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EL CASO DE LA CORDILLERA ESCALERA EN LA REGIÓN SAN MARTIN ‏

AQUIJE INFORMA,Martes 03 de Marzo del 2,009


El siguiente es el polémico Pronunciamiento de fecha 26 de Febrero del año en curso que hace la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental.

Curiosamente defiende todo,menos el ambiente y particularmente las fuentes de agua.
Felicitamos al Tribunal Constitucional del Perú por el brillante fallo en el Expediente 03343-2007-PA/ TC.
Saque Ud. sus conclusiones y participe con sus opiniones.

La Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) sobre la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Área de Conservación Regional Cordillera Escalera.
A la luz de la reciente difusión de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Expediente N.° 03343-2007-PA/TC, por la cual se han suspendido las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos en el Lote 103, superpuesto con el área de conservación regional Cordillera Escalera, hasta la aprobación del Plan Maestro de esta área natural protegida; la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental desea comunicar lo siguiente:
1. Resaltamos la importancia de las áreas de conservación regionales en el Perú, como espacios que deben contribuir a las estrategias de desarrollo a nivel regional, bajo la premisa de velar por el mejor uso del territorio y elegir, cuando así corresponda, su uso para la conservación. Este es el caso del área de conservación regional Cordillera Escalera, que es fuente proveedora de agua para la región San Martín; y refugio y albergue de una inmensa diversidad biológica que es fundamental para el desarrollo socio-económico regional.
2. Constituye un importante precedente que el Tribunal Constitucional destaque en su sentencia principios ambientales básicos, como el de prevención y el precautorio, bajo la óptica adicional que el interés público debe primar sobre intereses particulares.
3. Esta sentencia, pone de manifiesto que el otorgamiento de derechos de uso de los recursos naturales renovables y no renovables debe incorporar mecanismos de coordinación entre el Gobierno Central y los gobiernos regionales, ya que a éstos se les ha asignado la función de definir el ordenamiento territorial de su jurisdicción y es en base a ese instrumento que deben establecerse las prioridades de uso de cada espacio del territorio. En este caso queda en evidencia que el Gobierno Regional San Martín no comparte la idea del Gobierno Central, sobre que en esta área es posible realizar el aprovechamiento de hidrocarburos.
4. Llamamos la atención por ello, sobre la falta de seguridad jurídica que el otorgamiento de derechos sigue generando en el Perú, donde no sólo las empresas como las de hidrocarburos reclaman frente a lo que consideran un clima de inestabilidad jurídica, sino que esto también se extiende a otras actividades, en donde concesionarios madereros, de conservación o de ecoturismo ven amenazada su inversión por el otorgamiento de derechos superpuestos a los suyos y que afectan el cumplimiento de sus obligaciones frente al Estado.
5. En este contexto, la resolución del Tribunal Constitucional no resuelve el problema de fondo al trasladar esta decisión a un nivel que no le corresponde. Este tema debería ser resuelto a otro nivel, por Ley del Congreso, identificando los mecanismos de coordinación entre los sectores y niveles de gobierno para definir las prioridades de uso del territorio, y con respeto a los derechos adquiridos.
6. Un país con un territorio diverso como el peruano debe reconocer la diversidad de usos de este territorio, asegurando la provisión de servicios ambientales básicos para la vida y la economía, como el agua; pero también desarrollando las enormes posibilidades que brindan las actividades productivas sobre nuestros recursos naturales, renovables y no renovables.
7. Esperamos que la sentencia dictada por el Tribunal Constitucional pueda finalmente poner en agenda un tema ampliamente postergado en el Perú, como es la superposición de derechos de uso y los criterios para definir su compatibilidad o incompatibilidad.





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Acerca de la opinión de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental.

La Sociedad Peruana de Derecho ambiental, ha hecho llegar un sorprendente comunicado, respecto a la Sentencia del Tribunal Constitucional – Expediente No. 03343-2007-PA/TC, por la cual se han suspendido las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos en el Área de Conservación regional Cordillera Escalera y es sorprendente por varios motivos:

Primero :Tratándose de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, se esperaba que sus miembros celebraran que el Tribunal Constitucional emita una sentencia basada en los principios ambientales básicos tales como el de prevención y el precautorio, y poniendo de relieve que con ella se abre una luz de esperanza para tratar de evitar que los bosques de nuestra Amazonía sigan desapareciendo, para evitar la destrucción interesada de los suelos, o mitigar en algo el que los climas se modifiquen, sin embargo, no es así, de acuerdo a su opinión institucional, lo que hacen es manifestar su disconformidad, preocupándose por los intereses particulares de los inversores y manifiestan su solidaridad para con ellos, en el torbellino de un consumismo irresponsable, olvidándose por completo de su discurso ambientalista.

