerosas ocasiones. A pesar de costosas guerras que amenazan la Seguridad Social y Medicare, guerras basadas en armas iraquíes de destrucción masiva inexistentes, en conexiones no existentes de Sadam Hussein con al-Qaida, en una participación afgana inexistente en los ataques del 11-S, y en las bombas atómicas iraníes inexistentes que son exageradas como motivo para la próxima guerra de agresión de EE.UU. en Oriente Próximo, más de la mitad de la población estadounidense sigue creyendo la historia fantástica que el gobierno les ha contado sobre el 11-S: una conspiración musulmana que fue más lista que todo el mundo occidental.

Además, a esos estadounidenses no les importa la frecuencia con la que el gobierno cambia su versión. Por ejemplo, los estadounidenses oyeron hablar por primera vez de Osama bin Laden porque el régimen de Bush lo culpó de los ataques del 11-S. Con el pasar de los años se presentó al crédulo público estadounidenses vídeo tras vídeo con declaraciones de bin Laden. Los expertos descartaron los vídeos como falsificaciones, pero los estadounidenses siguieron siendo tan crédulos como siempre. Luego, repentinamente el año pasado, un nuevo “cerebro” del 11-S apareció para tomar el sitio de bin Laden, el cautivo Khalid Sheik Mohamed, el detenido sometido 183 veces a la tortura de asfixia simulada con agua hasta que confesó haber planeado y organizado el ataque del 11-S.

En la Edad Media las confesiones obtenidas mediante la tortura constituían evidencia, pero la autoincriminación ha sido rechazada en el sistema legal de EE.UU. desde su fundación. Con el régimen de Bush y los jueces federales republicanos, quienes habían prometido que defenderían la Constitución de EE.UU., la autoincriminación de Sheik Mohamed representa actualmente la única evidencia que posee el gobierno de ese país de que los terroristas musulmanes llevaron a cabo el 11-S.

Al considerar las proezas atribuidas a Khalid Sheik Mohamed se ve que son simplemente increíbles. Sheik Mohamed es un superhéroe brillante y más capaz que ‘V’ en la película fantástica, “V de venganza.” Sheik Mohamed fue más listo que todas las 16 agencias de inteligencia de EE.UU. junto con aquéllas de todos los aliados o títeres de ese país, incluido el Mosad de Israel. Ningún servicio de inteligencia del mundo, o todos ellos combinados, pudo compararse con Sheik Mohamed.

Sheik Mohamed fue más listo que el Consejo Nacional de Seguridad de EE.UU., Dick Cheney, el Pentágono, el Departamento de Estado, NORAD, la Fuerza Aérea de EE.UU., y el Control de Tráfico Aéreo.

Llevó la Seguridad de Aeropuertos a fracasar cuatro veces en una sola mañana. Llevó al fracaso de las defensas aéreas con tecnología de vanguardia del Pentágono, permitiendo que un avión comercial secuestrado, que estuvo desviado de su rumbo toda la mañana, se estrellara contra el Pentágono, mientras la Fuerza Aérea de EE.UU., por primera vez en la historia, fue incapaz de enviar aviones de intercepción.

Sheik Mohamed fue capaz de realizar esas proezas con pilotos no calificados.

Sheik Mohamed, incluso como detenido torturado, logró impedir que el FBI diera a conocer los numerosos vídeos confiscados que mostraban, según la versión oficial, al avión secuestrado estrellándose contra el Pentágono.

¿Cuán ingenuo hay que ser para creer que algún ser humano, o si se quiere un personaje de fantasía de Hollywood, sea tan poderoso y capaz?

Si Sheik Mohamed tiene esas capacidades sobrehumanas, ¿cómo lo capturaron los incompetentes estadounidenses? Este sujeto es un chivo expiatorio torturado para que confiese a fin de conseguir que los ingenuos estadounidenses crean la teoría conspirativa del gobierno.

Lo que pasa es que el gobierno de EE.UU. tiene que terminar con el misterio del 11-S. El gobierno tiene que juzgar y condenar a un culpable para poder cerrar el caso antes que estalle. Cualquiera, torturado 183 veces, confesaría cualquier cosa.

