Entrevista por Harold Forsyth
El jueves 4 de diciembre de 2008, Ingrid Betancourt (Bogotá, 1961) realizó una visita al Perú en el marco de una gira que incluyó varios países latinoamericanos. En la capital peruana, la ex candidata presidencial de Colombia, secuestrada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) el 23 de febrero de 2002 y liberada el 2 de julio de 2008 a través del operativo militar denominado Operación Jaque, se entrevistó con el presidente Alan García y transmitió su agradecimiento al pueblo peruano por las manifestaciones de apoyo recibidas durante su cautiverio. El director de Le Monde diplomatique (edición peruana) entrevistó a la destacada personalidad franco-colombiana en la Embajada de Francia, para el programa Vox Populi, que fue transmitido en directo por RBC TV. A continuación, se transcriben algunos extractos de la indicada entrevista.
HF. ¿Qué significa el Perú para ti?
IB. Bueno, Yo tengo una larga historia de amor con el Perú, yo comencé trabajando cuando llegué a Colombia el año 90, trabajé en el Ministerio de Hacienda y luego en el de Comercio Exterior y me fue delegada una de las negociaciones sensibles de los acuerdos que se estaban dando en ese momento a nivel del Grupo Andino y después con México en el marco del G3 y entonces yo venía muy frecuentemente. Yo me la pasaba mucho tiempo aquí, es decir, creo que estábamos haciendo viajes 2 veces al mes durante un par de años así que comencé a coger hábitos de comida como el pisco sour, descubrí cosas que me gustaban y era un placer volver aquí y descubrirlos de nuevo y, claro, uno se va ligando a las personas, a los sitios.. Me acuerdo cuando estábamos aterrizando que vi las casas en el aeropuerto que son muy particulares porque muchas no tienen techo y me explicaron en esa época que era porque no llovía, entonces, no sé, me volvieron todas esas reflexiones y pensé cosas diferentes en ese tiempo que yo viví acá, lo que caminaba, las calles que recorría, la gente que veía. Me acuerdo de las cosas que me llamaban la atención, de las personas que cambiaban en la calle los dólares, los famosos cambistas y me acordé también en la selva cuando se dio el terremoto, la sensación que yo sentí, yo me pegué a esa radio oyendo lo que estaba sucediendo acá.
HF. Tú a través de la radio que tenías pudiste captar esta desgracia.
IB. Intensamente lo viví con ustedes y me acuerdo, por ejemplo, situaciones en las cuales había familias que no podían volver a sus casas porque se habían derrumbado y estaban obligadas a vivir bajo plásticos y era el problema de cómo lavarse las manos, de cómo ir al baño, de cómo comer, de cómo preparar la comida y era para mí algo muy real porque era lo que yo vivía en la selva.
HF. Era parte de la desgracia que te tocó afrontar.
IB. Entonces yo entendía perfectamente la desgracia que ellos estaban viviendo porque la estaba viviendo y me sentía muy próxima y pensé que el día que yo sea libre yo quiero participar en alguna brigada y ayudar. Me hubiera gustado estar ahí ayudando a la gente porque sé la necesidad que se tiene, muchas veces el tema es la importancia de una sonrisa, de un cariño, que no se sienta que todo lo perdió y que lo traten a uno como a un perro, esa sensación la tengo muy viva.
HF. Envías un mensaje muy poderoso a los damnificados de esa terrible tragedia. Y América Latina, Ingrid?