Segundo : Haciendo una interpretación de algo que no señala la sentencia, pretenden que el Gobierno Central y los gobiernos regionales deben incorporar mecanismos de coordinación, que sin duda los hay, pero la preocupación central de la SPDA va porque el Gobierno regional de San Martín, no comparta la idea del Gobierno Central y haya apoyado las acciones legales que buscaban que se declarara judicialmente que en el Área de Conservación no es posible realizar el aprovechamiento de recursos naturales no renovables.
Y, qué bueno que el Gobierno Regional en una interpretación correcta y aplicativa del D.S. 045-2005- AG (Que crea y reconoce el ACR Cordillera Escalera) y a los resultados de años de estudios técnicos de la zona que han sido el sustento para la elaboración y reconocimiento legal del Plan Maestro del ACR CE, no haya estado de acuerdo con el gobierno central, pues esto es una muestra clara de las ventajas de la descentralización, ya que son los gobiernos regionales quienes mejor conocen las necesidades de su población y cuidan sus recursos. Antes bien debe ser el Gobierno Central quien revise sus prioridades, tal como manda la Constitución en su Artículo 1.- “La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado” y no las ganancias de las empresas petroleras, sobre todo si éstas ponen en peligro las fuentes de agua, vitales para miles de pobladores de la Región San Martín.

Tercero:La SPDA habla sobre la falta de seguridad jurídica, pero una vez más nos damos cuenta que hay seguridad jurídica sólo cuando los grandes inversionistas consiguen sus objetivos de enriquecerse con nuestros recursos sin importar la seguridad ambiental, y la salud de la población. Por eso esta Sentencia del Tribunal Constitucional es histórica, porque por vez primera se hará respetar el artículo 9º. De la Ley General del Medio Ambiente, Ley No. 28611, que establece: La política Nacional del Ambiente tiene por objetivo mejorar la calidad de vida de las personas, garantizando la existencia de ecosistemas saludables, viables y funcionales en el largo plazo; y el desarrollo sostenible del país, mediante la prevención, protección y recuperación del ambiente y sus componentes, la conservación y el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, de una manera responsable y congruente con el respeto de los derechos fundamentales de la persona” (subrayado agregado en la sentencia), que reconoce los derechos de los pobladores y su derecho a beber agua limpia principalmente.

Cuarto. La SPDA señala que las empresas de hidrocarburos reclaman por sus derechos, sin duda ellos creen al igual que el Director del Programa de Conservación de la SPDA Sr. Pedro Solano, quien afirma erradamente que las empresas petroleras son propietarias del Lote 103, ubicado dentro de la Cordillera Escalera (declaraciones a Perú 21), por eso hacen causa común y protestan por los derechos “adquiridos” y los derechos “superpuestos”, y aquí cabe preguntarnos ¿donde quedan los derechos adquiridos por cientos de años de las poblaciones locales a disfrutar de un medio ambiente equilibrado, y sus derechos a tener agua en cantidad y calidad suficientes?, ¿Dónde quedan los derechos de las Comunidades Nativas a la Consulta Previa, reconocidos en el fundamento 30 de la Sentencia? ; la SPDA al emitir esta opinión ha olvidado que no hay derechos que estén por encima de los derechos humanos: el derecho a la vida y a vivir en un ambiente sano, y que también como en el caso de las Comunidades Nativas hay derechos preexistentes a los derechos que parecieran defender.

Quinto: La SPDA hace algunas sugerencias: Que el Gobierno regional y el Central coordinen, para que ambos se pongan de acuerdo en ceder el Area de Conservación a las petroleras, pide que sea el Congreso quien resuelva el “problema de fondo”. El problema ya lo resolvió el Tribunal Constitucional a pedido de la sociedad civil y con el apoyo del Gobierno Regional de San Martín; es decir, si el problema es del respeto a nuestros recursos hídricos, pero si el problema es que las empresas petroleras no podrán explorar y explotar en el Area de Conservación Cordillera Escalera”, la SPDA está en un problema difícil, sus gestiones a favor de las petroleras, en San Martín no tendrán éxito, pues ya el pueblo sabe que la ley está de su parte, el resto o sea el Plan Maestro es responsabilidad del Gobierno Regional y de la sociedad civil vigilante, que no permitirán que sea objeto de oscuras negociaciones en ningún nivel, sea cual fuere el nivel al que aluda la SPDA.

