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CALLEJÓN SIN SALIDA



Lima,Martes 27 de abril de 2,010
Autor: César Lévano
Director Diario " LA PRIMERA "
EL DIARIO QUE INSPIRA RESPETO.



El Apra está en eso que los franceses llaman un impasse: un punto muerto. Sus dos secretarios generales, elegidos en un congreso extraordinario, están metidos hasta el cuello en escándalos de corrupción.

Jorge del Castillo tiene muchas cuentas pendientes. Su vinculación con la petrolera de Vera Gutiérrez es sólo una raya del tigre. Alguna vez tendrá que dar cuenta de por qué, siendo presidente del Consejo de Ministros, actuó insolentemente como abogado de la minera Majaz, que no sólo buscaba, y busca, contaminar el agua que sirve a la agricultura de Piura, sino que también mandó matar e hizo encarcelar a dirigentes de la comunidad campesina afectada.

Sus virtudes de lobbista, a favor de mineras, petroleras y, en general, transnacionales y oligarcas, no se han ejercido sólo a favor de Vera. Sería bueno trazar su prontuario en este campo.

Del Castillo tendrá que comparecer alguna vez por violaciones de los derechos humanos que llegan hasta el asesinato. No se debe omitir que el mayor número de víctimas mortales de este régimen ocurrieron bajo su premierato, ejercido entre el 28 de julio de 2006 y el 10 de octubre de 2008, cuando tuvo que renunciar en vista de su aparición en los petroaudios.

Fue Del Castillo coautor del Decreto Legislativo 982 que declara inimputables a los integrantes de la fuerza pública que causen lesiones o muerte “en el cumplimiento de su deber”.

Omar Quesada, director ejecutivo de la Comisión de Formalización de la Propiedad Informal, (Cofopri), es el otro secretario general del Apra hundido en el lodo. Renunció porque un programa radial de IDL denunció que Cofopri había vendido 300 mil metros cuadrados de playa por la risible suma de 4,908 nuevos soles. El beneficiado fue Osvaldo Chauca, traficante de terrenos y ex diputado del Apra.

Quesada alega que era jefe de Cofopri, pero no sabía nada. Nadie le va a creer. En primer lugar, porque ese terreno, que ahora se valora en 12 millones de dólares, fue antes objeto de intenso papeleo.

Esa playa, situada en el área de Chilca, no pertenecía originalmente a Cofopri. Era de la Superintendencia de Bienes Nacionales. Pero en junio del año pasado, Cofopri la ocupó y la inscribió como propia en los Registros Públicos.

¿No firmó el compañero Quesada el documento respectivo?

¿Sólo los funcionarios depuestos armaron la venta dolosa?

Dice Quesada que esos funcionarios no son apristas, que están en el cargo desde el anterior gobierno. ¿Acaso no ha habido apristas en los aparatos estatales desde hace por lo menos medio siglo? ¿Y qué puede aducir sobre Hernando Hidalgo Díaz, jefe zonal de Lima en Cofopri que fue su colaborador en el gobierno regional de Ayacucho?

Ni hablar. Los representantes más altos del aprismo son la expresión más baja de la corrupción política.

GUERRA FRATRICIDA EN EL APRA

Piden renuncia de dirigentes por denuncias de corrupción

Jorge del Castillo y Omar Quesada se aferran a sus cargos partidarios



Escribe: Lina Godoy
Redactora Diario " la Primera"
LIMA-PERÚ.
REACCIONES

Pedro Francke
Ex presidente del Foncodes
“Esta es un guerra fratricida en el Apra entre dos secretarios generales involucrados en actos de corrupción, qué casualidad que esta denuncia contra Quesada –crítico de su compañero aprista y colega dirigencial, Jorge del Castillo, a quien incluso le pidió que renuncie al cargo- salga a la luz cuando el ex premier también tiene problemas por favorecer a una empresa petrolera de propiedad de un amigo suyo. Pero lo peor sería confirmar que Del Castillo sabía de estas irregularidades y no dijo nada, por lo que ahora, se debe investigar, hallar responsables y sancionarlos judicialmente”.

Eduardo Toche
Analista Político
“Me parecen patéticas las defensas de Del Castillo y Quesada. El primero se pasea por la prensa y la Fiscalía pidiendo que lo investiguen cuando sabe que los audios han desaparecido; mientras que el otro renuncia y denuncia a sus colaboradores. Estas últimas denuncias se refieren a enormes sospechas sobre Del Castillo en un ambiente mafioso, pero que se develan en un ambiente preelectoral. Lo peor es que dentro del Apra no han podido hacer estrategias para estos casos porque no están satisfechos con su dirigencia que ahora se justifica al estilo fujimorista: soy corrupto, pero hago obras”.

Gilberto Díaz
Secretario General de Perú Posible
“No nos cabe la menor duda de que Cofopri trabajó más, como dice Quesada, pero para su bolsillo, con actos de corrupción que no se han visto en el gobierno de Alejandro Toledo y todas estas pugnas y peleas que se han ven en la dirigencia del Apra nos van a dar más luces de este delito. Seguro que en un corto tiempo vamos a enterarnos de más titulaciones, pero donde los beneficiados no fueron los más pobres sino los ‘compañeros apristas’, porque no hay que olvidar que la esposa del legislador oficialista César Zumaeta (Yari Valencia) se hizo de un terreno de 50 hectáreas en Asia”.

Hildebrando Tapia
Congresista de Unidad Nacional
“En la Comisión de Fiscalización vamos a investigar con criterio y sin apasionamientos políticos para llegar a la verdad de este caso que involucra a funcionarios y miembros del Apra, que como partido tiene que ser el más interesado en esclarecer los hechos ocurridos en Cofopri con la venta y titulación de tierras en Chilca. Es lamentable que este caso preocupe al país porque se ha denunciado que hay empresas y funcionarios involucrados en varios delitos que deberán explicar ante la justicia, y que ahora son protagonistas de los titulares de los medios de comunicación”.

DETALLE
La Comisión de Fiscalización del Congreso citó para el miércoles 28 al ex director ejecutivo del Cofopri, Omar Quesada, tras conocerse la denuncia periodística que involucra a varios funcionarios de esta entidad en la venda irregular de un terreno en Chilca. La sesión será a las 10 de la mañana.


Guzmán Gallardo exige congreso extraordinario. Explicaciones están tardando, añade Negreiros. Mientras aparecen más denuncias de tráfico de tierras que hunden a Quesada y nuevos audios a Del Castillo.
La corrupción que corroe al Apra llega a tal punto que la militancia del partido fundado por Haya de la Torre no sólo cuestiona el comportamiento de sus máximos dirigentes (Jorge del Castillo, secretario general político y ex premier, y Omar Quesada, secretario general institucional y ex presidente del Cofopri) sino que también espera un pronunciamiento institucional e incluso demandan que renuncien a sus cargos.

Los últimos escándalos por la irregular venta de extensos terrenos en el distrito sureño de Chilca, en el caso de Quesada, y la intermediación ilegal a favor de un empresario petrolero, en lo que respecta a Del Castillo, han ocasionado que apristas de reconocida militancia como Jesús Guzmán Gallardo no los reconozca más como sus máximos dirigentes y hasta exijan que sean alejados del partido.

“La dirigencia aprista no sólo ha desgastado al Apra sino que ha destruido su imagen. Pero esto es consecuencia del último congreso, que fue una farsa, por lo que nos reafirmamos en pedir un congreso extraordinario, pero bajo la batuta de Enrique Cox, Luis Negreiros, entre otros apristas respetables”, expresó Guzmán a LA PRIMERA.

Recordó que las denuncias de enriquecimiento ilícito de parte de las cabezas visibles del partido vienen desde el año 2003. Cuestionó, asimismo, que los dirigentes implicados hasta la fecha no explican de dónde tienen tanto dinero para adquirir inmuebles. Para Guzmán lo peor es que estas compras no las hayan consignado en sus declaraciones juradas como funcionarios públicos.

En tanto, el legislador oficialista Luis Negreiros señaló a LA PRIMERA que la militancia aprista espera una respuesta institucional sobre este caso, “que ya se está tardando”, como lo dictan los estatutos partidarios y la historia del partido en estos casos. “El Apra tiene importantes reservas morales en la historia y este caso puede ser asumido por el tribunal de ética que tiene mecanismos y procedimientos porque todos estamos bajo el escrutinio y veredicto del partido como decía Haya de la Torre”, indicó.

Por su parte, el subsecretario general del Apra, Wilbert Bendezú, valoró la actitud de Quesada de renunciar y denunciar a los funcionarios comprometidos en el escándalo de los terrenos en Chilca y que, según el mismo alcalde de esa localidad, Pablo Nalda, no es el único caso sino que existen muchos más. Sin embargo, Bendezú advirtió que “el Apra no hará espíritu de cuerpo con la corrupción” y que, por el bien del partido, espera que los ex titulares de Cofopri y de la Presidencia del Consejo de Ministros ofrezcan una explicación convincente. “Si no se apartan de la dirigencia es porque fueron elegidos legalmente y porque creen en su inocencia”, señaló a este diario.

Acusan a Quesada
El alcalde de Chilca, Pablo Nalda, complicó más la situación del ex titular de Cofopri, Omar Quesada, pues denunció que tras la venta subvaluada de un terreno de 300 mil metros cuadrados (30 Ha) en Chilca existe una mafia que trafica con tierras y que detrás de ello está Cofopri. “Está metido (Cofopri y los funcionarios de esta institución) hasta los huesos en esto, pero no solamente en eso. El pueblo de Chilca ya no tiene un centímetro de playa. Todo ha sido vendido. Cuarenta mil hectáreas han sido negociadas, como la ubicada entre las playas Puerto Viejo y León Dormido, por S/.4,908 soles al traficante Oswaldo Chauca cuando el costo es de 14 millones de dólares”, dijo. Agregó que hace un mes la Superintendencia de Bienes Nacionales recuperó un terreno 15 hectáreas de tierras apropiadas ilegalmente a este mismo personaje de filiación aprista.

LAS LOCURAS DE NUESTRA ÉPOCA

Escribe: Fidel Castro Ruiz
Líder de la Revolución Cubana.

No queda más remedio que llamar las cosas por su nombre. Los que conservan un mínimo de sentido común pueden observar sin gran esfuerzo cuán poco va quedando de realismo en el mundo actual.

Cuando el Presidente de Estados Unidos Barack Obama fue nominado Premio Nobel de la Paz, Michael Moore declaró: “ahora gáneselo”. El ingenioso comentario gustó a muchas personas por la agudeza de esa frase, aunque muchos no vieron otra cosa en la decisión del Comité noruego más que demagogia y la exaltación a la aparentemente inofensiva politiquería del nuevo Presidente de Estados Unidos, un ciudadano afronorteamericano, buen orador, e inteligente político al frente de un imperio poderoso envuelto en profunda crisis económica.

La reunión mundial de Copenhague estaba a punto de celebrarse y Obama despertó las esperanzas de un acuerdo vinculante en el que Estados Unidos se sumaría a un consenso mundial para evitar la catástrofe ecológica que amenaza a la especie humana. Lo ocurrido allí fue decepcionante, la opinión pública internacional había sido víctima de un doloroso engaño.

En la reciente Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, que tuvo lugar en Bolivia, se esgrimieron respuestas llenas de sabiduría de las antiguas nacionalidades indígenas, invadidas y virtualmente destruidas por los conquistadores europeos que, en busca de oro y riquezas fáciles, impusieron durante siglos sus culturas egoístas e incompatibles con los intereses más sagrados de la humanidad.

Dos noticias llegadas ayer expresan la filosofía del imperio pretendiendo hacernos creer en su carácter “democrático”, “pacífico”, “desinteresado” y “honesto”. Basta leer el texto de dichos despachos procedentes de la capital de Estados Unidos.

“WASHINGTON, 23 abr 2010 - El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, está evaluando la posibilidad de desplegar un arsenal de misiles de cabezas convencionales, no nucleares pero capaces de alcanzar blancos en cualquier lugar del mundo en alrededor de una hora y con una capacidad explosiva potentísima.

“Si bien la nueva super bomba, montada sobre misiles del tipo Minuteman, no tendrá cabezas atómicas, su capacidad destructiva será equivalente, tal como lo confirma el hecho de que su despliegue está previsto en el recientemente firmado acuerdo START 2 con Rusia.