IB. Yo soy un ser humano como muchos que tienen raíces en varias partes, yo soy colombiana de nacimiento y corazón pero también soy francesa y lo que hago, lo hago desde esa realidad, que es la mía, entonces, por lo tanto hacer esta gira de la mano de Francia es normal, es natural, hubiera podido hacerla también de la mano de Colombia. También me parece que es útil para este propósito porque es el de buscar la liberación de los secuestrados que están en Colombia, tener una mirada neutra sobre el problema nuestro y sobre, digamos, las realidades latinoamericanas. La razón de este viaje es primero agradecer, es un ejercicio de agradecimiento a todos aquellos que en América Latina hicieron del problema de la libertad de los secuestrados por las FARC su problema, se abanderaron de este tema, corrieron riesgos, asumieron posiciones, hicieron del tema de nuestra libertad algo que se ponía constantemente en la mesa cada vez que había una reunión con Colombia, cada vez que había una reunión regional, hubieran podido no hacerlo, el tema de los secuestrados colombianos hubiera podido no ser un tema de discusión, pero se volvió tema de discusión por el cariño, el sentido de compromiso con una causa humanitaria de personas extraordinarias, que son los líderes de nuestro continente. Yo tengo la sensación y yo creo que muchos la comparten de que el momento que estamos viviendo en América Latina es excepcional, tenemos líderes excepcionales por todos lados que rompieron con el pasado, muy carismáticos, que son realmente la elección, fruto de la elección del pueblo y en esta América Latina, hecha de líderes extraordinarios, pues qué bueno poder unificar reflexiones por un propósito común que es el de la libertad. Yo creo que no hay nada más lindo que luchar por valores supremos y el valor supremo de todos los valores es el de la libertad porque la vida que es el valor absoluto no vale la pena ser vivida sin la libertad, entonces esa realidad en un continente que es por vocación de la libertad. Nosotros tenemos libertadores, es extraordinario, continente con libertadores donde la libertad es el fundamento de la unión de todos nosotros, qué lindo poder trabajar todos juntos por la libertad de los colombianos que en estos momentos son los únicos que están sufriendo, padeciendo esta horrible situación.
HF. Bueno y si es horrible nadie está más calificada que tú para decirlo porque lo viviste en carne propia. El tema de la paz en Colombia es un tema del cual se habla en América Latina y en el mundo, es probablemente el conflicto interno armado tal vez más antiguo de la tierra, desde las épocas pues, del presidente León Valencia y tantos otros. Los esfuerzos de la paz son más o menos sostenidos y recurrentes en algunas épocas más intensas que otras. En el gobierno anterior del presidente Pastrana se hizo algunos avances con el tema del despeje, con el tema del plan Colombia, hubo un diálogo de paz, en el cual la comunidad internacional, Francia, entre otros países, tenía fe, pero, lamentablemente al final, las cosas no se dieron. ¿Cómo va hoy el proceso de paz de Colombia concretamente a partir de hechos tan notables como por ejemplo tu liberación? y ¿cómo piensas que América Latina y concretamente el Perú, nuestro país, puede involucrarse más y mejor?
IB. Yo creo que el proceso de paz en Colombia es inexistente como proceso, esto es obvio. Pero el camino hacia la paz lo estamos recorriendo, lo estamos recorriendo obviamente, desde un punto de vista que no es el óptimo porque es el de la confrontación, las FARC no dejaron otra opción que la de una confrontación militar para poder hacerle frente a sus acciones delictivas. Yo creo que las FARC en algún momento de la historia debieron tener una conciencia política y debieron tener un ideario político, pienso que hoy en día por la decisiones que tomaron se desnaturalizaron, es muy curioso, fíjese usted porque la gente uno muchas veces dice el fin justifica los medios, correcto, pero en este casos los medios permitieron el fin, es decir, ya no es el mismo fin, el fin por los medios que utilizó o que se comenzaron a utilizar en las FARC terminó completamente desviando el fin inicial.
HF. Y además sin ningún apoyo popular, porque eso es una cosa importantísima.
IB. Bueno primero, una organización que se dice revolucionaria, que no tiene pueblo no existe, el caso de las FARC no tiene pueblo, es una organización que no tiene reflexión política que no aporta nada nuevo al debate nacional que no tienen ninguna propuesta creativa ni nuevos idea. Segundo, todas las propuestas de las FARC son ideas del siglo XIX reencauchadas que en América Latina y en Colombia ya se han usado y no han dado resultado. Tercero, las FARC comienzan a narcotraficar y se vuelven un cartel de la droga y a partir de allí se vuelven una organización cuyo vínculo con la plata también la desvía de su función primera, es decir, se vuelven burgueses-revolucionarios, los comandantes son comandantes que se complacen en una vida de opulencia, obviamente en la selva con unos lujos que les dan una satisfacción, un status pero que obviamente lo hacen apegados a esa vida de guerra y no tienen ningún interés en la paz…
HF. Sigue siendo para ellos un mal negocio.