De lo dicho, me permito sugerir que el SPDA en lugar de emitir opiniones erradas y tendenciosas (a nivel técnico, jurídico, político y económico) se enfoque a defender discursiva y concretamente, los derechos ambientales, frente a los derechos patrimoniales de unos pocos, así cumplirían su deber y su razón de ser institucional.

Jaime Ayala Sulca, siempre presente



Escrito por Boris Ayala Pallqui

A 24 años de su desaparición, la memoria del periodista del diario La República, Jaime Ayala Sulca, sigue presente. Y como parte de su conmemoración, se realizó una serie de actividades en la ciudad que lo vio nacer, y que presenció su ardua labor en defensa de los derechos humanos y la justicia social.
Autoridades de la Municipalidad Provincial de Huanta (Ayacucho), lideradas por su alcalde, el economista Edwin Bustíos, representantes de la Asociación Nacional WairaWasi y de la Asociación para el Desarrollo Humano Runamasinchiqpaq (ADEHR) hicieron posible el homenaje a Ayala Sulca y otros 12 periodistas victimados en Huanta, así como al medio centenar de víctimas de la matanza de Pucayacu.

Misa en honor a Jaime Ayala y otros periodistasJustamente el homenaje, que forma parte de las reparaciones simbólicas a las víctimas de la violencia política en la provincia de Huanta, se realizó el sábado 02 de agosto del presente año. En esa fecha, hace 24 años, Jaime Ayala ingresó al Estadio Municipal de Huanta, que funcionaba como Cuartel General de la Marina, para exigir explicaciones por el allanamiento y ataque a su familia un día antes, e investigar sobre el asesinato de seis evangélicos de la comunidad de Calqui. Todos lo vieron entrar pero nadie lo vio salir.
Misa y romeríaLa iglesia Asunción del barrio Alameda, en Huanta, fue el punto de inicio de la serie de actividades conmemorativas. En aquel templo se realizó una significativa misa en honor del corresponsal del diario La República y otros periodistas, que ofrendaron sus vidas en busca de la verdad, así como a las víctimas de la matanza de Pucayacu.


Alcalde de Huanta participa en misa de honorLuego, todos los presentes, entre familiares, amigos, autoridades, representantes de organizaciones de derechos humanos, así como la delegación de la Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP), liderada por Roberto Mejía Alarcón, participaron de una romería al cementerio de Huanta. Allí, Rosa Pallqui, esposa del desaparecido periodista Jaime Ayala, depositó una ofrenda floral en la tumba (fosa común), donde están los restos de desaparecidos en Pucayacu y otros lugares, a manera de homenaje a su ser querido, debido a que sus restos aún no son encontrados y permanece sin recibir cristiana sepultura.Tras el minuto de silencio y breves palabras del alcalde de Huanta, se procedió a la colocación de ofrendas florales en el mausoleo de los mártires del periodismo. La madre de Freddy Valladares y la esposa de Hugo Bustíos (fotógrafo de la revista Caretas), Margarita Patiño, colocaron las ofrendas.Posteriormente, los familiares y los asistentes se trasladaron a las instalaciones del estadio municipal de Huanta, a donde ingresó Jaime Ayala, pero del que nunca más salió.

Fotografías que grafican la violencia internaEn la parte principal del estadio, se mostraba fotografías que graficaban el terror que vivían quienes ingresaban a este lugar durante la violencia interna, así como, imágenes de los periodistas homenajeados.Durante la breve ceremonia, el alcalde de Huanta, Edwin Bustíos, fue el primero en tomar la palabra, resaltando la labor periodística y social de Jaime Ayala y otros periodistas huantinos desaparecidos durante aquellos años. Le siguió Boris Ayala Pallqui, hijo del corresponsal del diario La República, quien agradeció a nombre de toda su familia a quienes hicieron posible el homenaje a su padre. Del mismo modo, pidió que otras autoridades, tanto locales como nacionales, realicen actividades similares a ésta, en beneficio de una verdadera reconciliación nacional.Posteriormente, el presidente de la ANP, Roberto Mejía Alarcón, rindió un sentido homenaje a los periodistas huantinos y resaltó este tipo de actividades, que forman parte de las reparaciones simbólicas a las víctimas de la violencia. Recordó, además, que fue Jaime Ayala uno de los presidentes fundadores de la filial de la ANP en Huanta. Asimismo, Alejandro Coronado Reyes, periodista de esta provincia, narró los hechos que vivió cuando fue detenido por la Marina, al interior del estadio municipal.