El gobierno de EE.UU. ha reaccionado ante la evidencia que se acumula contra su descabellada teoría conspirativa del 11-S mediante la redefinición de la guerra contra el terror de enemigos externos a internos. La secretaria de seguridad interior, Janet Napolitano, dijo el 21 de febrero, que extremistas estadounidenses constituyen ahora una preocupación tan grande como los terroristas internacionales. Extremistas, claro está, son los que interfieren en los planes del gobierno, como los 1.000 Arquitectos e Ingenieros por la Verdad sobre el 11-S. El grupo lo formaban 100, ahora son 1.000. ¿Y si llegan a ser 10.000?

Cass Sunstein, funcionario del régimen de Obama, tiene una solución para los escépticos respecto al 11-S: Infiltrarlos y provocarlos para que hagan declaraciones y acciones que puedan ser utilizadas para desacreditarlos o arrestarlos. Pero librarse de ellos a toda costa.

¿Por qué emplear medidas tan extremas contra presuntos chiflados si sólo producen entretenimiento y risas? ¿Está preocupado el gobierno por que hayan encontrado algo?

En lugar de proponer semejantes medidas, ¿por qué no enfrenta simplemente el gobierno de EE.UU. la evidencia presentada y responde a ella?

Si los arquitectos, ingenieros, bomberos, y científicos son sólo chiflados, será algo simple reconocer su evidencia y refutarla. ¿Por qué es necesario infiltrarlos con agentes de la policía y tenderles trampas?

Muchos estadounidenses responderían que “su” gobierno no soñaría con matar estadounidenses secuestrando aviones y destruyendo edificios para promover sus planes. Pero el 3 de febrero, el director nacional de inteligencia Dennis Blair dijo al Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes que el gobierno de EE.UU. puede asesinar a sus propios ciudadanos cuando están en el extranjero. No precisa de arresto, juicio o condena por un crimen castigado con la pena capital. Es simplemente un asesinato.

Obviamente, si el gobierno de EE.UU. puede asesinar a sus ciudadanos en el extranjero también puede asesinarlos en el país, y lo ha hecho. Por ejemplo, 100 davidianos fueron asesinados en Waco, Texas, por el gobierno de Clinton sin una razón legítima. El gobierno simplemente decidió utilizar su poder a sabiendas de que podía salirse con la suya, y así lo hizo.

Los estadounidenses que piensan que “su” gobierno es una especie de operación moralmente pura harían bien en familiarizarse con la Operación Northwoods. La Operación Northwoods fue un complot urdido por el Estado Mayor Conjunto de EE.UU. para que la CIA cometiera actos de terrorismo en ciudades estadounidenses y preparara evidencia culpando a Castro para que EE.UU. pudiera conseguir apoyo interno e internacional para un cambio de régimen en Cuba. El plan secreto fue rechazado por el presidente John F. Kennedy y fue desclasificado por el John F. Kennedy Assassination Records Review Board. Se encuentra en línea en el Archivo de Seguridad Nacional. Existen numerosos informes en línea, incluyendo Wikipedia. El libro de James Bamford “Body of Secrets,” también resume el complot:

“La Operación Northwoods, que tenía la aprobación escrita del jefe (general Lemnitzer) y de cada uno de los miembros del Estado Mayor Conjunto, requería que se matara a tiros a gente inocente en las calles de EE.UU.; que se hundiera en alta mar botes con refugiados que huían de Cuba; que se lanzara una ola de terrorismo violento en Washington, D.C., Miami, y otros sitios; que se acusara a gente de atentados que no habían cometido; que se secuestrara aviones. Utilizando evidencia falsa, se acusaría de todo a Castro, dando así a Lemnitzer y su conciliábulo la excusa, así como el respaldo público e internacional, que necesitaban para lanzar su guerra.”

Antes del 11-S los neoconservadores estadounidenses fueron explícitos en que las guerras de agresión que querían lanzar en Oriente Próximo necesitaban “un nuevo Pearl Harbor.”

Por su propio bien y el del mundo en general, los estadounidenses tienen que prestar atención al creciente grupo de expertos que les dicen que la versión del 11-S del gobierno no pasa su investigación. El 11-S lanzó el plan neoconservador para la hegemonía mundial de EE.UU. Mientras escribo estas líneas el gobierno de EE.UU. está comprando el acuerdo de gobiernos extranjeros fronterizos con Rusia para que acepten bases de intercepción de misiles estadounidenses. EE.UU. quiere cercar a Rusia con sus bases de misiles desde Polonia pasando por Europa central y Kosovo hasta Georgia, Azerbaiyán y Asia Central. [Vea www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=17709] El enviado de EE.UU., Richard Holbrooke declaró el 20 de febrero que al-Qaida está penetrando antiguas partes constituyentes centroasiáticas de la Unión Soviética, como Tayikistán, Kirguistán, Uzbekistán, Turkmenistán y Kazajstán. Holbrooke está solicitando bases en esas antiguas repúblicas soviéticas bajo capa de la “guerra contra el terror” en permanente expansión.