“Las autoridades de Moscú reclamaron, y lograron hacer figurar en el acuerdo, que por cada uno de estos misiles, Estados Unidos elimine uno de sus cohetes con cabezas nucleares.

“Según los reportes del New York Times y de la cadena televisiva CBS, la nueva bomba, bautizada PGS (Prompt Global Strike), deberá ser capaz de matar al líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, en una cueva en Afganistán, destruir un misil norcoreano en plena preparación o atacar un sitio nuclear iraní, ‘todo ello sin traspasar el umbral atómico’.

“La ventaja de disponer como opción militar de un arma no nuclear que tenga los mismos efectos de impacto localizado de una bomba atómica es juzgada interesante por el gobierno de Obama.

“El proyecto había sido inicialmente lanzado por el predecesor de Obama, el republicano George W. Bush, pero fue bloqueado por las protestas de Moscú. Teniendo en cuenta que los Minuteman también transportan cabezas nucleares, dijeron las autoridades de Moscú, era imposible establecer que el lanzamiento de un PGS no fuera el inicio de un ataque atómico.

“Pero el gobierno de Obama considera que puede dar a Rusia o a China las garantías necesarias para evitar malentendidos. Los silos de los misiles de la nueva arma serán montados en sitios alejados de los depósitos de cabezas nucleares y podrán ser inspeccionados periódicamente por expertos de Moscú o Pekín.

“La super bomba podría ser lanzada con un misil Minuteman capaz de volar a través de la atmósfera a la velocidad del sonido y cargando mil libras de explosivos. Equipos ultra sofisticados le permitirán al misil desenganchar la bomba y hacerla caer con extremada precisión sobre los blancos elegidos.

“La responsabilidad del proyecto PGS -que se estima costará 250 millones de dólares solamente en su primer año, de experimentación- fue encargada al general Kevin Chilton, al mando del arsenal nuclear norteamericano. Chilton explicó que el PGS cubrirá un hueco en la gama de opciones con las que actualmente cuenta el Pentágono.

“‘En estos momentos podemos golpear con armas no nucleares cualquier lugar del mundo, pero en un arco de tiempo de no menos de cuatro horas’, dijo el general. ‘Para una acción más rápida -reconoció- solamente contamos con opciones nucleares’.

“En el futuro, con la nueva bomba, Estados Unidos podría actuar rápidamente y con recursos convencionales, tanto contra un grupo terrorista como contra un país enemigo, en un período mucho más corto y sin despertar la ira internacional por el uso de armas nucleares.

“Se prevé que los primeros tests comenzarán en el 2014, y que para el 2017 estaría disponible en el arsenal estadounidense. Obama ya no estará en el poder, pero la super bomba puede ser la herencia no nuclear de este presidente, que ya ganó el premio Nobel de la Paz.”

“WASHINGTON, 22 Abr 2010 - Una nave espacial no tripulada de la Fuerza Aérea de Estados Unidos despegó este jueves de Florida, en medio de un velo de secreto sobre su misión militar.

“La nave espacial robotizada, o X-37B, fue lanzada desde Cabo Cañaveral en un cohete Atlas V a las 19H52 horas locales (23H52 GMT), según un video distribuido por el ejército.

“‘El lanzamiento es inminente’, dijo a AFP el mayor de la Fuerza Aérea Angie Blair.

“Parecido a un transbordador espacial en miniatura, el avión tiene 8,9 metros de largo y 4,5 metros de envergadura.

“La fabricación del vehículo espacial reutilizable ha tomado años y el ejército ha ofrecido explicaciones vagas sobre su objetivo o su papel en el arsenal militar.

“El vehículo está diseñado para ‘proporcionar el medio ambiente de un ‘laboratorio en órbita’ a fin de probar nuevas tecnologías y componentes antes de que estas tecnologías sean asignadas a programas de satélites en funcionamiento’, dijo la Fuerza Aérea en un comunicado reciente.

“Funcionarios han informado que el X-37B aterrizaría en la base de la Fuerza Aérea Vandenberg en California, pero no dijeron cuánto durará la misión inaugural.

“‘Para ser honestos, no sabemos cuándo va a volver’, dijo esta semana a periodistas Gary Payton, segundo subsecretario de programas espaciales de la Fuerza Aérea.

“Payton señaló que la nave podría permanecer en el espacio hasta nueve meses.

“El avión, fabricado por Boeing, comenzó como un proyecto de la agencia espacial estadounidense (NASA) en 1999 y luego fue transferido a la Fuerza Aérea, que planea lanzar un segundo X-37B en 2011.”

¿Hace falta acaso algo más?

Hoy se encuentran con un colosal obstáculo: el cambio climático ya incontenible. Se menciona el inevitable aumento de calor en más de dos grados centígrados. Sus consecuencias serán catastróficas. La población mundial en solo 40 años se incrementará en dos mil millones de habitantes, y alcanzará la cifra de nueve mil millones de personas, en ese breve tiempo: muelles, hoteles, balnearios, vías de comunicación, industrias e instalaciones cercanas a los puertos, quedarán bajo las aguas en menos tiempo que el que requiere para disfrutar la mitad de su existencia la generación de un país desarrollado y rico, que hoy egoístamente se niega al menor sacrificio para preservar la supervivencia de la especie humana. Las tierras agrícolas y el agua potable disminuirán considerablemente. Los mares se contaminarán; muchas especies marinas dejarán de ser consumibles y otras desaparecerán. No lo afirma la lógica sino las investigaciones científicas.

El ser humano había logrado incrementar, a través de la genética natural y el traslado de variedades de especies de un continente a otro, la producción por hectárea de alimentos y otros productos útiles al hombre, que aliviaron durante un tiempo la escasez de alimentos como el maíz, la papa, el trigo, las fibras y otros productos necesarios. Más tarde, la manipulación genética y el uso de fertilizantes químicos contribuyeron igualmente a la solución de necesidades vitales, pero están llegando ya al límite de sus posibilidades para producir alimentos sanos y aptos para el consumo. En apenas dos siglos se están agotando, por otra parte, los recursos de hidrocarburos que la naturaleza tardó 400 millones de años en formar. Del mismo modo, recursos minerales vitales no renovables que la economía mundial requiere, se están agotando. A su vez, la ciencia creó la capacidad de autodestruir el planeta varias veces en cuestión de horas. La mayor contradicción en nuestra época es, precisamente, la capacidad de la especie para autodestruirse y su incapacidad para gobernarse.

El ser humano logró elevar sus posibilidades de vida hasta límites que rebasan su propia capacidad de sobrevivir. En esa batalla está consumiendo aceleradamente las materias primas al alcance de sus manos. La ciencia hizo factible convertir la materia en energía, como ocurrió con la reacción nuclear, al costo de enormes inversiones, pero no se vislumbra siquiera la viabilidad de convertir la energía en materia. El infinito coste de las inversiones en las investigaciones pertinentes, está demostrando la imposibilidad de lograr en unas pocas decenas de años lo que el universo tardó decenas de miles de millones de años en crear. ¿Será necesario que el niño prodigio Barack Obama nos lo explique? La ciencia ha crecido extraordinariamente, pero la ignorancia y la pobreza también crecen. ¿Puede alguien acaso demostrar lo contrario?

Fidel Castro Ruz

Abril 25 de 2010

6 y 30 p.m.

Un movimiento por la Tierra

2010-04-26

Lecturas

El llamado de Evo a la Conferencia de Tiquipaya fue más que acertada. Canalizó la ira y la frustración que provocó Copenhague.


Naomi Klein
The Nation


Cochabamba, Bolivia. Eran las once de la mañana y Evo Morales había transformado el estadio de fútbol en un gigantesco salón de clases, y había reunido una variedad de objetos de utilería: platos de cartón, vasos de plástico, impermeables desechables, jícaras hechas a mano, platos de madera y coloridos ponchos. Todos tuvieron un papel para demostrar un punto principal: para luchar contra el cambio climático necesitamos recuperar los valores de los indígenas.

Sin embargo, los países ricos tienen poco interés en aprender estas lecciones y, al contrario, promueven un plan que, en el mejor de los casos, incremente la temperatura global promedio en dos centígrados. Eso implica que se derretirán los glaciares de los Andes y los Himalaya, dijo Morales a las miles de personas reunidas en el estadio como parte de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra. Lo que no necesitaba decir es que no importa cuán sustentablemente elija vivir el pueblo boliviano, pues no tiene el poder para salvar sus glaciares.

La cumbre climática en Bolivia ha tenido sus momentos de alegría, levedad y absurdos. Sin embargo, en el fondo, se siente la emoción que provocó este encuentro: rabia contra la impotencia.

No hay por qué sorprenderse. Bolivia está en medio de una dramática transformación política, una que nacionalizó las industrias clave y elevó como nunca antes las voces de los indígenas. Pero en lo que se refiere a su crisis existencial más apremiante —el hecho de que sus glaciares se derriten a un ritmo alarmante, lo cual amenaza el suministro de agua en dos de las principales ciudades—, los bolivianos no pueden cambiar su destino por sí solos.

Eso se debe a que las acciones que provocan el derretimiento no se realizan en Bolivia, sino en las autopistas y las zonas industriales de los países fuertemente industrializados. En Copenhague, los dirigentes de las naciones en peligro, como Bolivia y Tuvalu, argumentaron apasionadamente en favor del tipo de reducciones a las emisiones de gases que podrían evitar una catástrofe. Amablemente les dijeron que la voluntad política en el Norte simplemente no existía.

Y más: Estados Unidos dejó claro que no necesitaba que países pequeños como Bolivia fueran parte de una solución climática. Negociaría un acuerdo con otros emisores pesados a puerta cerrada y el resto del mundo sería informado de los resultados e invitado a firmar, lo cual es precisamente lo que ocurrió con el Acuerdo de Copenhague.

Cuando Bolivia y Ecuador rehusaron aprobarlo en automático, el gobierno estadounidense recortó su ayuda climática en 3 millones y 2,5 millones de dólares, respectivamente. No es un proceso de a gratis, explicó Jonathan Pershing, negociador climático estadounidense. (Aquí está la respuesta para cualquiera que se pregunte por qué los activistas del Sur rechazan la idea del apoyo climático y, en cambio, demandan el pago de deudas climáticas.) El mensaje de Pershing era escalofriante: si eres pobre, no tienes derecho a priorizar tu propia supervivencia.

Cuando Morales invitó a los movimientos sociales y los defensores de la Madre Tierra, científicos, académicos, abogados y gobiernos, a venir a Cochabamba a un nuevo tipo de cumbre climática, fue una revuelta contra esta sensación de impotencia, fue un intento por construir una base de poder en torno al derecho a sobrevivir.

El Gobierno boliviano arrancó las discusiones proponiendo cuatro grandes ideas: que se debería otorgar derechos a la naturaleza, que protejan de la aniquilación a los ecosistemas (una declaración universal de los derechos de la Madre Tierra); que aquellos que violen esos derechos y otros acuerdos ambientales internacionales deberían enfrentar consecuencias legales (un tribunal de justicia climática); que los países pobres deberían recibir varios tipos de compensación por una crisis que ellos enfrentan pero tuvieron poco que ver en crear (deuda climática), y que debería haber un mecanismo para que la gente en el mundo exprese sus puntos de vista sobre estos temas (un referéndum mundial de los pueblos sobre cambio climático).

La siguiente etapa fue invitar a la sociedad civil global a ir discutiendo los detalles. Se instalaron 17 grupos de trabajo y después de semanas de discusión en línea se reunieron durante una semana en Cochabamba, con el fin de presentar sus recomendaciones finales al término de la cumbre.

El proceso es fascinante pero lejos de ser perfecto (por ejemplo, como señaló Jim Shultz de Democracy Center, al parecer, el grupo de trabajo sobre el referendo invirtió más tiempo discutiendo si añadir una pregunta sobre abolir el capitalismo que discutiendo cómo se hace para llevar a cabo una consulta global). Sin embargo, el entusiasta compromiso de Bolivia con la democracia participativa podría ser la contribución más importante de la cumbre.

Esto porque luego de la debacle de Copenhague un tema de discusión tremendamente peligroso se volvió viral: la verdadera culpable del fracaso era la democracia en sí. El proceso de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que da votos con el mismo peso a 192 países, simplemente era demasiado difícil de manejar.