Colocación de la primera piedra en la Plaza de los Periodistas

Lugar donde asesinaron a Hugo Bustíos, en las inmediaciones de la comunidad de QuinrapaContinuando con las actividades conmemorativas, los presentes se trasladaron hasta la comunidad de Quinrapa, a un kilómetro de la ciudad, donde el alcalde de Huanta junto al presidente de la ANP y los familiares de Jaime Ayala y Hugo Bustíos colocaron la primera piedra de la Plaza de los Periodistas, donde se edificarán 13 estatuas en memoria de:Jaime Ayala Sulca, Hugo Bustíos Saavedra, Cirilo Oré, Freddy Valladares, Jhonny Rojas y los ocho mártires de Uchuraccay (Jorge Sedano Falcón, Eduardo de la Piniella Palao, Willy Retto Torres, Pedro Sánchez Gavidia, Amador García Yanque, Jorge Luis Mendivil Trelles, Félix Gavilán Huamán y Octavio Infante García).Previamente también se colocó la primera piedra de la futura gruta en memoria de Hugo Bustíos, en la zona exacta donde fue asesinado en noviembre de 1988, a pocos metros de la Plaza de los Periodistas, en la referida comunidad. La esposa del fotógrafo de Caretas, acompañada de sus cuatro hijos, agradeció el homenaje a su esposo y contó brevemente cómo asesinaron a Bustíos.
Veinticuatro años de injusticia en caso de Jaime AyalaSe cumplen 24 años de la desaparición del corresponsal del diario La República, Jaime Ayala Sulca, luego de ingresar a la base de la Marina, acantonada en el estadio Municipal de Huanta, para exigir explicaciones sobre el ataque a su familia e indagar el asesinato a seis evangélicos un día anterior. De ese lugar nunca más salió y hasta la fecha no se hace justicia.Asimismo, cinco años han pasado desde que la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) entregara un informe al Ministerio Público, identificando a los miembros de Infantería de Marina que participaron en su desaparición, así como la de medio centenar de personas más, y otras 56 asesinadas entre julio y agosto de 1984. Sin embargo, aún no acaba ni siquiera la investigación preliminar.El 2007 la Primera Fiscalía Supraprovincial de Huamanga formuló denuncia contra algunos de los responsables, pero el expediente fue devuelto para que se precise una serie de aspectos de la investigación, la cual debe durar algunos meses más.En aquella vez se excluyó al principal responsable, Álvaro Artaza Adrianzén, conocido como comandante Camión, por tener una resolución de muerte presunta.“Explicamos al fiscal que hay evidencias de que esta persona no está muerta y que vive en Estados Unidos. Y confiamos en que ahora sí se le incluya en la denuncia”, precisa la abogada de los deudos y representante legal de ADEHR, Karim Ninaquispe.

