5 de Enero, 2008.
Estimado Presidente electo Barak Obama,
Queremos felicitarlo por su reciente victoria electoral. A lo largo de la campaña electoral las organizaciones firmantes hemos seguido con gran interés los reiterados compromisos asumidos por Usted con el comercio justo y la renegociación de los mal diseñados acuerdos comerciales como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Después de la elección hemos visitado su sitio web y nos complace leer la cita: "Obama y Biden creen que el TLCAN y su potencial para el pueblo norteamericano se sobrevaloró. Se trabajará con los líderes de Canadá y México para arreglar el TLCAN a fin de que funcione para los trabajadores".
También afirma que" utilizará los acuerdos comerciales para difundir mejores normas laborales y ambientales en todo el mundo y mantenerse firme en contra de acuerdos como el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y la República Dominicana (DR-CAFTA) que no está a la altura de estos importantes puntos de referencia ".
Pensamos que este es un buen comienzo para revisar la política comercial de EE.UU., pero consideramos que se deben abordar otras áreas. Estamos firmemente convencidos de que futuros acuerdos entre nuestros países deben funcionar para el pueblo de cada uno de los países. Por lo tanto, es muy necesario un nuevo modelo de comercio que apoye los derechos de desarrollo internacional, derechos humanos y los objetivos medioambientales ampliamente reconocidos.
Además, a la luz de la creciente crisis alimentaria, le instamos encarecidamente el incluir una minuciosa evaluación de los mercados agrícolas y la liberalización del comercio que ha desatado la volatilidad prejudicial de los precios amenazando la seguridad alimentaria en todos los países, pero planteando la mayor amenaza a los ciudadanos más pobres en los países en vías de desarrollo que son los más susceptibles a las alzas de en los precios de alimentos. La desregulación del comercio agrícola ha permitido a los cárteles multinacionales de la agroindustria verter productos básicos –a precios menores de su costo de producción- en los mercados locales, obligando a los agricultores a emigrar del campo a los centros urbanos y al norte a través de la frontera. Por lo tanto, renegociar el capítulo agrícola de TLCAN con la plena participación de las pequeñas asociaciones de agricultores sería un gran paso adelante.
En 2008, lanzamos una propuesta política titulada
El TLCAN debe ser renegociado, una propuesta de Redes de la Sociedad Civil de América del Norte, elaborado conjuntamente por las organizaciones de Canadá, México y EE.UU. que demandan una revisión y renegociación del TLCAN a fin de establecer relaciones económicas basadas en la justicia social dentro de un paradigma de desarrollo sostenible." En esta propuesta, sintetizamos diez prioridades para la renegociación del TLCAN sobre la base de nuestro trabajo de muchos años, a saber: la agricultura, la energía, la inversión extranjera, los servicios financieros, el papel del Estado en la prestación de servicios, el empleo, la migración, el medio ambiente, los derechos de propiedad intelectual y disposiciones sobre solución de controversias.
Con este fin le invitamos a considerar la Iniciativa de Ley sobre Reformas Comerciales, Rendición de Cuentas, Desarrollo y Empleo (conocida en inglés como la Trade Act) como un punto de partida para un nuevo diálogo en torno al desarrollo de un nuevo modelo de comercio justo con base en un proceso transparente, democrático y participativo que ponga a los derechos humanos y el desarrollo equitativo por delante de la perspectiva actual, que ve al comercio como un fin en si mismo y tiene a las ganancias corporativas por encima de los derechos humanos, la salud pública, el medio ambiente y la prosperidad de las comunidades locales. La Iniciativa de Ley sobre Comercio fue introducida este año por el Senador Sherrod Brown, el Representante Mike Michaud y ochenta de sus colegas en el Senado y la Cámara de Representantes, que trabajaron de manera cercana con un amplio grupo de constituyentes de la sociedad civil que aportaron sus insumos para esta importante legislación".
Finalmente, hemos trabajado en estrecha colaboración con nuestros aliados en Canadá y México con el propósito de que se ponga fin a la antidemocrática y corporativa Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN), porque excluye la supervisión del Congreso, carece de cualquier consulta con la sociedad civil, conduce a una mayor la desregulación que sólo beneficia a las corporaciones y ha dado lugar a un aumento de la militarización y violación de las libertades civiles. Apoyamos la declaración que Usted hizo a principios de este año de que "Comenzando mi primer año en el cargo, voy a convocar a reuniones anuales con el Sr. Calderón y el Primer Ministro de Canadá. A diferencia de cumbres similares bajo el Presidente Bush, estas se llevarán a cabo con un nivel de transparencia que representa los estrechos vínculos entre nuestros tres países. Vamos a buscar la participación activa y el involucramiento abierto de los ciudadanos, los sindicatos, el sector privado y las organizaciones no gubernamentales en el establecimiento de la agenda y su progreso."
Por favor, cuente con nosotros para trabajar con usted en la creación de un nuevo modelo para el desarrollo económico, político y las relaciones sociales en la región de América del Norte, que tendrá consecuencias para los Estados Unidos y para todo el hemisferio de las Américas.
Atentamente,
Across the Americas
Agribusiness Accountability Initiative
Alliance for Democracy
Americas Policy Program
Association for the Sovereignty of Colombia (ASOCOL)
California Food and Justice Coalition
Carolina Interfaith Task Force on Central America
Center of Concern
Chicago Religious Leadership Network on Latin America
Connie Hogarth Center for Social Action
Cumberland Countians for Peace & Justice
Democratic Socialists of America (DSA)
Ecumenical Committee of US Church Personnel in Nicaragua
Equal Exchange
Family Farm Defenders
Food First/Institute for Food and Development Policy
Friends of the Earth U.S.