Era mejor encontrar soluciones en grupos pequeños. Hasta las voces ambientales de confianza, como James Lovelock, cayeron en la trampa: Tengo la sensación de que el cambio climático puede ser un tema tan severo como la guerra, le dijo a The Guardian recientemente.

Quizá sea necesario poner a la democracia en pausa durante un tiempo. Pero en realidad son estos pequeños grupos, como el club privado que forzó el Acuerdo de Copenhague, los que han ocasionado que perdamos terreno y debilitado los acuerdos existentes, que de por sí son inadecuados.

En cambio, la política de cambio climático llevada a Copenhague por Bolivia fue redactada por los movimientos sociales mediante un proceso participativo y el resultado final fue, hasta el momento, la visión más transformadora y radical.

Con la cumbre de Cochabamba, Bolivia intenta globalizar lo que logró a escala nacional e invitar al mundo a participar en redactar una agenda climática conjunta, antes del próximo encuentro sobre cambio climático de la ONU, en Cancún. En palabras del embajador de Bolivia ante Naciones Unidas, Pablo Solón, la única cosa que puede salvar a la humanidad de una tragedia es el ejercicio de la democracia global.

Si está en lo correcto, el proceso boliviano podría no sólo salvar a nuestro planeta que está calentándose, sino también a nuestras democracias en vías del fracaso. No está mal el trato.


El texto fue publicado en The Nation.

Traducción para La Jornada: Tania Molina Ramírez.
http://www.jornada.unam.mx/2010/04/24/index.php?section=mundo&article=022a1mun

El "sinfuturo" capitalista

26-04-2010


Apeiron


Todos los jefes de los diferentes Estados del llamado mundo rico parecen afanados en ponerle fecha límite a los “abusos del capitalismo”. Se clama por una mayor regulación financiera, por un nuevo Breton Woods. Resulta curioso que después de 30 años de neoliberalismo los líderes que más partícipes han sido de determinadas políticas económicas pretendan ponerles freno.

Sin embargo, la realidad parece bien diferente, los países del tercer mundo soportan una crisis creada por las acciones de sus vecinos del norte que está provocando una serie de motines de hambre (Ramonet, 2008) sin precedentes. Tenemos el África empobrecida en una espiral de conflictos, el África que ofrece un espectáculo de guerras y hambruna; el continente negro a la deriva, de un lado sangrado por guerras civiles abiertas o larvadas, de otro lado, buen alumno de los organismos internacionales, especialmente los financieros (Leymarie, 2001: 250). Organismos internacionales que permiten, ante la pasividad y la complicidad de Estados Unidos y Europa, el saqueo oficial de las economías en un continente en el que, como indica Samir Amin, en el cálculo de su producto interior bruto, las exportaciones representan el 45% en el caso de África frente al 15% y el 25% de otros países (Robert, 2006: 66).

No es tampoco alentadora la situación en el continente asiático, a pesar del inmenso crecimiento económico chino. Sin embargo, parece que el rumbo está virando en una América Latina inmersa en una segunda oleada de independencia. Esa América Latina, región de las venas abiertas, como tan bien la describe Galeano (2008: 17), donde la lluvia que irriga a los centros de poder imperialista ahoga los vastos suburbios del sistema. Del mismo modo, y simétricamente, el bienestar de nuestras clases dominantes –expone el escritor- es la maldición de nuestras multitudes condenadas a una vida de bestias de carga.

Por lo que respecta al norte, como solía recalcar Vázquez-Montalbán, te acuestas siendo un triste socialdemócrata y, por la mañana, cuando te levantas, resulta que te has convertido en un peligroso izquierdista. La derechización general de la política económica con el abandono, incluso, de la socialdemocracia por parte de los partidos socialistas nos deja un escenario en el que priman la deslocalización de empresas, la flexibilidad y la precariedad laboral, lo cual supone un azote al ya de por si deficiente Estado de medioestar Europeo. Todo ello lo enmarcamos en lo que Pierre Bourdieu (1999: 141) llama flexplotación, donde la precariedad laboral crea una situación de inseguridad permanente para un ejército de reserva industrial domado por el miedo al desempleo, estaríamos hablando de una violencia estructural del paro […] un estado generalizado y permanente de inseguridad que tiende a obligar a los trabajadores a la sumisión, a la aceptación de la explotación. Ahonda en esta concepción el historiador Josep Fontana (1999: 190) al considerar que no parece, sin embargo, que las experiencias de polaridad sean cosa del pasado en una sociedad como la actual, que lejos de tender a la igualdad, está viendo crecer cada año las diferencias que existen en su seno, y donde se están perdiendo los que parecían ser logros permanentes de la lucha sindical (estabilidad en el empleo, seguros sociales).

La deslocalización de empresas –que en muchos casos obtienen beneficios- hacia países del tercer mundo, los cuales compiten por tener el menor respeto hacia los derechos laborales y las leyes medioambientales, se contradice con el aumento generalizado de las plusvalías y con la disminución de la participación de los salarios en la riqueza nacional. Es decir, el conflicto capital/trabajo se agrava hasta el punto en que el propio Banco de Pagos Internacionales afincado en Basilea avisa, alarmado, de que en la actualidad la participación en los beneficios es inusualmente alta y la de los salarios inusualmente baja. De hecho, la amplitud de esta evolución y el número de países afectados no tiene precedentes en los últimos 45 años. En otras palabras, esta disociación entre escasos aumentos salariales y ganancias históricas de las empresas hace temer un mayor resentimiento, tanto en Estados Unidos como en otros lugares, contra el capitalismo y el mercado (Ruffin, 2008). Esta afirmación, quede claro, no la realiza un analista proveniente de la escuela marxista, sino Alan Greenspan, quién fue presidente de la Reserva Federal de EEUU y uno de los culpables de la actual situación económica.

Esta ignorada causa de la crisis, como recalca Vicenç Navarro (2009) tiene su origen en una serie de políticas económicas en las que han primado las privatizaciones, fundamentales, dicho sea de paso, pues suponen socavar la esencia misma de la democracia (Halerpín, 2003: 42) y la disminución de la progresividad fiscal con la consiguiente tendencia hacia estándares de reducción de tipos máximos, la creciente importancia de la imposición indirecta en detrimento de la imposición directa y la disminución de tramos en la imposición de la renta entre otras políticas económicas de tendencia neoliberal. La consecuencia, como venimos remarcando, es una aguda polarización social que, in crescendo, no distingue entre los llamados países desarrollados y los que no lo son (siendo las consecuencias para estos últimos mucho mayores), en la que la lucha de clases dentro de unos y otros países no debe hacernos creer que el conflicto es entre los Estados de uno y otro tipo, sino entre las clases dominantes y las clases dominadas de cada uno de los Estados y en su conjunto (Navarro, 2009).

Esta circunstancia es de una importancia fundamental en un momento en que la caída generalizada de las bolsas, debido al desbarajuste del casino financiero internacional, está provocando una crisis de consecuencias imprevisibles. Es decir, esa dedicación (en ciertos casos desconcertante como en el caso del Presidente de la Unión Europea) que ciertos líderes de las naciones ricas tienen por acabar con el “capitalismo salvaje” es explicable no sólo a partir del momento en que es necesaria una regulación financiera que permita retomar la confianza de los inversores y evitar nuevas crisis de este calado, sino a partir del momento en que es imprescindible en momentos de conflicto paliar la contradicción que enfrenta capital y trabajo con el objetivo de evitar posibles transformaciones sistémicas que acabarían con la hegemonía de la actual clase dominante.

La socialdemocracia, o el socioliberalismo, habrán de jugar ese papel fundamental1 que permita, siguiendo a Marx (1968: 51), dar a la clase trabajadora más sabrosas migajas que eviten cualquier riesgo de revolución social a la par que la élite dominante pueda seguir controlando los medios de producción. Lo explica de un modo más gráfico, pero no por ello menos acertado, Jose Luis Sampedro (2009: 45) , en alusión a Galbraith, al considerar que todo ello nos recuerda a aquel caballo que bien alimentado vivirá feliz, pero también alimentará, de paso, a los gorriones porque irá dejando caer entre sus patas traseras algo para que puedan picotear los pájaros. Ese ha sido el rol histórico de la socialdemocracia. Rosa Luxemburgo (2009: 85) lo expondría de forma absolutamente clarificadora al considerar que quien se pronuncia por el camino reformista en lugar de y en oposición a la conquista del poder político y a la revolución social no elige en realidad un camino más tranquilo, seguro y lento hacia el mismo objetivo, sino un objetivo diferente: en lugar de la implantación de una nueva sociedad, elige unas modificaciones insustanciales de la antigua. Del mismo modo, y por lo que respecta a la lucha por la conquista de la democracia se habrá de tener claro que quien desee el fortalecimiento de la democracia, debe desear también el fortalecimiento, y no el debilitamiento, del movimiento socialista. Quien renuncia a la lucha por el socialismo, renuncia también a la movilización obrera y a la democracia.

Por otra parte, si bien uno puede considerar, desde posturas absolutamente legitimas, que la socialdemocracia supondría, mediante la articulación de políticas keynesianas, una vía de solución a la actual crisis económica, creemos necesario recalcar que la socialdemocracia afirma el crecimiento constante de la producción capitalista y en ello, a diferencia de la crisis de 1929, vemos un problema insalvable por parte de ésta. Los actuales condicionamientos tanto medioambientales como energéticos hacen insostenible cualquier alternativa que tenga por fin el crecimiento económico (por lo menos en los países occidentales y en los subdesarrollados a largo plazo). Esta idea de las limitaciones del crecimiento ya fue tratada, sin embargo, y en su momento, por David Ricardo (a quien Marx siempre elogió por su sinceridad científica) quién observó los límites de la producción capitalista. Fue más tarde, el propio Marx quién se centró también en la contradicción existente entre capital y naturaleza (la cual podríamos añadir a la ya explicitada entre capital y trabajo) considerando que la producción capitalista agota las dos fuentes de donde brota la riqueza, esto es, la tierra y el trabajador. Se observa por tanto un primer escollo que nos hace rechazar de plano los postulados socialdemócratas a partir del momento en que éstos no cuestionan una alternativa al sistema capitalista y, por tanto, al crecimiento desmedido de la producción que entra en contradicción abierta con los límites medioambientales.

El segundo impedimento que remarcamos está relacionado con la naturaleza misma del capitalismo. Supone una evidencia, pues los datos así nos lo muestran año tras año, que no sólo no se van a cumplir los llamados Objetivos del Milenio propuestos por las Naciones Unidas sino que cada vez estamos más lejos de que éstos puedan llegar a materializarse. El político cordobés, Julio Anguita (2009), plantea una pregunta que nos parece de vital importancia, ¿Creen los lectores que el sistema capitalista –y en esta precisa coyuntura además- puede asumir un orden económico y social en el que el paro esté erradicado y la ciudadanía universal tenga asegurados los contenidos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos? La respuesta, como bien podemos imaginar, es negativa. El capitalismo, en sus variadas encarnaciones es totalmente incompatible con los Derechos Humanos, los sociales y también los políticos. Creemos necesario hacer hincapié y reflexionar por un segundo en aquello de en sus variadas encarnaciones. Como bien recalcó Lenin (1976: 5), nosotros somos partidarios de la república democrática como la mejor forma de Estado para el proletariado bajo el capitalismo, pero no tenemos ningún derecho a olvidar que la esclavitud asalariada es el destino reservado al pueblo incluso bajo la república burguesa más democrática. O lo que es lo mismo: incluso bajo el Estado capitalista más progresista posible sigue existiendo la esclavitud del hombre por el hombre. La socialdemocracia, como bien hemos visto, no plantea en ningún momento la superación del capitalismo por el socialismo sino la pervivencia de un sistema que en cualquiera de sus acepciones se vuelve destructivo, tanto para el medioambiente como, en este caso, para el ser humano.