Los infantes de Marina descuartizaron a Ayala

Escrito por Ernesto Chávez Álvarez



A Jaime Ayala lo descuartizaron en el estadio de Huanta. Los infantes de Marina enterraron las partes en varios puntos del campo de fútbol y se aseguraron de que los testigos permanezcan callados todo este tiempo. Incluso amenazaron de muerte al que recibió la orden de desaparecer el cadáver y a los otros detenidos que vieron cómo lo torturaron durante 11 días.
Son las palabras dolidas pero exigiendo justicia de Rosa Luz Pallqui, la viuda de Jaime Ayala, quien, después de dos décadas, ha podido reconstruir la tragedia gracias a las versiones de testigos claves y las investigaciones de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, pese la exasperante lentitud de la maquinaria judicial y la desaparición del principal inculpado, capitán de corbeta AP, Alvaro Artaza Adrianzén, Comandante Camión.
Por lo menos tres marinos, entre los que figura el que recibió las órdenes de deshacerse del cadáver de Jaime Ayala, relataron lo sucedido la aciaga tarde del 02 de agosto de 1984 en el estadio municipal de Huanta y, por lo tanto, sus declaraciones cobran vital importancia ahora que el caso se ha judicializado.
Rosa Pallqui declara que, después de 19 largos años de angustia, se enteró de lo que ocurrió realmente con Jaime Ayala, con las declaraciones de los testigos a la Comisión de la Verdad y Reconciliación, donde se señala que el hombre de prensa fue cruelmente torturado, asesinado y descuartizado.
Dijo que el militar entrevistado por la CVR, debido a sus creencias religiosas y su carácter distinto, fue obligado a presenciar las torturas sufridas por su esposo en los vestidores del estadio. Luego, como castigo, recibió la orden de desaparecer los restos.
La pesada cruz se hizo terrible para ella en octubre de 1983, tras el interrogatorio que los representantes de la Fiscalía de la Nación le hicieran al Comandante Camión, quien respondía con escalofríante serenidad pero siempre con evasivas. "Ese día supe que mi esposo no volvería más a casa", recordó.
"Se creía superior porque era blanco y alto. Despreciaba a la gente del pueblo y decía que todos éramos terroristas. De eso supieron sus jefes, pero no hicieron nada. Desde que llegó Artaza a Huanta comenzaron las desapariciones", dijo.
FALSO SECUESTRO
Rosa Pallqui y su hijo, Boris Ayala, también periodista, tienen la convicción de que el capitán AP Alvaro Artaza, planificó su autosecuestro ayudado por algunos de sus compañeros de armas y se encuentra oculto en algún lugar del Perú o el extranjero, para seguir burlando a la justicia.
"Nunca creímos la historia de su secuestro ni su posterior asesinato. Nunca apareció su cadáver. Además, la que insistió en que se le diera por muerto fue la Marina y no su familia. Cómo puede ocurrir una cosa así, cuando se suponía que ya estaba de baja. Ese fue un invento de los militares para protegerlo y evitar que delate a sus cómplices. Yo le pediría que se presente y dé la cara", exclamó la indignada viuda.
Recordó que en ese entonces, los oficiales de la Marina demostraron en múltiples oportunidades que protegerían a toda costa al comandante Camión. Negaron la presencia de Jaime Ayala en el estadio de Huanta y, ante la aparición de testigos, se emitió un comunicado admitiendo que el periodista había ingresado, pero que había salido de la base militar después de diez minutos.
"Tiempo después, en vez de castigar a este oficial, lo premiaron manteniéndolo tres meses más en Huanta. Para colmo, cuando se le sindicó como el culpable de la desaparición de Jaime, fue nuevamente premiado y enviado a La Mar, donde, tras su llegada, comenzaron las matanzas. Para mí no hay dudas. El asesino de Jaime está vivo", señaló Rosa Pallqui.
"Hay varias denuncias periodísticas que aseguran que él no ha muerto, que está en Estados Unidos. En lugar de sacarlo del caso, la fiscalía debería pedir que se le busque y se le traiga al país para que sea enjuiciado", exigió.
CVR EXIGE UBICAR A CAMION
El ex jefe de la Unidad de Investigaciones de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, Wilfredo Pedraza, señaló que existen numerosos indicios por los que se ha concluido que Alvaro Artaza no ha muerto y debe ser procesado por la desaparición forzosa de Jaime Ayala.
Explicó que el oficial de Marina fue "supuestamente" secuestrado el 2 de febrero de 1986, pocos días después de que el Poder Judicial falló a favor de que el caso del periodista Ayala sea investigado en el fuero común. Además, no se denunció el hecho en su momento, ni se pidió rescate a la familia. "Muchas cosas hacían suponer que se trataba de un falso secuestro, con la intención de eludir la justicia", acotó.
Precisó que la muerte presunta es un mecanismo concebido para efectos de carácter civil, administrativo o sucesorio. "Y en este caso hay además denuncias que hacen suponer que está vivo, por lo que la investigación debería reservarse hasta que se determine su paradero", repuso.
Y es que la declaración de presunta muerte, que el ministerio de Defensa promovió en 1989, deviene en una coartada perfecta del Verdugo de Huanta, señalado como el principal responsable de la desaparición del periodista de La República, Jaime Ayala Sulca, y del asesinato de más de 50 pobladores de Huanta.
INFORME CONTUNDENTE
La CVR señala que el PCP-Sendero Luminoso estableció un patrón de amedrentamiento generalizado de la población y de asesinatos de autoridades, policías, militares y población en general. Y, por el otro lado, bajo el manto de la política antisubversiva, los agentes del Estado perpetraron numerosas desapariciones forzadas, actos de tortura y ejecuciones extrajudiciales.
Menciona que el incremento de muertos en las provincias de Huanta y La Mar se debe, además de las acciones de Sendero Luminoso, a la actividad de la Infantería de Marina que el 21 de enero de 1983 estableció su cuartel general en este estadio. Las principales medidas dispuestas por esta fuerza militar en la zona fueron la imposición del toque de queda, la organización de patrullas desarrolladas en la población rural del valle, y la instalación progresiva de bases contrasubversivas.
Según la Defensoría del Pueblo, entre el 1º de enero de 1983 y el 23 de agosto de 1984 se registraron 302 detenciones-desapariciones en la provincia de Huanta.
Los hechos que la Comisión presentó como el más duro y aleccionador ejemplo de la violencia que vivió nuestro país en el año de 1984 son: En primer lugar, el asesinato de seis personas pertenecientes a la Iglesia Evangélica Presbiteriana en la comunidad de Callqui, el 1º de agosto de 1984.
En segundo lugar, el 2 de agosto, el secuestro y desaparición del periodista Jaime Ayala Sulca, corresponsal del diario La República, en la base de la Infantería de Marina acantonada en el Estadio Municipal de Huanta. En tercer lugar, algunos días después, el 23 de agosto, el descubrimiento de 50 cadáveres enterrados en las fosas en Pucayacu, algunos kilómetros al norte de la ciudad de Huanta, en territorio perteneciente a la provincia de Acobamba, departamento de Huancavelica.
La información reunida por la Comisión permite afirmar que los detenidos en Huanta y alrededores eran trasladados a la Base de la Marina ubicada en este estadio, donde eran sometidos a interrogatorios con diversos métodos de tortura. Muy pocos eran liberados y la mayoría simplemente desaparecían.
Los casos investigados conducen a aseverar que el poder militar de la Base de Huanta puso en práctica una estrategia antisubversiva al margen de la ley, lo que se desprende del carácter sistemático y generalizado de las violaciones de derechos humanos. Según lo hallado por la Comisión, las ejecuciones extrajudiciales, secuestros y torturas no fueron producto de iniciativas individuales, sino manifestación de la propia estrategia adoptada de facto.

