(1) Alan García. (2) Jaime Bayly. (3) Sandra Masías. (4) Roxana Cheesman.
Nuevas revelaciones del diálogo entre Alan García y Jaime Bayly confirman que se trató el tema del golpe de Estado para detener a Humala. El país ya sabe que tenemos una democracia recortada que sólo permite la alternancia entre los que defienden el mismo programa.
Luego de haber negado que mencionó la palabra “golpe de Estado”, García reconoció ayer que sí usó la expresión. Pero otra vez trató de arreglar sus palabras indicando que sólo habría querido decir que cualquier intento de dar un giro de 180 grados y desandar lo avanzado en los últimos gobiernos podría “generar un caos y hasta un golpe de Estado”.
Pero según explica Ricardo Letts, tío de Jaime Bayly, con el que ha mantenido un intercambio de correos electrónicos sobre el tema en estos días, ésa tampoco es la verdad de la conversación. Lo que realmente dijo García en esa oportunidad fue “que si llegase a ganar Humala por voto popular, él tenía un plan diseñado para propiciar un golpe de Estado que impidiese que Humala llegase al gobierno”.
Es decir, no se trató de un hecho externo a la intervención del actual presidente, sino de un plan ya pensado y organizado. Bayly no sería además el primero al que le habría confesado sus intenciones, aunque sea el único que se ha atrevido a hacer públicos estos oscuros propósitos.
“¿Ustedes se imaginan a Alan García golpista? Nadie se imagina eso”, ha dicho el presidente desafiando la buena fe de la opinión pública peruana. A su vez, el escritor ha respondido: “No me atrevería a mentir sobre algo tan grave”. Este contrapunto, por cierto tiene en tensión a los peruanos que siguen los medios de prensa.
“Hay testigos de la sombría amenaza que lanzó García”, ha dicho Bayly, anotando que no había ninguna broma en lo que venía diciendo. Los testigos son las señoras Roxana Cheesman (que acompañaba a García) y Sandra Masías, que escucharon todo lo que se dijo.
La plata llega sola
Sobre el tema del dinero, Bayly ha reiterado lo obvio: que se introdujo luego que él expresó su preocupación porque el sueldo presidencial no le alcanzaría para cubrir sus gastos familiares, y fue entonces que le espetó que no fuera cojudo, porque la plata llega sola. No después de ser presidente, sino en la campaña y en el ejercicio del poder.
Bayly además reveló que García se ofreció para conversar con su madre que habría estado recibiendo presiones de Cipriani y de Rey para no aportar dinero para su campaña y ahí fue donde dijo: “le pediré 5 millones. Si me los da, te doy cuatro y me quedó con uno” y luego soltó una carcajada.
Tío de Bayly da mayores detalles sobre cita
—Estamos enterados que ha mantenido una correspondencia directa con Jaime Bayly, en estos días, a raíz de su artículo en Perú 21. ¿Podría confirmarlo?
—Queda confirmado. Es así. Hemos intercambiado varios correos. Yo tomé la iniciativa. Le escribí para felicitarlo por su pareja, por su hijo que viene, además, especialmente, por su valentía y su audacia al exponer su vida desnudando certeramente, como francotirador político, a Alan García.
—Bayly ha dicho que García se refirió directamente a Ollanta Humala y al tema del golpe de Estado ¿Tienes más detalles sobre esta parte de la conversación?
—A mí Jaime espontáneamente me dice lo siguiente: Hay testigos de la sombría amenaza que lanzó García… en caso de que Humala ganase. Estaban Sandra Masías y Roxana Cheesman y escucharon lo que he relatado. García dijo textualmente que, si llegase a ganar Humala por voto popular, él tenía ya un plan diseñado para propiciar un Golpe de Estado que impidiese que Humala llegase al gobierno. Y luego se pavoneó diciendo que –por ello-estaría dispuesto a ir preso.
—Lo del golpe de Estado, ¿era una bravata?
—Yo he entendido que: ¡de ningún modo! Más aún, LA PRIMERA foto que yo recuerdo haber visto de Alan García es parado frente a una maletera de auto viejo, destapada, y al interior de ésta, unas 10-12 armas largas, metralletas y pistolas. Era una escena en las vísperas de la apertura de un Congreso aprista en los 80. Después todos hemos visto las masacres de la Guerra Sucia Antisubversiva, las matanzas de cerca de 300 presos rendidos cuando la insubordinación en los penales en junio 1986; el grupo tipo Escuadrón de la Muerte mal llamado “Rodrigo Franco” y sus asesinatos; hay más, mucho más. García es audaz, más aún, temerario. Lo mismo haciendo meter bala, que conquistando mujeres por aquí y por allá.
—¿Por qué la obsesión con Humala si no le va muy bien en las encuestas?
—García sabe bien que Ollanta puede ganar en primera vuelta. Sabe que Ollanta de todas maneras ganará en segunda vuelta. Por eso García ya ha diseñado un plan de Golpe de Estado. Yo diría que ya lo ha puesto en marcha. En verdad García nunca ha dejado de conspirar y trabajar conspirativamente con quienes conforman lo que se llama el núcleo de La Camarilla Siniestra: García, Mantilla, Del Castillo, Giampietri.
—¿Y cómo ve aquello de la “plata que llega sola”?
—Nosotros en el Congreso en 1991 investigamos a García. Cumplimos con todos los trámites. Votamos con voto secreto. Acusamos Constitucionalmente a García por “Enriquecimiento Ilícito”, es decir, por “robar dineros del Estado”, es decir por “ladrón”. García perdió su senaduría vitalicia. Nunca más la ha recuperado. Él lleva el vicio de la “incapacidad moral permanente” establecida en la Constitución como impedimento.