Parece, por otra parte, indiscutible el fin de la hegemonía estadounidense y la tendencia hacia un mundo multipolar. Ahora bien, a pesar de que ello pueda ser positivo para el crecimiento de diferentes países subdesarrollados, a su vez, ello puede acarrear, en el caso en que haya un continuismo de la lógica capitalista, un conflicto entre potencias imperialistas con consecuencias desastrosas. En este punto ya no nos plantearíamos siquiera la continuidad o no del capitalismo sino la necesidad histórica de su fin. Multipolaridad que implica además –para un sistema en boga desde la mitad del Siglo XVI-, con la recuperación económica de Asia, India y América Latina, un desafío infranqueable para la economía-mundo, creada por occidente, que no consigue llegar a controlar los costes de la acumulación. Estaríamos, en suma, ante lo que Bernard Cassen (2008) describe como una crisis que toma aspectos sistémicos acumulando las dimensiones financiera, monetaria, alimentaria y energética.

Diríamos entonces, siguiendo con Immanuel Wallerstein (2003), que las tres pasadas décadas de neoliberalismo han marcado el principio del fin del capitalismo y que nos encontramos en una transición hacia un sistema económico diferente, que bien podría ser más violento que el capitalismo o más redistributivo e igualitario. De ello dependen las acciones que lleven a cabo los diferentes sujetos de la contienda.

Así, es necesario comprender –en palabras de Noam Chomsky- que la guerra que se lleva a cabo contra los trabajadores es una verdadera guerra. Los restringidos círculos de la élite financiera poseen una conciencia de clase extremadamente marcada. Ellos consideran desde hace mucho tiempo que están luchando en una guerra de clases muy ruda, pero no quieren que esto se sepa. Esto es, al estilo de Margaret Thatcher, como recuerda Fontana (1999: 190), proscribir la idea misma de “lucha de clases” a la vez que se practica aplastando una huelga de mineros. Las clases dominantes ponen pues especial énfasis en el ocultamiento de dicha realidad pues la toma de conciencia revolucionaria por parte de la clase trabajadora, es decir, el paso de la observación empírica de una clase en sí a una clase para sí es un paso necesario para la transformación social.

Uno de los instrumentos más utilizados por dichas élites financieras para contribuir a ese ocultamiento de la realidad son los medios de comunicación. Unos medios de comunicación que pliegan el espíritu a ciertas formas de representación, las legitiman, nos habitúan a creer que es normal hablar, pensar, actuar de determinada manera. Fealdad, agresividad, voyerismo, narcisismo, vulgaridad, incultura, estupidez, invitan al espectador a complacerse en una imagen infantilizada y degradada de sí mismo […] Si los medios de los regímenes totalitarios logran, en cierta medida, aprisionar las ideas, los del capitalismo en crisis los superan totalmente. Y todo ello, por supuesto, gracias a la libertad (Jourde, 2008). Uno de los mayores especialistas del tema, Pascual Serrano begin_of_the_skype_highlighting end_of_the_skype_highlighting (2009: 593), analiza la misma situación. Éste, considera que la diferencia entre el Estado totalitario y la democracia burguesa es que, en el primer caso, al grupo espectador se le sienta en la platea a la fuerza mientras que, en el segundo, se le convence sugerentemente. Es lo que Noam Chomsky llama la “fabricación del consenso”, de forma que “la propaganda es a la democracia lo que la cachiporra al Estado totalitario” […] El poder de los medios de comunicación se está mostrando desconcertadamente grandioso […] Una operación informativa global puede despertar una pasión mundial por un Barack Obama sin aportar una sola clave política de su programa de gobierno, puede legitimar ante la comunidad internacional un cambio de gobierno o una guerra que viole la legislación internacional o pulverice el derecho humanitario. Estamos sin duda ante unas estructuras informativas incardinadas hasta el cuello en el modelo económico dominante que habrían venido a mediatizar de forma global e instantánea aquella famosa reflexión de Marx: las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época: o, dicho en otros términos, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder intelectual dominante.

Por un lado, en Occidente, las élites financieras salen fortalecidas momentáneamente de la crisis (las pérdidas se socializan, el salario real y el relativo disminuyen, el precio de los bienes básicos de consumo aumenta, etc.), por el otro, los demás, siempre pueden, como el avaro de Moliere, hacerse buena comida con poco dinero. Creemos, por ello, que se hace necesario más que nunca la creación y consolidación de una Quinta Internacional en la que se establezcan alianzas de las clases dominadas del Norte y del Sur (Navarro, 2009). Ante esta situación se necesita de una respuesta contundente: la consolidación de un programa de mínimos anticapitalista entorno a un nuevo internacionalismo fundamentado en la consecución de los derechos humanos. Por el instante, una alternativa acaba de nacer en América Latina (ALBA) y ésta compromete tanto a gobiernos como a movimientos sociales en la lucha contra el sistema capitalista, la democracia participativa y una visión distinta de los objetivos de la humanidad. Se está realizando la experiencia del cambio pues la perpetuación del actual orden de cosas –como afirma Galeano- es la perpetuación del crimen. Honoré de Balzac, lo tradujo de la siguiente forma al considerar que detrás de toda gran fortuna hay un gran crimen. En nuestras manos está. América Latina ha abierto la brecha de la cual ya nos advertía Émile Zola en las líneas finales de Germinal: Pero allí abajo también crecían los hombres, un ejército oscuro y vengador, que germinaba lentamente para quien sabe qué futuras cosechas, y cuyos gérmenes no tardarían en hacer estallar la tierra.


BIBLIOGRAFÍA

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Cassen, Bernard. 2008. “¿Qué altermundismo después del “fin del neoliberalismo?”. Rebelion, 23 de septiembre de 2008. Obtenido en: rebelion.org/noticia.php?id=73083

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Wallerstein, Inmanuel. 2003. Utopística. Les opcions historiques del segle XXI. Universitat de València. Valencia.


1 Recuérdese a este respecto el debate entre Keynes y Hayek en el que el primero concluía, inteligentemente, que la mejor forma de evitar llegar a sociedades distintas a la capitalista era mediante el intervencionismo estatal.

Graham retira su apoyo a proyecto de ley sobre el clima

Lunes 26 de Abril de 2010

LOS TITULARES DE HOY



Finalizan esfuerzos de rescate; el petróleo se sigue filtrando en el Golfo

La Guardia Costera de Estados Unidos abandonó la búsqueda de los once trabajadores desaparecidos la semana pasada en el desastre de la plataforma petrolera del Golfo de México, al tiempo que los esfuerzos se enfocan en contener un gran derrame de petróleo. El martes, la plataforma ubicada mar adentro de la costa de Luisiana se incendió y dos días después se hundió. Aproximadamente mil barriles de petróleo se están filtrando diariamente en el Golfo. La empresa operadora de la plataforma, BP, afirma que detener el derrame puede llevar hasta tres meses. Si se confirma la muerte de los once trabajadores desparecidos, se trataría de la explosión con mayor cantidad de víctimas fatales de una plataforma estadounidense en 40 años.

Gobernadora de Arizona sanciona medida drástica contra inmigrantes

Los grupos defensores de los derechos de los inmigrantes reclaman la intervención federal para contrarrestar una medida recientemente promulgada en Arizona, que obliga a los oficiales de policía a determinar la condición migratoria de las personas sospechosas de ser inmigrantes indocumentados. La gobernadora republicana Jan Brewer sancionó el proyecto de ley el viernes, luego de su aprobación en la asamblea legislativa estatal esta misma semana. Los opositores a la medida dicen que se trata de la más severa del país y de una licencia para la utilización de perfiles raciales. Poco después de sancionar la ley, Brewer dijo que cree que la medida es “lo mejor para Arizona”.

La gobernadora Brewer declaró: “Decidí sancionar el proyecto de ley 1070 del Senado porque, a pesar de que mucha gente está en desacuerdo, creo firmemente que representa lo mejor para Arizona”.

Mientras Brewer daba su discurso, miles de manifestantes se congregaron en las afueras del Congreso estatal. El congresista demócrata Raul Grijalva reclamó la no cooperación federal con la nueva ley.

El representante Grijalva expresó: “Hemos insistido en la no cooperación del gobierno federal con esta ley estatal. La inmigración es materia regulada por las leyes federales, estas tienen preeminencia. Si nuestro gobierno federal le dice al Estado de Arizona: ‘Pueden tener la ley, no estamos impidiendo, procesando o accediendo a su ley’, entonces es discutible. Y creo que el paso siguiente es la no cooperación”.

El domingo se realizó otra importante manifestación a la que asistieron miles de personas. En la Casa Blanca, el Presidente Barack Obama habló en contra del proyecto de ley y sugirió la posibilidad de intervención del gobierno federal.

El Presidente Obama declaró: “Indudablemente, si no actuamos en forma responsable a nivel federal, sólo abriremos la puerta a la irresponsabilidad de otros. Y eso incluye, por ejemplo, los recientes esfuerzos de Arizona, que amenazaron con socavar las nociones básicas de justicia que como estadounidenses valoramos, así como la confianza entre la policía y las comunidades, que es vital para mantener nuestra seguridad. De hecho, di instrucciones a miembros de mi gobierno para que vigilen de cerca la situación y analicen los derechos civiles y otras implicancias de esta ley”.

Graham retira su apoyo a proyecto de ley sobre el clima

El proyecto de ley climática del Senado quedó en suspenso luego de que el copatrocinante republicano Lindsay Graham, de Carolina del Sur, retirara su apoyo. El sábado, Graham dijo que ya no respaldaba la medida porque los demócratas quieren proponer antes un proyecto de ley de inmigración. Estaba previsto que Graham y los copatrocinantes, el senador John Kerry, de Massachusetts, y el senador independiente Joe Lieberman, de Connecticut, hicieran público el proyecto climático en el día de hoy. Graham afirma que los demócratas impulsan la reforma inmigratoria para movilizar a los votantes hispanos y quiere que se comprometan a tratar primero el proyecto climático. En una declaración, el líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, rechazó las afirmaciones de Graham, y dijo que espera que para fin de año se aprueben el proyecto climático y el de inmigración.

Miles de personas participaron en la concentración organizada por el Día de la Tierra en Washington D.C.

En medio de la disputa en el Congreso, miles de personas se congregaron en el National Mall el domingo para respaldar la aprobación de un proyecto climático sólido. “Earth Day Network” organizó la concentración para coronar una serie de eventos realizados durante la semana con el fin de conmemorar el cuadragésimo aniversario del Día de la Tierra.

Un manifestante declaró: “Creo que el Congreso debe dejar de hacer caso a lo que quieren las grandes empresas, las petroleras, la industria del carbón, y empezar realmente a hacer lo que el pueblo estadounidense necesita, que es crear leyes que inviertan el dinero de nuestros impuestos en empleos sostenibles que generen energía para la gente aquí en nuestro país sin contaminar, sin generar desechos peligrosos y todas las otras cosas que resultan de escuchar a las empresas petroleras que dicen ‘Eh, estamos ganando dinero. No nos quiten nuestro petróleo’”.

Obama rinde homenaje a las víctimas de la explosión de la mina de West Virginia

El Presidente Obama estuvo en West Virginia el domingo para participar en una ceremonia de homenaje a los 29 mineros que fallecieron en el desastre de la mina Upper Big Branch, de Massey Energy, ocurrido este mismo mes. Una multitud de varios miles de personas se presentó para rendir homenaje a los trabajadores fallecidos. Obama señaló a Massey por no impedir el desastre y calificó a la explosión como una “falla, antes que nada, de la gerencia”. El domingo, el Presidente reclamó que las normas de seguridad en las minas estadounidenses se vuelvan más estrictas.

El Presidente Obama declaró: “¿Cómo les vamos a fallar? ¿Cómo puede ser que un país que se apoya en sus mineros no haga todo lo que esté a su alcance para protegerlos? ¿Cómo podemos permitir que en este país alguien arriesgue su vida simplemente por ir a trabajar, simplemente por querer hacer realidad el sueño americano? No podemos traer de nuevo a los 29 hombres que perdimos. Ahora están con el Señor. Nuestra tarea, aquí en la Tierra, es impedir que se pierdan más vidas en tragedias como esta”.

Hombre armado es arrestado en aeropuerto de Carolina del Norte poco después de la partida de Obama

Más tarde ese mismo día, un hombre armado fue arrestado en un aeropuerto de Carolina del Norte, poco después de que Obama partiera en el avión presidencial “Air Force One” rumbo a Washington. El sospechoso, Joseph Sean McVey, portaba un arma y conducía un vehículo equipado con implementos policiales. Según se informa, McVey le habría dicho a los oficiales de policía que quería ver al Presidente Obama.