Los infantes de Marina descuartizaron a Ayala

Escrito por Ernesto Chávez Álvarez

A Jaime Ayala lo descuartizaron en el estadio de Huanta. Los infantes de Marina enterraron las partes en varios puntos del campo de fútbol y se aseguraron de que los testigos permanezcan callados todo este tiempo. Incluso amenazaron de muerte al que recibió la orden de desaparecer el cadáver y a los otros detenidos que vieron cómo lo torturaron durante 11 días.
Son las palabras dolidas pero exigiendo justicia de Rosa Luz Pallqui, la viuda de Jaime Ayala, quien, después de dos décadas, ha podido reconstruir la tragedia gracias a las versiones de testigos claves y las investigaciones de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, pese la exasperante lentitud de la maquinaria judicial y la desaparición del principal inculpado, capitán de corbeta AP, Alvaro Artaza Adrianzén, Comandante Camión.
Por lo menos tres marinos, entre los que figura el que recibió las órdenes de deshacerse del cadáver de Jaime Ayala, relataron lo sucedido la aciaga tarde del 02 de agosto de 1984 en el estadio municipal de Huanta y, por lo tanto, sus declaraciones cobran vital importancia ahora que el caso se ha judicializado.
Rosa Pallqui declara que, después de 19 largos años de angustia, se enteró de lo que ocurrió realmente con Jaime Ayala, con las declaraciones de los testigos a la Comisión de la Verdad y Reconciliación, donde se señala que el hombre de prensa fue cruelmente torturado, asesinado y descuartizado.
Dijo que el militar entrevistado por la CVR, debido a sus creencias religiosas y su carácter distinto, fue obligado a presenciar las torturas sufridas por su esposo en los vestidores del estadio. Luego, como castigo, recibió la orden de desaparecer los restos.
La pesada cruz se hizo terrible para ella en octubre de 1983, tras el interrogatorio que los representantes de la Fiscalía de la Nación le hicieran al Comandante Camión, quien respondía con escalofríante serenidad pero siempre con evasivas. "Ese día supe que mi esposo no volvería más a casa", recordó.
"Se creía superior porque era blanco y alto. Despreciaba a la gente del pueblo y decía que todos éramos terroristas. De eso supieron sus jefes, pero no hicieron nada. Desde que llegó Artaza a Huanta comenzaron las desapariciones", dijo.
FALSO SECUESTRO
Rosa Pallqui y su hijo, Boris Ayala, también periodista, tienen la convicción de que el capitán AP Alvaro Artaza, planificó su autosecuestro ayudado por algunos de sus compañeros de armas y se encuentra oculto en algún lugar del Perú o el extranjero, para seguir burlando a la justicia.
"Nunca creímos la historia de su secuestro ni su posterior asesinato. Nunca apareció su cadáver. Además, la que insistió en que se le diera por muerto fue la Marina y no su familia. Cómo puede ocurrir una cosa así, cuando se suponía que ya estaba de baja. Ese fue un invento de los militares para protegerlo y evitar que delate a sus cómplices. Yo le pediría que se presente y dé la cara", exclamó la indignada viuda.
Recordó que en ese entonces, los oficiales de la Marina demostraron en múltiples oportunidades que protegerían a toda costa al comandante Camión. Negaron la presencia de Jaime Ayala en el estadio de Huanta y, ante la aparición de testigos, se emitió un comunicado admitiendo que el periodista había ingresado, pero que había salido de la base militar después de diez minutos.
"Tiempo después, en vez de castigar a este oficial, lo premiaron manteniéndolo tres meses más en Huanta. Para colmo, cuando se le sindicó como el culpable de la desaparición de Jaime, fue nuevamente premiado y enviado a La Mar, donde, tras su llegada, comenzaron las matanzas. Para mí no hay dudas. El asesino de Jaime está vivo", señaló Rosa Pallqui.
"Hay varias denuncias periodísticas que aseguran que él no ha muerto, que está en Estados Unidos. En lugar de sacarlo del caso, la fiscalía debería pedir que se le busque y se le traiga al país para que sea enjuiciado", exigió.