EE.UU. ya ha rodeado Irán con bases militares. El gobierno de EE.UU. se propone neutralizar a China apoderándose de Oriente Próximo y cortándole el acceso al petróleo.

Este plan presupone que Rusia y China, Estados con armas nucleares, serán intimidados por las defensas anti-misiles de EE.UU. y aceptarán su hegemonía y que a China le faltará petróleo para sus industrias y sus fuerzas armadas.

El gobierno de EE.UU. delira. Los dirigentes militares y políticas de Rusia han respondido a la obvia amenaza declarando que la OTAN constituye una amenaza directa para la seguridad de Rusia y anunciando un cambio en la doctrina de guerra rusa hacia el lanzamiento preventivo de armas nucleares. Los chinos son demasiado seguros de sí mismos como para ser intimidados por una “superpotencia” estadounidense acabada.

Los imbéciles en Washington van lejos con la idea de la guerra nuclear. El impulso demencial por la hegemonía estadounidense amenaza la vida en la tierra. El pueblo estadounidense, al aceptar las mentiras y engaños de “su” gobierno, facilita ese resultado.

© Copyright Paul Craig Roberts, Global Research, 2010

Fuente: www.globalresearch.ca/PrintArticle.php?articleId=17821

Los Angeles advertirá a 5.200 docentes sobre posibles despidos

Miércoles 3 de Marzo de 2010

LOS TITULARES DE HOY

EL RESTO DE LA HORA DE DEMOCRACY NOW!

  • Mientras el gobernador de Nueva York es criticado por su presunta intromisión en un caso de violencia doméstica que involucra a uno de sus asesores, analizamos el fenómeno de la violencia doméstica en el país

    Terry-amy

    David Paterson, gobernador de Nueva York, afronta una creciente presión por parte de los demócratas del estado, que lo instan a defender sus acciones o dimitir, luego de que surgieran sospechas de que usó su autoridad para influir en un caso de violencia doméstica en el que estaba involucrado uno de sus principales asesores. Mientras el gobernador Paterson se enfrenta a esta creciente presión, repasamos el fenómeno de la violencia doméstica en el país junto a Terry O’Neill, presidenta de la Organización Nacional de Mujeres (NOW, por sus siglas en inglés).

    Escuche/Vea/Lea (en inglés)
  • El proyecto de ley de aborto de Utah podría castigar a las mujeres por sufrir abortos espontáneos o violencia doméstica

    Paltrow-lynn

    Los legisladores del estado de Utah han aprobado una medida que permitiría que las mujeres fueran acusadas de homicidio si llevan a cabo un “acto intencionado, imprudente o fruto de la insensatez” que provoque un aborto natural. Los críticos de la medida temen que ésta pueda servir para acusar a las mujeres por cualquier tipo de acciones, incluso por vivir con una pareja que las someta a abusos.

    Escuche/Vea/Lea (en inglés)
  • La cifra de muertos en Chile tras el terremoto se acerca a 800 y muchas zonas aún no reciben la ayuda

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    El número de víctimas fatales causadas por el fuerte terremoto del pasado sábado en Chile se acerca a los 800 y se prevé que en los próximos días siga aumentando. La ayuda aún no ha llegado a muchas de las zonas más golpeadas por el sismo, incluida la ciudad meridional de Concepción, que ha sufrido casi la mitad del índice de muertos. Se comunica con nosotros desde Chile para comentar los últimos acontecimientos Eva Salinas, editora del Santiago Times.

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  • De Nueva York a Liberia, el periodista de investigación Greg Palast sigue la pista de los “fondos buitre” que se alimentan de la deuda africana

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    Durante los últimos cinco años, Gran Bretaña, Estados Unidos y otros países han condonado miles de millones de dólares de las deudas de los países más pobres del mundo. Pero un pequeño grupo de los llamados "fondos buitre” han intentado desviar ese dinero a sus propios bolsillos. El periodista de investigación Greg Palast viajó al país de Liberia, situado en el África occidental, para investigar las operaciones llevadas a cabo allí por los fondos buitre y por qué Liberia perdió un juicio de 20 millones de dólares contra dos fondos buitre en un tribunal británico.

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