IB. Pues pésimo negocio porque en la guerra ellos tienen poder, tienen plata, tienen poder dividido, muertes sobre la población donde están operando, tienen todo tipo de lujos, yates, carros, motores.
Todas las cositas que hay hoy en día los ipod, iphone todo lo que es los juguetes electrónicos, los digitales, todo esto que les puede ofrecer la paz a una personas que no tienen reflexión política, que no tienen carisma, y que adicionalmente no tienen contacto social con la población porque no tienen sensibilidad social. Se convirtieron como una especie de peso de lastre en nuestra sociedad y yo veo que ellos hoy en día reproducen todas las taras sociales de Colombia, la corrupción, la segregación, el racismo, el machismo, es decir, una serie de condicionantes y terminan la FARC siendo en vez de ser algo que aporte, se vuelve parte del sistema. Es el sistema que justifica las violaciones de los derechos humanos, la segregación, una contrarreforma agraria que se está dando porque los paramilitares están robando la tierra, los campesinos y ya se vuelve un negocio y ya no hay paramilitares. Entonces frente a eso hay bandas descompuestas de bandoleros que hacen lo mismo y las FARC en todo esto se vuelves antisistémicas en un país que necesita avanzar pero que entonces tiene que concentrar sus recursos en confrontarlos militarmente cuando deberíamos estar utilizando esos recursos para actuar en lo social.
HF. Parecía entonces que han devenido en parasitarias, lo cual le cierra el margen de maniobra a la democracia.
IB. Mire yo creo que hay una cosa muy sencilla y vital. En América Latina tenemos gobiernos de izquierda que se han elegido por toda América Latina y no han necesitado ser ni narcotraficantes, ni secuestradores, ni terroristas, ni matar, ni tomar rehenes, ni nada para llegar a la presidencia.
HF. Con los votos del pueblo.
IB. Los votos del pueblo, es decir, la democracia con todas sus dificultades ha logrado canalizar la voluntad popular, los líderes de hoy son líderes del pueblo elegidos aún en sistemas electorales adversos, entonces qué representan las FARC? las FARC representan aquello por la cual Colombia queda imposibilitada de tener una opción de izquierda, porque mientras existan las FARC en Colombia no va haber…
HF. De alguna manera desprestigian la noción misma de…
IB. Es más, yo creo en una reflexión política y es que el presidente Uribe se reelige por la FARC, es decir, el mejor reelector del presidente Uribe son las FARC.
HF. Tú has tenido una carrera política realmente notable, fuiste representante al congreso primero luego fuiste senadora, tuviste una votación importante en ambas oportunidades, fuiste también candidata presidencial cuando ocurrió esta desgracia. Entonces se pregunta mucha gente en todo el mundo y esta pregunta te la habrán hecho en todas las capitales del planeta que has venido recorriendo en los últimos meses ¿qué pasa con el futuro político de Ingrid Betancourt? Tus reflexiones tienen un contenido político sin duda alguna.
IB. Cuando yo estaba en la selva y veía digo entre comillas porque no veía nada oía a través de la radio la realidad de la política colombiana, pensaba que yo no quería volver a eso, no quería volver a ese espacio donde hay todo tipo de manipulaciones, donde esa política politiquera que me es absolutamente repulsiva y siento hoy estando en libertad que mi mayor libertad es precisamente no hacer lo que no quiera hacer, hacer simplemente lo que me nazca, sueño con una política diferente, una política basada, guiada, impulsada por el amor, porque yo creo que el amor es lo único que realmente vale, lo que mueve montañas lo que hace que la gente realmente pueda cambiar de actitud, lo que hace que podemos ser mejores seres humanos es el amor, entonces yo pienso en eso, en una política hecha de otra manera donde se muevan principios, valores donde no estemos movilizados por intereses, por asuntos de corto plazo, por coyunturas sino que siempre esté guiado por una inmensa generosidad, una visión a largo plazo, otra política.