Mueren 72 personas en atentados con bombas en Irak

En Irak, al menos 72 personas murieron el viernes en una serie de atentados con bombas coordinados en áreas chiítas de Bagdad. Estas explosiones destruyeron mezquitas, hogares y comercios cerca de la oficina del principal clérigo chiíta Moqtada al-Sadr. Este fue el ataque más letal que ocurrió en Irak en lo que va del año. Tuvo lugar cuatro días después de que los gobiernos de Estados Unidos e Irak anunciaran el asesinato de dos altos líderes del grupo Al Qaeda en Irak. El domingo, un grupo de fachada de Al Qaeda confirmó el asesinato de estos líderes, pero prometió continuar con su lucha.

Tres civiles afganos presuntamente murieron en redada estadounidense

Manifestantes afganos incendiaron un convoy de diez vehículos de abastecimiento de la OTAN el domingo, horas después del presunto asesinato de tres civiles en una redada estadounidense. Un pariente dijo que las víctimas fueron asesinadas a balazos cuando soldados estadounidenses asaltaron su hogar durante la noche. Las fuerzas de la OTAN dirigidas por Estados Unidos dicen que las víctimas eran insurgentes.

Líderes de la OTAN llevan a cabo negociaciones sobre guerra en Afganistán

En otras noticias sobre la guerra en Afganistán, los ministros de asuntos exteriores de la OTAN llevaron a cabo negociaciones en Estonia el viernes. La Secretaria de Estado Hillary Clinton dijo que Estados Unidos ha logrado reducir la brecha con sus aliados en lo que refiere al envío de soldados adicionales.

La Secretaria de Estado Clinton dijo: “Nos alentó la respuesta de todos nuestros aliados y socios. Comenzamos con una brecha significativa y logramos reducirla notoriamente. En conjunto, los nuevos compromisos de nuestros aliados de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF, por su sigla en inglés) de la OTAN son de aproximadamente diez mil soldados, entrenadores y mentores”.

Se producen enfrentamientos tras marcha de colonos israelíes en barrio palestino

En Israel y los Territorios Ocupados, estallaron los enfrentamientos en Jerusalén Oriental el domingo, luego de que un grupo de colonos israelíes llevó a cabo una marcha por el barrio palestino de Silwan. Los organizadores dicen que convocaron esta manifestación para afirmar la soberanía israelí sobre todo el territorio de Jerusalén.

Soldados israelíes disparan contra manifestantes en Gaza

Mientras tanto en Gaza, dos palestinos y una activista maltesa resultaron heridos el sábado, cuando soldados israelíes abrieron fuego durante una protesta. Esta activista, Bianca Zamet, es miembro del Movimiento de Solidaridad Internacional, que durante mucho tiempo ha sido atacado por los soldados israelíes.

Zamet dijo: “Me estaba filmando a mí misma, un documental. Le dispararon a Nidal en la pierna y a Hind en el estómago. Simplemente portábamos banderas palestinas en territorio palestino y esta no es la primera vez, ya ha sucedido antes, y seguiremos adelante sin importar lo que suceda”.

90.000 japoneses protestan contra base estadounidense en Okinawa

En Japón, aproximadamente 90.000 personas se congregaron en la isla de Okinawa el domingo para pedir la eliminación de una base militar estadounidense. Estados Unidos quiere reubicar su base actual en un lugar distinto de la isla. La mitad de los aproximadamente 47.000 soldados estadounidenses que se encuentran en Japón están en Okinawa.

Se llevan a cabo manifestaciones en todo el mundo a favor de juez de derechos humanos español

Este fin de semana se llevaron a cabo manifestaciones en todo el mundo para apoyar a un destacado juez de derechos humanos que afronta un juicio en España. Baltasar Garzón es acusado de sobrepasar su autoridad en una investigación de abusos de derechos humanos durante la Guerra Civil española y el régimen de Franco. Garzón es conocido en todo el mundo por encargarse de casos de derechos humanos internacionales. Entre otras cosas, el juez ordenó el arresto del ex dictador chileno Augusto Pinochet en 1998, acusó a Obama Bin Landen por los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos e investigó los abusos a los prisioneros estadounidenses en la Bahía de Guantánamo. El sábado, miles de personas marcharon en Madrid para apoyar a Garzón. Entre los manifestantes se encontraba el director de cine Pedro Almodóvar.

Almodóvar dijo: “La sociedad civil ha salido esta tarde a la calle en toda España para asumir la causa de las víctimas del terror Franquista y para reivindicar la dignidad de los centenares de miles de hombres y mujeres que dieron su vida por la libertad y por la democracia de nuestro país”.

Demócratas realizarán voto de cierre de debate sobre proyecto de ley de reforma financiera

En otras noticias de Estados Unidos, el Líder de la Mayoría del Senado Harry Reid programó un voto de cierre para el día de hoy para continuar con el debate sobre un proyecto de ley de reforma financiera. Los demócratas necesitarán en última instancia el apoyo de al menos un republicano para evitar un bloqueo. Esto surge mientras los demócratas continúan negociando cómo esta medida tratará el tema de la comercialización de derivados. El Wall Street Journal informa que Berkshire Hathaway, la empresa del inversor multimillonario Warrant Buffet, ha hecho mucho lobby para que las nuevas normas no se apliquen a los actuales contratos de derivados. Berkshire tiene más de 63.000 millones de dólares en derivados en sus registros.

Ejecutivos de Goldman Sachs se jactaron de obtener ganancias con la crisis inmobiliaria

Mensajes de correo electrónicos del año 2007 que fueron revelados recientemente muestran cómo los ejecutivos de Goldman Sachs, la gigante de Wall Street que recibió un rescate financiero, se jactaban de que obtuvieron ganancias con el colapso del mercado inmobiliario. Los mensajes publicados por el Subcomité Permanente del Senado para Investigaciones muestran que los ejecutivos de Goldman hablaron sobre sus ganancias al hacer apuestas negativas, o ventas al descubierto, con respecto a la disminución del valor de las viviendas. Goldman ha sostenido que perdió dinero por las inversiones vinculadas a las hipotecas. Este panel del Senado publicó dichos mensajes antes de que los ejecutivos de Goldman Sachs declaren este martes.

Mueren doce personas en tornados en el sur de Estados Unidos

Al menos doce personas murieron durante el fin de semana en Estados Unidos, cuando tornados azotaron áreas de Alabama y Mississippi. Cientos de hogares también quedaron destruidos tras el paso de los tornados.

Excursionistas estadounidenses encarcelados en Irán tienen problemas de salud

Y tres estadounidenses encarcelados en Irán tras cruzar a pie inadvertidamente desde Irak presuntamente están sufriendo problemas de salud. Shane Bauer, Sarah Shourd y Josh Fattal fueron detenidos en julio tras ingresar accidentalmente a Irán mientras se encontraban de excursión en las montañas de la región kurda de Irak. Diplomáticos suizos que visitaron a estas tres personas la semana pasada dicen que Shourd padece un problema ginecológico grave, además de depresión. Se dice que Bauer padece una enfermedad estomacal. Estos diplomáticos dijeron que los tres están considerando iniciar una huelga de hambre para protestar contra su encarcelamiento. El gobierno iraní sugirió que planea procesar a los tres por cargos de espionaje, pero no se ha fijado una fecha para el juicio.

El centro no aguanta: Reavivando la imaginación radical

26-04-2010
Artículo basado en una intervención de Noam Chomsky en el Left Forum el 21 de marzo de 2010

Revista Amauta

Traducido del inglés para Rebelión por Andrés Prado


Hace un mes Joseph Andrew Stack estrelló su avioneta contra un edificio de oficinas en Austin, Texas, dándole a una oficina de la IRS (3) para suicidarse. Dejó un manifiesto explicándolo. Por lo general fue ridiculizado pero creo que se merece algo mejor.

El manifiesto de Stack rastrea la historia de una vida que le condujo a este acto final desesperado. La historia empieza cuando era un estudiante adolescente que vivía en la miseria en Harrisburg, Pensilvania, cerca del corazón de lo que una vez fuera un gran centro industrial. Su vecina era una mujer que pasaba de los 80 y sobrevivía a base de comida de gato, la “viuda de un trabajador del acero retirado. Su marido había trabajado toda su vida en las fábricas de acero del centro de Pensilvania con la promesa por parte de las grandes empresas y el sindicato de que, por sus 30 años de servicio, tendría derecho a una pensión y a cuidados médicos por los que sentirse contento en su jubilación. Sin embargo fue una de las miles de personas que no obtuvo nada porque los incompetentes administradores de la fábrica y el corrupto sindicato (por no mencionar también al Gobierno) saquearon sus fondos de pensiones y les robaron sus jubilaciones. Todo lo que ella tenía para vivir era lo que le daba la Seguridad Social”; y Stack podría haber añadido que se han concertado continuos esfuerzos por parte de los super ricos y sus aliados políticos para quitarles incluso eso atendiendo a razones espurias. Stack decidió entonces que no podía confiar en las grandes empresas y que haría las cosas a su manera sólo para descubrir que no tampoco podía confiar en un gobierno que no se preocupaba para nada de personas como él, y que solamente lo hacía con los ricos y privilegiados, ni en un sistema jurídico en el que, usando sus palabras, “hay dos 'interpretaciones' para cada ley, una para los muy ricos y otra para el resto de nosotros.” Un gobierno que nos deja con “la broma que llamamos sistema médico americano, incluyendo a las compañías de seguros y las de fármacos [que] están asesinando a decenas de miles de personas cada año,” con cuidados racionados en gran parte en base a la riqueza y no a la necesidad. Todo en un orden social en el que “un puñado de matones y saqueadores pueden cometer atrocidades impensables... y cuando le llega la hora a su tren de la cultura del pelotazo de ser aplastado por el peso de su glotonería y abrumadora estupidez, el cuerpo del Gobierno federal al completo no encuentra dificultad alguna para acudir en su ayuda en unos días, si no horas.” Y mucho más.

Stack nos cuenta que su desesperado acto final fue un esfuerzo para unirse a aquéllos que están dis puestos a morir por su libertad con la esperanza de despertar a otros de su letargo. No me sorprendería que tuviera en mente la prematura muerte de aquel trabajador del acero que le enseñó lo que era el mundo real cuando era un adolescente. Ese trabajador del acero no cometió suicidio de una manera literal, después de haber sido descartado para el montón de basura, pero el suyo está lejos de ser un caso aislado; podemos añadir éste y muchos casos similares a la colosal cifra de víctimas de los crímenes institucionales del capitalismo de Estado. Existen estudios conmovedores sobre la indignación y la ira de aquéllos que han sido desechados cuando los programas de financiarización y desindustrialización estatal corporativos han cerrado plantas y destruído familias y comunidades enteras. Revelan el sentimiento agudo de traición por parte de los trabajadores que creyeron que tenían cumplido su deber con la sociedad en un pacto moral con las empresas y el Gobierno y que descubrieron que habían servido sólo como instrumentos para el beneficio y el poder, perogrulladas éstas de las que habían sido cuidadosamente protegidos por instituciones doctrinales.

Hay chocantes similitudes en la segunda mayor economía del mundo, estudiadas por Ching Kwan Lee en su penetrante investigación sobre el trabajo en China. Lee traza una comparación limítrofe entre la indignación y desesperación de la clase trabajadora de los sectores industriales descartados en los EE.UU. y la furia entre los obreros de lo que ella llama el rustbelt (4) de China –el centro industrial del Estado socialista en el Noreste, abandonado ahora por el Estado en favor de un desarrollo capitalista estatal del sunbelt (5) en el Sudeste. En ambas regiones Lee encuentra protestas obreras masivas pero diferentes en su carácter. En el rustbelt los trabajadores tienen el mismo sentimiento de traición que aquí tienen sus homólogos pero en su caso se traicionan los principios maoístas de solidaridad y dedicación al desarrollo de la sociedad que ellos pensaban que se había construído sobre un pacto moral y que finalmente descubren que, fuera lo que fuese, ahora es simplemente un amargo fraude. En el sunbelt los trabajadores adolecen de la falta de esa tradición cultural y todavía confían en sus pueblos de origen para el apoyo y la vida familiar. Denuncian el fracaso de las autoridades para ajustarse incluso a los mínimos requerimientos legales de las condiciones mínimamente óptimas en el lugar de trabajo y del pago de esa miseria llamada salario. De acuerdo con las estadísticas oficiales hubo 58.000 “incidentes masivos” de protesta en 2003 en una provincia del rustbelt con una participación de 3 millones de personas. Alrededor de 30 a 40 millones de trabajadores, que fueron retirados de sus unidades de trabajo, “están contagiados de un profundo sentimiento de inseguridad,” despertándose “la ira y la desesperación” a través del país, en palabras de Lee. Ella espera que lo peor esté por llegar cuando una inminente crisis de falta de tierras en el campo socave la base de la supervivencia para los trabajadores del sunbelt, que carecen incluso de la imagen de lo que son unos sindicatos independientes, mientras que en el rustbelt , los trabajadores no tienen nada comparable a los programas de apoyo social civil que a menudo existen aquí. Tanto el trabajo de Lee como los estudios sobre el rustblet de los EE.UU. dejan claro que no deberíamos subestimar la profundidad de la indignación moral que subyace bajo la amargura furiosa, y a menudo autodestructiva, con respecto al Gobierno y al poder empresarial.