Global Exchange
Grassroots International
Holy Cross International/ Justice Office
Howard County Friends of Latin America
Hudson Valley Community Coalition
Institute for Agriculture and Trade Policy
Institute for Policy Studies, Global Economy Project
International Labor Rights Forum
INTERCONNECT
Jobs with Justice of East Tennessee
Labor Council for Latin American Advancement Massachusetts Chapter
Lancaster Coalition for Peace and Justice
Liberty Tree Foundation for the Democratic Revolution
Maryknoll Office for Global Concerns
Movement for Peace in Colombia
National Catholic Rural Life Conference
National Family Farm Coalition
National Lawyers Guild
Network for Environmental & Economic Responsibility, United Church of Christ
NETWORK: A National Catholic Social Justice Lobby
Nicaragua Network
NY Citizens Trade Coalition
NYC Mennonite Immigration Program
Orange County Peace and Justice Coalition
Pesticide Action Network North America
Philipstown for Democracy
Quixote Center
Rockland Immigration Coalition in New City NY
Rural Coalition
Solidarity Committee of the Capital District
The Oakland Institute
Trade Justice NY Metro
U.S. Labor Education in the Americas Project (USLEAP)
U. S. Nicaragua Friendship Committee
United Food and Commercial Workers, Local 1500
United Methodist Church, General Board of Church and Society
Washington Office on Latin America
Witness for Peace
Women's International League for Peace and Freedom, U.S. Section
World Hunger Year (WHY)
(Algunas fuentes para la redacción de esta carta)
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Kevin P. Gallagher and Timothy A. Wise published the following opinion article in The Guardian newspaper on January 1:
Nafta's unhappy anniversary
For both the US and Mexico, Nafta has failed to deliver on its economic promises. It's time for it to be renegotiated
Kevin Gallagher and Timothy Wiseguardian.co.uk, Thursday 1 January 2009 11.34 GMT
In Mexico, the fifteenth birthday is a special time, an ornate coming of age celebration – the quinceañera – complete with dancing and piñatas. On January 1, the North American Free Trade Agreement turns 15, but it does not seem like anyone in Mexico is going to throw any parties for the groundbreaking trade agreement.
Celebrations in Washington are likely to be muted as well. President-elect Barack Obama swept to victory on a platform critical of Nafta and similar trade agreements, and he will have a Congress that has continued to shift away from such free-trade policies.
Obama also promised to take a "time-out" on trade agreements while a thorough review of US trade policy is carried out. He should make good on that promise. And unlike the campaign, which focused exclusively on how these agreements have brought limited benefits for people in the US, the review should take a hard look at Mexico's experience as well. It is not a pretty picture.
In Washington, many people almost take it for granted that Mexico was the big winner from Nafta. After all, the Mexican government got exactly what it wanted from the agreement: exports to the US increased sevenfold, much of it in manufacturing, and foreign direct investment jumped to four times pre-Nafta levels. With inflation down and productivity up, the Mexican economy was ready for takeoff.
It didn't happen. The economy grew slowly – an annual rate of 1.6% per capita. This was low by historical standards. The economy grew 3.5% per year from 1960-79, under the widely criticised policies of "import substitution". And it was low by developing country standards. China, India and Brazil all vaulted ahead of Mexico, following a much less orthodox set of policies that would be illegal for Mexico under Nafta.
Slow growth means limited job creation, all the more so with US exports displacing "inefficient" domestic producers. Estimates vary, but Mexico probably gained about 600,000 jobs in the manufacturing sector since Nafta took effect, but the country lost at least two million in agriculture, as cheap imports of corn and other commodities flooded the newly liberalised market.
So Mexico saw a net loss of employment under Nafta, and this at a time when the country's baby boom has about one million young people entering the work force each year. No wonder an estimated half-million Mexicans make the increasingly perilous and militarised crossing to the US each year, double the migration rate before Nafta, which, remember, was promised to end the migration problem by allowing Mexico to "export goods, not people".
No wonder some Mexicans are calling for their own government to renegotiate Nafta on its fifteenth birthday. The wage gap with the US has gotten bigger, not smaller, with US wages nearly six times Mexico's. About half the population can't find formal employment. Poverty rates and inequality are down only slightly, in part because remittances from Mexicans who migrated to the US are up six-fold since Nafta took effect.
Nafta's defenders may be right to say that the agreement was a success for Mexico, if success is just about increasing trade and investment. No one can deny that Mexico received preferential access to the coveted US market and huge inflows of US capital. But those who care about economic development ask for – and were promised – more. They ask that economic and trade policies benefit the population at large. On this, Nafta has failed.
This has important implications for US trade policy, and for any developing country seeking to sign a trade agreement with the US. Nafta is the template for such agreements. If Mexico, with a 2,000-mile border with the US, a strong history of bilateral trade and trade preferences that meant something during what turned out to be the longest economic expansion in US history, didn't prosper from its trade agreement, other developing countries are not likely to either.
The incoming Obama administration should make good on its promises to review Nafta. Indeed, review US trade policy as a whole. And examine not only its impacts on US workers and farmers but its development impacts in Mexico.
Then let's start from scratch and fashion trade agreements that are worthy of grand celebrations on both sides of our borders.
guardian.co.uk © Guardian News and Media Limited 2009