CVR EXIGE UBICAR A CAMION
El ex jefe de la Unidad de Investigaciones de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, Wilfredo Pedraza, señaló que existen numerosos indicios por los que se ha concluido que Alvaro Artaza no ha muerto y debe ser procesado por la desaparición forzosa de Jaime Ayala.
Explicó que el oficial de Marina fue "supuestamente" secuestrado el 2 de febrero de 1986, pocos días después de que el Poder Judicial falló a favor de que el caso del periodista Ayala sea investigado en el fuero común. Además, no se denunció el hecho en su momento, ni se pidió rescate a la familia. "Muchas cosas hacían suponer que se trataba de un falso secuestro, con la intención de eludir la justicia", acotó.
Precisó que la muerte presunta es un mecanismo concebido para efectos de carácter civil, administrativo o sucesorio. "Y en este caso hay además denuncias que hacen suponer que está vivo, por lo que la investigación debería reservarse hasta que se determine su paradero", repuso.
Y es que la declaración de presunta muerte, que el ministerio de Defensa promovió en 1989, deviene en una coartada perfecta del Verdugo de Huanta, señalado como el principal responsable de la desaparición del periodista de La República, Jaime Ayala Sulca, y del asesinato de más de 50 pobladores de Huanta.
INFORME CONTUNDENTE
La CVR señala que el PCP-Sendero Luminoso estableció un patrón de amedrentamiento generalizado de la población y de asesinatos de autoridades, policías, militares y población en general. Y, por el otro lado, bajo el manto de la política antisubversiva, los agentes del Estado perpetraron numerosas desapariciones forzadas, actos de tortura y ejecuciones extrajudiciales.
Menciona que el incremento de muertos en las provincias de Huanta y La Mar se debe, además de las acciones de Sendero Luminoso, a la actividad de la Infantería de Marina que el 21 de enero de 1983 estableció su cuartel general en este estadio. Las principales medidas dispuestas por esta fuerza militar en la zona fueron la imposición del toque de queda, la organización de patrullas desarrolladas en la población rural del valle, y la instalación progresiva de bases contrasubversivas.
Según la Defensoría del Pueblo, entre el 1º de enero de 1983 y el 23 de agosto de 1984 se registraron 302 detenciones-desapariciones en la provincia de Huanta.
Los hechos que la Comisión presentó como el más duro y aleccionador ejemplo de la violencia que vivió nuestro país en el año de 1984 son: En primer lugar, el asesinato de seis personas pertenecientes a la Iglesia Evangélica Presbiteriana en la comunidad de Callqui, el 1º de agosto de 1984.
En segundo lugar, el 2 de agosto, el secuestro y desaparición del periodista Jaime Ayala Sulca, corresponsal del diario La República, en la base de la Infantería de Marina acantonada en el Estadio Municipal de Huanta. En tercer lugar, algunos días después, el 23 de agosto, el descubrimiento de 50 cadáveres enterrados en las fosas en Pucayacu, algunos kilómetros al norte de la ciudad de Huanta, en territorio perteneciente a la provincia de Acobamba, departamento de Huancavelica.
La información reunida por la Comisión permite afirmar que los detenidos en Huanta y alrededores eran trasladados a la Base de la Marina ubicada en este estadio, donde eran sometidos a interrogatorios con diversos métodos de tortura. Muy pocos eran liberados y la mayoría simplemente desaparecían.
Los casos investigados conducen a aseverar que el poder militar de la Base de Huanta puso en práctica una estrategia antisubversiva al margen de la ley, lo que se desprende del carácter sistemático y generalizado de las violaciones de derechos humanos. Según lo hallado por la Comisión, las ejecuciones extrajudiciales, secuestros y torturas no fueron producto de iniciativas individuales, sino manifestación de la propia estrategia adoptada de facto.