Encontramos algo parecido en la India rural donde el consumo de comida se ha visto fuertemente reducido para la gran mayoría desde que se implementaran parcialmente las reformas neoliberales, a la vez que los suicidios de campesinos están aumentando al mismo ritmo que el número de multimillonarios, en medio de reconocimientos por el fabuloso crecimiento de la India. Fabuloso crecimiento para algunos, pero no tan atractivo para los trabajadores trasladados a la India para reducir costes laborales por parte de IBM, que tiene tres cuartas partes de su fuerza de trabajo en el extranjero. Business Week llama a IBM la “quintaesencia de la compañía americana” sin equivocarse: se consolidó como gigante global de las computadoras gracias, en gran parte, a la inconsciente munificencia del contribuyente estadounidense, que también financió sustancialmente la revolución tecnológica de la información, en la cual IBM confía, además de la mayoría del resto de la economía de la alta tecnología –debido sobre todo al uso del pretexto de que los rusos se estaban acercando.

Hay mucha charla movida hoy día sobre un gran cambio global de poder, especulándose acerca de si (o cuándo) China podrá desplazar a los EE.UU. como potencia global dominante, junto con la India –que, de suceder, signifi caría que el sistema global estaría volviendo a algo parecido a lo que era antes de las conquistas europeas. Sus recientes crecimientos del PIB han sido, de hecho, espectaculares. Pero hay algo más que añadir. En el índice de desarrollo humano de la ONU, la India mantiene su puesto cerca del final, ahora en el 134, ligeramente por encima de Camboya y por debajo de Laos y Tayikistán. China ocupa el lugar 92, un poco por encima de Jordania y por debajo de la República Dominicana e Irán. En comparación, Cuba, bajo un severo ataque de los EE.UU, que dura 50 años, ocupa el puesto número 52, el más alto de América Central y el Caribe, y por debajo de Argentina y Uruguay por muy poco. La India y China también se ven aquejadas de desigualdades extremadamente altas, cayendo por ello, aún más abajo en el índice, más de mil millones de sus habitantes. Además, un recuento exacto iría más allá de las medidas convencionales para incluir costes serios, que China e India no pueden ignorar durante más tiempo, tales como son los ecológicos, la merma de recursos y otros.

La especulaciones sobre un cambio global de poder pasan por alto algo que todos sabemos: los países que están divorciados de la distribución interna del poder no son actores reales en los asuntos internacionales, una perogrullada que ese radical incorregible de Adam Smith trajo a nuestra atención. Él reconocía que los principales arquitectos del poder en Inglaterra eran los dueños de la sociedad, en su día comerciantes y manufactureros, que se aseguraban de que la política atendiera escrupulosamente a sus intereses, sin importar lo “severo” que fuera el impacto sobre el pueblo de Inglaterra y, peor aún, sobre las víctimas de “la salvaje injusticia de los europeos” en el extranjero: los crímenes británicos en la India eran la máxima preocupación para un conservador a la antigua usanza con valores morales.

Para sus adoradores actuales las perogrulladas de Smith son ridiculizadas como “elaboradas teorías de cómo la historia del mundo era manipulada por redes corporativistas e imperialistas en la sombra”, uno de los trágicos legados de los años 60, para citar al pensador del New York Times , David Brooks; de hecho son los años 70, 1776 para ser exactos. Uno de los muchos ejemplos de cómo el nivel moral e intelectual del “conservadurismo” de hoy se relaciona con lo que sus héroes entendían perfectamente bien.

En aras de una total claridad, debería decir que me identifico como el villano que acepta esa herejía de Adam Smith.

Teniendo en cuenta la radical perogrullada de Smith, podemos ver que hay, en efecto, un cambio global de poder aunque no el que ocupa el centro de nuestra atención: un cambio desde la fuerza global de trabajo al capital transnacional, incrementado de manera pronunciada durante los años neoliberales. El precio es sustancial e incluye tanto a los Joe Stack de los EE.UU. como a los campesinos hambrientos de la India y a los millones de trabajadores manifestándose en China, donde la contribución del trabajo a los ingresos nacionales está declinando incluso más rápidamente que en el resto del mundo.

En su muy aclarativa obra, Martin Hart-Landsberg observa que China juega un papel principal en el cambio real de poder global al haberse convertido, en gran parte, en una planta de ensamblaje para un sistema de producción regional. Japón, Taiwán y otras economías asiáticas exportan partes y componentes a China y la proveen de la mayoría de la tecnología avanzada. El creciente déficit comercial de los EE.UU. con China ha levantado mucho revuelo pero ha pasado desapercibido el hecho de que el déficit con Japón y con el resto de Asia ha disminuído drásticamente según el nuevo sistema de producción regional va tomando forma. Los fabricantes estadounidenses han seguido el mismo camino suministrando a China partes y componentes para que los ensamble y los exporte, la mayor parte de vuelta a los EE.UU. Para las instituciones financieras, los gigantes de la venta al por menor, los dueños y administradores de las industrias manufactureras y sectores cercanamente relacionados con este nexo de poder, todo esto es celestial. No lo es para Joe Stack y muchos otros como él.

Para entender el ánimo público es preciso recordar, a nivel mundial, que el uso convencional del PIB para medir el crecimiento económico es altamente engañoso. Se han realizado esfuerzos por idear unos índices de medida más realistas, tales como el Indicador General de Progreso (GPI en sus siglas en inglés), que sustrae del PIB los costes que dañan al público (crimen, polución, etc...) y añade el valor estimado de beneficios auténticos (trabajo voluntario, ocio, etc...) En los EE.UU. el GPI se ha estancado desde lo años 70 aunque el PIB ha aumentado, yendo a parar este crecimiento a los bolsillos de muy pocos. Este resultado tiene correlación con estudios sobre los indicadores sociales, la medida estándar de la salud de una sociedad. Estos han rastreado el crecimiento económico hasta la mitad de la década de los 70, empezando a declinar entonces y llegando al nivel de 1960 en el año 2000 (del cual son las últimas cifras disponibles). La correlación con la financiarización de la economía y las medidas neoliberales socioeconómicas resulta difícil de obviar y para nada es exclusiva de los EE.UU.

Es verdad que no existe nada esencialmente nuevo en el proceso de desindustrialización. Dueños y administradores buscan de forma natural los costes más bajos. Esfuerzos por llevarlo de otra manera, célebremente adoptados por Henry Ford, fueron desestimados por los tribunales, así que ahora es imperativo legal. Un medio es desplazar la producción. En los primeros días, el desplazamiento se hacía sobre todo internamente, especialmente hacia los Estados del Sur, donde los trabajadores podían ser reprimidos más duramente. Las grandes corporaciones, como la corporación estadounidense del acero del santificado filántropo Andrew Carnegie, pudieron también beneficiarse de la nueva mano de obra esclava creada tras la criminalización de la vida de los negros, después del final de la Reconstrucción en 1877, parte central de la revolución industrial estadounidense, que continuó hasta la segunda guerra mundial. Se está reproduciendo otra vez, en parte, durante el reciente periodo neoliberal, con la guerra contra la droga, usada como pretexto para volver a mandar a la población supérflua de vuelta a las cárceles, proporcionando también de esta manera un nuevo suministro de mano de obra carcelaria en prisiones estatales o privadas, mucho de lo cual entra en violación de las convenciones internacionales sobre el trabajo. Para muchos afroamericanos, desde que fueron exportados a las colonias, la vida escasamente ha conseguido escaparse de sus vínculos con la esclavitud o, a veces, incluso algo peor.

En el ultra respetable Bulletin of the American Academy of Arts and Sciences, podemos leer que “El sistema de prisiones en Estados Unidos ha crecido hasta convertirse en un Leviatán de imposible comparación en la historia de la humanidad,” haciendo de los EE.UU. “el hogar de la más grande infraestructura penal para la depredación masiva de la libertad que haya en el mundo,” y que afecta sobre todo a la población negra, producto de los pasados 30 años, pues es un hecho que los EE.UU. “son los líderes mundiales no sólo en índices de encarcelamiento sino también en compensación por parte del ejecutivo,” hechos que son “reconocidos de manera creciente como entrelazados, como señala un profesor de la Harvard Business School , así como es un hecho que los EE.UU. están progresando mucho más lentamente que la mayoría del planeta, especialmente que China, pero también que Europa, a la hora de implementar tecnologías verdes.

Es fácil ridiculizar algunas de las formas en las que Joe Stack y otros como él expresan sus muy genuinas y justas preocupaciones, pero resulta mucho más apropiado entender qué es lo que subyace bajo su percepciones y acciones, y particularmente, preguntarnos por qué la imaginación radical está fracasando al ofrecerles un camino constructivo mientras el centro está visiblemente viniéndose abajo y aquellos que sufren agravios de verdad se están movilizando de diversas formas que no suponen el más mínimo peligro para ellos mismos o para otros.

El manifiesto de Stack termina con dos frases evocadoras: “El credo comunista: desde aquél de acuerdo con su habilidad hasta aquél de acuerdo con su necesidad. El credo capitalista: desde aquél de acuerdo con su candidez hasta aquél de acuerdo con su avaricia.”

Stack no se corta un pelo cuando habla del credo capitalista. Sólo nos queda especular sobre lo que quiso decir con el credo comunista que contrapuso a éste. No es imposible que se refiriese a él como a un ideal con genuina fuerza moral. Si así fuera, no sería tan sorprendente. Algunos de vosotros puede que recordéis un a encuesta en 1976, en el bicentenario, en la que se dio a la gente una lista de enunciados y se la preguntó acerca de cuáles de ellos estaban en la Constitución. Por aquel entonces nadie tenía ni idea de lo que aparecía en la Costitución, así que la respuesta “en la Constitución” presumiblemente significaba: “tan obviamente correcto que debe encontrarse en la Constitución.” Un enunciado que recibió una sólida mayoría afirmativa fue el “credo comunista” de Joe Stack.

He matizado el comentario con la frase “por aquel entonces”. Hoy, una parte de la población memoriza y venera la Constitución, sus palabras al menos. La reciente convención del Partido del Té proporcionó su catecismo para candidatos: un requerimiento es que deben estar de acuerdo con desechar el código fiscal y reemplazarlo con otro que no contenga más de 4.543 palabras en su extensión –y así clavar la extensión de la Constitución, sin enmiendas. Tan sólo algunas enmiendas comparten este estatus sagrado, especialmente la Segunda, bajo la reciente interpretación de los reaccionarios de la Corte Suprema, pero la Primera Enmienda es más discutible debido a lo que podría llegar a implicar eso de la separación entre Iglesia y Estado. El mismo día Texas anunció los nuevos requisitos para sus libros de texto, que se aplicarán en todo el país debido al tamaño del mercado tejano. Se suprimió a Jefferson de la lista de aquellos que inspiraron las revoluciones de los siglos XVIII y XIX, siendo sustituido por Tomas de Aquino, Calvino y Blackstone. La decisión refleja el rechazo hacia Jefferson porque, entre otras herejías, acuñó la frase “separación entre Iglesia y Estado.” Para la versión actual del conservadurismo los EE.UU. son un país cristiano, algo así como la República Islámica de Irán o el Estado judío de Israel. En conexión a este último, Golda Meir (6) es materia obligada para los niños, pero nada de hispánicas. Junto con un racismo normal, ello refleja la curiosa amalgama de antisemitismo extremo y apoyo a Israel entre los sectores religiosos de la derecha. Tales asuntos no tienen importancia alguna cuando tratamos de mirar hacia el futuro.

