¿POR QUÉ?
“Cálidda no tenía por qué estar en la cola para participar en la subasta de gas natural llevada a cabo por el Consorcio Camisea. Sin embargo, de las 21 empresas que se presentaron en el proceso de la licitación de gas aparece en el número 15 de la relación solicitando 140 MMPCD. ¿Por qué?”, preguntó la parlamentaria Susana Vilca.
Igual que para el caso de la exportación, el plan de distribución de Gas Natural, que era uno de los componentes del contrato suscrito entre Perupetro y el consorcio, para explotar los promisorios yacimientos de gas ubicados en el Cusco, también sufrió alteraciones modificando sustancialmente el compromiso adquirido para masificar el uso de un combustible barato que hace 10 años se pensaba interminable.
Este contrato con Camisea, es un modelo de inseguridad jurídica, que contradice todo lo que proclama el gobierno, señaló el congresista por Ica, Fredy Serna, quien presidió precisamente la Comisión que investigó los contratos de Camisea.
Sólo conexiones potenciales
Serna denunció que poco después de firmado el contrato con el conglomerado que lidera la Argentina Pluspetrol, en el 2000, fueron el ex presidente Alejandro Toledo y el ex ministro de energía y Minas, Jaime Quijandría Salmón, quienes suscribieron la RS Nº 015-2002-EM, de fecha 1 de mayo de 2002, que aprueba modificaciones al contrato Boot de distribución de Gas Natural por red de ductos en Lima y Callao.
Estas modificaciones redujeron los compromisos que la concesionaria asumió, dejando de lado la obligación que tenía de garantizar la instalación de conexiones de gas efectivas en los hogares.
Esta modificación alteró el objetivo del contrato que exigía al concesionario asegurar un número determinado de usuarios con instalaciones de Gas Natural en su propio hogar. El cambio sólo le pide al concesionario tener instalaciones “potenciales” o habilitadas, ya no conexión domiciliaria, para suministrar el gas a los hogares de Lima y Callao, eliminando la penalidad que establecía el contrato por no realizar conexiones a los domicilios.
“Esto significa que la empresa ahora no está obligada a instalar un número determinado de conexiones que lleguen a los hogares, sino a tener las conexiones matrices que pasan por la calle”, explicó.
Serna dijo que ésta es una de las razones por las cuales en una reciente visita al Parlamento, los funcionarios de Cálidda, la empresa responsable de la distribución del gas, indicaron que a principios del presente año sólo se contaba con 12,500 conexiones domiciliarias, que a la fecha no deben pasar de 15 mil, hay quienes hablan de 30 mil.
Otra de las alteraciones del contrato se refiere a la obligación de la empresa de utilizar material nuevo en sus programas de distribución, obligación que ahora no se toma en cuenta.
Es dramático que un país productor de gas como el Perú sólo haya alcanzado ese nivel de uso de Gas Natural en los hogares, indicó el director de Energie Consult, Aurelio Ochoa. Es inaudito si lo comparamos con lo que sucede en Colombia, igualmente productor, donde los sucesivos gobiernos han asegurado la masificación de este combustible y ahora cinco millones y medio de familias cuentan con este combustible directamente en sus domicilios.
“Acá no se puede hablar de ninguna masificación”, sostuvo el analista, quien opinó que esta situación debe motivar la necesaria revisión del contrato con el Consorcio Camisea.
La congresista nacionalista Susana Vilca, añadió que el compromiso era el de asegurar la instalación de 108 mil conexiones domiciliarias al 2013, objetivo que evidentemente no se ha cumplido.
¿Por qué Cálidda hace cola?
Inclusive, dijo que por efecto de la cuestionada exportación del gas de Camisea, la situación del desabastecimiento que sufre el mercado interno puede ser peor de lo que se ha estimado hasta el momento y mayor de lo que se percibe.
Según el informe de la consultora Gaffney & Cline, elaborado a pedido de la concesionaria el año pasado, Cálidda, tenía asegurado el suministro de 1.492 TCF (trillones de pies cúbicos) de Gas Natural para atender a sus clientes de Lima y Callao por el plazo de 35 años (2005-2040), sin embargo la empresa operadora de la distribución forma parte de las empresas que quedaron rezagadas en el proceso de licitación que convocó la concesionaria en febrero pasado y en el cual sólo dos empresas fueron atendidas.
Según lo reveló LA PRIMERA en su edición del domingo (11 de julio), sólo las empresas Irradia con 2.70 MMPCD (millones de pies cúbicos por día) y Fénix Power Perú con 84.10 MMPCD lograron firmar contratos con Pluspetrol, de un total de 21 empresas que solicitaron en conjunto 803.70 MMPCD.
Esvieta Topovich
Redacción