Valium para la Revolución. Una visión psiquiátrica del pasado y el cambio social

Si uno se pone a pensar en el pasado, siempre hay una relación de un hecho antiguo o causa, con una situación actual o consecuencia. A veces, la memoria puede traicionar los propios hechos y puede olvidarlos por un aspectos muy concretos. Este olvido puede ser bueno, o puede ser malo. Pero el olvido siempre será el olvido, y el olvido no es bueno, ni malo, cuando no es manipulado ni selectivo. Pero el pasado olvidado conlleva a destruir el futuro.Yo no olvido, como persona, lo que me pasa o lo que me pasó. En la memoria tengo un registro esencial de los hechos. En mi cuerpo o en mi entorno el registro material estará ahí para recordarmelo. Pero simplemente a veces no pienso en el pasado y no encuentro explicación lógica que me muestre o explique cuál fue el proceso que me condujo hasta la situación en donde estoy. A veces estoy muy triste, y pensar en los hechos del pasado que me trajeron hasta aqui me trae un escalofrío atemorizante: No quiero pensar en ello, porque tengo miedo de deprimirme más y más. Pero rehusar ese recuerdo, y negar conscientemente esa memoria es un método que simplemente alargará mi depresión y la convertirá en invivible e infernal. En algún momento esa depresión pasará a ser tarde o temprano una enfermedad incurable que terminará en el colapso o hasta en el suicidio. Y nada más cambiará.Entonces, veo a la memoria social colectiva en estos términos y creo mi paralelo. En el Perú, el presidente de turno, Alan García, acaba de negarse a construir un Museo de la Memoria, destinado a recordarnos todos los hehcos de esa violencia política y militar alegando que ella se hizo porque fue simplemente necesaria para lograr lo que somos ahora, una sociedad en aparente estado de paz interna. Una especie de sociedad cuerda. Qué idea tan idiota.Vivimos, una suerte de depresión social. Sólo para hablar de Lima, la depresión a la que hemos llegado alcanza no sólo nuestra integridad psicológica, sino hasta los indicadores materiales de nuestro entorno, es decir la miseria y la pobreza que es tan visiblemente escandalosa. Alcanzamos niveles que escapan la lógica de la razón e incluso de la misma materia. Los ánimos de las personas se vuelven cada vez más hostiles, los traumas crecen y las contradicciones además de ser sociales y económicas se vuelven contradicciones entre el pasado y el presente. No recordamos como sociedad el pasado y lo que ingerimos a diario son las drogas que nuestra mente colectiva necesita para su calma inmediata: los psicosociales, la cultura televisiva y la mentira escrita en los diarios. No vemos nuestro proceso en el pasado, ni vemos nuestro proceso en el presente. Simplemente tratamos sobrevivir en esta puta depresión.La terapia no está a la vista. El pasado no se afronta, se esconde. No entramos a un proceso frontal contra esta realidad, sino que la trastornamos. Lo que tenemos ahora, es por así decirlo, poco de valium ingerido a diario para afrontar nuestra enfermedad, para hacerla un poco más vivible, pero no para curarla. Como ser humano, es decir como persona individual, quisiera olvidarlo todo. He estado tan deprimido, que siempre creí que lo que necesitaba era olvidar. Me tomaba unos antidepresivos, anhelaba esas pastillas de valium, me dormía para no pensar. Miraba una película, me distraía con la gente y el los psicoactivos. Busqué salir del abismo. Pero no podía estar curado, y sé que en la primera ocasión que propicie nuevamente mi depresión más profunda podré acabar insano o suicidándome. O moriré o cambiaré mi vida de raíz afrontando esos trastornos mentales de manera radical hacia una especie de catarsis. Nuestras distracciones sociales sin embargo nos llevan más a la demencia, al desorden, a la miseria y a la desigualdad económica y hasta política. Nuestros psicosociales nos llevan más allá de nosotros mismos a este aparente estado de calma. Pero esta calma se irá al carajo tarde o temprano. Sólo hacen falta esas condiciones elementales para la catarsis, que ya se acercan sigilosamente.Las clases dominantes lo saben, los gobernantes lo saben. La memoria es psicológicamente el remedio más sano de enfrentar esta situación. Comprender el proceso de nuestra miseria, es decifrar los códigos para el cambio paulatino. La memoria no quiere ser enfrentada, sólo quiere ser distraida con shows y distracciones. Pero en algún momento, no sé si inevitablemente, el colapso vendrá, y el caos será inevitable. Y no habrá valium que impida ese radicalismo, o incluso esa revolución.