El extremismo anti impuestos del movimiento del Partido del Té no es tan directamente suicida como la acción desesperada de Joe Stack pero es, en cualquier caso, suicida por razones que no precisan de elaboración alguna. Hoy California representa un ejemplo dramático. El mayor sistema público de educación superior está siendo desmantelado. El Gobernador Schwarzenegger dice que tendrá que eliminar programas estatales de salud y bienestar a no ser que el Gobierno federal apoquine unos 7000 millones aproximadamente. Y otros gobernadores se le están sumando. Al mismo tiempo se está constituyendo un poderoso movimiento sobre los derechos de los estados miembros, que exige que el Gobierno federal no se inmiscuya en nuestros asuntos –un buen ejemplo de lo que Orwell llamó “doblepensar”: la habilidad para mantener dos ideas contradictorias en la mente mientras se cree en ambas a la vez, prácticamente un lema para los tiempos que corren. La desventura californiana proviene, en gran medida, del fanatismo anti impuestos. Más de lo mismo sucede en cualquier otra parte, incluso en los barrios ricos.

El aliento del sentimiento anti impuestos ha sido desde hace tiempo la materia prima de la propaganda empresarial que domina el sistema doctrinal. La gente debe ser adoctrinada para odiar y temer al Gobierno por buenas razones: de los poderes existentes, el Gobierno es el único que, en principio, y a veces de hecho, es responsable ante el público y puede imponer algunas restricciones a la depredación del poder privado; la consecuencia de “quitarse al Gobierno de encima” es quejarse bajo el peso incluso mayor de la tiranía privada que no tiene que dar explicaciones. Pero la propaganda antigubernamental de los negocios ha de matizarse: por supuesto que las empresas favorecen a un poderoso Estado que trabaja para los principales arquitectos de Adam Smith, hoy ni mercaderes ni manufactureros sino multinacionales e instituciones financieras. Construir este mensaje propagandístico, contradictorio en su esencia, no es tarea fácil. Así que la gente tiene que ser entrenada para odiar y temer el déficit, un medio necesario para estimular la economía después de su destrucción a manos de las instituciones financieras dominantes y sus cohortes en Washington. Pero al mismo tiempo la población debe estar en favor del déficit, casi la mitad atribuible al creciente presupuesto militar, que rompe records, y el resto, en previsión de que sature el presupuesto gracias al cruel y desesperantemente ineficiente sistema privatizado de salud, un regalo para las compañías de seguros y la farmaindustria.

A pesar de estas dificultades, las tareas a realizar por la propaganda se han llevado a cabo con impresionante éxito. Un ejemplo es la actitud del público hacia el 15 de Abril, fecha límite para entregar la declaración de la renta. Vamos a olvidar por un momento la idea de una sociedad mucho más libre y justa. En una democracia en marcha de la clase de las que formalmente existen, el 15 de Abril sería un día de celebración: nos juntamos para implementar los programas que hemos escogido. Aquí es un día de luto: una fuerza alienígena desciende sobre nosostros para robar nuestro dinero tan duramente ganado. Éste es un ejemplo gráfico del éxito de los intensos esfuerzos de la comunidad empresarial, con alta conciencia de clase, para ganar lo que sus publicaciones denominan “la batalla interminable por las mentes de los hombres,” que, como incluso la más vulgar de las propagandas, contiene trazas de verdad que los Joe Stack perciven.

Otro ejemplo pasmoso del éxito de la propaganda, de un considerable significado para el futuro, es el culto al asesino y torturador Ronald Reagan, uno de los grandes criminales de la era moderna, que también atesoraba un instinto infalible para favorecer a los más brutales terroristas y asesinos a lo largo del mundo, desde Zia ul-Haq y Gulbuddin Hekmatyar (7) en lo que hoy es Afpak, pasando por los más dedicados asesinos en Centroamérica, hasta los racistas sudafricanos que mataron a millón y medio de personas (cifra estimada) y que tenían que ser apoyados porque se encontraban bajo el ataque del Congreso Nacional Africano de Nelson Mandela, uno de los “grupos terroristas más conocidos” en el mundo, resolvieron los reaganitas en 1988. Y una vez tras otra con una consistencia remarcable. Su espeluznante expediente fue rápidamente purificado en favor de construcciones míticas que habrían impresionado a Kim Il Sung (8). Entre otras hazañas, fue el elegido como apostol de los mercados libres a la vez que incrementaba las barreras proteccionistas más que cualquier presidente de posguerra –probablemente más que todos los otros juntos– e implementaba una masiva intervención gubernamental sobre la economía. Es aclamado como el gran exponente del gobierno pequeño y de la ley y el orden. El Gobierno creció a la par que el PIB durante sus años de mandato mientra informaba al mundo de los negocios de que las leyes laborales no tendrían que ser cumplidas, así que el despido ilegal de líderes sindicales se triplicó bajo su supervisión. Su odio a la clase trabajadora solo era superado, quizás, por el asco que le daba ver a las mujeres negras ricas conducir su limusina para recolectar sus cheques sociales.

No sería necesario continuar con su historial pero su desenlace nos dice mucho sobre la cultura moral e intelectual. Para el Presidente Obama, esta monstruosa criatura fue una “figura transformadora.” En la prestigiosa institución Hoover de la Universidad de Stanford se le reverencia como una colosal figura cuyo “espíritu parece sobrevolar el país, observándonos como un cálido y amigable fantasma.” Solemos aterrizar en Washington en el Aeropuerto Internacional Reagan –o si lo prefieren, en el Aeropuerto Internacional John Foster Dulles, en honor a otro destacado comandante terrorista. Sus logros incluyen el establecimiento del régimen torturador del Sah y el reinado de los más viciosos de los terroristas en Centroamérica, cuyas ocurrencias llegaron hasta el genocidio real en las tierras altas mientras Reagan elogiaba al peor de los asesinos de masas, Rioss Montt, como “un hombre de gran integridad personal” que estaba “totalmente dedicado a la democracia” y que era objeto de “malas críticas” por parte de las organizaciones de derechos humanos.

Es doloroso constatar que muchos de los Joe Stack, cuyas vidas estaba arruinando el “cálido y amigable fantasma”, se unen en la adulación y se apresuran a cobijarse bajo el paraguas del poder y la violencia que simbolizaba.

Todo esto trae recuerdos de otros tiempos cuando el centro no aguantaba. Un ejemplo que no debería olvidarse es la República de Weimar: la cima de la civilización occidental en artes y ciencias, también considerada como un modelo de democracia. Durante los años 20 los partidos tradicionales liberal y conservador , que siempre habían gobernado el Reich, entraron en un inexorable declive, mucho antes de que el proceso se viera intensificado por la Gran Depresión. La coalición que eligió al General Hindenburg en 1925 no era muy diferente de la base de masas que introdujo a Hitler en el poder 8 años más tarde, obligando al aristocrático Hindenburg a elegir como Canciller al “pequeño cabo” al que despreciaba. En 1928 los nazis tenían menos del 3% del voto. Dos años después la prensa más respetable de Berlín se lamentaba de ver los muchos millones que, en este “altamente civilizado país,” habían “entregado su voto a la más común, más vacía y más cruda charlatanería.” El centro se derrumbaba. El público empezaba a despreciar las incesantes disputas de la política de Weimar, la sumisión de los partidos tradicionales a poderosos intereses y su fracaso al tratar con las quejas del pueblo. Estos partidos fueron atraídos hacia las fuerzas dedicadas a mantener la grandeza de la nación y a defenderla de percibidas amenazas mediante un Estado unificado, armado y revitalizado, marchando hacia un futuro glorioso, guiados por la figura carismática que portaba “la voluntad de la eterna Providencia, el Creador del universo,” como él oraba ante las hipnotizadas masas. En mayo de 1933 los nazis habían acabado, en gran parte, no sólo con los tradicionales partidos en el poder sino incluso también con los enormes partidos de la clase trabajadora, los socialdemócratas y los comunistas, además de con sus muy poderosas asociaciones. Los nazis declararon el 1 de mayo como día del trabajador, algo que los partidos de izquierda no habían podido conseguir nunca. Muchos obreros participaron en las enormes manifestaciones patrióticas, con más de un millón de personas en el corazón de la Berlín roja, a las que se unieron granjeros, artesanos, dependientes, fuerzas paramilitares, organizaciones cristianas, clubs de atletismo y del rifle y el resto de la coalición que estaba tomando forma mientras el centro se derrumbaba. Al comienzo de la guerra puede que el 90% de los alemanes marcharan con las camisas pardas.

El mundo es demasiado complejo para que se repita la historia pero hay, sin embargo, lecciones que guardar en la memoria, incluso recuerdos. Soy lo suficientemente viejo para recordar aquellos días escalofriantes y ominosos que fueron testigos del descenso de Alemania, de la decencia a la barbarie nazi, en palabras del distinguido académico de Historia alemana, Fritz Stern, que nos cuenta que tiene el futuro de los EE.UU. en mente cuando revisa “un proceso histórico en el que el resentimiento contra un mundo secular desencantado encontró la liberación en el extático escape de lo irracional.”

Es éste un posible resultado del colapso del centro cuando la imaginación radical, aunque poderosa en aquel momento, se quedó corta sin embargo.

El ánimo de la gente, hoy, es complejo, de una manera que es, a la vez, esperanzadora y preocupante. Un ejemplo son las actitudes hacia el gasto social por parte de aquellos que se identifican a sí mismos en las encuestas como “antigubernamentales”. Un estudio académico reciente descubre que, por amplia mayoría, apoyan “mantener y expandir el gasto en Seguridad Social, cuidado infantil, ayuda a los pobres” y otras medidas del bienestar. Aunque el apoyo cae de manera significativa “cuando se trata de ayudar a los negros y beneficiarios de ayudas sociales.” La mitad de estos partidarios de reducir el papel del Gobierno cree “que es muy poco el gasto en asistencia a los pobres.” Tomando a la población como un todo, hay mayorías, en algunos casos sustanciales, que sienten que el Gobierno no gasta lo suficiente para mejorar y proteger la salud nacional, ni en programas de Seguridad Social, lucha contra la drogadicción o cuidado infantil –aunque, de nuevo, se hace una excepción con la ayuda para los negros y otros beneficiarios de ayudas sociales, en parte un tributo al vandalismo reaganita, me temo.

Los resultados dan alguna indicación de lo que se puede lograr con compromisos incluso muy por debajo de la imaginación radical, y de algunos de los obstaculos que habrán de superarse por estos y otros propósitos de mayor alcance.

La elecciones de enero en Massachusetts, que minaron el dominio de la mayoría en el Senado, ofrecen algo más de perspectiva para lo que puede suceder cuando el centro no aguanta y aquellos que creen en medidas reformistas, incluso las más limitadas de ellas, fracasan a la hora de llegar a la ciudadanía. En las elecciones para llenar el escaño vacío del “león liberal” del Senado, Ted Kennedy, Scott Brown acudió como el voto número 41 contra la salud pública, por la cual Kennedy había luchado durante toda su vida política. Una mayoría se opuso a las propuestas de Obama, pero lo hizo principalmente porque les relagalan mucho a las compañías de seguros. A nivel nacional sucede prácticamente lo mismo.

Una característica interesante fue el patrón a seguir , a la hora de votar, aplicado por los miembros de los sindicatos, electorado por naturaleza de Obama. De aquellos que se molestaron en votar, la mayoría eligió a Brown. Los líderes sindicales y activistas informaron de que los trabajadores estaban furiosos con el expediente, en general, como presidente de Obama pero encolerizados, en particular, por su posición ante el asunto de la salud pública. Como uno declaró “No insistió en una opción pública ni en un mandato firme para el empresario que le exija proveer de un seguro al trabajador. Era difícil no fijarse en que el único asunto en el que insistió fue el de las desgravaciones fiscales” por la salud, conseguidas por las luchas sindicalistas, retractándose de sus compromisos electorales.