Luego de haber negado que mencionó la palabra “golpe de Estado”, García reconoció ayer que sí usó la expresión. Pero otra vez trató de arreglar sus palabras indicando que sólo habría querido decir que cualquier intento de dar un giro de 180 grados y desandar lo avanzado en los últimos gobiernos podría “generar un caos y hasta un golpe de Estado”.
Pero según explica Ricardo Letts, tío de Jaime Bayly, con el que ha mantenido un intercambio de correos electrónicos sobre el tema en estos días, ésa tampoco es la verdad de la conversación. Lo que realmente dijo García en esa oportunidad fue “que si llegase a ganar Humala por voto popular, él tenía un plan diseñado para propiciar un golpe de Estado que impidiese que Humala llegase al gobierno”.
Es decir, no se trató de un hecho externo a la intervención del actual presidente, sino de un plan ya pensado y organizado. Bayly no sería además el primero al que le habría confesado sus intenciones, aunque sea el único que se ha atrevido a hacer públicos estos oscuros propósitos.
“¿Ustedes se imaginan a Alan García golpista? Nadie se imagina eso”, ha dicho el presidente desafiando la buena fe de la opinión pública peruana. A su vez, el escritor ha respondido: “No me atrevería a mentir sobre algo tan grave”. Este contrapunto, por cierto tiene en tensión a los peruanos que siguen los medios de prensa.
“Hay testigos de la sombría amenaza que lanzó García”, ha dicho Bayly, anotando que no había ninguna broma en lo que venía diciendo. Los testigos son las señoras Roxana Cheesman (que acompañaba a García) y Sandra Masías, que escucharon todo lo que se dijo.
La plata llega sola
Sobre el tema del dinero, Bayly ha reiterado lo obvio: que se introdujo luego que él expresó su preocupación porque el sueldo presidencial no le alcanzaría para cubrir sus gastos familiares, y fue entonces que le espetó que no fuera cojudo, porque la plata llega sola. No después de ser presidente, sino en la campaña y en el ejercicio del poder.
Bayly además reveló que García se ofreció para conversar con su madre que habría estado recibiendo presiones de Cipriani y de Rey para no aportar dinero para su campaña y ahí fue donde dijo: “le pediré 5 millones. Si me los da, te doy cuatro y me quedó con uno” y luego soltó una carcajada.
Tío de Bayly da mayores detalles sobre cita
—Estamos enterados que ha mantenido una correspondencia directa con Jaime Bayly, en estos días, a raíz de su artículo en Perú 21. ¿Podría confirmarlo?
—Queda confirmado. Es así. Hemos intercambiado varios correos. Yo tomé la iniciativa. Le escribí para felicitarlo por su pareja, por su hijo que viene, además, especialmente, por su valentía y su audacia al exponer su vida desnudando certeramente, como francotirador político, a Alan García.
—Bayly ha dicho que García se refirió directamente a Ollanta Humala y al tema del golpe de Estado ¿Tienes más detalles sobre esta parte de la conversación?
—A mí Jaime espontáneamente me dice lo siguiente: Hay testigos de la sombría amenaza que lanzó García… en caso de que Humala ganase. Estaban Sandra Masías y Roxana Cheesman y escucharon lo que he relatado. García dijo textualmente que, si llegase a ganar Humala por voto popular, él tenía ya un plan diseñado para propiciar un Golpe de Estado que impidiese que Humala llegase al gobierno. Y luego se pavoneó diciendo que –por ello-estaría dispuesto a ir preso.
—Lo del golpe de Estado, ¿era una bravata?
—Yo he entendido que: ¡de ningún modo! Más aún, LA PRIMERA foto que yo recuerdo haber visto de Alan García es parado frente a una maletera de auto viejo, destapada, y al interior de ésta, unas 10-12 armas largas, metralletas y pistolas. Era una escena en las vísperas de la apertura de un Congreso aprista en los 80. Después todos hemos visto las masacres de la Guerra Sucia Antisubversiva, las matanzas de cerca de 300 presos rendidos cuando la insubordinación en los penales en junio 1986; el grupo tipo Escuadrón de la Muerte mal llamado “Rodrigo Franco” y sus asesinatos; hay más, mucho más. García es audaz, más aún, temerario. Lo mismo haciendo meter bala, que conquistando mujeres por aquí y por allá.
—¿Por qué la obsesión con Humala si no le va muy bien en las encuestas?
—García sabe bien que Ollanta puede ganar en primera vuelta. Sabe que Ollanta de todas maneras ganará en segunda vuelta. Por eso García ya ha diseñado un plan de Golpe de Estado. Yo diría que ya lo ha puesto en marcha. En verdad García nunca ha dejado de conspirar y trabajar conspirativamente con quienes conforman lo que se llama el núcleo de La Camarilla Siniestra: García, Mantilla, Del Castillo, Giampietri.
—¿Y cómo ve aquello de la “plata que llega sola”?
—Nosotros en el Congreso en 1991 investigamos a García. Cumplimos con todos los trámites. Votamos con voto secreto. Acusamos Constitucionalmente a García por “Enriquecimiento Ilícito”, es decir, por “robar dineros del Estado”, es decir por “ladrón”. García perdió su senaduría vitalicia. Nunca más la ha recuperado. Él lleva el vicio de la “incapacidad moral permanente” establecida en la Constitución como impedimento.
Raúl Wiener Unidad de Investigación