
César Lévano
El gobierno no tiene una política clara para abordar los conflictos sociales y solucionar los problemas de fondo, y eso ha contribuido a agudizar el descontento popular e incrementar las protestas, advirtieron varios analistas políticos.
El ex defensor del Pueblo, Walter Albán Peralta, señaló que si bien hay algunos casos donde existe un manejo político ajeno a las demandas sociales, es poco serio que el gobierno quiera darle ese cariz a todas las protestas.
"No se puede perder de vista que hace tiempo que en el país hay una demanda acumulada de sectores sociales que pugnan por ciertos cambios en políticas públicas que puedan permitir una mejora en las condiciones de vida de la población, de modo que no se puede afirmar que se está produciendo una situación por intereses creados", afirmó.
Sostuvo que el gobierno debería tratar de entender los problemas de fondo que generan el descontento, y que se han intensificado porque el crecimiento económico no se ha traducido en una distribución más justa que se refleje en una mejora de ingresos o en mejores políticas de lucha contra la pobreza.
FALTA DE PREVISIÓN
Albán señaló que desde el 2004 la Defensoría del Pueblo comenzó a emitir informes sobre los conflictos sociales, éstos han ido aumentando inconteniblemente.
"La Defensoría ha dado cuenta de lo que sucedía en diversos lugares del país, de la naturaleza de los conflictos, de las razones que las motivaban, de la orientación de sus demandas, y todo ello debería servir de base para elaborar políticas preventivas; sin embargo, ello no se ha hecho", indicó Albán
Agregó que más bien esa falta de previsión ha permitido que el malestar aumente, lo que ha sido atizado aún más con la falta de cumplimiento de las actas suscritas con el gobierno.
"La gente siente que el gobierno no toma en serio sus pedidos y eso alimenta más los conflictos", dijo.
Población solo quiere negociar
El investigador asociado del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), Víctor Caballero, explicó que en los últimos años se ha generado una dinámica de la población de buscar la negociación vía el conflicto y presionar a la autoridad política a sentarse en una mesa de negociaciones. "Esto se produce por la pérdida de confianza de los mecanismos institucionales en la resolución de las controversias", indicó.
Agregó que los conflictos no tienen carácter antisistema, sino la búsqueda de negociación para obtener mejores condiciones. "No tenemos por qué considerar que los conflictos puedan generar inestabilidad social, porque lo que buscan es la negociación", dijo.
Caballero señaló que si bien pareciera que los conflictos han ido en aumento, probablemente disminuirán conforme se acerque el período electoral. "Los procesos electorales terminan aquietando las protestas porque mediante la votación se puede canalizar el descontento", anotó.