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PETROPERÚ ES CUESTIONADA POR PUEBLOS INDÍGENAS

Philosophicus, 26-11-2014

Monitores ambientales llegaron a la zona, ubicada muy cerca de donde fue el 
derrame de Cuninico, también responsabilidad de Petroperú. Foto: Acodecospat
 
Servindi, 26 de noviembre, 2014.- La empresa Petroperú, de propiedad del Estado, una vez más demuestra su escaso o quizá nulo interés por el ambiente, la vida y los derechos de los pueblos indígenas. Así lo hace a solo días de la llegada a Lima de decenas de delegaciones de todo el mundo para la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP 20). 
Lo dicho sobre Petroperú se desprende de una serie de hechos registrados en los últimos meses respecto de su desempeño en zonas habitadas por comunidades indígenas.
El 16 del presente mes la empresa del Estado reportó un derrame de petróleo en la comunidad San Pedro, distrito de Urarinas, en el amazónico departamento de Loreto. Lejos de tomar el caso con seriedad, la empresa no dudó en acusar por este hecho, días después y sin prueba alguna, a los propios comuneros.
“(El derrame) fue a causa de un corte deliberado en la tubería realizado por manos extrañas” acusó Petroperú a través de un comunicado recogido sin ningún cuestionamiento por diversos medios.
Más adelante la empresa continúa: “El oleoducto fue construido para mantener una operación confiable y cuenta con el mantenimiento respectivo”.
Sin embargo, tales afirmaciones que se han vuelto un lugar común fueron inmediatamente rechazados por los nativos de la zona en una conferencia de prensa en la que estuvo presente Marcelino Salinas, presidente de la comunidad afectada.
Hasta la zona de impacto arribaron monitores ambientales y representantes de organismos independientes que dieron fe de la magnitud de los daños.
El territorio afectado abarca cinco kilómetros de largo, desde el kilómetro 17 al 22 del Oleoducto Norperuano y tendría una profundidad de cerca de metro y medio.

¿Por qué es difícil que el daño lo hayan ocasionado “manos extrañas”?

Una de las personas que más ha trajinado la cuenca del río Marañón, espacio del que forma parte la comunidad San Pedro, es Alfonso López, presidente de la Acodecospat, federación indígena del pueblo Kukama.

Tramo afectado por el derrame de Cuninico, reportado a mitad de año.  Así se ve hoy. Foto: Cuenta de Facebook de Carmen Rosa Arévalo Salas.
Según López, el razonamiento es simple y se explica de la siguiente manera: “El oleoducto está a metro y medio de profundidad, está sumergido, está cubierto de maleza y ahora (como es obvio) está lleno de petróleo”.
Es decir, la única forma en la que un comunero podría llegar hasta el tubo es con equipos propios de un buzo.
“Nuestros hermanos tendrían que ser buzos, tener equipos profesionales de buzos para cortar con una sierra el tubo, eso es completamente imposible”, agrega enfático el dirigente.
“Nosotros somos conscientes del daño que ocasiona un derrame de petróleo”, señala más tarde descartando así que sean comuneros los que hayan estado detrás del supuesto corte del ducto.
Al no haberse demostrado que hayan sido nativos los responsables, la única explicación que cabe radica en la antigüedad de los tubos, algo que ha sido denunciado por la federaciones de forma incansable, y además en la sobrecarga de presión que tienen.
Desde fines del año pasado, dicho oleoducto sumó a su carga habitual diaria, miles de barriles de petróleo provenientes de la parte oriental de la cuenca del Marañón, zona donde opera la compañía franco vietnamita PVEP Perenco.

¿Se puede confiar en Petroperú?

El derrame en San Pedro se dio en un momento en el que se dejaba de hablar sobre el derrame reportado el mes de julio en la quebrada de Cuninico, en el distrito de Urarinas y también responsabilidad de Petroperú.
Entonces fueron más de dos mil barriles los derramados, según estimaciones de la misma empresa.
Anuncio se hizo el 21 de julio. Han pasado varios meses y la zona sigue con residuos de petróleo.
Han pasado varios meses y aquel derrame aún no se resuelve. El ministro de Energía y Minas, Eleodoro Mayorga, dijo entonces que los trabajos de limpieza tomarían diez días, luego se habló de semanas. Hoy la contaminación sigue siendo una realidad literalmente palpable.
Hace solo unos días la Comisión de Justicia y Paz del Vicariato de Iquitos junto a otras personas llegó a la zona y registró una serie de imágenes que no dejan lugar a dudas sobre el “trabajo” de limpieza de Petroperú en la zona.
A esto se suma una denuncia que señala intoxicación en un grupo de jóvenes que ha mantenido contacto con el crudo en las zonas afectadas, lo que habría generado que algunos de ellos sean trasladados de emergencia a un centro de salud en la zona de Maypuco. Las organizaciones del lugar se encuentran expectantes de su situación.

Sanción para Petroperú

Ante todo lo sucedido, la Asociación Cocama de Desarrollo y Conservación San Pablo de Tipishca (Acodecospat) solicitó se sancione a Petroperú por no cumplir con la adecuación integral del Oleoducto Norperuano, en función de las normas de seguridad y mantenimiento contenidas en el Reglamento de transporte de hidrocarburos por ductos.
Dicho reglamento, de 2007, establece que los ductos estén sobre la superficie y cuenten con protección, algo que hasta ahora no ocurre con el oleoducto en cuestión.
Asimismo exige se garantice una consultoría independiente que diagnostique los daños provocados en los territorios de las comunidades Cuninico y San Pedro, así como las acciones de remediación e indemnización que debe asumir Petroperú.
De otro lado, piden, entre otras cosas, que la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental de Nauta, que ha dicho que va investigar las causas del derrame, trabaje con transparencia.
Mientras las organizaciones que deberían de pronunciarse no lo hacen, como sucede con el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (OSINERGMIN), hoy los nativos viven con la seguridad de que el petróleo ya mezcló en el río Marañón.
Solo días después de lo ocurrido en Cuninico y ante el revuelo que el tema causó en los medios, se anunció la reorganización del directorio de Petroperú. Ésta se llegó a dar, sin significar, para nada, un cambio en las formas de trabajo de la empresa.
Petroperú deviene así en una empresa que solo en lo que va del año ha incrementado enormemente su responsabilidad en el deterioro del ambiente afectando a las comunidades indígenas y la Amazonía en su conjunto. ¿Tendrá cara para hacer publicidad en la COP 20 a fin de atraer inversiones y hablar de responsabilidad social y ambiental?