HF. Hay una frase del Papa Pablo VI, él dijo en más de una oportunidad, que después del sacerdocio, la política era la forma más elevada de la caridad., De alguna manera entonces el planteamiento tuyo se orienta a regenerar el concepto de la política de modo que pudiera convertirse mucho más y mucho mejor verdaderamente en un servicio y en una entrega.
IB. Bueno eso que usted es bien interesante porque yo creo que nosotros estamos viviendo una transición de un mundo marcado por el materialismo que no nos dio satisfacción, donde hemos acumulado bienes y no somos felices, a un mundo donde las emociones van a guiar nuestras acciones cuando digo emociones hablo del corazón y hablo de una nueva era donde lo que va a señalar el camino va a ser motivado precisamente por actitudes nobles. Si en el pasado estábamos movidos por la sed de dominación y de poseer, yo creo que en el tiempo que va a venir vamos estar movidos por el agrado de servir, la felicidad de servir, de dar, por la necesidad de ser solidarios, no de tratar de coger para cada cual sino al contrario de repartir, de ser generosos, creo que esa actitud implica una espiritualidad, lo que usted, decía porque cuando menciona lo de Pablo VI hablando de la santidad y por encima de la santidad la política yo aspiro a una política hecha por santos, no santos en el sentido religioso católico tradicional de seres de luz que parecen ángeles y son intocables y no se parecen a nosotros que somos totalmente pecadores, pero si santos en el sentido de entregarnos a una causa en el sentido etimológico de santos que es la entrega a Dios, la entrega en el sentido de casi ser derrotados por la fuerza del amor de Dios.
Yo creo en eso, yo creo que uno puede hacer una política absolutamente diferente movida por sentimientos nobles y no por intereses y es lo que estoy haciendo y es lo que por lo menos quisiera hacer y que pretendo estar haciendo.
HF. Bueno eso realmente enaltece la nobleza de la política y envía un poderoso mensaje no solo a Colombia y a Francia sino a la comunidad internacional. Nosotros como peruanos estoy seguro que valoramos muchísimo la hondura de esas palabras. Tuve la suerte de conocer a tu familia, a tu madre, Yolanda, de conocer a Astrid, tu hermana, la familia tuya y tus hijos por supuesto Melanie y Lorenzo. ¿La familia tuya y tu fe en Dios fueron un factor importantísimo para fortalecerte en esta lucha?
IB. Sí, fueron mis pilares en estos años tan difíciles. Era muy importante para mí nutrirme de los recuerdos amables de momentos felices de ellos, ellos fueron, es decir, mi recurso energético, mi reserva, la voz de mi mamá por las mañanas a través de los mensajes por la radio. Eso me mantuvo.
HF. En un programa de radio que era especialmente destinado para que lo escuchen los centenares, que son más de miles de secuestrados todavía en Colombia.
IB. Correcto, y que sigue dándose, ese es un programa vivo y hay que entender que en la selva la tentación del suicidio es diaria.
HF. La tentación del suicidio, Dios mío, Dios mío. La presidenta Bachelet te ha propuesto para el Premio Nobel hace varios meses, hoy mismo el Presidente del Perú el Doctor Alan García respaldó esa propuesta, creo que el Perú entero se une con júbilo a ese respaldo y de todo corazón deseamos que la Academia noruega cuando llegue el momento así lo decida. Eres un verdadero ejemplo para todos y constituyes un magnífico referente ético, pero no quiero decir cosas que seguramente escuchas en todas partes, me agradaría decir algo diferente naturalmente no es fácil, solo diré que para mí es un honor inmensamente grande el haber podido dialogar contigo Ingrid y te deseo todo lo mejor en el futuro y en tu compromiso.
IB. Gracias Harold, fue un privilegio estar aquí contigo.
HF. Muy bien queridos amigos entonces ha sido un honor para todos ciertamente y para mí de modo muy especial dialogar con la doctora Ingrid Betancur.
*DIRECTOR DE LE MONDE DIPLOMATIQUE, EDICIÓN PERUANA.