Hubo una inyección masiva de financiación proveniente de ejecutivos financieros en los últimos días de la campaña. Aquello era sólo una parte de un fenómeno mayor que revela dramáticamente por qué Joe Stack y otros tienen toda la razón para sentirse asqueados ante la farsa que les enseñaron a honrar como democracia.

El principal electorado de Obama fueron las instituciones financieras, que han ganado tal dominio en la economía que su participación de los beneficios corpora tivos se elevó de un pequeño porcentaje en los años 70 hasta casi un tercio hoy en día. Preferían Obama a McCain, compraron las elecciones para él casi completamente. Esperaban ser recompensados, y lo fueron. Pero hace unos meses, en respuesta a la cólera creciente de los Joe Stack, Obama empezó a criticar a los “banqueros avariciosos,” que fueron rescatados con el dinero público, e incluso propuso algunas medidas para restringir sus excesos. El castigo por esta desviación no se hizo esperar. Los grandes bancos anunciaron ostensiblemente que cambiarían el destino de su financiación hacia los republicanos si Obama persistía en su ofensiva retórica.

Obama captó el mensaje. En tan sólo unos días declaró a la prensa económica que los banqueros eran unos buenos “tipos.” Escogió para alabarlos , en especial, los asientos de los dos principales beneficiarios de la generosidad pública: JP Morgan Chase y Goldman Sachs, y aseguró al mundo empresarial que “Yo, como la mayoría de los estadounidenses, no envidio el éxito o la riqueza de la gente”, tales como las enormes bonificaciones y beneficios que están encolerizando al público. “Eso forma parte del sistema de libre mercado,” continuó Obama; acertadamente, en esa forma en la que los “mercados libres” son interpretados en la doctrina del capitalismo de Estado. Sin embargo, su retirada no estuvo a tiempo de frenar el flujo de dinero para ayudar a ganar el escaño 41.

Para hacer justicia, debemos asumir que los banqueros avariciosos tienen parte de razón. Su tarea es maximizar los beneficios y su participación en el mercado. De hecho es su obligación por ley. Si no lo hacen, serán sustituidos por alguien que lo haga. Estos son hechos institucionales, como lo es también la inherente ineficacia del mercado que les obliga a ignorar el riesgo sistémico. Ellos saben perfectamente que este descuido supone un potencial varapalo para la economía pero tales externalidades nos son asunto suyo, y no pueden serlo, por motivos institucionales. También es injusto acusarles de “exuberancia irracional,” por emplear el breve reconocimiento de la realidad que hizo Alan Greenspan durante el boom tecnológico al final de los años 90. Su exuberancia fue difícilmente irracional: fue muy racional, sabiendo que cuando todo colapsara, podían escapar al refugio del Estado niñera, agarrando sus copias de Hayek, Friedman y Rand. Lo mismo es aplicable para la Cámara de Comercio, el Instituto Americano del Petróleo y el resto de líderes en los negocios que están desplegando una campaña de propaganda masiva para convencer al público de que deje de preocuparse sobre que el cambio climático sea inducido por el hombre –con gran éxito: aquellos que todavía se creen esta engañifa liberal no son ya ni tan siquiera un tercio de la población. Los ejecutivos dedicados a esta tarea saben, igual que el resto de nosotros, que la engañifa liberal es real y las espectativas, siniestras. Pero ellos desarrollan su papel institucional. El destino de las especies es una externalidad que deben ignorar hasta el punto de que los sistemas de mercado prevalezcan.

Volviendo a las muy instructivas elecciones de Massachusetts, los patrones seguidos en la votación fueron el factor principal. En los barrios ricos la afluencia de gente era alta y el voto entusiasta. En las zonas urbanas, fuertemente democráticas, la afluencia era baja y el voto apático. Los titulares tenían razón al informar de que los votantes habían mandado un mensaje a Obama: el mensaje por parte de los ricos fue que querían incluso más de lo que Obama estaba haciendo por ellos. Y por parte de los demás, el mensaje fue el de Joe Stack: utilizando sus palabras, los políticos no están “interesados lo más mínimo en mí o en lo que tenga que decir,” aunque están muy interesados en las voces de los amos. Sin duda, la imagen populista, fabricada por la gran máquina de las relaciones públicas, tuvo su impacto (“Soy Scott Brown y éste es mi camión,” “un tipo normal,” modelo para desnudos, etc...). Pero esto parece haber jugado tan sólo un papel secundario. La ira popular es real y totalmente comprensible, con los bancos prosperando gracias a los rescates y a muchos otros regalos por parte del Estado niñera mientras la población continúa en una profunda recesión. Incluso oficialmente, el desempleo se sitúa en una tasa del 10% y la industria manufacturera está al nivel de la Gran Depresión, con uno de cada seis trabajadores en el paro y muy pocas espectativas de recuperar las diferentes clases de trabajos que se han perdido mientras la economía se reconstituye.

Las encuestas a nivel nacional revelan, en gran medida, el mismo fenómeno. La última, hace unos días, muestra una brecha de entusiasmo de 21 puntos entre los partidos, con un 67% de republicanos que dicen que están muy interesados en las elecciones de noviembre, comparado con un 46% de demócratas. En un enorme giro que se sale de la norma y con un margen de 10 puntos, votantes censados con un alto interés en las elecciones de noviembre, una combinación de sólidos republicanos (la mayoría adinerados) y demócratas desilusionados, dijeron que creían que los republicanos eran mejores llevando los asuntos de la economía. La mitad de los estadounidenses quería ver perder las elecciones a todos los miembros del Congreso, inclusive sus propios representantes. La concepción pública de la democracia es casi tan negativa como la que se tiene del mundo de los negocios, que está ahora metiendo presión ferozmente para asegurarse de que incluso los accionistas no tengan nada que decir a la hora de elegir a los administradores, menos aún las partes interesadas, la mano de obra y las comunidades; aunque algunos liberales buscan encontrar “¨una postura equitativa¨ que caiga tanto del lado de las empresas como del lado de los accionistas,” como The Wall Street Journal lo explica, reconociendo implícitamente aquella decisión que los tribunales dictaron hace un siglo identificando corporación y gerencia como una misma cosa.

Es verdad que se produjo un estímulo, demasiado pequeño pero que tuvo su efecto –salvó más de 2 millones de empleos de acuerdo con la Oficina Presupuestaria del Congreso. Pero la percepción que tienen los Joe Stacks de que fue un fracaso no carece de base. Más de la tercera parte del gasto del Gobierno es para los Estados y la disminución del gasto por Estado se aproximó al estímulo federal, lo que concluyó en que el gasto fiscal total del estímulo resultase plano, de acuerdo con un estudio de la prestigiosa Oficina Nacional de Estudios Económicos (NBER en sus siglas en inglés).

Es obvio que el centro no aguanta, y aquellos que han sido perjudicados están otra vez tirando piedras sobre su propio tejado. La consecuencia inmediata en Massachusetts fue el voto de bloqueo para la designación de una voz pro sindicatos en la Mesa Nacional para las Relaciones Laborales (NLRB en sus siglas en inglés), virtualmente difunta desde la éxitosa guerra de Reagan contra la clase obrera. Esto es lo que se puede esperar en ausencia de alternativas constructivas.

¿Existen? Echemos un vistazo al corazón de la industria, en Ohio, donde GM continúa cerrando plantas. Hace unas semanas Louis Uchitelle del New York Times, uno de los pocos periodistas que presta atención a la actualidad laboral, informó desde la escena de una fábrica recientemente cerrada. Escribe que el Presidente Obama “no tuvo nunca la intención de que la fábrica volviese a abrir, incluso después de que el Gobierno federal se convirtiera en accionista mayoritario de GM durante el rescate al sector. En vez de eso, lo que ha hecho es intentar calmar algo el dolor enviando un embajador, a modo de bálsamo para las heridas de la comunidad, que ofreciera esperanza y ayuda” –la ayuda en su mayoría sugerencias. Mientrastanto, otro embajador, el Secretario de Transporte Roy Lahood, estaba en España ofreciendo estímulos económicos federales a las firmas españolas para producir los materiales y equipos de railes de alta velocidad que los EE.UU. necesitan desesperadamente, y que seguramente podrían ser producidos por la mano de obra altamente cualificada que está siendo reducida a la miseria en Ohio. De nuevo la experiencia de Joe Stack en Harrisburg.

En 1999, como congresista republicano, Lahood presentó un proyecto de ley que habría proporcionado financiación federal para infraestuctura en transportes. Habría autorizado a la Tesorería a aportar 72.000 millones de dólares al año en préstamos libres de intereses a gobiernos locales y estatales para inversiones de capital, incluyendo la inversión en infraestructura para transportes, sin tomar el dinero prestado (9) sino emitiendo moneda estadounidense en papel, muy en la línea de lo que hizo Lincoln para financiar la Guerra Civil

y lo que hizo Roosevelt durante la Gran Depresión. El Lahood de hoy está utilizando estímulos económicos federales para conseguir contratos en España con el mismo propósito.

Otra señal de cómo el centro se ha ido desviando hacia la derecha en los últimos 40 años.

La imaginación radical debiera sugerir alguna respuesta. La fábrica podría haber sido ocupada por la mano de obra, con el apoyo de las comunidades que han quedado en la desolación, y transformada para la producción de materiales y equipos de railes de alta velocidad y otros bienes urgentemente necesarios. La idea no es particularmente radical. En el siglo XIX era intuitivamente obvio para los trabajadores de Nueva Inglaterra que “aquellos que trabajan en las fábricas deberían ser dueños de ellas,” y la idea de que el trabajo asalariado se diferenciaba de la esclavitud sólo en que era temporal, era tan común que fue incluso un eslogan para el partido republicano de Lincoln. Durante los recientes años de financiarización y desindustrialización se han producido repetidos esfuerzos para implementar el traspaso de las fábricas cerradas a los trabajadores y las comunidades. Las ideas no tienen sólo un atractivo moral inmediato para los trabajadores y comunidades afectados sino que serían bastante factibles con el suficiente apoyo público. Y sus implicaciones tendrían un gran alcance.

Para que la imaginación radical sea reavivada y nos conduzca a la salida de este desierto, lo que se necesita es gente que trabaje para despejar la niebla de las ilusiones cuidadosamente artificiales y revele la cruda realidad, y participar directamente en las luchas populares que ellos, algunas veces, ayuden a galvanizar. Lo que necesitamos, en pocas palabras, es al difunto Howard Zinn (10), una terrible pérdida. No habrá otro Howard Zinn pero podemos hacer nuestra su alabanza a “las incontables pequeñas acciones de la gente anónima” que se esconden en los cimientos de los grandes momentos de la historia, los incontables Joe Stack que se destruyen a sí mismos, y quizá también al mundo, cuando podrían estar liderando el camino a un futuro mejor.

Notas del traductor:

El título del artículo "El centro no aguanta (1): Reavivando la imaginación radical (2)" está basado en:

(1) Del poema de W.B.Yeats “The Second Coming” y

(2) La imaginación radical, tal y como la planteó Cornelius Castoriadis, es la semilla que da lugar tanto a la psique individual como a la cultura humana colectiva, en el sentido que creamos y co-creamos nuestra realidad. Como tal representa una función esencial de nuestra humanidad de la que sin embargo nos olvidamos porque conferimos a esta realidad co-creada una condición de normalidad y de naturalidad, gobernadas por ‘leyes’, sean divinas, sociales, económicas, o de cualquier tipo, que constituyen de cierto modo una especie de chaqueta de fuerza cognitiva, el fruto de la imaginación vicaria, ese recrear inconsciente, instante tras instante, del acto creativo originario.

(3) Internal Revenue Service: Hacienda estadounidense.

(4) Literalmente: cinturón de óxido

(5) Literalmente: cinturón de sol

(6) Primera Ministra israelí entre 1969 y 1974

(7) Dictador pakistaní, el primero y líder muyahaidín, el segundo.

(8) Jefe de Estado de Corea del Norte desde 1948 hasta 1994.

(9) El Banco de la Reserva Federal es quien normal mente presta dinero a los EE.UU, los dólares que imprime son un préstamo que el Gobierno ha de devolver.

(10) Historiador, politólogo y activista estadounidense que ha muerto este año.


Fuente: http://revista-amauta.org/2010/04/the-center-cannot-hold-rekindling-the-radical-imagination/